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Eirene por ShinyOdaya

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Notas del capitulo:

Apolo: Dios de la belleza

 

Hola. Les dejo el capi 4 de Eirene

Disfrutenlo tanto como yo lo he hecho escribiendo

 

 

~4~

 

~Apolo~

 

 

 

Baekhyun estaba conmigo en el vestuario mientras recogía mis cosas, en ese momento se había convertido en mi perchero personal y mantenía en alto mi bolsa y mi chaqueta.

 

-¿Entonces has venido en taxi?- Asintió a mis espaldas- Eso es un derroche- Se encogió de hombros.

 

Cerré la taquilla y le cogí mis pertenencias de las manos.

 

-Podrías cambiar esa foto… salgo muy feo…

 

-¿Te refieres a la de la taquilla?

 

-¿A cuál si no?- Pasé el candado por la cerradura y la terminé de bloquear.

 

-Es la mejor foto que tengo de ti…

 

-¿Bromeas?

 

-No, sales lindo- Bufo.

 

Le abrí la puerta y le deje salir primero.

 

-Esa foto es de la primera vez que fui a tu casa a dormir

 

-No dormimos nada esa noche…- Sonreí mientras recuerdos hermosos con sabor a sexo se agolpaban en mi cabeza.

 

-Ya, ya lo sé Channie- Saqué las llaves del coche y lo abrí- ¿No crees que he cambiado? Ahora estoy más guapo

 

-Eras guapo, lo eres y lo seguirás siendo hasta que yo te lo diga- Hizo un puchero con los labios mientras se sentaba en el asiento del copiloto.

 

Una vez me ubique en el asiento frente al volante y a punto de arrancar el coche, sentí unos dedos finos sujetándome el hombro. Me giré para mirar su rostro, se mordía los labios, fundidos en una piel rosada por el rubor y adornada por dos ojos tristes que brillaban como dos estrellas robadas del cielo. Su mirada irradiaba amor y ternura, era una de las miradas que mas amaba de él.

 

Se acercó en un solo movimiento y sin pausa, beso mis labios, manejándolos a su merced, soltando una chispa cuando se separó, sus ojos no se separaban de los míos.

 

Aun tenía el sabor de su boca gravado cuando me pellizco una mejilla y sonreí como un tonto enamorado cuando se rio, cerrando los ojos, y dejando salir esa melodiosa risa.

 

-¡Ay mi Channie! ¡Cómo te quiero!

 

Sonreímos una buena parte del camino a casa, pero pude observar como pasaban los segundos, acompañando a las comisuras de sus labios, que se agachaban escondiéndose en la mueca de tristeza que había tenido antes.

 

Me alegraba poder hacerle reír, pero me destrozaba ver como la tristeza, la frustración y la desesperación se podían palpar a través de su cuerpo.

 

 

 

-Hoy no trabajas ¿No?- Baekhyun me miró ante su respuesta obvia.

 

-No- Me dijo desde el gran hueco en la pared, que se asemejaba a una ventana, que separaba la cocina del salón.

 

Yo estaba sentado bien cómodo en el sofá, con un refresco en la mano y la televisión encendida donde hacían una serie de dibujos que no se calificaban para niños porque las palabrotas y gestos ofensivos abundaban en la trama.

 

Llevaba una semana entera sin probar el cuerpo de Baekhyun y en esos momentos todo lo que hacía me nublaba la vista, el daba vueltas por la casa, arreglando cosas o destrozando algunas y yo solo podía ver su trasero, o ese vicio que tenia de lamerse los labios me parecía mas que tentador.

 

Mis piernas no se estaban quietas, pero él no estaba pasando por un buen momento, y no dejaría a mi cuerpo aprovecharse de él, no le obligaría a acostarse conmigo si no quería.

 

-Baekkie...- Pero por intentarlo.

 

Mi cara debió ser demasiado obvia porque suspiró nada más me miro e intento poner una falsa sonrisa.

 

-Channie, no me apetece ahora, no estoy de humor- Asentí y desvié la mirada de su cuerpo- Lo siento

 

Oí sus pasos acercándose, le mire cuando se sentó a mi lado y paso uno de sus brazos por mi estomago.

 

-Si lo necesitas lo haré...

 

-No importa, esperaré hasta que te sientas mejor- Le sonreí.

