Desde que llegue a Los Ángeles supe que muchas cosas cambiarían, y tenía el sentimiento de que algo especial se avecinaba, tener ese pequeño incidente con Aron Kwak fue lo mejor que me pudo pasar. He aprendido bastante del inglés, pero aún me confunden muchas cosas.
Aquel malentendido con el chico que molestaba a Aron fue simplemente acto del destino, tal vez. Después de ese día me he sentido más cómodo en Los Ángeles y… aunque últimamente he estado pensando mucho en algo que no le gustara mucho a Aron, quiero disfrutar el tiempo que tengo con él.
Ahora que estábamos de vacaciones, Aron hyung insistió en traerme al parque de diversiones. Era la primera que vez que venía a uno en estados unidos, era inmenso y muy colorido, los ánimos se veían por todos lados, y mi curiosidad lo era aún más grande. Reamente era diferente al de Corea.
- Minnie – sonrió el mayor tomándole de la mano y dirigiéndolo a un puesto de algodón de azúcar y comprando uno color azul –
- Hyung, te gustan mucho los dulces ¿cierto?
- No me gustan mucho, pero a ti sí – dirige un poco a su boca para ingerirla, mira a su pareja y sonríe al ver un puchero en sus labios – jaja está bien, está bien, a mí me gustan más los dulces que a ti. –toma un trozo del dulce y lo acerca a los labios del más alto –
- Esto es un poco embarazoso hyung – se sonroja y mira a otro lado para evadir el dulce –
- …. – el mayor se quedó en silencio unos segundos y suspiro para luego comer el trozo de algodón – está bien ¿Dónde vamos ahora? – sonrió y miro hacia los demás puestos de la feria.
- Esto… yo – el menor estaba apenado, no quería causar tal expresión a su novio, el mayor se dio cuenta y acerco el dulce a MinHyun –
- Venga come un poco, esta rico. – sonrió como todo un galán pues sabía que esa sonrisa siempre hacia ruborizar a su chico –
- Claro – MinHyun sonrió y tomo un poco del dulce en sus manos para llevarlo en su boca –
- Oh, mira – le dejo el algodón de azúcar al menor y corrió hasta un puesto de muñecos - ¡Que lindos! Mira Min, este se parece a ti – mostro un pequeño zorrito color rojizo –
- ¿Un zorro? ¿Me parezco a un zorro? Eso no es muy lindo, Aron hyung – frunció el ceño –
- Pero los zorros rojos son muy lindos, fieles y cariñosos cuando ganas su confianza – miro al más alto y le dedico una sonrisa indescifrable – y tienen buena memoria, no olvidarían a quien aman…
- Eso realmente está en las características del zorro.
- No lo sé, pero debería ¿cierto? – rio bajo dejando al menor confundido –
- Hyung, eres muy raro a veces. Oh mira – tomo un gorrito, aprovechando que el mayor estaba distraído jugando con el zorrito y se lo coloco en la cabeza – wow cute~
- ¿Qué es esto? – intenta quitarse el gorro pero Min lo detiene –
- Espera, espera, es que te vez lindo – saco su celular y le tomo una fotografía –
- Oh vamos, quiero ver – quiso tomar el celular pero el menor se lo impidió, el mayor hizo un berrinche cruzando los brazos y haciendo un lindo puchero –
- ¡Muy bien hyung! Eso es perfecto – le tomo más fotografías y comenzó a reír mientras la colocaba como fondo de pantalla –
- Oh por lo menos quiero ver el gorro – se lo quito y al verlo comenzó a reír - muy gracioso Min.
- Vamos hyung, creí que eso ya no te molestaba.
- No lo hace. De verdad fue gracioso ¿Me la compras?
- ¿Eh? ¿Por qué yo? – hizo un puchero –
- Será el pago por las fotografías – bromeo –
- Ah… ya, está bien hyung.
Compre el gorro para Aron y este de inmediato se lo puso y comenzó a actuar como pato. Él es realmente lindo, después de superar su trauma con que lo llamaran pato, ahora él mismo actúa como uno siempre que hay la oportunidad.
Mire mi celular y vi su fotografía haciendo una linda boquita de pato a juego con el gorrito en forma del mismo animal.
- Oh… que linda. Deberías pasármela también – exclamo mientras le abrazaba por la espalda –
- ¡Hyung! Me asustaste. Esto… no me abraces así en público hyung.
- Lo siento – susurro mientras lo liberaba de abrazo –
Vi cierta desilusión en el rostro de Aron cuando me soltó, pero inmediatamente tomo mi celular con la fotografía y sonrió pasando el archivo a su celular. Me le quede mirando y sentí un poco de pena. Aron es mi novio pero siempre rechazo sus muestras de afecto en público, aunque era verdad que en los ángeles este tipo de relación es aceptada en su mayoría. Había sido testigo de varias parejas homosexual paseándose, tomadas de la mano y mostrando afecto públicamente.
Aunque yo quisiera tener una relación normal con Aron hyung, mi educación no cambiara tan fácil y más aún porque mis padres son muy tradicionalistas. Tengo miedo de lo que suceda cuando conozcan a Aron, cuando sepan de lo nuestro, pero tengo más miedo de que ellos no puedan conocerle, después de todo en un dos meses debo volver a corea.
