*Lovino PV
El joven castaño corría rápidamente, las clases comenzarían en poco tiempo, iba atrasado.
- ¡Merda! - Maldijo en Italiano el joven castaño, debía ir rápido a su clase, no quería llegar tarde.
Sin darse cuenta por donde corría, no miró hacia adelante, y, ¡PUM!, acaba de chocar con un joven y esbelto moreno.
- ¡Fíjate por donde caminas, Idiota! - Le insulto, había comenzado su día con el pie izquierdo, siempre que inicias el día chocando con alguien, y más si es un idiota, es un mal día.
- ¿Te encuentras bien?- Preguntó preocupado el moreno, le dio la mano para que Lovino se pusiera de pie, a lo cual Lovino rechazó, levemente sonrojado.
- Si... No necesito de tu ayuda - Luego de eso, se fue a su clase, corriendo.
Ahí se encontraría con su hermano Menor, Feliciano Vargas, Lovino terminó llegando poco después de que su clase comenzara.
- ¿Por qué llegas tan tarde fratello? - Preguntó preocupado el hermano menor.
- Se te olvido despertarme, idiota... - Respondió de manera algo molesta y con tono vulgar
Estaba realmente molesto, no solo por eso, sino por la hipocresía con la que su hermano lo trataba (o al menos lo ve así) ¿Por qué es tan bueno con todos? ¿Tan perfecto? ¿Tan hermano menor?, Siempre el mejor, el favorito, el talentoso, el perfecto...
El hermano menor...
*Antonio PV
Este moreno estaba bastante confundido, comenzó el día con un chocando con un chico temperamental y grosero, aunque, el chico era bastante lindo a decir verdad, pero él debía dejar de andar fantaseando y volver a su clase
- Oye Toño, te noto distraído, ¿pasó algo de lo que el increíble yo no se enteró? - Comento el joven Gilbert, con su típico egocentrismo de siempre, o, era tan típico de él.
- No Gil, solo ando algo desconcertado de la clase, odio las matemáticas... - Trató de disimular su mentira con una de sus perfectas y encantadoras sonrisas -
- Oh, ya veo, pues presta atención, español tontito~ - Dice esto el rubio francés, dándole un pequeño golpe en su frente.
Esos son los fieles e inseparables amigos de Antonio, Gilbert y Francis, están con él, en las buenas, las malas y cuando no los quiere cerca, exacto, amigos brutalmente inseparables.
*Lovino PV
Las clases terminaron, y, al salir de aquella sala, nuestro siempre desdichado, terminó por ser molestado por un brabucón, Sadik, Sadik Adnan.
-¿Pero qué tenemos aquí? - Le preguntó con un fuerte e intimidante tono de voz el turco - Si es el sobreprotegido nieto de nuestro director - Se le acerca invadiendo parte de su espacio personal - Y así también, la oveja negra e imperfecta, no como tu hermano menor, ¿eh?
Eso definitivamente sacó a Lovino de sus casillas, el enserio odiaba, lo odiaba con todas sus fuerzas, ser comparado con su hermano menor, Lovino cerró su puño con fuerza, dispuesto a darle un fuerte golpe en el rostro, y que así se callara, y cuando se dispuso a golpearlo, Sadik toma su puño con su gran mano.
- ¿Qué crees que ibas a hacer, pequeño inútil?- Le estaba apretando el puño, muy fuerte, al pobre de Lovino le dolía, él sabía que nadie vendría a ayudarlo, esto no era una bonita serie fantástica, o eso creía.
*Antonio PV
El español acababa de terminar su clase, al estar hablando y haciendo tonterías con su trío, salieron más tarde de lo planeado, así que, prefirió pasar su receso sólo, hasta que, se topó con algo que llamó su atención, un Sadik cabreado a punto de golpear a Lovino en el estómago.
Sin pensarlo dos veces, Antonio se lanzó y golpeó al turco en el rostro, ¡PUM!, cae al piso de espaldas.
- Maldito español, no te metas en donde no te llaman - le dijo Sadik de modo agresivo, escupiendo un poco de sangre, le pegó un fuerte golpe en la mandíbula.
- Tú no deberías aprovecharte de la gente, métete con alguien de tu tamaño, maldito turco cobarde - Respondió Antonio con coraje.
- ¿Alguien como tú? - diciendo esto, el turco le da al español un golpe en el estómago, y huye, mientras el español con suerte logra mantenerse de pie.
- ¡¿Acaso eres idiota?! - le grito el italiano, y es que, bueno, no todos los días vez a un extraño, idiota y desconocido defenderte de un brabucón, aun así, se le notaba un tono de preocupación en su voz, eso hizo que el español sonriera, y al ver al español así, Lovino se sonrojo, - ¡¿De qué te ríes idiota?! -
- Es que te vez muy lindo sonrojado. - Ahí está, lo dijo.
Al escuchar esto, Lovino se sonrojó bastante, y, no sabía cómo reaccionar y sin darse cuenta, sonrió levemente, y, con sus mejillas, sonrojadas terminó por irse de ahí.
Ah, definitivamente a Antonio le gusta ese muchacho, tan lindo, simple y temperamental, el hermano de Gilbert, sale con su hermano menor, debería hacerse amigo de él, lo quería conocer, le interesaba, lo necesitaba.
Deseaba conocerlo...
Realmente lo hacía...