Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vida, dolor y paz por Kory chan

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta es una pareja por demás rara y se me ocurrio cuando estaba enferme y delirante :3, por favor diganme si es crack, rara, sumamente rara o si parece que me fume de la verde para dejarles juntos :P

Gracias por leer y de antemano  ¡No me menten por el papel que juega Naruto en el fic! T-T Para cuando me di cuenta ya era así u,u.

Notas del capitulo:

Naruto ni sus personajes me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto. 

“Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, 
porque nunca me diste ni esperanza fallida, 
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; 
porque veo al final de mi rudo camino 
que yo fui el arquitecto de mi propio destino; 
que si extraje la miel o la hiel de las cosas, 
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: 
cuando planté rosales, coseché siempre rosas. 
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: 
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno! 
Hallé sin duda largas noches de mis penas; 
mas no me prometiste tú sólo noches buenas; 
y en cambio tuve algunas santamente serenas... 
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. 
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!”

Amado Nervo - En Paz – Marzo 20 de 1915

 

Sabaku No Gaara dueño de K&K Inc. A sus venerables sesenta y cinco años repasaba su vida mientras miraba a sus nietos jugar, platicar, nadar en la piscina de su casona junto al que ha sido su esposo en las buenas, en las malas, aquel ser que lo había sacado de la profunda soledad y oscuridad. Las ahora grises hebras de cabello seguían adornando angelicalmente el rostro de su luz y cordura, porque Sabaku No Gaara había estado en lo más bajo y ruin que alguien podría imaginar solamente sus hermanos se encontraron junto a él pero ellos nunca fueron un apoyo más bien un recordatorio de aquello que casi lo llevo a su perdición. Su única ayuda fue su primo Sasori, quien fue su figura paterna.

Él no era su primer amor, aquel titulo lo tenia una persona que destrozo su corazón, que le te alumbro con una lámpara y después cuando empezó a correr hacia él la apago.

-Gaara – la ahora aguda voz de su esposo llamo la atención del anterior pelirrojo del que ahora solo quedan las raíces – ¿en que pensabas? – Ya sabía pero adoraba cuando el propio hombre de ojos aguamarina se expresaba.

-recordaba, todo lo que nos llevo hasta donde estamos – dijo con suavidad, sus infancias marcadas con desprecio, dolor y maltrato los hacia tan iguales, los claros ojos de ambos se encontraron entendiéndose sin más palabras

-Naruto – susurro mientras tomaba la mano de su marido – no hay que sentir culpabilidad, él fue muy importante en tu vida, estoy seguro que si solo hubiera notado sus sentimientos antes, yo no estaría a tú lado, te amo Gaara, llore, perdí, sufrí pero tu eres mi felicidad, mi destino, mi primavera, mi paz.

-Gracias, Yagura – beso los aun dulces y adorados labios de su esposo viendo en su memoria como una película vieja todo lo que había pasado hasta que su sol personal acaricio su piel.

Flash Back

El sonido de botellas romperse al impactar en el suelo resonaba en la estancia, un pequeño niño pelirrojo de no más de 5 años temblaba al ver a su padre borracho mientras despotricaba contra él y como debió morir en lugar de su madre, como era un maldito engendro del demonio que destruyo su vida nada más nacer, como la vida de todos seria mejor su muriera de una vez.

-¡GAARA VEN PARA ACA MALDITO MOCOSO! – Los gritos del mayor tan parecido a él mismo asustaron al menor que titubeante se acerco – NI SIQUIERA ESO PUEDESHACER ESO BIEN – en la habitación resonó otra botella rompiéndose pero esta vez no contra el piso, esta vez un rojo carmesí baño el suelo, un olor de metal y alcohol mezclado impregno el aire, y un grito ensordecedor llego a los oídos de los vecinos.

-¡ARRGGG! – Gaara sintió como un liquido tibio le cubría la cabeza, como sus cortas piernas dejaban de sostenerle y la inconsciencia.

