Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Agua Invernal por IsaTheConqueror

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola, espero que les guste. 

Me costó demasiado subir el capi, estaba muy desorientada...

La verdad es que este es solo el prototipo como diría Tony, quiero ver si es bien aceptado. 

Usualmente me encanta el Thorki, pero esta vez decidí hacer algo loco; sé que no es una buena pareja para comenzar, pero quiero ver reacciones, sean cuales sean, mas siempre con respeto.

Disfruten xD

Notas del capitulo:

Puede haber spoiler de "Capitán América: El soldado del Invierno".

Disclaimer: Los personajes pertenecen algunos a Marvel y otros a los nórdicos, pero creo que queda claro que ninguno es mío, aunque quisiera.

El hombre de cabello color negro como la noche paseaba tranquilamente por los pasillos del supermercado empujando despreocupadamente un carrito con productos básico. Él mismo, con su magia, podría abastecerse sin necesidad de salir de casa, pero hay algo en esta básica tarea que le atrae; no sabe si es porque se siente cómodo aparentando ser mortal, o porque ya se siente como uno más.

Sus ojos esmeraldas lo miran todo sin verlo realmente, paseándose lánguidamente de estante en estante, cuando se permite retroceder en el tiempo y recordar cómo llegó a Midgard.

 

Dioses, este es el castigo más grande que Odín pudo haberme dado.

Podría haberme exiliado completamente en soledad a los confines del Universo, atarme a una piedra mientras una serpiente escupe su veneno en mi cara, o simplemente encerrarme en los calabozos hasta el Ragnarök, estoy seguro que habría encontrado algo con lo cual entretenerme, pero no, decidió darme el castigo más humillante de todos, ciertamente nada digno de un legítimo rey: enviarme a Midgard.

Claro, Padre de Todos —menos mío—, tuvo la brillante y original idea de enviarme a esa pocilga a redimirme, esperando que surta efecto y un buen resultado como pasó en Thor, pero se nota que no me conoce, porque yo no soy igual de bruto y sentimental que el Poderoso Thor.

Me encontraba en mi habitación arreglando una maleta, ya que lo único que me dejarán llevar son mis libros y algún artículo personal e importante; por supuesto, podría hacerlo sin mover siquiera una mano, pero Odín me quitó mi magia y odio con todas mis fuerzas este patético intento por controlarme y deseo no volver nunca más a este patético reino, en el cual todos están a favor del gran Odín y el estúpido de Thor. Hablando de estúpidos, vino conmigo, me dejó en custodia de unos guardias y se largó para quién sabe dónde, seguro lloriqueando por su mortal, ese maldito…

—Loki, por favor, entiende que es lo mejor para ti. —Cierto, mi madre, lo único bueno que hay por acá.

—Madre, no trates de hacerme cambiar de opinión, sabes que Odín solo lo hace para molestarme, no porque realmente quiere que yo cambie y vuelva a Asgard, es más, creo que lo que él quiere es que me quede por allá para toda la eternidad y así no le daré problemas, pero no podrá. No lo haré.  —Mi mente trabaja a mil por hora tratando de trazar planes para el futuro, de venganza, futuras alianzas, traiciones y reinos que conquistar, pero nada puedo concretar, no puedo… simplemente… no. 

—Loki…—Frigga sabe lo difícil que es este momento para mí y no presionó más con ese tema, se acercó, tomó unos libros y me ayudó a meterlos a mi bolso.

—Loki, quiero que sepas que hice algo por ti, me costó mucho intentar convencer a tu padre…

— ¡Él no es mi padre! —chillé encolerizado lanzando pergaminos sobre mi cama, sobrepasado por mis emociones y sorprendido, ya que es difícil que yo pierda los estribos, siempre pienso con cabeza fría.

— ¿Entonces yo no soy tu madre? —No, no lo eres, quise decirle, pero ¿cómo podría herir a mi madre, la única persona que me ata a Asgard y a la vida?, ¿cómo podría decirle que no a ella, que me cuidó, crió y ama como a un hijo?, ¿cómo podría… si me mira con sus ojos llenos de tristeza y esperanza?

