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Eirene por ShinyOdaya

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Notas del capitulo:

Atenea: Diosa de la sabiduría

 

El tercer capitulo de Eirene.

Espero que les esté gustando

Si han llegado hasta aqui esque les interesa ^^

Dsifruten 

~3~

 

~Atenea~

 

El comenzó a temblar como un flan en un terremoto, su mirada perdida intentaba encontrar algo en lo que apoyarse y solo encontró mi brazo, se levantó apoyándose y comenzó a llorar de nuevo, miro por la ventana, cerró la puerta con llave y apago la televisión, todo eso en menos de diez segundos.

 

-Relájate...- Ahora sabia que uno de sus compañeros y lo más probable, amigo, había sido asesinado, asesinado- Dios Baek...

 

-No digas nada por favor... No tengo ni idea de como ha ocurrido, solo sé que ha sido mi culpa...

 

-¿Y ya?- Odiaba ponerme así cuando el lloraba pero quería ayudarle- Baekhyun puedo ayudarte

 

-¡No!- Chillo- ¡Ni se te ocurra ayudarme!- Bufo pasando sus manos por la cara- Solo déjame estar...

 

-No puedo dejarlo estar... ¡Mírate!- Me miro mordiéndose los labios, estaba muy pálido- Sea lo que sea que me ocultas... Si es lo que te está provocando esto dímelo...

 

Dudó unos segundos, en los que se mordió los labios y apago las luces.

 

-Vamos a dormir...- Me sentí idiota por ni saber eso que me ocultaba, me sentí estúpido por no haberle exigido que me lo contara en su día.

 

-No me voy a mover de aquí hasta que me cuentes lo que está pasando

 

-Deudas...- Dijo rápido, le mire extrañado en la oscuridad, no sonaba muy convencido.

 

Esperaría a que se calmaran mejor las cosas para poder seguir preguntándole.

 

Esa noche no fue él quien se acomodó en mis brazos, sino, fui yo quien tuvo que rodearle la cintura para que calmara sus sollozos de nuevo, le atraje hasta mi haciendo que nuestras piernas se entrelazaran y dejé que su espalda se acomodara en mi pecho.

 

No dejo de llorar en toda la noche.

 

 

 

Mi boca estaba seca, y mis pulmones estaban cargados. Las sabanas que antes eran blancas, esa mañana estaban grises. La luz que entraba por el hueco de la ventana que Baekhyun dejaba siempre abierta era oscura y nublosa.

 

Baekhyun...

 

Palpe el hueco vacio a mi lado, abrí los ojos encontrando el aire frio y húmedo que dejaba su ausencia.

 

-¿Baekhyun?- Levanté la cabeza preocupado, rememorando la tarde anterior.

 

Miré el reloj, se me estaba haciendo tarde, muy tarde, de nuevo.

 

Me levanté a tropezones de la cama, tropezándome con las sabanas y casi cayéndome al suelo. Me asome al baño, allí no había nadie, la subida de adrenalina y preocupación que estaba corriendo por mis venas cuando ni siquiera se habían despegado mis parpados.

 

-¿Baek?- Susurré al aire.

 

Salí de la habitación con la corbata y la camisa en las manos mientras saltaba poniéndome los pantalones. Olía a café, pero era distinto, estaba quemado y llevaba bastante tiempo hecho. Me asomé a la cocina, pero no había rastro de él. Me estaba entrando miedo, las lágrimas de ayer aun residían en mis oídos, su rostro descompuesto y su dolor que salían por cada uno de sus poros.

 

Acudí al salón al final y a primera vista no lo vi, entonces sí que me entró el pánico.

 

-Baekhyun...- Pero algo se movió en la esquina debajo de la ventana, tapado con una de las mantas que habían cubierto el sofá en invierno.

 

Levantó la cabeza de la taza de café y me sonrió. Apoyó su cabeza en la ventana, las cortinas estaban corridas dejando todo casi a oscuras

 

-¿Qué haces ahí?- Le pregunté agachándome.