-MUERE, MUERE MALDITO ENGENDRO – los chillidos alcoholizados de Sabaku No Kenji era lo que escucharon los oficiales de policía cuando tomaron la casa, vieron al hombre patear a un moribundo e inconsciente niño mientras lo hacia, no tardaron mucho en procesarlo por maltrato infantil y posesión de drogas.

Nunca lo hablo, nunca lo insinuó siquiera pero se alegro que su padre fuera refundido en la cárcel hasta pudrirse aunque sus hermanos lloraban por su padre y le reclamaban por que no lo verían más, no era su culpa él era malo, él era quien no debía nacer, sus hermanos si eran niños buenos, ellos no eran asesinos como él, si, no importo la corta edad en la que intervinieron el maltrato psicológico del hombre sobre su hijo había calado muy hondo al punto que el niño no se percibía como eso un niño, era un indeseado.

-Gaara es hora de irnos – Yashamaru, su tío lo llamo para llevarlo a su nuevo hogar en Iwa con su primo Sasori su nuevo tutor, porque su tío no se aria cargo del ser que mato a su hermana, eso era lo que pensaba el pequeño que se aferraba al único peliche y juguete que tenia un oso que su madre le había comprado antes incluso se nacer, el único nexo de amor con otra persona, la verdad era que Yashamaru pensaba que a Gaara le haría mal estar en Suna y que mientras más lejos del recuerdo de su padre mejor no así como sus hermanos.

Diez años después.

-¡Gaara, ya es hora! – Akatsuna No Sasori gritaba desde las escaleras de la que antes fue su casa, se mudaban a Konoha, ya se habían mudado veinticinco veces en los últimos nueve años por el trabajo del pelirrojo mayor, nunca se habían establecido por más de un par de meses antes de partir, el de ojos aguamarina no tenia amigos, no le interesaba tenerlos, los susurros mordaces, las etiquetas malintencionadas y el aislamiento de los demás por su no muy común aspecto, su ostracismo social solo era la punta del iceberg e los problemas de Gaara las sesiones terapéuticas con trabajadores sociales, los reproches y repulsión de sus hermanos, sus tendencias a auto lacerarse… probablemente sin Sasori a su lado él no estaría respirando, porque no vivía solo estaba.

-Ya voy – con el tiempo para Gaara la única persona a la quien le importaba era Sasori pero era porque él era su responsabilidad y había aprendido que Sasori valoraba y cumplía con sus responsabilidades. Se sentía valorado pero eso no cambiaba el hecho que pensaba que apenas dejara de ser su responsabilidad seria votado del lado de la única persona que lo ha cuidado.

Las conocidas carreteras internacionales pronto fueron la vista delante del joven adolescente que veía descuidadamente como el paisaje sombrío de Kumogakure cambiaba paulatinamente para dar paso a grandes y frondosos arboles de vibrantes hojas de un verde vivo.

-Konoha, el paisaje hace justicia a su nombre – soltó al aire el menor, sabia que el mayor no se molestaría y hasta le contestaría sin gritos, sin insultos sin golpes como en la escuela, como su padre.

-El País de Fuego es conocido por sus abundantes recursos naturales renovales y por poseer uno de los aires más puros del mundo – dijo con su voz serena el mayor, no quitando su vista de la carretera, ya en el horizonte la imponente Konoha se veía

-¿Cuánto nos quedaremos esta vez? – Pregunto Gaara, no había forma que fueran unos meses pero que más daba

-Un año como mínimo – nunca habían estado tanto tiempo en un lugar, eso le sorprendió pero solo significaba más escuelas en las que estaría de un determinado lugar, la fama de su padre había cerrado muchas puertas para él, no había más los profesores no querían que una “manzana podrida desde la semilla” contaminara su perfecto cultivo.

-Bien – fue toda la conversación, luego el inevitable acarreo de muebles vino como siempre lo hacia, cada mudanza, cada una ciudad, cada país.

Tiempo Después.

