-Y… ¿Cómo te ha ido con Rin?- preguntaba el pelinegro sin levantar la vista del cuaderno donde escribía, al castaño que estaba al otro lado de la mesa. Ambos estaban haciendo los deberes de la secundaria en la habitación del castaño.
-Bi… bien- el castaño se puso un poco nervioso. Ya habían pasado más de tres semanas desde el día en que empezó a salir con el pelirojo y, aunque no se habías visto porque el pelirojo fue a un campamento de entrenamiento, hablaban todas las noches por teléfono.
-¿Aun no vuelve del campamento?-
-No, aun…- el celular del castaño comenzó a sonar. Lo saco del bolsillo y observó la pantalla –Es Rin- el pelinegro dejó de escribir y lo miró contestar -¿Aló?-
-Makoto. Buenas noches- el pelirojo siempre lo llamaba entre las diez y diez y media de la noche. Era extraño, pero en algún momento, comenzó a esperar con ansias aquel llamado -¿Cómo estás?-
-Bien ¿Cuándo vuelves del campamento?- el castaño dejó el lápiz a un lado del cuaderno.
-Volví hace un rato. Ahora estoy ordenando mi ropa-
-Rin-senpai ¿Qué hago con estas hojas?- el castaño escuchó la lejana voz del peligris por el teléfono.
-¡Ah! Llévaselas al capitán… Lo siento, Nitori siempre tiene todo desordenado-
El castaño rió –No te preocupes- se puso de lado y recargó su brazo en la mesa –Debes estar cansado-
-El entrenamiento duro no es nada para mí- el castaño sonrió ante el tono confiado del pelirojo –Oye Makoto… ¿Tienes planes para mañana?-
-¿Eh? No. Mañana es sábado y no tenemos entrenamiento-
-Entonces…- el pelirojo guardo silencio por un momento poniendo inquieto al castaño -… ¿Quieres ir al cine conmigo?-
-¿Cine?- el castaño se sorprendió.
-Sí. Nitori me regaló dos entradas para el cine. Es una película de acción, así que no te asustaras- el pelirojo rió –Y después podemos ir a comer-
El castaño rió también –Eso suena como una cita- escuchó el sonido de algo rompiéndose y miró al pelinegro que sostenía en su mano un lápiz partido en dos. Sus ojos azules lo veían fijamente y el castaño se sorprendió porque desde que contestó la llamada, olvidó que el pelinegro estaba ahí.
-Bueno, ya que estamos saliendo, una cita es algo normal ¿No crees?-
-Ti… tienes razón- la mirada azulina lo ponía nervioso y su voz temblaba un poco.
El pelirojo se quedó en silencio otra vez y después de unos segundos volvió a hablar –Si no quieres ir, se lo puedo pedir a alguien más-
-¿Alguien más?- el castaño se olvidó del pelinegro ante aquella frase y se volvió a poner de lado -¿Con quién irías?-
-Podría invitar a Nitori, o a algún compañero. Las entradas son para mañana y es una película que quiero ver-
-¿A qué hora es la película?- el castaño habló firmemente. Por alguna razón, se sentía molesto con la idea de que el pelirojo saliera con alguien más.
-A las dos de la tarde-
-Entonces, encontrémonos a las doce en la estación. Iremos a ver la película, después a comer y además a caminar por algún lado-
-Bien, pero lo de caminar será para otro día o se me hará muy tarde para volver a los dormitorios-
-Puedes quedarte en mi casa- el castaño escuchó un vidrio quebrarse y vio al pelinegro que lo miraba mientras sostenía un vaso trisado en su mano.
-¿Eh? ¿Puedo?-
-Sí… cla… claro- el castaño se asustó por la mirada de enojo del pelinegro.
-Ok. Nos vemos mañana-
-Asta mañana- el pelirojo colgó y el castaño dejo su celular en la mesa mientras se volvía a sentar hacia el frente –Ha… Haru ¿Estas molesto?-
El pelinegro suspiró y se levantó para botar el vaso y los restos del lápiz en un cesto de basura cercano -No- limpió la mesa y se volvió a sentar.
-Pero…-
-Solo estoy celoso- el pelinegro sacó otro lápiz de su estuche –Dime Makoto…- el pelinegro lo miró directamente a los ojos -… ¿Qué te gusta de Rin?-
-Bu… bueno…- el castaño no sabía que contestar -… no… no podría explicarlo-
El pelinegro suspiró otra vez y miró hacia la nada –Yo amo su sonrisa- habló suavemente –Cuando éramos niños, aunque era un llorón, Rin siempre sonreía- el castaño rió –Ahora sonríe pocas veces, pero…- hubo un momento de silencio -… siempre he sido atrapado por esa hermosa y sincera sonrisa-
El castaño tenía emociones encontradas –Haru…-
-Makoto…- el pelinegro lo volvió a mirar -… no hagas sufrir a Rin-
El castaño se puso cabizbajo y solo asintió.
___
Continuara...