Un poquito de bebida, esas que a duras penas la gente compra, ni tan cara pero tampoco fina en realidad eran esas las que utilizaron en la fiesta de graduación de Tao. Pero dentro de aquella pequeña fiesta de vecindad estaba ese chico. Desde pequeños ambos se llevaron bien, ambos vivieron en el mismo lugar, los ojos de Tao, la manera de ser de él, su todo, su aura era en verdad un algo que a JongIn lo tenía loco, muerto por él, tan arrastrado por él que los mismísimos dioses podían sentirse celosos del amor que sentía por aquel ser tan perfecto ante sus ojos.
Anoche, una pequeña charla y una sonrisa bastaron para que dentro de fiestucha ambos tuvieran un pequeño tiempo para Bailar, pero claro, eso era lo que hacían los novios ¿No? Dos años y un poco más de noviazgo eran el reflejo de las sonrisas de ambos, esta era una de las pocas noches que se olvidaba de Sehun, aquel chico que solo presumía fuera de esta pobre vida.
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Una nueva mañana, en un escritorio pulcro, uno elegante y reluciente de limpio, un poco pequeño era un escritorio de un docente de secundaria, con todo lo necesario para poder llevar a cabo su labor como educador, pero no era solo eso, si era profesor de esta secundaria para gente de primera clase era porque tenía ese y más títulos ¿Su nombre? Kris, Kris Wu. Abogado, el mejor de toda Corea, extrañamente chino, jamás había perdido un solo caso. Además de Docente de secundaria, joven, millonario y en extremo hermoso.
-Gracias Kris, en verdad ha sido una buena gestión. – El director de la secundaria, amable le entregó un sobre con documentos.
-A ti las gracias, en verdad.
- No es nada, en verdad espero que ese expediente te sirva de algo ¿Encontraste todo lo que necesitabas sobre ese Chico?
- Si, muchas gracias, encontré todo.
- Entonces nos despedimos, yo debo seguir trabajando.
- Okay, entonces nos vemos. EL director se giró y dejó a Kris en la esquina con vista hacia la puerta principal y he ahí el chico, el mejor de su clase, siempre con su gran porte y su sonrisa. De seguro venía a regular los últimos papeles, Kris no dudó en acercarse y saludar.
- Hola Tao. – El siempre casual Kris, Tao giró a verle mientras una de esas espectaculares sonrisas que poseía se marcaba en su rostro.
- Oh, buenos días profesor, bueno ahora que no es más me profesor ¿Debería llamarlo licenciado Wu?
- Me gusta que me llames profesor - Ambos tenían una sonrisa marcada ahora, y desde la garganta de Tao salió un “mnh” gustoso de ver ahí a ese hombre de gran porte. – que gusto verte.
- ¿Y eso porque?
- Eres el mejor alumno de esta secundaria, además de mi clase.
- Gracias.
- Dijiste que estudiarías leyes ¿Cómo vas con eso?
- Por supuesto profesor. –
- ¿En qué universidad?
- Aun no lo sé. . .
- Con tu conocimientos creo que estas calificado por mucho para ingresar a la mejor ¿No es así? – Tao permaneciendo sonriente, jamás bajando la mirada. – pero he ahí tu problema Es la más cara de Corea. – La cara de Tao se blanqueó, su sonrisa se fue en in solo instante sin dejar de mirarle, todos, absolutamente todos en esa estúpida secundaria sabían, o más bien pensaban que Tao era de igual estatus social ¿Qué sabia el profesor? – Revisé tu expediente, sé que estas aquí con una beca, se dónde vives, quienes son tus padres. . -
- Profesor ¿A dónde quiere llegar?
- Que sería una pena que por falta de dinero se desperdicie todo tu talento ¿No es así?
- Cierto. . .
- Entonces. . . – El profesor de un maldito hermoso porte se acercó hacia el con un paso más y sacó desde su bolsillo interior del finísimo traje una tarjeta y se la entregó con una seriedad única y muy confiado. - . . . búscame, yo puedo ayudarte, te ofrezco a pagar todos tus gastos para que estudies donde mereces estar. – Y justo en ese preciso momento, por la ventana observó al chico hermoso al que llamaba “novio” su sonrisa se magnificó, hubiera aceptado en ese preciso momento, pero pensó dejar eso con intriga, ahora tenía que ocuparse por ir a reclamar terreno -
- Gracias, lo voy a pensar profesor – Una sonrisa bastó de despedida y así se alejó de él, para poder encontrarse afuera con Sehun.