 

-No... No podía dormir

 

Su rostro era la clara personalización del cansancio, sus ojos estaban hinchados y rojos y sus mejillas resecas y ásperas de lágrimas evaporadas, su nariz estaba roja aun y sorbía como si estuviera constipado.

 

Me senté frente a él, sus pies se estiraron hasta llevar la manta hasta que cubrir mis piernas.

 

-No, Baek me tengo que ir a trabajar- Me miró y suspiró cerrando sus ojos con una mueca.

 

-No vayas...- Me quede un poco en shock, nunca, en nuestro tiempo juntos me había pedido que dejara de ir a trabajar.

 

-Un momento- Pensé- ¿Has tocado mi despertador?- El negó con la cabeza rápidamente.

 

-No- Me miro con ternura- ¿Puedes ponerte la camisa?

 

Me eché la camisa por los hombros y metí los brazos por las mangas.

 

-Y abróchatela...- Rodé los ojos y me la abroche- Gracias- Dijo con una sonrisa tierna.

 

Aprovechando que me vestía me puse la corbata roja. Me saque la manta de encima y me levante, cogí sus manos y tire de él para que se levantara, me estaba preocupando, su cuerpo pesaba y sus brazos y piernas eran como trapos que se doblaban ante su peso. Le sujeté y estuve dispuesto a no ir a trabajar.

 

-¿Te encuentras bien?- El asintió- ¿Tengo que llevarte al hospital?

 

-¿Qué?

 

-Que si te llevo al hospital- Pase uno de mis brazos por su cintura.

 

-¿Que dices?- Intento soltarse, pero yo sabía que si lo hacia se caería redondo al suelo.

 

-Escúchame, estas pasando por algo...- Intentaba encontrar las palabras adecuadas-... Difícil.

 

Baekhyun bufo y dejo caer su mirada hasta el suelo

 

-Estoy bien, no soy yo quien fue asesinado...- Dejé que se soltara.

 

Le mire con el corazón encogido, aguantaba las lagrimas en mis ojos, sus palabras, yo también daba las gracias por qué no hubiera sido él.

 

Suspiré y me acerque a él, que recogía la taza y la manta del suelo y con paso inseguro se dirigía a la cocina. Le atrapé de camino y dejé que mis labios besaran los suyos, su boca fina y pequeña sabia a café, dejo caer la manta al suelo y paso ambas manos, una ocupada por la taza, rodeando mi cuello, intensificó el roce atrayéndome hacia él pero reculé cuando intento subirse sobre mí.

 

-Tengo que irme a trabajar- Negó con la cabeza.

 

-No lo hagas

 

-Vamos, no me va a pasar nada- O eso quería pensar, el hecho de que hubiera alguien por la ciudad que había asesinado a un chico no me dejaba tranquilo- Nos vemos esta tarde- Y le bese de nuevo

 

 

 

La señora que se sentaba en la mesa tres me estaba poniendo nervioso, más que nada porque me miraba por encima de las gafas como si fuera un trozo de queso comestible, la corbata había acabado por apretarme más de lo necesario y me estaba quedando sin aire. Me llamaban sin parar y yo no dejaba de ir de un lado a otro. En ese mismo momento me encontraba cargando platos de la cocina para la mismísima mesa tres. Había mucho jaleo en la cocina, era lo normal de todos los días, se oían los gritos del chef sobre todo ruido ajeno. Cargué dos platos en mi brazo izquierdo y uno en el derecho, y camine recto y educado a la mesa. No faltaron las miraditas de la señora y sus amigas, vestidas con caras blusas y joyas enormes y hermosas. Deje los platos siempre por la derecha del cliente, como me habían enseñado.

 

-Aquí los camareros son muy guapos- Dijo una de ellas con una voz aguda mientras sostenía su copa de vino.

 

-Gracias señorita- Le contesté yo con una reverencia.

 

-¿Han oído eso? Me ha llamado señorita- Aclamó emocionada

 

-Qué lindo

 

-...

 

Y blah, blah, blah...