Deidara Namikaze-Uzumaki así se llamaba el inicio de sus desgracias, aunque al principio no lo consideró así después de todo era el hermano de mayor de su preciada persona, era alguien a quien su primo había conocido en el trabajo, era diseñador grafico en la compañía Akatsuki al igual que el rubio.

Junto con él Naruto Namikaze- Uzumaki se presento en su vida como un vibrante salpicado de color en su vida a tonos grises, fue una mano amiga, fue sonrisas, fue diversión, fue un camino luminoso… uno falso, lo conoció en la escuela preparatoria Hokage que era la de más alto rendimiento, hijo de Minato Namikaze y Kushina Uzumaki dueños de la prestigiosa AMBU S.A. nunca entendió en primer lugar porque alguien como el rubio se acerco a él sino hasta años más tarde cuando solo tenia diecisiete años y estaba completamente enamorado del pequeño zorrito.

-¿Pensé que estabas enamorado de Gaara? – Había sido la es cruenta pregunta del Uchiha, el corazón del pelirrojo bombeaba sangre rápidamente esperando la respuesta de su ángel rubio, no había estado al comienzo pero parecía que el pelinegro se había declarado al doncel de ojos azules.

-Por supuesto que no, Gaara es un buen rato, como una mascota leal, nunca me traicionara, de hecho solo empecé a hablarle porque mi hermano Deidara se obsesiono con su primo Sasori, lo quiere lejos para conquistarlo con eso poner celoso a Itachi y este deje a Konan. Pero salió bien tengo un fiel aliado que baila en mi palma – dijo para después besar al de cabellos azabaches – Sasuke no dudes que eres el único que me interesa, el único que hace que me encienda...– no escucho más salió corriendo a casa, necesitaba irse, despejarse, llorar como cuando era un niño con pesadillas y Sasori se quedaba a su lado hasta que el llanto acallaba.

-¡Sasori! – Había gritado sin importar que oyeran o que el otro era mayor simplemente quería desahogar el llanto pero no espero que su soporte estaría destruido, los hermanos Namikaze destruyeron la pequeña familia que tanto había evitado hundirse en vendavales, solo que esto no fue exterior sino desde lo más profundo de sus seres. Fueron como un cáncer, no avisaron solo surgieron y acabaron con todo a su paso, con cada cosa que tocaron.

Poco tiempo fue el necesario para que su auto volviera a las carreteras internacionales, no dijeron adiós ni señas de que se irían simplemente hicieron como si nada una semana y el domingo partieron, esta vez un inmenso mar les saludo al final del camino donde abordaron un trasatlántico a  Kirigakure, destrozados por dentro y con un vacio corazón se presentaron en sus respectivos lugares, la preparatoria Mizukage y la agencia publicitaria Mist Inc.

-¿Otra pelea? – Sasori sentía que no debía sorprenderse de ver a su pequeño primo con el labio sangrante, con contusiones seberas y cortes seguramente de navajas por el rostro, brazos y piernas, Gaara había estado metiéndose en problemas desde que llegaron si antes su actitud era cerrada, ahora era violenta y psicópata, hacia todo lo posible para que no se lo llevara la trabajadora social pero no había mucha ayuda de parte de su tío Yasahamaru o los antecedentes de Kenji. No sabia que hacer con los burócratas sobre él, las reuniones por los pleitos del menor, su trabajo que apenas estaba iniciando, su depresión y el hecho de haber perdido un hijo, esto no se lo dijo a Gaara pero al maldito doncel del que se enamoro como idiota, Deidara había abortado a su hijo por irse a revolcar con el imbécil Itachi Uchiha. No se sentía con la fuerza o con el valor de decirle a Gaara que hacer, abuso infantil, psicológico, físico y sexual era solo una pequeña probada de lo que el menor había vivido, su mano amiga era un doble cara, él no tenia la fuerza para sostenerlo y sus hermanos lo aborrecían era como decir vuélvete loco en silencio pero no causes problemas. 

