Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Instinto por keromi

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Notas y comentarios al final del capítulo.

INSTINTO

Capítulo uno

 

La habitación cayó en un profundo silencio al escuchar las palabras que abandonaron los labios de su capitán. ¿Acaso escuchaban bien? ¿El "odio a los malditos revoltosos" capitán se ofrecía por voluntad propia a tratar con un alfa rebelde? No es como si dudaran de sus habilidades, no, todo lo contrario. Sabían perfectamente que la persona más capacitada para este tipo de trabajos era, sin duda, el capitán Rivaille. Pero rara vez se ofrecía, mayormente eran órdenes de su comandante y el más bajo debía obedecer a regañadientes. Entonces, ¿Qué es lo que lo había hecho cambiar de opinión tan drásticamente?
 
—Rivaille, ¿Estás seguro de lo que dices?—Irvin le preguntó con una mirada inquisidora.
 
— ¿Acaso titubee?—Respondió de manera filosa al momento en que le encaraba, mostrando unos ojos olivos llenos de determinación.
 
El comandante no respondió, simplemente se limitó a intercambiar unas cuantas palabras más con el soldado que aún seguía delante de él repasando mentalmente la actitud de Rivaille.
 
Este por su parte, llevó nuevamente su mirada al lugar donde yacía el chico minutos antes de la interrupción. Cuál fue su sorpresa al no encontrarlo ahí, sino delante de él. Observándole fijamente, como si lo perforara con aquellos grandes orbes. Pudo notar que fácilmente le llevaba una cabeza. A pesar de aun ser un muchacho, se podían apreciar sus músculos formados por debajo de su camisa, la cual estaba rasgada y mugrienta, teniendo en cuenta unas cuantas manchas de sangre y de sudor, lluvia tal vez.


Y ese olor.


Un alfa en todo el sentido de la palabra.


Rivaille tragó duro al verse comprometido en tal situación. Jamás llegó a pasar por su mente el hecho de que estuviera tan cerca de él. Invadiendo su espacio personal. Y lo peor.


Dejando que su aroma le envolviera por completo.


— ¿Tú los encontraras?—Habló de pronto.


El azabache alzó la mirada, chocando contra unos penetrantes ojos turquesas que seguían sin emoción aparente.


— ¿A quiénes?—Respondió después de unos largos minutos en los cuales trató de articular una oración comprensible.


—A los que hicieron esto...—Susurró más para sí mismo que para el otro. —A las personas que quemaron mi pueblo... ¡¡LAS QUE ASESINARON A TODOS!!—Un grito desgarrador resonó por toda la habitación, Eren tomó a Rivaille de los hombros y lo sacudió cual muñeca de trapo, como si tratase de transmitir todo el dolor que sentía por dentro. Toda la ira e impotencia que sintió al ver como las personas que amaba le eran arrebatadas sin poder él hacer algo al respecto.


Eren sintió como sus feromonas se liberaban estrepitosamente debido al aumento de adrenalina en su sangre. Rivaille se quedó mudo, sus labios ligeramente entreabiertos sin articular palabra alguna y sus ojos pegados a los orbes que tenía enfrente. Sintió su cuerpo derretirse y su piel arder al ser arremetido de una manera tan brusca. Estuvo tan cerca de rodear sus brazos alrededor de él. De envolverlo en su calor. Decirle que todo estaría bien. Su instinto omega gritándole que tratara de consolar a su alfa.

 

Su alfa.

 

Mierda.

