"¡Hokage, Me Enamoré De Mi Dobe!"
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Han pasado cinco años desde que Sasuke dijo las palabras, “Hokage encogí a mi Dobe”, y francamente esperaba jamás volver a decir esas palabras. Aunque gracias a ese incidente pudo estar al lado de la persona amada, no importo el tiempo que duro el jutsu de encogimiento, tal vez tuvieron muchos problemas, pero eso solo hizo que su amor se fortaleciera y ahora los dos estaban felizmente casados y para aumentar esa felicidad tenían a un hermoso y travieso hijo de cinco añitos, y uno en camino, porque Naruto lucía una hermosa barriga de dos meses, aunque aparentemente no sería uno sino dos o al menos eso le decía Tsunade por el tamaño del vientre de Naruto, que parecía no de dos meses sino de cuatro; aunque eso no fue lo único que paso, ya que en esos cinco años pasaron muchas cosas.
---FLASHBACK---
El clon de Sasuke llevaba a Sakura de manera que ni siquiera la cargaba, sino que la arrastraba por el suelo, además de estarla torturando con su Mangekyo Sharingan, claro que no la mataba, solo la torturaba, ya que no quería que Naruto se enojara con él y el verdadero Sasuke. Después de pasar todo ese tiempo y camino por fin llego a Konoha así que con agilidad y rapidez llego a la torre del Hokage y allí vio a Tsunade quien al ver el estado de Sakura solo frunció levemente el ceño, pero después se recompuso y se acercó y tomo a la peli rosa de los cabellos, para después lanzarla con fuerza hacia la pared sin llegar a romperla, cosa que hizo que Sakura se despertara y la viera con horror.
—Haruno Sakura se te revoca el puesto de médico ninja, de hecho ya ni siquiera serás una kunoichi —dijo la Hokage en tono serio mientras se acercaba a Sakura y agarraba con fuerza la bandana que llevaba en el cabello—. Por lo que ya no necesitaras esto nunca más —con furia le arrebató la bandana, para después usar toda su fuerza y partirla en mil pedazos—. Me avergüenza haber sido tu maestra, eres escoria, no peor que eso. Tu ni siquiera deberías existir, pero por desgracia estas aquí y yo fui tu maestra y como tu maestra, no como Hokage que soy no te enviare a prisión, pero iras al manicomio, en una habitación de máxima seguridad, sin derecho al contacto con otras personas, es más ni siquiera podrás salir de tu habitación y como se lo fuerte y talentosa que eres tendré que tomar cartas en el asunto —dijo para después hacer un movimiento de manos y luego darle a Sakura en el estómago—. Este jutsu fue para que pierdas tu fuerza y ya no puedas utilizar tu chakra por lo que de ahora en adelante tú eres una loca común y corriente. Ya pueden pasar —ordenó la rubia y después dos ambus entraron y se llevaron a Sakura que estaba ida por haber recibido ese castigo.
—Sakura salió del shock al sentir que se la estaban llevando—. No por favor, se lo suplico no me haga esto, no volveré a hacer nada malo, pero por favor tenga piedad —suplicó, pero nadie le hizo caso.
---FIN DEL FLASHBACK---
Desde ese entonces Sakura se encuentra en el manicomio más loca que antes. La soledad puede llegar a ser lo peor del mundo y ella lo había descubierto demasiado tarde.
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Sasuke y Naruto no fueron los únicos que hicieron su vida, ya que tanto en Konoha como en Suna descubrieron que Naruto no era el único doncel en el mundo.
Primero con Sai y Gaara que poco después de que el hijo de Sasuke y Naruto naciera, dieron la noticia de que Gaara tenía unos tres meses de embarazo y ahora tienen a un hermoso doncel llamado Sora, que curiosamente se llevaba muy bien con el pequeño Itachi, cosa que alegraba a Naruto y a Gaara y que molestaba a Sasuke y a Sai.
—Oto-san algún día me casare con el lindo Sora-chan —avisó el pequeño Itachi con una sonrisa, haciendo sonrojar al pequeño doncel y enojar a los dos mayores.