-Si – fue la seca respuesta del pelirrojo mientras volvía a salir, no recordaba la ultima vez que no había peleado un par de veces al día, probablemente por los analgésicos que corrían por su sistema y el alcohol consumido, con diecisiete años y medio era todo lo que no se esperaba de un hijo, al poco tiempo de llegar su promiscuidad dio un salto, el alcohol fue como el agua, las peleas como el aire y el fumar una adicción.

Aceptaba ser uno de los peores de la zona, pero no le iba mal en la escuela ya le daba suficientes disgustos a Sasori como para terminar de rematar igual que las drogas la escuela era punto y aparte, su salvación pendía de un hilo, uno que nadie se interesaba por hacer fuerte o halar, no sabia si se había acostado con solo la mitad o todo el instituto, no sabia si estaba sobrio en algún momento, siempre tenia cigarrillos a la mano, a unos cuantos que golpear antes y después de clases así fueron los siguientes tres años hasta que cruzo sus limites, olvido la universidad cuando era de los mejores llegando hasta el punto en que tendría que repetir el año y el punto culminante; las drogas, ya no había quien lo detuviera, Sasori estaba en coma por un accidente automovilístico donde el conductor se dio a la fuga aunque sospechosamente las descripciones de los testigos coincidan con Deidara.

Fue en un callejón de mala muerte cercano a los muelles mientras convulsionaba por los alucinógenos y la golpiza que se había llevado que pensaba como su vida había sido un cáncer dolor, una calma temporal y  un dolor mucho más dañino, se arrepentía de no ver a Sasori en el hospital, de haberse enamorado de Naruto, de morir como seguramente lo había hecho su padre exceptuando la cárcel pero su mente era su prisión personal una donde no tenia posibilidad de fianza…

-¿Estas vivo? – Una seria y preocupada voz  hizo que el pelirrojo mirara de reojo hacia el contenedor de basura junto a su cabeza encontrándose con una mancha borrosa blanca, beige, crea, café y dos brillos lilas.

-S...si – respondió con dificultad, vaya que respirar es difícil cuando la sangre se aglomera en tu cabeza buscando una manera de salir, barajando éntrela inconsciencia y seguir  luchando por ver al sujeto, la primera gano después de sentir como un par de delicados brazos lo movían poniendo su cabeza en un hombro y un grito.

-MEI –CHAN VEN-

-Mhnn – parpadeaba preguntándose internamente por que no estaba muerto aun, logrando enfocar un techo de madera usual en los puertos de Kirigakure, un foco apagado y sentir la brisa salada que decía que todavía se encontraba en los muelles, podía sentir las vendas que cubrían sus brazos, torso y cabeza, los moretones dolorosos, la garganta seca.

-Veo que ya despertaste – la voy de ayer lo hizo voltear hacia su interlocutor, ahora que oía bien sin la sangre bloqueando sus sentidos podía notar la suave y delicada entonación de las palabras, el sujeto en si era más visible que manchas borrosas, era pequeño posiblemente le llegaría a los hombros o un poco menos, de corto cabello crema, delicada piel blanco-rosácea, vestía con una vestimenta de mangas cortas color beige y café, grandes ojos lilas brillantes, lo que más llamaba la atención era un cicatriz que atravesaba uno de sus ojos desde la ceja hasta el inicio de la mejilla.

-Si – dijo indiferente

-¿Ahora tienes hambre? – Pregunto el más bajo sin prestar atención al tono del otro

-¿Por qué me curaste? – Regreso una pregunta.

-¿Por qué no?

-No me conoces, no sabes nada de mi, deberías estar feliz que habría un pandillero menos – dijo chocando su mirada aguamarina con la lila

-Mmm… pero alguien se pondría triste si te vas aparte todos necesitamos una segunda oportunidad, no te estoy dando gratis trabajaras para pagar los medicamentos que gaste así como el equipo – dijo simplemente el peli crema

-¿Por qué lo haría? – Le reto el pelirrojo

-Estas débil y yo en la posición de dejarte peor que esos chiquillos, entendiste mocoso – le contesto con altanería el doncel

-¿A quien llamas mocoso enano? – Una vena apareció en la frente del peli crema

-A ti niñito – dijo con una sonrisa tenebrosamente serena

-Ya tengo veinte años y tú pareces un niño de primaria, ¿sabe tu mamá que ayudaste a un pandillero? – Le pregunto con dureza

-Para tu información tengo veintitrés casi los veinticuatro, y mis padres murieron – dijo cruzando los brazos

-…- No se lo esperaba.