El aparente “Novio” de Tao se había adelantado hasta la plaza, Tao lo siguió con una sonrisa en sus labios.
- ¡Sehun! – Dijo enérgico – Mi amor ¿Cómo te fue anoche? – Lo giró con cuidado y quiso saludarle con un beso tranquilo, aquel que Sehun no aceptó ni correspondió de ningún modo. - ¿Qué pasa mi amor? Estas algo raro. . .
- Vengo de servicios escolares. . . ¿Es cierto que estudiaste con una beca? -
- Si, es así. . . – “Joder” pensó en su mente con un frio atravesando en su cuerpo. - . . . Y me siento orgulloso de eso. . . – Intentó cubrir su “error” - Es más, quisiera gritarlo, pero para que lo voy a presumir, si muchos me tienen envidia.
- Basta de mentiras Huang Zi Tao.
- ¿D-De que hablas? – El nuevo frio en su espina dorsal se hizo presente, continuó con su vista en él a pesar de eso.
- ¿Qué no tus papás están en Europa? Si no están en una mugre vecindad de pueblo ¿O me vas a negar que no tienes un peso en donde quedarte muerto?
-Sí, si es cierto vivo en un pinche pueblo ¿Y qué? ¿Acaso hubieras salido conmigo si lo hubieras sabido?
- Tao ¿Por qué no me dijiste?
- Me lo hubieras entendido, no claro que no, y no hubieras pasado estos dos años maravillosos juntos. Pero yo sé lo que valgo sin importar donde viva – Si, aparte de hermoso, muy impulsivo -. . . . Así que si tanto te molesta olvídate de mí. – Se aleó de él dando dos pasos hacia atrás - Mira entre ser o no ser, yo soy. –Así son los ojos llorosos y lleno de ira se giró para despedirse no del chico que quería si no de la maldita humillación que había tenido.
El garaje de la universidad era el único lugar donde no le verían derramar sus lágrimas, no cualquieras, si no unas de ira de humillación de vergüenza, de frustración joder que en ese preciso momento odiaba con tantas fuerzas de donde venía - ¡¡Tao!! – Una voz conocida lo sacó de sus pensamientos reprimiéndolos en un pequeño instante, quiso limpiar a tiempo las lágrimas pero, sin éxito quiso saludar a su amigo - ¿Qué pasó? ¿Estás bien? – Preocupado, por el tesoro que era su amigo.
-Nada, solo que. . . terminé con Sehun, se enteró que soy pobre.
-Tranquilo. . . no llores. . . Te lo dije, debías decirle. . . – Lo tomó entre sus brazos elevando levemente su rostro.
- Pero Soo, jamás me hubiera hecho caso. – Tao y su complejo de ser pobre era siempre un gran problema para él
- No, no es el caso, mira – Lo tomó del rostro con delicadeza – Mira, tú eres muy hermoso, eres bueno y con un buen corazón, no tienes que ocultar que no tienes dinero.
-No es fácil, todos presumen de lo que tienen y yo. . . me siento menos. . . . –Sus lágrimas caían con dolor de sus ojos.
- No, no vales menos solo porque no tienes dinero, no es así, vales mucho más.
-Tú si me entiendes. . . – Intransigente, jamás dejaría que alguien lo hiciera cambiar de parecer.
-Pero, no el no, yo, hoy se lo iba a decir, no me dio tiempo. . . ¿Se lo dijiste tú?
-No ¿Cómo crees?
-Perdón. . . es que ¡Agh! Es que. . Esto me tiene tan mal, no voy a poder acompañarte a inscribirte a la universidad, él va a estar ahí. – Estaba tan mal psicológicamente que se giró para poder retirarse, pero la mano de su amigo lo detuvo a tiempo.
- No, espera Panda, no te preocupes, yo no puedo dejarte así ¿Qué te parece si te invito un café? Pero sonríe ¿Si?
Un café elegante, ahí estaban los dos amigos, KyungSoo intentando calmarle.
- Es que tu no entiendes, yo no tengo un chofer en la puerta como tú, yo tengo que hacer mil maniobras para que nadie se dé cuenta de eso, mi novio me terminó por ser pobre, tú no lo has vivido Soo, que te falte dinero es horrible. . . – El asco y la rabia recorrían su cuerpo mientras hablaba con un rostro completamente triste, odiaba con todo su ser no tener dinero.
