*Lovino PV
Ya era la mañana siguiente, procuró no llegar tarde, aunque no lo demostrara, él quería ver el mayor tiempo posible a Antonio, claro, jamás lo demostraría, era un chico muy vergonzoso, y el español le interesaba, luego, lo vio llegar, y quiso acercarse a él, para agradecerle, por haberlo defendido de aquél bravucón, y claro, ver su linda y casi permanente sonrisa, pero estaba además de avergonzado, con temor, avergonzado por no saber que decirle al frente de él, y con temor, cobardía, por no querer, ni aceptar de que rompan su delicado corazón, sentimientos de cristal, no, no lo aceptaría, no se haría ver como un desesperado, haría lo posible, porque Antonio lo tome en cuenta, no se haría el chico fácil.
- Quiero ver que lo intente - pensó, quería saber que le interesaba al español.
Funcionó, Antonio lo vio a lo lejos, y éste, no pudo evitar saludarlo.
*Antonio PV
Antonio llegó a lo que a él le parece, temprano, diez minutos antes de comenzar las clases, con la gran esperanza de ver a Lovino, y ver su linda carita y seria expresión.
Lo vio, y, ¿¡Cómo fue tan idiota!? ¡No sabía su nombre!, nunca se le ocurrió preguntárselo, fue a verlo, y le preguntó.
- Oye, nunca me dijiste tu nombre, ¿Es acaso tan bonito como tu rostro? - Dijo esto, con la seguridad de que Lovino se sonrojaría, ¡Lo logró!, aunque, era bastante obvio, pero aun así, no pudo evitar admirar la expresión de pudor del italiano, encantado con su exótica belleza.
- ¡No digas esas cosas, che palle! - Dijo eso, con un fuerte y notable sonrojo en su rostro - Y... Mi nombre es Lovino, Lovino Vargas...-
- Tu nombre es muy bonito~, El mío es Antonio Fernández- Dijo encantado, ¿Y quién no? Si se veía tan lindo sonrojado, estaba embobado con él, pero debía ir a clases, así que, se despidió de Lovino de la manera más rápida que pudo, y se fue.
*Lovino PV
Acababa de hablar con Antonio, se sentía tan feliz por dentro, ese irritante españolete lo hacía feliz, le alegraba el día, pero debía volver a clases, su hermano lo debía estar esperando.
- Bueno, debo irme, me alegró la mañana verte - le dijo sin vergüenza alguna el español - ten un buen día, Adiós - luego de eso, el español le desordenó el cabello y se fue, dejando a un italiano sólo, sólo pero alegre por dentro, y se fue a su sala de clases.
Allí, lo esperaba con un asiento vacío, les tocaba Física, como la odiaba, le parecía tan inútil, el sería un artista, no necesitaba eso, claro, debía admitir que sus dibujos no eran tan buenos comparándolos con los de Feliciano, siempre él era mejor en todo lo que hacía, siempre le ganaba en todo.
- ¡Lovino! - Lo llamó su querida amiga Emma, sacándolo de su ensoñado pesar - ¿Pasó algo que te preocupa? – Claro, claro que le preocupaba, ¿Qué ocurriría si Antonio conocía a su hermano? ¿Qué ocurriría si se enamoraba de él? ¿Si lo olvidaba? ¿Si como todo el mundo prefería a Feliciano antes que a él? Claro, jamás se lo diría a su amiga, no quería que Emma se preocupara por estupideces insignificantes, como sus sentimientos, por ejemplo.
- No me ocurre nada, no te preocupes – Eso no se lo creería nadie, ni siquiera el idiota de su hermano, y hablando de idiotas, su hermano estaba llamándolo.
- Oye, hermano, hermano, ¿Podemos comer gelatto después de clases? Vamos a ir con Ludwig y los amigos de su hermano, anda, ¿Quieres? – Insistía, odiaba lo irritante que podía llegar a ser su hermano, su ternura y amabilidad le era tan insoportable, pero, aun así, lo quería mucho, era una de las pocas personas que estaban ahí, a su lado cuando lo necesitaba, ¡PERO NO IRÍA CON EL MACHO TRAGA-ESTEROIDES FÍSICO CULTURISTA! Odiaba a ese maldito adicto a las patatas y a los esteroides para caballos.
- ¡SI VA EL MACHO NO IRÉ! - No iría, no lo harían cambiar de opinión, o eso creía, Feliciano terminó por convencerlo, iría, después de clases.
Las clases terminaron, Lovino fue a su casa, junto a su hermano, a darse una corta ducha y cambiarse, puede que odiara a Ludwig, pero no dejaría en vergüenza a su Fratello, y luego de vestirse, esperó junto a Feliciano a que llegara el alemán, para poder ir a la plaza en la que se juntarían. Al llegar el alemán, Feliciano se lanzó a abrazarlo prácticamente, causando un sonrojo notorio en el Germano, y esos típicos celos de hermano mayor invadieron a Lovino, dándole una intensa mirada de odio a Ludwig.
- Y bien... ¿Nos vamos? - Dijo Ludwig, y, aceptando los italianos y partiendo hacía el punto de la reunión.
*Antonio PV
Estaba con Gilbert y Francis, esperando a la llegada de Ludwig, Antonio no sabía que Lovino era el hermano de Feliciano, el amigo de Ludwig, se llevaba muy bien con Feliciano, y esperaba ver a Feli, Francis dio el aviso de que los chicos ya llegaban, y el vio a Lovino, al verlo, lo diviso sonreír leve, y Antonio le sonrió de oreja a oreja, haciendo sonrojar a Lovino, sin siquiera decir una sola palabra, se veía tan lindo.
Definitivamente sería un lindo día.
Tan lindo como lo era Lovino.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español