—No lo creo hijo, tal vez se te pegue lo estúpido y quedes como esa copia barata —contestó Sasuke de muy mala gana.
—O tal vez tu hijo le pegue lo estúpido a mi pequeño y quede como tú Uchiha bastardo —dijo Sai de muy mala gana.
—El pequeño Itachi comenzó a reír y se acercó a Sora—. Ves te dije que si decía eso, nuestros padres comenzarían a divertirnos —dijo el pequeño azabache muy entretenido viendo pelear a los mayores.
—El pequeño doncel de cabello largo hasta lo hombros y pelirrojo, de ojos negros y piel ligeramente blanca solo negaba—. Itachi-kun no tienes remedio —susurró el pequeño que también comenzó a reír.
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Claro que no fue la única pareja que dio muchas sorpresas, ya que lo que puso el grito en Konoha, fue descubrir que un año antes Kakashi e Iruka habían adoptado a un niño muy parecido al peli café y por temor a las miradas desaprobatorias habían ocultado al niño y su relación, hasta que se enteraron del embarazo de Naruto, así que decidieron salir a la luz.
Aunque hubo otra pareja que sorprendió mucho a Konoha, la de Chouji e Ino, que aunque vieron la boda y ahora veían al pequeño de cuatro años, peli rubio, de ojos azules correr y comer y a la pequeña de un año, rubia de ojos azules en brazos de su padre, todavía no se lo creían, ya que conocían muy bien los gustos y exigencias de la Yamanaka.
Otra persona que hizo su vida fue Hinata, quien durante una misión conoció a un ninja de otra aldea y los dos se enamoraron a tal punto de que después de un año se casaron y ahora los dos, tenían a un pequeño de cabello café claro y ojos lila, al que le pusieron Neji en honor a su difunto tío.
Shikamaru, pues era más que obvio que se casaría con Temari, y es aquí donde sale la ironía, ya que él siempre decía, “es problemático estar con una mujer que siempre está peleando” o “las mujeres son problemáticas” y es así como termino, casándose con Temari y teniendo ahora a un pequeño de tres años que se parecía a él y una pequeña de dos años que se parecía a Temari.
Otra pareja que pues no sorprendió mucho fue la de Rock Lee y Tenten quienes se casaron y ahora tenían a una niña que se parecía a su madre solo que con el carácter explosivo de su padre cosa que cansaba demasiado a Tenten.
Claro que Shino y Kiba no se quedaron atrás y también descubrieron que el Inuzuka era doncel cuando tuvieron la sorpresa de descubrir sobre el embarazo de Kiba por lo que los dos se casaron y ahora tenían a un hermoso doncel igualito a Kiba, pero con el carácter de Shino.
Y eso fue lo que paso en esos largos cinco años, desde embarazos sorpresas a parejas poco creíbles, claro que eso no le importaba a Sasuke en lo más mínimo.
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Ahora Sasuke se encontraba en el comedor disfrutando de la deliciosa comida que preparo su Dobe porque Naruto tuvo que aprender a cocinar, y a lado de Sasuke se encontraba Itachi disfrutando del ramen que su Oto-chan preparo especialmente para él, ya que aunque el pequeño Itachi se parecía a Sasuke en apariencia, en carácter y gustos se parecía a Naruto, pero lo que aliviaba al azabache era que al parecer sus pequeños se parecerían a él ya que a Naru le daban antojos de cosas naturales, cosa que lo aliviaba.
—“Me alegro haber dicho aquellas palabras, porque sin ese, Hokage encogí a mi Dobe, creo que no tendría esta familia. Mi familia” —pensó el azabache muy feliz porque gracias a ese incidente tenia lo que más añoraba y hasta más.
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Claro que no todo puede ser color rosa porque en un lugar algo alejado de Konoha, se encontraban dos hombres desconocidos, ya que lo único que se veía de ellos era una sonrisa divertida, porque lo demás era cubierto por una capucha negra.