-Gura chan~ ya esta el desayuno – una femenina y cantarina voz se acerco por el pasillo – ¿Cómo esta nuestro invitado? – Una hermosa pelirroja se asomo por la puerta, de grandes ojos azul verdoso  y un kimono azul rey.

-Si Mei chan, estábamos hablando – dijo con simpleza el otro

-Bien, bien pero no lo atosigues sigue débil – dijo la más alta – hola chico soy Terume Mei y soy la dueña de este lugar, el restaurante y compañía Kiri Inc. Jajajajaja te debe parecer una locura pero llegaremos lejos – canturreo la mujer – aunque solo soy dueña del local no del nombre ni me encargo de la empresa eso se lo dejo a Gura chan aquí presente, tengo veintiséis años y estoy comprometida – era muy alegre confiada la mujer pero no lo podía evitar ese joven le recordaba tanto a ella misma y a sus amigos antes – ¿Ya te presentaste? – Volteo  hacia el más bajo que suspiro y fijo su mirada en el que estaba postrado en cama.

-Soy Mizuno Yagura, mi edad ya la sabes y soy el presidente de Kiri Inc. – dijo profesionalmente con una breve reverencia.

-Sabaku No Gaara, veinte años, universitario – dijo indiferente, Sasori le había dicho los principios básicos de etiqueta.

-Waaaa~ ¿Qué estudias Gaa chan? – Sorprendido por la rápida familiaridad el pelirrojo contesto en automático

-Gestión de empresas – su padre pese a todo era dueño de una pequeña empresa en Suna que estaba a su nombre Kaze Corp. Él necesitaba hacerse cargo de ello puesto que es la voluntad de su madre.

Un Mes Después.

Sentía vértigo, alegría, exasperación, sorpresa pero sobre todo esperanza este mes trabajando en Kiri Inc. Había sido lo mejor de su vida, durante ese tiempo supo que Mei san y Yagura eran socios, que Mei era publicista y medico, ella había sido quien lo curo, también trasladaron a Sasori a un cuarto en el complejo como los demás empleados, ya que estando en coma fue despedido y solo se había mantenido a  base de la pensión que Yashamaru le daba hasta que acabara sus estudios y la liquidación de Sasori de Mist Inc. Algunos negocios de los que prefería no hablar pero los mafiosos Sambi y Shukaku estaban involucrados,

-¿Gaara sabes donde están los estados de cuenta de este mes? – Haku un joven doncel de diecinueve años trabajaba a tiempo parcial igual que él como camarero en el restaurante y secretario en la compañía.

-Los traía Tsubaki – Ella era una mujer que había entrado poco antes que él, de largos cabellos plateados, grandes ojos dorados, piel morena y vestimenta  extravagante era burbujeante y pronto ella, Haku y Gaara se convirtieron en grandes amigos,

-Ok – no muchos trabajaban ahí solo eran Yagura, Mei, el prometido de Mei: Ao, el vicepresidente un varón Obito, muy enérgico que no se notan sus treinta y siete años, Haku, Tsubaki, Kimimimaro, Zabuza, Suigetsu, Kisame, Ameyuri, hay cuatro más pero casi no están ya que son promotores y yo.

-¡Gaara! ¿Sabes donde esta Yagura necesitamos los presupuestos del próximo mes? – El grito de  Ao resonó fuertemente – sino pregúntale a Mei.

-Bien – nadie sabe lo duro que trabajaban manteniendo todo, las sonrisas generadas dentro de las paredes del mediano edificio, las diferentes personalidades que pueden congeniar, aprendió a respetar a Yagura, poco a poco ellos fueron cercanos, no era tan difícil ya que sus pasados eran muy parecidos con platicas fueron abriéndose, mucho Mei tenia que ver en ello.