- Has estado muy pensativo el día de hoy, Hwan Min Hyun…
- Lo siento ¿Te incomode? – pregunto apenado –
- No, pero me preocupas.
- No es nada Aron hyung.
- Ummm – miro por unos segundos al menor y luego sonrió – Min, hay un juego al que quiero ir ¿vamos juntos?
- Ah claro hyung ¿A cuál? – sintió como el mayor le toco el hombro y le mostro la rueda de la fortuna –
- Vamos a ese. Sígueme
Creí que Aron hyung intentaría tomarme de la mano para guiarme pero el solo comenzó a caminar y por momentos se detenía para mirar si estaba detrás de él. Mire mi mano y la sentí fría, aunque no creo que Aron quiera tomarme de la mano después de rechazar su toque varias veces el día de hoy.
Cuando me di cuenta, ya estábamos en la fila para subir a la rueda de la fortuna. Era realmente gigante. Mientras observaba la dimensión que aquella atracción, ya había llegado nuestro turno de abordar. Subí con mi hyung y me senté frente a él mirando por el transparente vidrio, la vista era preciosa.
- Hyung ¿Cuánto dura el juego?
- 30 minutos.
- Oh… entonces estaremos solos durante media hora.
- Si, Min… ¿Puedo sentarme junto a ti?
Lo mire extrañado y asentí, él se mostró feliz y rápidamente tomo asiento a mi lado, para luego quitarse aquel gorro de pato y guardarlo en su mochila. Nos miramos por unos segundos y sentí como mi corazón se aceleraba y comenzaba a ponerme nervioso…
Los ojos de Aron hyung son hermosos… sus labios son lindo… sus manos son cálidas… Aron es…
- ¿Min? – pregunto mientras acariciaba la mejilla del menor – ¿Puedo acariciar tu mejilla un poco más? – el menor asintió cerrando los ojos para concentrarse en el tacto del mayor – ¿Puedo besarte? – el menor asintió con timidez – entonces abre los ojos…
Abrí los ojos tal como mi hyung me lo pidió, se acercó lentamente a mi rostro y beso con lentitud mi frente, luego entre mis ojos, mi nariz, mis pómulos y mejillas… con cada beso me hacía sonrojar cada vez más y más, hasta que por fin llego a mis labios y poso los suyos encima en un casto y suave beso.
El beso poco a poco se fue profundizando, su lengua había entrado en mi cavidad y me guiaba en un sediento y apasionado beso, me sentía bien, los labios, la lengua, la boca de Aron… se sentía bien. No nos queríamos separar, pero tuvimos que hacerlo porque comenzaba a faltarnos el aire.
Nos miramos de nuevo y juntamos nuestras frentes, trate de regular mi respiración al igual que Aron. De pronto sentí que me tomaba de la mano y me abrazaba fuertemente.
- Por favor, solo mientras estamos en esta cabina, déjame darte cariño, sé que no te gustan así muestras de afecto público pero… estamos en una cita, así que, déjame tenerte en mis brazos solo unos minutos.
- Hyung…
- Llámame Aron, quiero escuchar mi nombre viniendo de tus labios.
- Aron…
- Tan lindo – el mayor sonrió y le dio un pequeño beso al menor – Min, quiero preguntarte algo.
- Dime Aron – se sonrojo al sentir como su hyung acariciaba su mano y su muslo –
- A parte del afecto en publico ¿Qué es lo que te está molestando?
- Ah… na-nada – respondió con nervios –
- ¿Tiene que ver con el fin del intercambio escolar?
- ¿Lo sabias? – pregunto triste –
- Estoy consciente de que te iras en un par de meses, pero eso no debe preocuparte Minnie.
- ¿Cómo no puedo preocuparme? ¡Me iré lejos Aron! – sus ojos comenzaron a cristalizarse –
- Minnie, no debes preocuparte por eso. Cuando el curso acabe y tú regreses a Corea… solo debes esperarme un mes, porque yo me iré contigo. Pero necesito terminar los tramites y mi certificado del instituto ¿Entiendes? No te dejaré, eres lo más preciado para mí.
- Aron – se abrazó a su novio totalmente conmovido –
Realmente Aron estaba sacrificando mucho para estar conmigo, dejar américa, dejar a su familia, renunciar a la universidad, aprender un idioma extraño y difícil para él, y más aún vivir en Corea: un país muy tradicionalista con una cultura opuesta a la americana…
Aron era increíble…
De pronto la rueda de la fortuna se detuvo y ambos nos pusimos de pie, cuando las puertas se abrieron Aron salió primero y yo después, cuando comenzamos a caminar uno al lado del otro, aun con un poco de timidez le tome de la mano. El me miro sorprendido pero yo solo le sonreí y le di un pequeño beso.
Si Aron se esforzaría tanto por mí, yo también debía esforzarme por él. Porque quiero estar con él, quiero que sea él y nadie más la única persona a la que pueda amar.
Solo a mi pato, Aron Kwak…