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It´s not like other fairy tales por Karychan

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+ Prólogo +

 


 


Todas las personas en este mundo somos especiales, o eso decía Nana.... todos poseemos magia interna que a veces sale en maneras tan diferentes... la cosa esta en saber apreciar esa magia...


 


Yo era pequeño, pero la  recuerdo; su largo cabello sedoso, que cuando se agachaba a abrazarme me hacia cosquillas en la nariz y yo reía.. entonces ella reía y me tomaba en brazos... y yo aspiraba el dulce perfume que emanaba de su cuello...


 


También recuerdo unos ojos azules... y un hombre sonriendo tras el cristal... ella mostraba la fotografía y sonreía... decía que él cuidaba de nosotros... yo solo miraba por largas horas esa fotografía, pensando adonde se habría ido ese hombre, y por que, en ocasiones en el cristal de ese portarretrato se podían divisar pequeñas motitas de agua seca...


 


También recuerdo haber tenido entre mis manos nieve que no estaba fría.. y fuego que no quemaba.... pero después de eso... los recuerdos desaparecen en medio de una oscuridad que se los traga poco a poco... su cabello, su aroma.. esos ojos azules... la dulces canciones de Nana... sus sonrisas... y también mi vida...


 


Repito y repito la tonada... no quiero olvidarla... repito y repito esa canción de cuna... pues se todo eso se podría olvidar tan fácilmente como esa pequeña hoja ha sido arrancada por el viento.


 


 


IT´S NOT LIKE OTHER  FAIRY TALE

Por Kary-chan.


 


[ I will be there for you my love, I will stand by your side.. (Yo estaré ahí para ti, mi amor, yo estaré a tu lado...)]


 


Wish 1

 


Aunque a pesar de que debería de ir mirando a la hermana que lo acompañaba apacible por el solitario y frió pasillo de hospital, pues esta se esforzaba por mantener una conversación; él iba absorto en mirar sus zapatos tenis de ese color beige opaco... no, no los miraba por egocentrismo... iba pensando en ella... no mejoraba e incluso ya no lo recordaba... le partía el corazón cada vez que entraba en ese cuarto y su madre le preguntaba quien  era.


 


Odiaba que no lo recordara, y odiaba perderla poco a poco... odiaba que llego a tal punto que para que estuviera bien atendida la tuvo que meter a ese hospital.


 


-Joven Yuy... no se preocupe, como ha visto su madre esa bien atendida en nuestras instalaciones.-


 


-Hnn...- contesto el chico deteniendo su andar, levanto la cabeza haciendo que se mirasen sus hermosos ojos azul cobalto -no me preocupo por eso hermana Sandra... si no que... es cada día mas difícil ver como la pierdo...- se paso la mano por el cabello retirando los rebeldes mechones de su rostro y mirando hacia otra parte que no fuera la hermana -estoy pensando en ya no venir...-


 


-No diga eso!... le aseguro que ella se contenta cuando tiene visitas.. si tan solo mas de nuestros pacientes no fueran abandonados por sus familiares cercanos...- dijo mirando con pesar al jardín donde varios de los internos paseaban -es como si los consideraran inmundos...-


 


El chico solo sonrió para tranquilizar a la hermana -no se preocupe.. no lo haré.. me duele.. pero mas me dolería dejarle como si fuera un perrito sin dueño.. es mi madre por Dios!...- apretó los puños -y me duele tanto perderla en vida... soy ya un extraño para ella.-


 


Sintió la delicada mano de la hermana posarse en su hombro -no se preocupe... el amor permanece aunque usted no se de cuenta...- el solo sonrió. -ahora si me disculpa debo irme a atender mis obligaciones... pero espero verle el próximo fin de semana-


 


Solo salió un triste suspiro de sus labios, -aquí estaré..- murmuro aunque ya la hermana Sandra no pudo escucharlo. Se encamino al jardín que tenia que ser pasado para ir al pequeño recibidor y de ahí ir a las puertas de acero que comunicaban con el mundo exterior. Mas al dar una ultima mirada hacia el jardín vio a una chica, su pelo largo y castaño caía sobre la sudadera grisacea que llevaba, su mano estaba cerca de su rostro y en el dedo índice cómodamente estaba una mariposa color azul pálido, de pronto la chica quito su mirada de la mariposa y la poso en él, sus ojos amatista lo veían fijamente, haciendo que el solo atinara a quedarse ahí parado mirando también.