-Hola Yagura kun – aun había cierta formalidad pero nunca como esa mañana atacándose.

-Gaara – la dulce voz del mayor le respondió pese a la mirada pérdida del oji lila.

-¿Qué pasa?

-Hoy acompáñame a la salida – dijo simplemente

-Ok – no era muy común ello pero nadie ahí podía negarle algo al peli crema no por ser el jefe sino porque tenia un aura que guiaba, que tranquilizaba.

-Voy con Ao, lo escuche hasta acá – dijo suavemente antes de retirarse.

-Nos vemos – después de ello se retiro a ver a Sasori para salir rumbo a la universidad, había recuperado su semestre, regresado del limbo y ahora era el mejor del que más expectativas tenían.

Salir de la universidad a altas horas de la noche no era fácil pero era el único modo de continuar lo que por la presión y daños continuos había caído en un abismo, en la reja le esperaba el peli crema sabia que algo importante tenia que ser pocas veces pedía algo así el otro, sin mediar palabra caminaron por la ya poco transitadas calles del centro, el cementerio fue su destino.

-Una vez me preguntaste porque te salve – comenzó el más bajo mientras se dirigían a una tumba en especifico, al fondo, entre dos grandes sauces llorones – su nombre era Isobu, fue mi confidente y mejor amigo – relato suavemente – pero los problemas asechaban en cada esquina en especial a un par de huérfanos sin quien les llorara – se detuvo a unos pasos de la lapida, viendo la inscripción: Mizuno Isobu – él me dio su apellido, su cariño, nos involucramos en cosas peligrosas, dejamos que la soledad y los maltratos de la gente hiciera mella en nosotros, fuimos escoria y reíamos de ello pero todo tiene su precio: yo una cicatriz permanente en mi rostro e Isobu su vida, no fue justo para nadie ni nunca lo será pero es la vida y vimos nuestro error hasta muy tarde ahora intento que otros no caigan en ello o sacarlos antes que sea demasiado tarde, casi lo era para ti, lo único que nunca podremos remediar es la muerte – su historia termino, fue corta, concisa pero reveladora siempre hay un porque.

Tres Meses Después.

Un pelirrojo de ojos castaños despertaba de en una habitación desconocida y vacía, lo ultimo que recordaba era a Deidara dirigiéndose en un auto hacia él ahora estaba en una casa que no era suya.

-Oh~ despertaste, que bien – una voz llamo la atención del oji café encontrándose con un moreno alto, de cabellos carbón, sonrisa alegre y gafas naranjas que ocultaban el color de sus ojos.

-Si, ¿Quién eres? – Pregunto con sospecha  que un varón apareciera en la habitación de un hasta hace poco inconsciente doncel era extraño y sospechoso.

-Soy Akatsuki Obito un gusto, tu primo acaba de irse a la universidad pero si te sientes más cómodo llamare a Mei chan o Gura chan- dijo viendo la desconfianza del menor.

-Akatsuna No Sasori, no así esta bien no quiero más personas de quienes preocuparme, ¿Cómo conociste a Gaara? – Su primo antisocial rodeado de gente era sospechoso.

-Oh eso~ Gura chan lo rescato de una pelea donde lo dejaron casi muerto, ambos han estado viviendo aquí desde hace cuatro meses, por cierto tal vez sea absurdo pero… ¡Bienvenido al restaurant y compañía Kiri Inc.! – Con una emoción casi infantil el mayor.

-Crio

-¡Hey! Tengo treintaisiete años – respondió ofendido a la burla sorprendiendo al otro

-¿Enserio?

-Por supuesto

-Yo tengo treinta

-Genial, jejejeje pocos se acercan a mi edad y eso me hace sentir incomodo entre tanto joven – dijo rascándose la nuca con nerviosismo. Sasori simplemente negó con la cabeza.