 

-Pero no tienes buena cara ahora- Su tono salió lastimero, cosa que me encendió involuntariamente- Esta bien si lo hacemos, va…- Metió una de sus manos por debajo de mi camiseta y comenzó a acariciar mi ombligo en suaves círculos. Empezó a dejarme pequeños besos en el cuello que inmediatamente se convirtieron en húmedas succiones que hicieron que mi cuerpo reaccionara por sí solo.

 

-Baekhyun no tienes que hacerlo- No se veía con ganas y aun así se estaba esforzando por hacerme sentir bien, era la persona más bondadosa del mundo- Si no paras ahora, sabes que después no podre detenerme.

 

Y se separó.

 

-Perdóname- Negué con la cabeza y le di un pequeño beso.

 

-Está bien- Me levante dejándole en el sofá-Voy a darme una ducha- Reacciono al instante y se levanto siguiéndome por el pasillo.

 

-¿Vas a tocarte?- Rodé los ojos- Puedo tocarte yo

 

-¡Oh Baek no digas esas cosas!- Dije más que obviamente nervioso y acalorado.

 

-Lo digo enserio

 

-No eres mi juguete sexual, no vas a hacer nada que no quieras hacer...

 

-Eso es muy tierno- Sonrió un poquito, me acerque y mordí sus labios, saboreando esa boca que era solo mía.

 

Decidí seguir mi camino pero su voz me paro una vez más.

 

-Chanyeol...

 

-No voy a tocarme- Su mirada se intensifico- Lo juro...

 

-Está bien- Y se marcho.

 

Camine con paso acelerado al cuarto de baño y cerré de golpe la puerta, me apoye en ella dejando que mi respiración se descontrolara, había comenzado a sudar, por lo que me quite la camiseta lo mas urgentemente que pude y corrí hacia la ducha.

 

-Fría, fría, fría...

 

Deje que el agua corriera por mi espalda. Que cayera por mis piernas y que se perdiera por el desagüe, suspire apagando la corriente y saliendo del plato de la ducha. El baño olía a mi champú por lo que olía bastante bien pero se podía percibir un débil aroma al de Baekhyun. Cogí la toalla más cercana y la enrolle en mi cintura.

 

Me mire al espejo acomodándome mejor el pelo para después alborotármelo con una toalla más pequeña.

 

Oí el sonido de un cristal rompiéndose contra el suelo, era normal que en una casa con objetos de cristal se rompieran cosas y en un día normal me hubiera asomado simplemente a verificar que Baekhyun se encontraba bien. Pero con mi novio en ese estado y la paranoia correteando por mi cerebro, la preocupación tomo control de mi cuerpo. Asegurándome de que no se me caería la toalla y aun goteando salí corriendo del cuarto de baño para dirigirme a la cocina.

 

Me asomé alarmado y vi a Baekhyun manteniendo el equilibrio con dos vasos en las manos y un tercero hecho trizas en el suelo. No sabía que estaría haciendo ese chico

 

-Baekhyun...

 

-Estoy bien, se resbaló un vaso- Me miró y se le subieron los colores hasta que sus orejas se pusieron rojas y soltó otro vaso, que se rompió, obviamente- ¡Cha...Cha Channie! ¡¿Qué haces desnudo?!- Gritaba avergonzado, sonreí ante la ternura, el se estaba poniendo nerviosito- ¡Te vas a constipar burro!- Baekhyun rodeado de cristales sin poder quitarme la vista de encima- ¡Además estas mojando el suelo!

 

Su mirada se desvió y su expresión alterada se esfumó, mire hacia atrás, justo pasaba un coche azul oscuro por delante de nuestra puerta, o eso era lo poco que podía ver a través de la ventana.

 

-Chanyeol el suelo es de madera y si la madera se moja, se hincha... ¿Puedes ir a cambiarte?- Me mando serio, no sabía lo que acababa de pasar

 

-¿Pasa algo?- Pregunte y el solo negó con la cabeza

 

-El suelo Channie...- Rodé los ojos y deje un charco detrás.

 

Me puse lo primero que vi, un pantalón ancho y una simple chaqueta, sin nada debajo. Me alboroté el pelo y volví a salir al salón, pero esta vez con la diferencia de que mi chico no se encontraba por ahí. Asomado al recibidor vi que la puerta estaba entreabierta y salí al sol del atardecer que iluminaba nuestro pequeño jardín de flores. Baekhyun se encontraba en mitad de este, de pie, observando solo él sabe que. Baje las escaleras del porche de dos saltos y me acerque a él.

 

Me coloque a su lado aun quedando detrás de él y observé la calle.