 

Esto se le salía de las manos, si continuaba… Él podría… Él podría…

 

Antes de poder pensar en lo peor, sus pensamientos se vieron interrumpidos por un grito proveniente de uno de los soldados, apartándolo rápidamente de Eren  y marcando una distancia prudente entre ambos. Para su buena suerte, o mala quizá, fue justamente en el momento preciso. Sintió sus pulmones vaciarse lentamente de la esencia que Eren había esparcido al momento de que tuvo esa explosión de adrenalina. Por otra parte, su cuerpo aun resentía el cambio tan abrupto, las cosquillas seguían a flor de piel y la sensación de calor incómodo aun no dejaba su estómago. Tomó dos grandes bocanadas de aire en un intento de despejar su mente, sin embargo le resultaba asquerosamente difícil, el calor desistía y no dudaría en obligar a su cuerpo en hacer cosas que lo degradarían con tal de satisfacer sus placeres carnales. Necesitaba salir de ahí y rápido.

 

—Capitán, ¿Se encuentra bien?—Preguntó el soldado una vez que Eren fue controlado.

 

—Sí, estoy bien. Me encargaré de él personalmente pero eso será más tarde. —Respondió en un tono desinteresado, observando por sobre el hombro del soldado a Eren, quien se encontraba retenido por dos soldados más.—Por el momento iré a descansar, he tenido suficiente mierda en tan poco tiempo.—Dicho esto dio media vuelta y se dispuso a salir del almacén, no sin antes sentir la mirada filosa de Irvin en su espalda.

 

Envuelto en la soledad de su habitación, corrió al baño y sacó múltiples toallas, lo que sea con tal de tapar las rendijas de las puertas y ventanas de su habitación. Sus manos temblaban y sentía como si su corazón fuera a escapar de su pecho en cualquier momento. Observó con sumo cuidado cada rendija por la cual pudiera escapar su esencia, encontrado que todas habían sido bloqueadas con toallas y demás prendas que encontró. Soltó un suspiro y volteó su rostro solo para encontrarse con su reflejo en el espejo de pie que tenía en su cuarto.

 

Lo que reflejaba solo hizo que su piel se erizase.

 

Ahí estaba él.

 

Los labios entreabiertos, las mejillas sonrojadas y sus orbes color olivo ligeramente nublados debido a la excitación que sentía en ese momento.

 

Desvió la mirada sintiendo una furia recorrer su cuerpo. Furia contra sí mismo, por mostrarse débil ante un maldito niño que tenía problemas de control de ira. Por haberse sentido jodidamente bien al ser tocado de esa manera tan superficial pero brusca.

 

Fue retrocediendo lentamente hasta que sus piernas chocaron con el borde de la cama, haciendo que cayera de espaldas. Sintiendo su cuerpo arder y su mente nublada, sus manos temblorosas desabotonaron la camisa empapada de sudor para después bajar sus pantalones junto con su ropa interior, quedando colgados de una de sus piernas. Pinchó uno de sus pezones, teniendo que morder su labio inferior para no gemir roncamente. Siguió retorciendo aquel rosado botón, estirando y pinchando a su antojo.

 

Pensando que era Eren quien lo tocaba de esa forma.

 

Tan sucia.

 

Tan excitante.

 

— ¿Le gusta, Capitán? ¿Le excita que le toque de esta forma?  —Susurró roncamente contra el oído de Rivaille, mordisqueando su lóbulo y lamiéndolo lascivamente. Sus manos bronceadas abusaban de su pecho, tocando por doquier sin este oponer resistencia. —Después de todo eres sucio como una zorra. Pero está bien, porque solo respondes así a mis roces. Solo eres mío.

 

Rivaille gemía ampliamente, bajando una de sus manos hasta llegar a su entrada en busca de experimentar más placer. No se sorprendió al sentir lo lubricado que estaba, eso solo facilitó la entrada de uno de sus dedos.

 

—A-Ah…—Sollozó al introducirlo por completo. Metiendo un segundo al cabo de un par de minutos. —Eren…—Sus ojos cristalizados se encontraban completamente nublados por el placer.

 

—Estás tan húmedo y ni siquiera te he tocado del todo… De verdad que eres sucio. —La burla se hizo presente en la voz grave del muchacho sin dejar de  penetrar a Rivaille con sus largos dedos, acariciando todo su interior y presionando contra aquel dulce lugar que hacía al azabache llorar de placer. —Rivaille, eres tan sensual…—Murmuró contra su cuello, dándole una lamida lenta y húmeda.