- Tao, en verdad me duele que sea todo difícil para ti pero por eso te admiro, a ti todo te cuesta el triple de trabajo, por eso vales mucho, debes hablar con la verdad. -
- ¿Ya viste lo que ocasiona hablar con la verdad? – Su sensato amigo al parecer nunca era bueno con el ánimo de Tao.
- Seguro Sehun está enojado porque le ocultaste eso. . . seguro debe sentir engañado.
- Dios. . . yo anoche estaba feliz. . . y de pronto. . . todo se vino abajo. . . – Recordó las palabras de su profesor su semblante cambió un tanto, tal vez mucho ahora su mente solo pensó en cómo salir de esto, inteligente se lo era y sin olvidar a alguien era necesario lo haría.- No, no todo. . .
- ¿De qué hablas?
-Me encontré con el profesor Wu, y me propuso algo. . .
El futbol tiene muchos aspectos extraños e impulsivos incluso uno solo por diversión y he ahí el Sehun enojado jugando, una tacleada para agarrar la pelota del equipo contrario lo hizo caer al suelo, eso, ese pequeño detalle bastó para gritarle, para querer pegarlo, sus amigos lo detuvieron a tiempo. – Hey Sehun . . – Su amigo lo agarró con cuidado – Oye no puedes estar así. . . –Se alejaron un poco del campo para guardar la compostura- No porque terminaste con Tao vas a estar así, además no vale la pena, no solo es pobre si no que te vio la cara un buen de tiempo.
-Ya lo sé, me da rabia lo sé. Pero. . . lo que más coraje me da es que lo quiero, y lo quiero mucho. – Sus ojos se fueron al suelo para poder fijar la vista en otro lado y no demostrar su debilidad.
- ¿Y qué? -
- No sé si voy a poder dejarlo ir. – Negó son pesadez.
- ¿y qué vas a hacer?
- No sé. . .
- ¿Qué pasa con el profesor? –
- Todo o nada. . . como quieras, mira con Sehun tenía planes y ahora que terminé con el debo seguir adelante, tengo que hacer mi vida y superarme, aunque me duela mucho lo de Sehun. . . Yo. . . Quiero ser como el profesor Wu.
- En eso si estoy de acuerdo, él es muy reconocido
- Y se codea con los grandes, ya sabes ahora mi meta es. . . el profesor Wu. . .
Un escritorio impecable, los muebles más caros del planeta, o por lo menos eso parecía, un piso brillante y la casa adornada como la de un rey, cada cosa ahí dentro parecía ser tan costosa que daba la impresión de estar pecando mientras pisabas el suelo.
- ¿Qué pasó con la sirvienta nueva? – Kris es dueño de la impecable y costosa casa.
-Si pero es nueva y todavía no le he podido enseñar cómo hay que limpiar la biblioteca de mi hermano. – Baekhyun, aunque no era su hermano de sangre, era el hermano perfecto, amoroso y siempre apoyaba a su hermano en todo. Recién terminado la carrera, era más pequeño que Kris y con un semblante adorable aunque revoltoso cuando quería.
-Entonces. . . ¿No me han hablado por teléfono?
- ¿De quién la esperas? ¿Del juez. . .?
- No. Tao, Huang Zi Tao, en cuanto se comunique me avisas ¿Si?
- ¿Quien? Es que no me suena su nombre. . .
- Es un alumno. – A Baekhyun le intrigó aquel usualmente Kris nunca traía ni hablaba con sus estudiantes.
La gente pobre gana su dinero como puede, la mamá de Tao decidió lavar lo ajeno, con la poca educación que tenía además con la demanda de trabajo, tenía que buscar solución para ayudar a pagar las cosas de la casa.
-¡Mamá! – Tao llegó mientras la señora valiosa que lo único que hacía era preocuparse por su hijo y vivir para él.
- ¿Ya te dieron los papeles que necesitabas? –Preguntó ella.
- No. y se llama certificado.- Odioso, en verdad odiaba ver a su madre haciendo lo que él llamaba “mediocridades”
- Hijo, hoy pudiste haber ido a la universidad pública. . .
- Mamá – Interrumpió-. Yo no quiero estudiar ahí. . .Yo quiero estudiar en la universidad.
- Pero hijo ahí no hay becas y ni haciendo todos los sacrificios del mundo logramos pagar esa universidad. . . confórmate con lo que tenemos. . . –Pidió amablemente.