 


Observo como la chica había dicho algo moviendo lentamente los labios, para después hacer que la mariposa tomara vuelo, perdiendo su hermosa mirada en el cielo siguiendo con la vista a la mariposa hasta que esta seguramente se perdió de su vista.


 


-Joven Yuy aun no se marcha?- le hizo sobresaltar una voz, al girarse vio a otra de las hermanas -no hermana.. es que...- y miro de reojo de nuevo hacia donde estaba sentada la chica.


 


-Aaaah.. tiene una belleza inusual ¿verdad?... - ahora ambos, la religiosa y el, miraban en silencio a la chica que seguía con la mirada perdida en el horizonte -el chico Maxwell llego aquí por razones muy tristes y escalofriantes...-


 


-¿A que se refiere?- pregunto interesado, ¿había dicho chico?, pues vaya que era un chico muy particular, no se veía todo los días chicos con esos rasgos y facciones tan delicadas que daban esa apariencia andrógina.


 


La religiosa se llevo una mano a la mejilla como si no debiera de hablar de ese tema, pero a la vez se muriera por contar la historia. -Pues según cuentan.. el mato a su propia abuela.. fue encontrado en el cuarto lleno de sangre con la cabeza de la abuela en su regazo.. al parecer le había sacado los ojos... pero no solo eso... cuentan que anteriormente en otro pueblo le hizo lo mismo a su madre.. pero la abuela lo trato de controlar...-


 


Miro un tanto incrédulo a la hermana para después volver a ver el chico, había recogido sus rodillas cerca de la cara y abrazaba sus piernas, seguía viendo el cielo grisáceo debido a las nubes que amenazan tormenta –y... como llegó aquí?...-


 


-En el testamento de la señora Maxwell decía que debía ser internado en este hospital... lo mas raro es que el chico es muy calmado... inclusive introvertido... no lo creería capaz de esas cosas que dicen de él.. ¿verdad?-


 


Heero negó muy lento con la cabeza –no.. en verdad que no.. por que eso que me cuenta parecen actos de un verdadero demonio y el parece...-


 


-Un ángel..- completó la hermana sonriendo –si... así es...-


 


Heero dio un paso, con la clara intención de acercarse al chico, pero una campana comenzó a repicar constantemente, ya eran las seis de la tarde, hora en que todos los visitantes debían de marcharse.


 


-Joven Yuy... lo acompaño a la salida- le dijo la hermana que le había contado la historia del chico Maxwell, no tuvo mas alternativa que seguir a la hermana que ya lo jalaba de un brazo hacia la salida.


 


-El... el no tiene a nadie que lo visite?- pregunto cuando ya estaba en la antesala de irse.


 


-No... es triste... esta solo en el mundo... aunque parece no importarle...- la hermana lucia triste por el chico.


 


-Ya veo... hasta el próximo fin de semana, hermana.


 


-Hasta luego Joven Yuy..- le sonrió la hermana despidiéndolo con la mano.


 


Al llegar hasta su carro seguía pensativo, no podía sacarse esa imagen de la cabeza, parecía... parecía como una imagen sacada de una ilustración de esos libros antiguos para niños de hadas.. o así lo había sentido él, al abrir la portezuela se fijo en que la mariposa azul revoloteaba tras él....


 


Definitivamente, la soledad ya lo estaba poniendo melancólico...


 


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La ciudad siempre se encontraba solitaria en los fines de semana, ya fuera por que esta estaba cerca de un lago y media ciudad salía a vacacionar, mientras que la otra le pensaba al frió que hacia por esos meses en que todavía la primavera no da paso al calor, pero lo que fuera agradecía pues el trafico era mínimo y el tiempo en recorrer la ciudad también lo era.


 


Y es que el hospital Saint Louis no estaba tan cerca de la ciudad, se podría decir estaba al principio de las afueras de la ciudad, muy cercano al bosque.