 

Sonreí mientras retrocedía huyendo de aquellas risas. Rodé los ojos y me gire dándoles la espalda para enfrentarme de nuevo a la cocina.

 

En eso llego uno de mis compañeros, Lee Taemin, y me llamó la atención.

 

-Park, llevo diez minutos en el vestuario- Escaqueándose seguro- Y tú móvil ha sonado siete veces... Contadas.

 

Deje la bandeja sobre la repisa de la ventana que daba a la cocina y me dirigí con paso rápido a los vestuarios, solo serian unos minutos.

 

Pasé el pasillo de suelo aterciopelado y entré a la habitación donde presidian las taquillas.

 

Mi móvil estaba sonando. Me acerqué lo más rápido que pude pero al abrir la puerta de la taquilla, quien fuera ya había colgado. Me costaba admitir que estaba más que preocupado, porque solo alguien llamaría con tanta insistencia, si no le había pasado algo.

 

Cogí el aparato oscuro y vi los mensajes de llamadas perdidas, ni más ni menos que once llamadas de Baekhyun. Respiré hondo buscando un porque, pero se me ocurrían algunos un rato preocupantes.

 

Marqué de nuevo el número y me lo puse en la oreja. Comunicó, pero nadie contestaba a la llamada, eso era simplemente desesperante. Volví a marcar y lo mismo.

 

El malestar, la preocupación y el miedo se habían instalado en mi cabeza cuando no contesto a mi quinta llamada. Me apoye en la taquilla y respire hondo.

 

-A lo mejor se ha dormido- Pensé en voz alta- O a lo mejor te llamaba desesperadamente porque algo le pasaba.

 

Volví a marcar pero no me dio tiempo ni de llevarme el aparato a la oreja. Ya que Sehun entró haciendo ruido a los vestidores.

 

-Chanyeol- Me llamó- Baekhyun te está buscando...

 

-¿Cómo?- No llegue a procesar las palabras.

 

-Que Baekhyun está en el salón...- Lancé mi móvil dentro de la taquilla, de cualquier manera y la cerré de golpe tomando el impulso suficiente para salir corriendo.

 

Salí a donde la luz del día llegaba perfectamente y se reflejaba en la decoración de cristal haciendo que se dibujaran abstractas figuras de luz. Sin duda quien hubiera decorado ese sitio, sabia de diseño fino y elegante.

 

Deje de observar las luces cuando unas piernas delgadas invadieron mi campo de visión.

 

Baekhyun se encontraba frente a la puerta, con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón oscuro y su rostro se escondía parcialmente en una especie de pañuelo que se envolvía en su cuello, no había visto nunca esa prenda.

 

Su rostro estaba girado, mirando hacia su derecha, por lo que podía ver las pestañas mojadas y los ojos hinchados tras las gafas de sol.

 

-Baek- Me miro de repente y con una exhalación- ¿Qué haces aquí?- Me paré antes de llegar a juntarnos, sabía que necesitaba hablar con alguien.

 

Anduvo lentamente, sin decir nada, la distancia que nos separaba y poso un beso largo en mi mejilla. Busqué sus ojos, por lo que le quite las gafas de sol.

 

-Cógeme el teléfono cuando te llamo- Me susurró por lo bajo, por una vez extrañaba la calidez de su cuerpo, ya que su piel estaba fría.

 

Rocé su frente con mis dedos, tal vez tendría un poco de fiebre, pero falsa alarma.

 

-Estoy trabajando Baek- Le dije intentando no parecer duro.

 

-Lo siento... Es que te llame para ver como estabas, pero no me cogiste el teléfono y me preocupe... Creía que te había pasado algo, este asunto me está volviendo loco

 

Le acaricié los hombros bajo la atenta mirada de los últimos clientes

 

-¿Quieres que hablemos?- Le pregunte agachándome un poco para que me viera.

 

-No, estás trabajando, tienes razón, no quiero molestar- Iba a girarse para irse, pero fui más rápido y envolví su muñeca con mi mano. Haciendo que me mirara.