- Lo que pasa es que tengo que salir de este lugar, quiero que salgamos de pobres y para eso necesito las mejores universidades. – Reclamando su hijo cambió el semblante de tranquilo a algo alterado
- Pon los pies en la tierra, entiende que no puedes estar soñando con esas cosas.
- ¿Sabes mamá? Mi profesor de la secundaria es director de la carrera es un abogado reconocido y me ofreció darme todo para que yo estudie en esa universidad.
- ¿QUE? No eso de ninguna manera ¿Cómo no sabes que tiene otras intenciones?
- Yo no le pedí nada el solo lo ofreció.
- Tao, un regalo obliga. . . no está bien que te esté pagando eso.
- ¡Yo necesito estudiar ahí, quiero estudiar ahí!
- Ya basta Tao, si quieres seguir estudiando vas a la universidad pública y no discutas.
Lo único que pudo hacer ella era solo intentar calmarse estar algo más tranquilo pero era difícil así que solo llegó a salir de ese lugar hacia su casa.
Dos pasos hacia atrás se encontraba su casa, en aquella cosa que todos llamaban hogar, encendió la radio pensando en su aceptaría o no esa propuesta que su guapo profesor había ofrecido. Tocaron a la puerta, sus ánimos eran pobres después del tedioso día, la abrió con la peor gana del mundo. Sus ojos se encontraron con los contrarios, aquellos ojos soñadores que le gustaban
- Tao. . . – Sehun – Te amo, por favor, lo siento no puedo estar sin ti.
- Yo no puedo imaginar mi futuro sin ti. – Su impulso le ganó diciendo aquello, porque aunque de esa frase solo el 40% era verdad siempre tenía que mostrarse verdadero.
- Basta lo único que quiero es estar contigo y empezar de nuevo. – Le susurró suavemente atrapándole en sus brazos, acarició su rostro sacándole una sonrisa, esos labios con una media luna hermosa los selló con amor con un beso, no cualquier beso, un beso tranquilo y algo húmedo.
- Me alegra que estés aquí, te quiero. . Mucho, aunque a veces. . .- Tao se separó después de haber disfrutado aquel suave ósculo. Lo tomó de la mano y jaló hasta la puerta de su casa, le mostró su casa el lugar donde vivía. -Esta es la realidad. . . que no me gusta, horrible me quita todas las oportunidades, piénsalo bien antes de ilusionarme y decirme que me quieres.
-Ya te dije que te amo, y no me importa quiero estar contigo. – Recalcó tomándole desde la cintura en medio de ese lugar.
- ¿Es enserio? – Lo único que pudo hacer fue sostenerse de su pecho sin dejar de mirarle.
-Tanto que vine hasta aquí para decirte que te amo. Un nuevo beso se hizo presente, uno como cualquiera que sí, se podía disfrutar pero para Tao era solo conveniencia. En un momento rápido acordaron salir.
- Vamos hoy a bailar, te tengo una sorpresa ¿Si?
- ¿Ahora? -
- Claro. . . –Dicho eso solo tuvo que ir a buscar a su madre a avisar que salía
- Voy a salir con mí. . . amigo un rato. . . – Si, el problema con su mamá después de sata mana podría perjudicar todo.
- Wow ¿En serio trajiste alguien aquí? ¿No vas a ir a ver a ese profesor no? -
- No, es que quedamos con Soo a salir así que. .. Si quieres lo ves está aquí afuera. . .
- Oh a ver a saludarle un rato. . . – Su madre que aún tenía el delantal puesto además de las manos llenas de lavase. Qué vergüenza.
-¡No! Es que tenemos prisa. . . ya es tarde. . . Aunque si quieres puedes ir se va a enojar. . .
-No, no. está bien. . .
- Que mal que no me creas mamá. . . – Agarró el rostro de su madre acariciando aquel con cuidado, los ojos de su madre eran únicos, solo quería lo mejor para su hijo y era una pena que él nunca se diera cuenta.
- No, es que me preocupas con esas cosas que me dices. . .
- Tenme confianza, ustedes me enseñaron muchas cosas buenas, yo sé lo que tengo que hacer. – Entonces solo salió con su “Novio”
La casa de la familia Han, el padre de Luhan era notario, esa clase de personas millonarias que eran capaces de pagar una casa de primera clase, el dueño y señor de esa casa se acercó a su asistente a que le haga un pequeño favor.