 


Ese día llevaba un ramo de flores a su madre,  quien lo agradeció y se puso a contar sobre el estado del tiempo, para después preguntarle como se llamaba y por que estaba ahí... de nuevo sus puños se apretaron, mas solo sonrió y contesto con voz calmada y una sonrisa.


 


-Soy Heero, tu hijo mamá......-


 


-¿Hijo?..- se giro y su mirada se topo con el espejo que colgaba en la pared contigua -¿y ella quien es?...- pregunto al ver su propio reflejo.


 


Heero no pudo mas, se levanto y salió silenciosamente de la habitación, apretando los puños... camino por el inmenso jardín que más bien parecía un parque, no se quería topar con las hermanas que le daban o demostraban la lastima que sentían por su madre, o por él, daba igual... sin quererlo llego hasta el árbol donde la anterior visita había visto al chico, pero este no estaba ahí...


 


O eso había pensado, por que se dio cuenta que el chico estaba en otro de los árboles cercanos, recargado viendo como una hoja caía lentamente al suelo, pegada muy a su cuerpo, como s la hoja al caer siguiera el propio contorno del chico. Algo curioso.. los árboles no perdían hojas en plena primavera...


 


Dio un paso, haciendo que sus tenis aplastaran el césped produciendo un leve crujir, pero el chico de ojos amatista ni se dio cuenta, o al menos no le tomo importancia.


 


-Hola...- saludo, el chico solo movió la cabeza y sus ojos lo miraron de reojo, pero nada mas, Heero entonces alargo la mano para saludarlo. –soy Heero...-


 


El chico Maxwell se tomo su tiempo para tomar la mano que le era ofrecida, primero miro a Heero de cabeza a pies, y luego se centro en sus ojos, mas sin embargo sonrió y tomo la mano, suave... en su cuerpo chocaron varias corrientes eléctricas al sentir el tacto del joven de ojos violetas.


 


-Soy Duo...-


 


-¿Qué haces aquí tan apartado?...-


 


Duo solo se encogió de hombros – nada... solo.. pensaba... pero tu eres el que se aparto.. ¿qué no vienes a visitar a alguien?-


 


-A mi madre...- contesto Heero recargándose en el árbol y mirando el cielo –pero da lo mismo si vengo o no...-


 


-Al menos te queda familia en este mundo..- le dijo Duo, Heero lo miro y constato como el chico sonreía.


 


Una brisa comenzó a soplar, moviendo el flequillo de ambos, y el pelo suelto del chico bonito, se quedaron un momento callados, algo nada raro entre dos desconocidos.


 


-¿Conoces la leyenda del amatista..?- pregunto Duo sentándose y tomando la hoja que por fin había tocado el suelo, girándola entre sus finos dedos.


 


-No.. pero estaré encantado de que me la cuentes...-


 


-Oh bueno... dicen que había un Dios que amaba demasiado a una mortal, esta era bella y amable... una persona que era inevitable que un Dios se enamorará de ella, pero en esa época los Dioses estaban en guerra con los del inframundo... así que estos idearon que si mataban a la hermosa mortal, el Dios estaría tan acongojado que seria una ventaja para ellos en esa guerra... así que la mataron.. el Dios cuando se dio cuenta fue hasta el inframundo para acabar con sus propias manos a los despreciables seres que habían matado a su amor, pero ahí lo hirieron gravemente.... herido y solamente esperando la muerte fue hasta  la lapida de la mortal, y lloro por primera vez... pero sus lagrimas se mezclaron con su propia sangre... y cayo arriba de la lapida.. entonces esta tomo el aspecto de una bella joya... una joya que brillaba y poseía la sangre y las lagrimas de un Dios...-


 


Heero callaba, no sabia que decir, era una hermosa leyenda....


 


-Es triste.. pero a la vez hermosa, ¿verdad?.. no todos los finales son felices- dijo levantándose y sacudiéndose la parte trasera del pantalón. –Fue un placer platicar contigo... hasta luego!- y sin mas se fue corriendo...


 


Era un chico muy extraño y sin embargo –es atrayente ..- pensó en voz alta mientras sonreía, sin duda quería seguir sabiendo mas de él, y tal vez con mas visitas lo conseguiría.