 

-Espérate ¿Vale?- Le dije en un tonito agudo.

 

Deshice el lazo del delantal rojo que llevaba atado a mi cintura

 

-Sehun- Llamé a mi compañero y cuando se asomó le lancé la tela, la cogió y la hizo pelota- Me tomaré mi descanso ahora- El asintió y desapareció de nuevo en el comedor.

 

Cogí la mano fina y suave de mi sorprendido novio y tiré de él hacia las mesas más apartadas de la puerta y las ventanas. Aparté el sillón rojo de la oscura mesa y le ofrecí asiento, el, con una actitud que parecía tímida o tal vez intimista se sentó sin decir palabra y arrastró los pies hasta acercarse a la mesa sin dejar que yo empujara el respaldo.

 

-¿Quiere algo para tomar?- Le pregunte poniéndome recto a su lado, quería sacarle un sonrisa.

 

-No...

 

-¿Una copa de nuestro mejor cava?

 

-Déjalo Chanyeol...- Mí sonrisa se esfumó al instante y corrí a sentarme frente a él.

 

Estire mis manos sobre la mesa y le invite a que subiera las suyas, no lo dudo ni un segundo y enlazo sus dedos con los míos.

 

Repase una y otra vez sus finas manos envueltas en la más sedosa piel.

 

-Si quieres llorar puedes hacerlo, te abrazare si lo necesitas- Me miro, con esa mirada triste que rompía hasta al más duro corazón.

 

-Solo quiero asegurarme de que estés bien...

 

De nuevo con eso.

 

-Cielo, estaré bien si tu lo estas así que no te preocupes- Le hable en el tono más dulce que pude mientras seguía acariciando sus dedos- ¿Quieres un café?- Baekhyun era mi novio, desde hacía mucho tiempo y por eso mismo le conocía bastante bien, y sabia cuando quería un café.

 

Asintió.

 

Me levanté dejando un suave beso en su frente y me dirigí a la cocina. Lo preparé yo mismo, sin molestar los últimos esfuerzos de los demás camareros. Cogí la taza humeante entre mis manos y la puse en un platillo de porcelana de gran calidad, saque una cucharita brillante del cajón de los cubiertos y me puse a caminar para salir de la cocina. En ese momento entraba Sehun.

 

-Oh, eso lo tienes que pagar de tu bolsillo

 

-Lo se... Es para Baekhyun- Sehun asintió y miro fuera de la puerta que mantenía abierta.

 

-¿Qué le pasa?- Pregunto despacio y flojito, como pidiendo permiso para preguntar.

 

Dude en si contestar o no, y después de darle unas vueltas me encare.

 

-¿Viste las noticias ayer?- Asintió- ¿El chico que fue asesinado?- Se cruzo de brazos cambiando su expresión de golpe, asintió de nuevo- Pues, eran compañeros de trabajo y tal vez amigos...

 

-Dios...

 

-Y está muy asustado- Mi voz se rompió- Dice que es culpa suya...

 

Relajo sus brazos, Sehun me tenía como una persona fuerte de personalidad enérgica y derrumbarme no me ayudaría, ni a mí ni a Baekhyun

 

-Chanyeol ¿Necesitáis ayuda?- Negué con la cabeza, mientras la taza de café en mis manos repiqueteaba a causa de mis temblores.

 

Sehun me relevó antes de que callera al suelo.

 

-Yo se la llevo, no te preocupes- Se giro con una expresión extraña en el rostro, estaba pensando algo y yo lo sabia aunque intentara ocultarlo.

 

-No tienes que hacer nada por él…

 

-No es eso, tal vez está asustado porque la razón por la que... Mataron a su compañero está muy estrechamente relacionada con el...- Arrugó la nariz- …Bueno déjalo, tengo un niño pequeño al que le encanta que me invente historias porque las de los libros son demasiado aburridas para él.