—Esto será interesante —susurró uno de los extraños con una sonrisa de medio lado mientras veía una foto de toda la actual familia Uchiha, pero a quienes más veía eran a Naruto y su abultado vientre y al pequeño Itachi—. Pronto obtendré mi venganza contra ti, Uchiha Sasuke —susurró el extraño con mucho odio y rencor en su voz.
— ¡Ay hermanito!, y solo para esto me pediste ayuda, sí que debes estar desesperado por tener en tu poder a ese doncel, pero ni modos, yo prometí ayudarte, pero recuerda que me lo tienes que prestar alguna vez —dijo el otro encapuchado, mientras se relamía los labios. —Y tranquilo que ese Uchiha descubrirá que el jutsu de encogimiento no es el único que puede causar problemas no te parece Daemon —comentó muy divertido.
—El otro por fin revelo su identidad y en efecto ese era nada más y nada menos que Daemon—. Ni que lo digas hermano mayor —susurró el peli plata mientras comenzaba a reír maléficamente.
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En un pequeño hotel del país de las Olas se encontraban saliendo un pelirrojo, un peli arena y un pequeño pelirrojo como de unos cinco años, esta familia se dirigía a konoha, ya que el pelirrojo mayor quería que su hijo conociera a su hermano mayor.
—Oto-san, ¿crees que Naruto-nii se alegre por conocerme?—preguntó el pequeño muy intrigado.
—Je, por supuesto que sí es, más te apuesto a que también eres tío. —dijo Kurama de lo más normal.
—Kurama —habló en tono de regaño el peli arena.
—Sí, sí, mejor me callo. A veces eres tan pesado Shukaku —mencionó el peli rojo.
—Se acabó estas en abstinencia hasta el mes próximo —sentenció muy molesto Shukaku.
—Oto-san, ¿qué es abstinencia? —preguntó inocentemente el pequeño.
Los dos adultos se quedaron helados por la repentina pregunta de su pequeño hijo y decidieron que mejor cambiaban la conversación y hacían que a su hijo se le olvidara esa mala palabra que solo entre ellos conocían.
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Sasuke se encontraba peleando con su pequeño hijo, quien quería ir a visitar a su amigo que estaba en Konoha, pero como siempre, el azabache mayor no quería que Itachi se juntara mucho con Sora, cosa que molestaba al azabache menor.
—Teme Oto-san llévame con Sora-chan o le diré a Oto-chan —amenazó el pequeño azabache mientras hacia un adorable puchero.
—A Sasuke le salió una venita en la frente al escuchar que su hijo le decía Teme—. No hay duda tu eres igual de Dobe que tu papi y por eso eres un Chibi-Dobe —dijo el azabache mayor para después darle a su pequeño hijo un leve golpe en la cabeza.
—Cuando sintió el golpecito a Itachi se le ocurrió algo para así ganar la batalla—. Wuaaa, eres malo Oto-san. Me pegaste duro y cuando se entere mi Oto-chan te va a ir muy mal… —Itachi comenzó a fingir que el golpe le había dolido porque sabía que Naruto era muy, pero muy sobreprotector.
— ¿Cuándo me entere de que? —preguntó el blondo que acababa de llegar y al ver a su bebé llorar se preocupó—. ¿Por qué lloras Ita-chan? —preguntó muy preocupado.
—Sasuke palideció y allí supo que su hijo se había salido con la suya. —Muy bien tu ganas, iremos a ver a Sora —dijo el azabache totalmente molesto por haber perdido.
—Entonces iré a prepararme —avisó muy feliz el pequeño azabache mientras se iba, pero antes de irse vio que sus padres se abrazaban muy cariñosamente, cosa que lo lleno de alegría, pero también de envidia—. “Desearía ser tan grande como mi Oto-san, tal vez así podría estar siempre con Sora-chan” —pensó el pequeño azabache, pero decidió dejarlo de lado y mejor fue a prepararse.
Claro que el pequeño Itachi no sabe que a veces los deseos se pueden hacer realidad, aunque a veces no de la forma que uno quiere y eso es lo que muy pronto descubrirá el pequeño azabache, además de que su deseo no solo podría afectarlo a él sino, también a todos los que estén a su alrededor.
FIN…ž°~