- Necesito que alguien lleve estos papeles de mi hijo a la universidad.
- No hay personal lo siento, puedo pedirle al chofer que hemos utilizado antes.
- Claro. . . – Se los entregó y entonces tenía que salir de inmediato.
JongIn, la vida en ese lugar era tan triste a veces, pero su necesidad de dinero lo hacían fuerte ante cualquier adversidad, físicamente hablando era hermoso, era una lástima que su ropa no ayudaba mucho, tenía dos o tres trabajaos por día pero el principal era conductor de taxi. Hoy le habían pedido el favor de inscribir a un chico millonario, el hijo de su jefe, a veces pensaba en cómo había gente así, que ni siquiera podía hacer sus cosas por sí mismos, el tener dinero era como darles a las personas un plus para humillar a otra gente, eso era lo que pensaba, aunque no todos los ricos eran así ¿No?
En la universidad se formó para meter lo papales de inscripción de ese chico, soltó un respiró hondo mientras cruzaba los brazos. De pronto el sínodo de papeles caer opacó su ambiente, se giró y observó en donde estaban, se agachó amablemente para recogerlos pero en su intento se contra un una mano, una suave mano, una blanquecina y delicada, casi la hubiera confundido con la de una dama pero su sorpresa fue grande al ver que se trataba de un chico, sus ojos se fijaron en los ojos del otro, su sonrisa se marcó de inmediato, entonces fue el quien logró alzar los papeles y devolvérselos. Juntos se levantaron sin quitar la vista el uno del otro, la sonrisa de ambos era evidente como si algo gracioso hubiera ocurrido o como si la vergüenza invadiera a ambos.
- Gracias – Respondió el chico de ojos saltones y labios de corazón.
- No hay de qué. – El siempre amable JongIn
- Es. . . tu turno. . . –Dijo evidenciando que el anterior chico de la ventanilla se había retirado, aunque sus ojos permanecieron en los otros.
- Oh, no. pasa tu primero. . . Y eso bastó para que KyungSoo tuviera la sonrisa puesta en todo momento ahora y si tenía suerte en poco tiempo
Después de inscribir al chico millonario JongIn volvió a la casa Han, le indicaron que volvería a las siete de la noche pero aún no había rastros de él o de alguien en la casa. El dueño y señor de esa casa, llegó de pronto y observó a un joven sobre una escalera intentando arreglar los focos, no, nunca lo había visto antes.
- ¿Tú quién eres? –Preguntó imponente con las manos al bolsillo.
- Buenas Tardes, soy JongIn, Kim JongIn el taxista y mensajero del Licenciado Han.
-Yo soy el Licenciado Han.
- Oh, mucho gusto, lo siento, no lo sabía. – Se bajó de aquella escalera para poder hacerle una pequeña reverencia.
- No te preocupes. . .
- Hoy me encargaron con la inscripción de su hijo y estoy esperando a que firme la solicitud hay que entregarla mañana en la mañana. . . me dijeron que iba a llegar a las siete pero mientras tanto me ofrecí a arreglar el foco, me lo pidió amablemente su servicio.
- Me dijeron que tienes mucha iniciativa.
-Oh muchas gracias, aprovecho para agradecerle, su notaria me da mucho trabajo en realidad, y eso me alegra le estoy muy agradecido.
La puerta se abrió y he ahí el chico de hebras rubias aproximándose.
- ¡Papa! -Saludó a su padre con una sonrisa e ingresó hasta su lado.
- Hijo tengo una cena. . . fírmale al joven la solicitud para la universidad.
- Oh, claro. . . – Su padre se retiró en un momento más, Luhan observó al chico, pensó lo que todos pensaban era muy simpático, solo que debería de tener un mejor estilo, no dudó en coquetear un poco. - Hola ¿Trabajas en la notaria de mi papá? – Los perjuicios y la posición iban primero.
- No, yo soy taxista. . . – Así concluyó una posible conquista para Luhan
- Me das los papeles por favor. – Sin más solo se dedicó a firmar.
En un bar cerca de una residencia costosa estaban la reconciliada pareja, Tao y Sehun
- Estoy muy feliz que me hayas buscado. . . – La musca ambiente estaba siendo acompañante de ese momento, suave.
- Este será un nuevo comienzo, sin mentiras ¿Si? – Tao asintió con una de sus sonrisas con las que convencía a todos.