 

Su cuerpo se convulsionaba de placer al imaginar que era Eren el que jugueteaba con su cuerpo de aquella forma tan indecorosa, el que lo penetraba con sus dedos una y otra vez dando contra su próstata. Observó su miembro hinchado y dirigió tímidamente una de sus manos ahí sin dejar de usar la otra para satisfacer su hambrienta entrada.

 

No pasó mucho tiempo para que eyaculara sobre su estómago, soltando un largo gemido de placer. Su pecho subía y bajaba, de sus labios entreabiertos escapaba una fina línea de saliva que llegaba hasta su barbilla. Estaba demasiado sumido en su maravilloso orgasmo como para sentir repudio hacia su persona.

 

Eren lo atrajo contra su cuerpo, rodeándolo fuertemente con sus brazos. —Siempre actuando como si fueras fuerte cuando en realidad te derrites con un simple toque mío, pero no te preocupes, cariño. Yo te protegeré, te follaré… Te cuidaré.

 

Un escalofrío recorrió la espalda de Rivaille al momento en que se incorporaba como resorte sobre la cama, miró por la ventana y notó como el sol ya era visible. Chasqueó la lengua en irritación, lo más probable es que fueran las seis de la mañana. Se puso en pie y se dirigió al baño, no sin antes cambiar las sábanas empapadas para quitar todo rastro de lo que había cometido.

 

—Maldita sea con ese mocoso. —Pensó amargamente, sintiendo el agua hirviendo caer en su piel. —Solamente me dejé llevar un momento, no volverá a pasar. No permitiré que pase.

 

Al salir, tomó una de las toallas que habían sobrado y se envolvió de la cintura para abajo. Decidió dejar los trapos en las puertas y ventanas solamente para no correr algún riesgo de que su esencia escapara. Lo que menos quería era una horda de alfas calientes golpeando contra su puerta.

 

Se tiró sobre su cama sin molestarse en vestir, su cuerpo estaba demasiado exhausto como para seguir pensando en cosas absurdas. Tendría por lo mucho cuatro horas para dormir, lo que lo hizo rabiar más.

 

Sin poder hacer algo, lentamente cerró sus párpados hasta caer dormido profundamente.


 
-x-o-x-

 

Un malhumorado Rivaille caminaba con pasos fuertes a través del pasillo de los cuarteles, ignoraba a todas las personas que se cruzasen en su camino. El entrecejo fruncido tan característico de él era aún más notorio esa mañana. Al llegar a su destino, golpeó con fuerza la puerta del despacho de Irvin, entrando sin siquiera esperar un “Adelante”.

 

— ¿Dónde está? —Preguntó ásperamente una vez dentro del despacho. —Te dije que yo me encargaría de él, ¿Dónde lo pusiste?

Sin inmutarse, el rubio levantó la vista y la bajó para seguir con el papeleo. —Buenos días a ti también, Rivaille.

 

— ¿Dónde mierd-…

 

—Te escuché la primera vez. —Le cortó abruptamente. —Fue puesto en confinamiento. Después de su actuación de hoy es peligroso que se le junte con los demás civiles. Es un chico que no sabe medir sus acciones ni su temperamento.

 

— ¿En qué habitación lo pusiste? —El azabache comenzaba a desesperarse, entre más pronto le pusiera fin al asunto más pronto se sentiría en control nuevamente. No es que quisiera volverle a ver nuevamente, pero su orgullo era algo con el que no jugaría. O al menos eso quería creer.

 

—Rivaille, no creo que sea una idea que lo visites ahora. Aún se encuentra alterado y lo mejor es que le demos tiempo para que digiera todo.

 

—Él no necesita tiempo, lo que necesita es disciplina. Y la mejor forma de disciplinarlo es a través del dolor. Si actúa como un perro entonces será tratado como uno. Ahora dime, ¿En qué habitación está? — Se inclinó sobre el escritorio y miró al rubio fijamente a los ojos. Azul contra olivo.