Un Año Después,

-¡Felicidades Gaara! – Gritaron a coro en el restaurante que por el día de hoy estaba cerrado para celebrar la graduación del pelirrojo menor.

-Gracias – nunca había tenido una gran familia, Dios lo perdone pero hubiera cambiado a sus hermanos cualquier día del año o vida por Haku y Tsubaki, pero suponía que así de cálido y consolador se sentía el tenerla. Sintió lo brazos de Mei rodearle y el peso de la peli plata en la espalda en un abrazo aplasta costillas. Mientras él veía la suave sonrisa del peli crema que tenia su corazón, su primavera.

-Bien hecho – la voz de su primo lo saco del ensoñamiento  por el oji lila, que venia junto a su pareja, si luego de unos meses Obito y Sasori se habían vuelto pareja más por insistencia del primero que apartaba las dudas y fantasmas del oji caoba.

-Ahora ayudare más con la empresa – dijo suavemente mientras abrazaba al doncel mayor.

-Pero ahora es fiesta y debes sentirte orgullo se ti mismo por lo que has logrado – Yagura no se refería solo al titulo sino en lo personal.

-Me falta algo pero… seguramente lo lograre – contesto el de ojos agua merina viéndolo directo a los ojos, ambos se entendieron y un ligero rosa pareció en las mejillas del más bajo.

-Soy mayor – fue su única respuesta  antes de dirigirse a la cocina.

-Y eso no me importa – susurro el de cabello fuego.

-Jijiji que pillo Gaa chan – dijo con una expresión picara la pelirroja mayor.

-No es un secreto para ninguno de ustedes – hablo sin ningún tapujo pues era cierto, para nadie era un secreto que los sentimientos del pelirrojo menor comenzaron con recelo y desconfianza, pasaron a admiración, respeto, confianza y termino con amor.

Tres Meses Después.

-Gaara, ¿me has hablado de un Uchiha Sasuke verdad? – Pregunto inseguro Haku

-Si es la persona de quien se enamoro Naruto, y hasta donde se era reciproco – dijo sin apartar la mirada de la computadora, haciendo cálculos y revisando correos.

-Pues esta aquí preguntando por Obito san y por ti – la cabeza del mayor reboto por la fuerza y rapidez con la cual la levanto.

-¿Qué? – El pelinegro menor encogió de hombros no muy seguro de la razón.

-¿Tsubaki ya le llamo? – Pregunto mientras se levantaba del escritorio.

-También van en camino – dijo mientras caminaban a las re embarnizadas escaleras de madera.

-De acuerdo – suspiro suavemente, Yagura estaba fuera cerrando un trato con Kumo Corp.

Cuando bajaron Obito estaba frente a un desmejorado Sasuke con un bebe en brazos. El peli negro conecto sus ojos con los del pelirrojo, había culpa, arrepentimiento, solor y decepción en ellos, muchos no lo podrían ver pero eran parecidos pese a que el oji aguamarina no lo admitiría ni en un millón de años.

-Uchiha – fue un saludo seco no había amistad, empatía o lastima.

-Sabaku No – trato formal y frío, no hay razones para lo contrario.

-¿Tenias algo que decirme? – Mas la curiosidad y escepticismo de lo que el azabache quería.

-Una advertencia – una inexistente ceja se elevo en cuestionamiento – es sobre Namikaze-Uzumaki Naruto – la voz antes serena y tranquila al pronunciar el nombre del ser amado se había trasformado en rencor.

-¿Qué paso?

-Viene por ti – eso descoloco al oji claro.

-¿para que? Ya te eligió a ti – el en pese a que suamor por el rubio no existía el enojo por su traición no desaparecía, no olvidaba que el azabache fue su segundo amigo junto con Aburame Shino.

-Este es Uchiha Kouki es hijo de Naruto y mío – dijo, el pelirrojo no se sorprendió – pero desearía que fuera solo mío, Naruto no es quien pensé, es alguien que abandonaría a cualquiera y lo sacrificaría con tal de llegar a sus propósitos – dijo arrullando al bebe.