- Claro mi amor. . . ¿Me dices que es la sorpresa que me dijiste? – Sorpresas ¿A quién no le gustan las sorpresas?
- Uhm. . . ven. . . – Jaló a su novio hasta un asiento para muchas personas, sin más solo la presencia de Sehun hacia que todos supieran que si no estaban invitados a su círculo entonces no podían acercarse.
- Ahora sí, dime. . . -
- No lo sé. . . pero bueno. . Cierra los ojos- Obediente y presuroso lo cerró. Sehun se apresuró en sacar una caja de terciopelo, con un anillo dentro quería que viera eso primero. -Ábrelos-.
-Dios. . . – Los ojos de Tao se abrieron en sorpresa si, era poco romántico el chico pero si eso significaba que estaría con él entonces si aceptaría – Esto es. . Es enserio. . .
- Sí, quiero estar contigo, para toda la vida. . .
- Si yo toda la vida siempre, siempre. . . – Unos besos concluyeron el romántico momento aún sin ponerse el anillo en sus dedos.
- Bueno pero, no es la única sorpresa, me dio esto. . . –Le mostró las llaves de un auto, tao abrió los ojos y se sorprendió por aquello en verdad estaba siendo lo que quería ¿O no? - Y ya te imaginarás para qué. – Ahí tuvo su confirmación esto no era una declaración no señores era una insinuación.
- ¿Perdón? – Su semblante cambió de inmediato.
- Si, ya lo dijimos esta es otra etapa de la relación. . . por favor espera que no puedo esperar a que seas mío por completo. – Se levantó de su asiento sin poder creer lo que decía, Sehun se levantó con él en señal de alarma, lo tomó del rostro para calmarle o hacer el intento.
- Suéltame ¿Qué te pasa? Por dios ¿Qué me crees un ofrecido? - Enfurecido.
- Mi amor pero. . .
- Cuando pensabas que tenía dinero me dijiste que querías matrimonio y ahora que sabes que soy pobre me ofreces regalitos caros. . .
- ¿Qué tiene de malo? -
- No, yo no soy el amáñate de nadie, yo si se lo que valgo y fíjate que a mí no me compras con tu mugroso dinero. – Dicho eso solo se giró en su lugar y luego se abrió paso a hasta la salida, dios estaba indignado, si era cierto podía ser el deseo de quien sea pero no, no de alguien así.
Sehun lo tomó del brazo en la salida y lo encaró de pronto para explicarle
- Suéltame Sehun – Le gritó mientras contenía sus ganas de golpearle.
- No Tao, escúchame es lo único que te puedo ofrecer, que seas mi amante. . . en mi familia nadie te va a aceptar.
- Idiota suéltame. –
- Quiero que seas mi amante que la pases bien conmigo, yo te daré una buena suma de dinero.
- Estúpido imbécil. - Su punto de colisión fue ese sus ojos lagrimearon pero la ira lo hizo actuar en un golpe al rostro, Sehun carraspeo hacia un lado mientras Tao intentaba alejarse. Sin embargo Sehun lo tomó de la mano de nuevo. - Que me sueltes.
- Lo que querías era solo casarte conmigo por interés, gracias a mi cuentas con computadora con celular, eres un maldito arribista aunque no lo admitas si eres un cualquiera, tu por si solo jamás hubieras tenido nada de eso. . .
Estuvo a punto de darle otro golpe y bien dado pero el ruido de un auto frenar fue lo que los sacó de los pensamientos a ambos, no era cualquier auto, bueno si, era un corriente taxi, del cual salió JongIn y fue a defender a su tesoro. Un golpe en el rostro fue a dar en Sehun aquel lo hizo retroceder.
- ¿Tú quién mierda eres? – No, no tenía caso responder pues solo las ganas de matarlo lo embargaban. Lo golpeó de nuevo en el estómago indicándole que se vaya.
- No vuelvas a molestarlo, lárgate idiota. . .- Sehun no quería más de esto, solo se giró y fue al garaje a recoger su auto para retirarse. A Tao le volvió el alma al cuerpo, los dos “novios” estaban ahí a diferencia de una cosa o dos, el dinero,
- ¿Estas bien? – Se acercó a Tao, ese acercamiento bastó para que el panda perdiera el aliento, que su cuerpo tiemble de emoción.
- Jo- JongIn. . . –Susurró mientras sus labios intentaban unirse en un beso de agradecimiento.