 

Irvin se quedó en silencio, meditando su respuesta. Apartó la mirada al momento en que soltó un suspiro pesado. —Está en la habitación al final del pasillo de la derecha.

 

Escuchando esto, Rivaille se dio la media vuelta dispuesto a salir de ahí.

 

—Si tanto querías verlo solo tenías que decirlo, no era necesario armar tanto drama. —Murmuró con sorna el comandante, una sonrisa ladina escapando de sus labios.

 

Rivaille no hizo más que dedicarle una mirada fría, azotando la puerta al salir.

 

Quedándose solo, el ojiazul simplemente se limitó a colocar ambos codos sobre el escrito, apoyando su barbilla sobre sus manos. —Pero que caso tan interesante. Tengo tanta curiosidad en saber qué pasará.

 

—Eren… Me pregunto si serás capaz de dominar a Rivaille.

 

-x-o-x-

 

Eren se encontraba sentado en el suelo de una habitación vacía. Al parecer los guardias habían visto su comportamiento como “peligroso y destructivo”. Recordar eso solo provocó que su sangre hirviera nuevamente. ¿Qué acaso ellos no entendían como se sentía? No, claro que no lo entendían. Ellos no entendían el dolor que sentía al recordar como su pueblo fue saqueado hasta la desolación. Ellos no entendían que era escuchar los gritos desgarradores de las personas, exclamando por ayuda y benevolencia. El hecho de ver con tus propios ojos como todo lo que una vez amaste, lo que llamaste hogar, era arrebatado de la forma más devastadora. Empuñó sus manos al grado de volver sus nudillos blancos. Deseaba tanto arrancarles la garganta a los malnacidos que tuvieron el descaro de causar tanto sufrimiento en gente inocente.

 

El sonido de una puerta abriéndose lo sacó de sus cavilaciones, viendo como la persona de hace unas horas hacía su entrada.

 

— ¿Qué no tienes otra cara que no sea esa? —Preguntó con cierto fastidio al notar sus cejas fruncidas.

 

— ¡Ah!... Y-Yo, lamento lo de esta mañana… —Bajó la cabeza, avergonzado de mirarle a la cara. — Es solo que… No pude contenerme al recordar lo sucedido.

 

—Y veo que sigues sin hacerlo, ese asqueroso aroma aun emana de ti. —Mintió descaradamente, estaría loco si de verdad odiara esa esencia que salía de su cuerpo.

 

—Siempre se me ha dificultado controlar eso, mis disculpas. —Alzó la mirada, ahora con una expresión calmada. — ¿A qué se debe su visita?

 

—Estoy aquí para ver si podrías decirme algo acerca del incidente de tu pueblo, pero ahora tengo otras prioridades. —Su voz se tornó grave, caminando lentamente hacia Eren y tomándolo del cuello de su camisa. —Hiciste un tonto de mí en la mañana, liberando tu aroma de esa forma de prepotente. Como un maldito crío.

 

El chico seguía viéndole desde su lugar. —Acaso usted… ¿Es un omega? ¿Es por eso que su olor me hizo perder el control?

 

Rivaille abrió los ojos al escucharlo, peor aún al notar el repentino cambio en la mirada de Eren.

 

El maldito bastardo había sentido su aroma.

Notas finales:

Muchas gracias por sus reviews! Me alegra saber que esta pequeña historia es de su agrado ;w; Me gusta leer lo que opinan y piensan de todo esto, es muy asdasdasd <3 Este capítulo quedó medio pornoso pero supongo que así será el resto, espero que no demasiado ;n;


Si les gustaría saber más sobre este omegaverse, con gusto les diré más <3 Solamente tienen que preguntar, sin miedo que no mato(?)

 

Habrá mucha diversión por venir eve así que esperenlo~

 

Adióóós que tengan buen día/tarde/noche<3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).