 

Se rio mientras se giraba de nuevo y empezaba a andar. Justo cuando estuve seguro de que no me prestaba atención, me deje caer contra la pared. Sehun era totalmente inconsciente de que me había abierto una brecha en la cabeza y me había revuelto el estomago, si antes no podía importarme personalmente el tema del chico asesinado, si se metía a Baekhyun de por medio se convertía en punto del día.

 

Caminé siguiendo la espalda delgada de Sehun, erguida y con el plante de un profesional experimentado, aunque solo le estaba llevando un café a un amigo su porte era elegante y perfecto.

 

Rodeé la mesa donde estaba sentado Baekhyun, este no sabía a quién mirar pero al final opto por darle las gracias a Sehun con una sonrisa. Sehun titubeo un poco, quería decirle algo a Baekhyun pero yo simplemente negué con la cabeza y él se retiró.

 

Nos quedamos de nuevo solos.

 

-No había visto nunca ese pañuelo- Le señalé mientras bebía un sorbo de su café.

 

-Mentira... Me lo he puesto varias veces- Levanté una ceja y negué con la cabeza- Que si, hace un montón de tiempo que lo tengo...

 

-No se...

 

-Me lo puse para ir a comer con tus padres- Explicó con el tono aun bajo y triste

 

-Esos son días que prefiero olvidar- Susurre

 

-Ya no te fijas ni en lo que llevo puesto

 

Reí

 

-Eso es discutible- Pause para ver su reacción- Se que calzoncillos llevas puestos

 

-Con que eso es lo primero que haces al verme, mirarme el culo- Tonteo.

 

-Eres tu quien va provocando con esos vaqueros que se te caen, ponte un cinturón- Rodó los ojos con una sonrisa.

 

-Tienes una mente muy depravada

 

-Créeme, sin esto- Me señale la cabeza- Te habrías aburrido de hacer el amor conmigo...

 

-Yo nunca me cansaría de eso- Me dijo simplemente con una sonrisa coqueta en el rostro, me sorprendió como había cambiado el semblante triste por uno más divertido.

 

-Ves, ya estas otra vez

 

-¿Haciendo qué?

 

-Provocando

 

-Deliras

 

-No creo- Vi a Sehun andar hacia nosotros.

 

-Chanyeollie- Canturreo

 

Le mire molesto, estaba con Baekhyun, en un momento privado y por fin le había visto sonreír.

 

-¿Qué?- Dije mientras Baekhyun apartaba la mirada, su semblante cambio poco a poco hasta que se perdió de nuevo, maldije en voz baja.

 

-Se acabo tu tiempo y el jefe te reclama- Cogí prestado el móvil de Baekhyun para mirar la hora, definitivamente había terminado mi tiempo.

 

Miré los ojos castaños oscuros de Baekhyun que se desviaron por completo al encontrarse con los míos, con algo de sonrojo en sus mejillas

 

-Tengo que seguir trabajando- Le dije y él me miro como si le contara algo demasiado obvio para ser cierto.

 

-Vale, me terminare esto y me iré a casa- Me dio un calambre por toda la espalda, maldito Sehun, justo era yo quien se estaba tomando la situación de la noticia con calma.

 

Tuve que hablar con Sehun y correrme la preocupación por la sangre. Si era aunque solo fuera un poco cierto lo que me había dicho, no dejaría que Baekhyun se quedara solo ni unos segundos hasta que cogieran a esos cabrones.

 

-No- Me miró, le había hablado muy duramente- No te vayas, puedes quedarte, no molestas...- Mis palabras salían rápidas de mi boca, sin pausar un punto.

 

-No tranquilo, te esperare en casa- Me sonrió volviendo a su café.

 

-Insisto- Dije suplicando

 

-De acuerdo- Dijo el sin mirarme

 

No falto la mirada a Sehun que le hizo entender que me dejara despedirme.

 

-Deprisa porque…

 

-Voy, Sehun, voy…

 

 

Notas finales:

https://www.facebook.com/Shinyodayafics/

 

 

¿Que se tramara Baek?

¿Que le ha pasado a Jongin?

¿Como de monos son el ChanBaek?

Besitos 


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