—Sí, sí lo eres. —Sé que le hace daño las cosas que hago, pero no conozco otra manera.

Me tomó de la mano con delicadeza y me guió hasta un sitial que había en mi recámara, se sentó en él y yo lo hice en el suelo a sus pies y apoyé mi cabeza en sus piernas.

—No voy a aclarar el tema de Odín contigo ahora, pero solo debes darte cuenta de las cosas, eres muy perceptivo con los demás y las situaciones que te rodean, pero ahora debes ver más allá de tu punto de vista, desde una nueva perspectiva.

Yo escuchaba entre atento y fastidiado dejándome acariciar por las cariñosas y sanadoras manos de mi madre que se enredaban en mi cabello con delicadeza, relajándome con su amor genuino.

—Como te decía, hablé con Odín y conseguí que te devolviera tu magia —levanté la cabeza con rapidez, aturdido e incrédulo—, pero, escucha, te devolverá solamente la mitad de tus poderes, el necesario para hacer encantamientos básicos, pero no el suficiente para hacer grandes cosas, él sabe que te volverías loco sin tu magia.

—Vaya, qué considerado, ¿debo agradecérselo con una ofrenda? —pregunté sarcásticamente, ella me dirigió una mirada velada e ignoró mi comentario.

—La otra parte de tu magia está encerrada en este collar —sacó algo de entre su vestido y lo depositó en mi mano; era un relicario con un péndulo verde brillante, que contenía mi magia de ser liberada y utilizada para mis fines—, no lo puedes romper. Hay una condición para que tu magia sea liberada.

Ahora sí que estaba atento, tratando de descifrar el sentido oculto que tiene este collar. Odín nunca da las cosas así como así, siempre hay alguna trampa.

— ¿Cuál es la condición? —pregunté intrigado y ansioso, ya que si es algo fácil de hacer para mí, la totalidad de la magia será mía para esta noche.

—Debes hacer un buen acto, algo que venga desde el fondo de tu corazón.

—Ya…

Y con mi locuaz comentario, me quedé disfrutando de las caricias de Frigga y meditando lo que  dijo sobre el collar, observándolo detenidamente en la palma de mi mano, notando recién las pequeñas runas que rodeaba mi magia, conteniéndola.

Al otro día, muy temprano, ya estaba listo para marcharme. Luego de tomar un baño y vestirme presentable, tomé mi collar y me lo colgué en el cuello, observándome en el espejo y pensando en lo patético que me veía reducido a esto, un prisionero con ciertas libertades.

Dos guardias fueron a buscarme a mi recámara para llevarme al Bifröst, donde Heimdall, Odín, Frigga y Thor me despedirían, y para claro, para asegurarse que no hiciera ninguna treta y largarme a otra parte, como si pudiera.

—Perdón por llegar tarde a la fiesta, mi carruaje se demoró —saludé a todos, notando de inmediato que Thor no estaba presente.

—Loki, hijo mío, espero que durante tu destierro logres comprender la gravedad de tus actos, aprendas a apreciar a las personas que te rodean y la vida, la cual tomaste sin medirte en Midgard. —Comentó el Padre de Todos, ceremonioso y tan imponente como siempre.

No quería hacer ningún comentario, así que simplemente no lo hice; Odín suspiró y me miró con decepción, pero ya nada importaba, y una mirada más no dañará más mi alma.

—Mi niño querido… —Frigga abrió sus brazos y yo me refugié en ellos, enterrando la nariz en sus cabellos e inspirando profundamente, grabándome en la memoria el perfume de mi madre, tal como cuando era niño y no conocía la maldad del mundo, pero ya no lo soy más.

Heimdall solo miraba. Odín esperaba. Y Frigga lloraba.

Les di la espalda apretando la quijada con fuerza para controlar la emoción.

—Adiós.