 


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Otra semana había pasado rápido, y en un abrir y cerrar de ojos ya era de nuevo sábado, día de las visitas, ese día solo estaba ahí sentado, frente a su madre quien sonreía y se mecía en la silla, cerro los ojos y suspiro... dolía tanto verla así...


 


Mas unos gritos de una habitación continua de la de su madre.


 


-¡NO! ¡DEJENME... EL VIENE POR MI... SERA MEJOR MORIR EN EL FUEGO!- escucho una voz que había conocido hacia apenas una semana, corrió cuando la palabra fuego se mezcló con el humo, y los gritos histéricos de las hermanas mientras la alarma contra fuego sonaba como condenada.


 


-Hermana Sara!! ¿esta bien?-


 


-Joven Yuy!!... Duo... no quiere salir de la habitación.. y lamentablemente es muy fuerte cuando esta así de terco!!.- le dijo evidenciando en su cara la angustia.


 


Heero entro a la habitación, las llamas la comenzaban a rodear, pero Duo parecía estar a salvo en medio de esta. –Duo!!!.- lo llamo, este se giro.


 


-No saldré!.. esto tiene que acabar ya!!...-


 


-Claro que acabara si no sales, tonto!!...- dijo acercándose para tomarlo en brazos.


 


-Pero no entiendes!!!- y aunque por los gritos que había escuchado antes de acercarse a la habitación había supuesto que Duo se encontraba fuera de si, no lo estaba, sus ojos reflejaban serenidad y que estaba mas seguro que nada. –estará todo mejor si yo......- pero Heero no lo dejo terminar, jalo su mano para acercarlo a su cuerpo y después se lo echo al hombro.


 


-Nada esta mejor cuando muere una persona- le dijo con voz seca mientras lo sacaba del cuarto antes de que las llamas se intensificarán y fuera imposible salir.


 


-Te lo dije Teresa!!... no debíamos aceptar a ese chico!!.. trae mala suerte!!- se escucho la chillona voz de una hermana que estaba reunida con otra y por las mejillas de ambas se veía que estaban discutiendo de algo... no hubo duda que ese algo era Duo.


 


Las alarmas contra incendio habían dejado de sonar y ahora caía una pequeña lluvia en la habitación de la cual había sacado a Duo.


 


Lo bajo y en cuanto escucho el comentario de la hermana la miro algo resentido por las palabras, después miro a Duo, pero este solo miraba el suelo y sonreía tristemente...


 


 “Demonio de la mala suerte.... ángel de la muerte... el demonio en persona”, todas esas voces que poseían la misma repugnancia y miedo con que las había escuchado por primera vez.. .seguían resonando tal cual en su cabeza, se llevo las manos a los oídos... dejar de escucharlas, olvidarlas, era lo que mas deseaba.


 


-Pero no podemos dejarlo desprotegido.... en el testamento de la señora Maxwell quedo claro que lo debíamos de cuidar.. esta pagada toda su manutención. Además no lo podemos echar como si fuera un perrito sin dueño, es un chico Emily!!..-


 


-¿y que esperamos? ¿qué queme todo el hospital? ¿qué mate a alguien?, te recuerdo, Teresa, que no le estamos dando medicamentos para controlarlo por tu lastima hacia él!!... es un peligro para si mismo y para los demás pacientes, ya lo has visto!.. …l necesita a una persona que se entregue a cuerpo y alma a sus cuidados!...-


 


Heero estaba confundido, asombrado... ¡¿cómo rayos podían discutir de ese tema precisamente frente al chico?!... apretaba los nudillos, algo que últimamente hacia mucho, y es que es sentimiento de impotencia por todo lo que le rodeaba se hacia mas fuerte.


Miro de reojo a Duo quien se había recargado en la pared y sentado mientras su cara la ocultaba entre sus rodillas...


 


-Yo me haré cargo de él!!...- grito, incluso antes de su cerebro hubiera tomado la decisión, las palabras habían ya resonado en el viento.


 


 


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Notas de la autora: yeeeeeeei!!!!! La primera parte de esta historia, serán solo tres capis.. es que iba a ser one shot.. pero salió larga la historia n.nU... por eso mejor no... se tendrán que esperar juar juar juar.


 


 


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Matta ne!!

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