-repito, ¿Por qué viene por mi? – Esto se mostraba como  una bizarra realidad donde el psicópata es bueno y reformado mientras el dulce niño de familia amorosa es un retorcido asesino.

-Te quiere, después de un tiempo de que te fuiste jamás fue lo mismo, menos besas, menos pasión como si la única razón para realmente estar conmigo era mostrarte que debías arrastrarte para estar con él – dijo con pesar – solo es una advertencia vendrá a intentar tenerte como amante, novio, amigo, cualquier cosa que de cómo resultado enredarte en sus garras.

-Gracias Uchiha pero no tenias que hacerlo hace tiempo lo supere – dijo suavemente mientras veía como Obito tomaba a su sobrino-nieto para saludarle.

Dos Meses Después.

Sasuke y su hijo se habían instalado permanentemente en Kirigakure, el azabache empezó un pequeño negocio de orientación de mercado donde le iba bien. Pero fue justamente en esas fechas donde paso lo que esperaban Namikaze-Uzumaki Naruto apareció en las puertas de Kiri Inc. Buscando al pelirrojo menor.

-¡Gaara! – La alegre y estruendosa voz no dejba ver la maraña de mentiras y traiciones que el rubio cargaba a cuestas, el dolor de su alma que por errores, por no ver a tiempo sus verdaderos sentimientos complico todo, perdió a Gaara a quien en verdad amaba y a Sasuke su mejor amigo. Así como a su hijo, su error como él le llamaba, jamás quiso ser padre joven, jamás quiso equivocarse tanto pero lo hizo.

-Namikaze san – el impersonal tono del de ojos aguamarina debió ser suficiente pero el oji azul ignoro esto con una gran sonrisa de oreja a oreja.

-¿Podemos hablar? – Dijo ignorando deliberadamente a Haku que le había dicho que no podía pasar y los insultos a viva voz de Tsubaki fuera de la puerta de la oficina.

-¿De que?

-Nosotros

-No hay un nosotros, y si lo pudo haber ya no hay ni una mínima posibilidad de ello – hablo claramente el de piel blanca.

-Podemos intentarlo

-No te amo

-Yo si

-¿Por qué ahora y no antes cuando yo lo hacia también? – Dijo más molesto que dolido

-Fui estúpido y confundí mis sentimientos, pero yo realmente… - la puerta fue abierta repentinamente por cierto peli crema.

-Gaara ¿Por qué Tsubaki esta gritando obscenidades a viva voz? –Algo confundido y sin prestar mucha atención se sentó en el escritorio del más alto.

-Mira hacia atrás Yagura – el otro volteo topándose con un par de ojos zafiro que lo asesinaban con la mirada.

-Mucho gusto son Mizuno Yagura, presidente de Kirir Inc. ¿Por qué esta en mi empresa sin una cita y armando alboroto? – Pregunto monótonamente pero la acusación estaba echa.

-Namikaze-Uzumaki Naruto necesito hablar con Gaara

-No tenemos nada que hablar

-Te amo

-Y yo a alguien más

-Soy mayor

-No me importa

-¿Él?

-Si, lo amo por ser mi luz, mi primavera, mi hogar, mi lugar seguro

-No lo soy, únicamente estuve en el momento adecuado, en el lugar adecuado

-Muchos incluso así no lo  harían –vio directamente al rubio a los ojos.

-Te amo – susurro Naruto

-Te amo – Yagura desvió la vista la obstinación del rubio parecía dar frutos –mi ángel Yagura

-No lo amas estas agradecido

-¿Por más de un año?

-Te amo Gaara – fue el susurro que acabo con ese capitulo del libro, era Yagura aceptando sus sentimientos.

Fin Flash Back

-Eres mi primavera, mi sol, mi ángel, mi salvación, mi Yagura – dice Gaara mientas el oji lila se recuesta en él

-Te amo mi Gaara.

Fin.

Notas finales:

Muaaa~ a tod@s quienes leyeron hasta aquí ya los amo por haber terminado esta locura, espera sus comentarios.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).