Y con mi despedida el puente se abrió, llevándome lejos.

 

Ahora, después de un año en días midgardianos, no sabe si sentirse agradecido.

Vive cómodamente en una casa a las afueras de la cuidad, rodeado de árboles, cerros y el tranquilizador sonido de las hojas y la lluvia; no tiene vecinos ni amigos, pero así se siente cómodo. Aunque en secreto, muy en el fondo de su congelado corazón, extraña la compañía, la calidez de un amigo. En Asgard él frecuentaba muchas veces en el día la biblioteca, y siempre contaba con el viejo sabio que se dedicaba a desempolvar los libros y estantes para conversar de algo que le hubiera llamado la atención, pero ahora… Ahora incluso añora el hogar, y para sentir una parte de ella con él, usualmente se viste con los colores que lo definían en Asgard.

De vez en cuando Thor lo visitaba, pero Loki  no se sentía completamente a gusto en presencia de su hermano, todavía tenía retazos de resentimiento en su corazón, pero decidió por su sanidad mental dejarlos de lado. Simplemente se agotó de odiar y ser una persona no grata, desea vivir en paz, sin remordimientos, aunque le es difícil dormir por las noches. Poco a poco las visitas comenzaron a ser menos frecuentes, hasta que desaparecieron por completo: Thor se llevó a su preciada Jane a Asgard, y planea regir como soberano.

No es que Loki lo culpara, ya que en todo este tiempo meditó mucho sobre sus actos, llegando a la conclusión que él podría haber llegado a gobernar si hubiera hecho las cosas de otra manera y no precipitadamente. También —después de mucho reflexionar— dedujo que se dejó cegar por el poder del Teseracto y actúo de acuerdo a éste, pero hubo momentos en los que estuvo completamente consciente de los que estaba haciendo, no teniendo excusa.

No notó en qué momento de la historia se llevó una mano al pecho, justo sobre su collar, sintiendo su calor corporal en él. Me equivoqué, pensó, el peor castigo es tener algo tan cerca y a la vez tan lejos. Sacudiendo la cabeza de un lado a otro, reanudó su paso hasta las cajas para poder retirarse del lugar, deseando saber qué hacer para romper el encantamiento.

El viaje en auto era breve, no más de diez minutos; le encanta la velocidad, y manejar es una de las mejores sensaciones que ha experimentado en su vida, era casi como volar. Mira los árboles que se mecen con el fuerte viento y agradece hoy más que nunca haberse puesto una bufanda, ya que aunque antes amaba y anhelaba el frío, ahora le trae recuerdos tormentosos.

Saca las bolsas del maletero y decide entrar por la puerta de la cocina, y cuando se acerca a ella, nota que está entreabierta.

Sigilosamente y con la adrenalina expandiéndose por sus venas y latiendo en su corazón, deposita las bolsas en el suelo y abre la puerta, deseando como nunca tener toda su magia y poder defenderse si la situación así lo requería. Camina lentamente por los pasillos notando que hay unas manchas de barro con forma de botas que van hacia el living; procura seguir el rastro sin hacer ruido. Cuando llega, nota una sombra recostada sobre su sillón de tres cuerpos, y se acerca recelosamente.

Era un hombre que, quien quiera que sea, estaba muriendo, eso era seguro. Lo percibía en el gesto dolorido de su frente, en sus manos manchadas de sangre y en sus ojos desorbitados.

Lo que lo sorprendió no fue su vestimenta deplorable, ni si quiera su brazo de metal con una estrella; sino que fueron sus labios compuestos en una mueca de maldad, el brillo en esos ojos sombríos, cubiertos por la confusión y desolación, y su cabello largo y enmarañado iluminado únicamente por la luz de la luna.

Se veía… como él mismo cuando se autoexilió: perdido.

 

Notas finales:

Si desean dejar un review con su opinión, los aceptarñe humildemente.

*Nota: No pediré reviews para subir los capítulos, no es mi estilo :B


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).