El castaño caminaba nervioso hacia el camarín –“Gou se fue temprano para ir a comprar algunas cosas…”- en una de sus manos llevaba tres rosas rojas y en la otra una cajita de bombones rellenos –“… Rei y Nagisa se acaban de ir. Hoy lo haré…”- llegó a la puerta y se paró frente a ella –“… Hoy me declararé a Haru”- al escuchar la puerta abrirse, se inclinó y dijo firmemente -¡¡Me gustas!! ¡¡Por favor sal conmigo!!- le ofreció los regalos y cerró los ojos esperando la respuesta.
El castaño sintió cuando le quitaron los regalos y se levantó abriendo los ojos de apoco. Al erguirse completamente, vio el rostro ruborizado del pelirojo y los regalos en sus manos. El pelinegro estaba detrás del pelirojo mirándolos sorprendidos.
El castaño quedó pasmado –“¡¿Por qué esta Rin aquí?!”- su mirada paso del pelirojo al pelinegro. No sabía qué hacer ni que decir. Se había declarado a la persona equivocada frente a quien le gusta.
-Está bien- el castaño miró al pelirojo –Acepto salir contigo, Makoto-
-¡Espera!- el pelinegro salió cerrando la puerta y se puso a un lado del pelirojo -¿Te gusta Makoto?-
-Sí, bueno…- el pelirojo abrió la cajita y sacó uno de los bombones para comerlo -… Makoto es atractivo, nos conocemos desde hace mucho tiempo y tenemos varias cosas en común-
-Pero yo también soy atractivo, te conozco desde hace mucho tiempo y tengo más cosas en común contigo que Makoto- hablaba el pelinegro –Si yo te hubiera pedido salir ¿Qué me habrías contestado?-
-Que sí- ambos chicos se sorprendieron mientras el pelirojo comía otro bombón.
-¡Entonces sal conmigo!- habló firmemente el pelinegro y el castaño lo miró sintiendo un pequeño dolor en el pecho.
-Lo siento Haru, pero ya le dije que sí a Makoto- el pelinegro se puso cabizbajo –Ya me tengo que ir- el pelirojo guardo la cajita en el bolso –Te llamaré en la noche Makoto-
-Bi… bien- el pelirojo se despidió y se fue dejando solo a los dos chicos. El castaño miró al pelinegro –Haru…-
-Está bien- el pelinegro levantó la cabeza y puso su cara de poker normal –Si fuera más valiente, me hubiera declarado mucho antes- comenzó a caminar -Vamos- el castaño lo siguió.
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Se tiró de cara a la cama y suspiró escondiendo su rostro en la almohada –“Hoy, no solo me equivoque y me confesé a Rin, además comprobé lo que sospechaba desde hace mucho tiempo…”- apretó la almohada –“… a Haru le gusta Rin. Yo no tenía oportunidad”- de pronto, comenzó a sonar su celular. Lo sacó del bolsillo y contestó sin levantar la cabeza (aunque ya le faltaba el aire) -¿Aló?-
-Makoto ¿Ya estabas dormido?- al escuchar aquella conocida voz, se levantó de un salto y se sentó –Lo siento si te desperté-
-No, no. Solo estaba sobre la cama- escucharlo lo ponía nervioso –Y… y… Rin ¿Estabas estudiando?-
-No. Acabo de salir del baño y ahora me voy a acostar- el pelirojo hablaba suavemente cosa que le pareció raro al castaño. Normalmente, su tono era más atrevido –Llamaba para agradecerte por los bombones y las flores-
-No… no fue nada- el castaño estaba sorprendido con la actitud del pelirojo –Me alegro que te gustaran-
-Bueno, te llamaré mañana. Buenas noches-
-Bu… buenas noches- el pelirojo colgó y el castaño puso las manos en su cara –“¿Qué hago ahora? ¿Cómo le digo que me equivoqué? ¡Rin y Haru me odiaran!”-
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Continuara...