 

-¿Tenemos que ver algo?- Se dio cuenta de mi presencia de repente y se puso delante de mí, tapando mi cuerpo con el suyo, como si quisiera bloquear mi vista.

 

Pero se olvido de que yo era aun más alto que el, así que apoye mi barbilla en la parte superior de su cabeza.

 

-¡Chan!- Ambos nos sobresaltamos, la pequeña vecina vestida con un uniforme escolar saludaba desde la valla que separaba su jardín del nuestro.

 

-Hola Naeun- Le salude de vuelta, Baekhyun bufo y rodo los ojos

 

-Solo quería agradecerte que me llevaras el otro día a clases- Dijo contenta.

 

-No hay de que, las veces que quieras.

 

Eso pareció alegrar más a la muchacha, que canturreo con una sonrisa en la cara mientras me observaba, a mí y después a Baekhyun.

 

Este no le prestaba atención a la chica, ya que seguía mirando la calle.

 

-Chan- Dijo la niña.

 

-Chanyeol, se llama Chanyeol mocosa- Le oí murmurar, me reí un poco acariciándole el cabello castaño que a la luz del sol anaranjado parecía mas dorado que nunca.

 

-Algún día tienes que venir a probar mis pasteles, mama me enseño a hacerlos y me salen muy ricos- Habló la pequeña

 

-No lo dudes- Le contesté yo, Baekhyun se dio la vuelta y pasando de despedirse de Naeun, tiró de la manga de mi chaqueta para meterme en casa, me despedí con un movimiento rápido de mano y ella me contestó sonriente.

 

-¿Quieres pasteles Channie?- Dijo Baekhyun cuando cerró la puerta.

 

-No realmente- Dejo caer su cabeza pesadamente en mi pecho.

 

-Odio cuando te habla así- Susurro- "¡Chan!"- Me eche a reír, la imitación había sido muy buena.

 

Tuve que apoyar mis manos en mis rodillas para no caerme, mis ojos lagrimeaban mientras no podía dejar de reír. El me miraba con sus mofletes hinchados y con una mueca de fingido enfado.

 

-Hazlo otra vez, y deja que te grabe- Dije entre risas.

 

-Yay, Channie deja de reírte...- En un movimiento rápido y años ensayado, cogí sus caderas entre mis manos y le acerque hasta que pude rozar su frente con mi nariz.

 

-Eso me ha sorprendido- Dijo intentando encontrar el equilibrio que en esos momentos le fallaba.

 

-Lo sé- Le sonreí y tire de él hasta el salón- Me encanta cuando te pones celosito- Acaricie juguetonamente su nariz con la mía.

 

-Ui si, me da una alegría...- Enarque las ceja.

 

Levanto su mano hasta que se coloco suavemente en mi mejilla, empezó a acariciar mi piel con su pulgar mientras sus ojos, como perlas castañas, recorrían cada parte de mi rostro. Sus dedos pasaron de mis mejillas a mis labios y los palpo suavemente antes de, en un movimiento más rápido que los míos, tirar del cuello de mi chaqueta y besarme.

 

Un beso buscado, lleno de sentimiento, salvaje y muy, pero que muy húmedo. Chasquidos y gemidos opacados llenaron la acústica del salón. Baekhyun ahora tenía las manos enterradas en mi pelo mojado, mientras yo acariciaba su espalda hasta donde perdía su nombre mientras ladeaba la cabeza buscando profundizar muchísimo más ese beso.

 

Cuando introdujo tímidamente su lengua entre mis labios le di la bienvenida gustosa lamiendo a la intrusa, como siempre, sabia a café y su cafeína se inyectaba en mi sangre, encendiéndome y queriendo buscar más.

 

Se separo cuando intente morderle y se rio, bajo sus manos, ahora mojadas por haber estado jugando con mi pelo y acaricio mi cuello, sus manos estaban fresquitas y el escalofrío que sentí cuando metió sus manos dentro de mi chaqueta ante la camiseta inexistente no me impidió tiritar.

 

-¿Por qué no llevas nada debajo?- Me pregunto con una voz ronca y baja.

 

-Sabes que me gusta ir fresquito- Se mordió la lengua, y yo deje la conciencia a un lado, sabía perfectamente que él no quería llegar hasta el final.

 

Sabría contenerme.

 

Echo su cabeza hacia atrás cuando empecé a lamer su cuello y lo empuje hasta el sofá. Cayo sentado sobre los almohadones y me miro mientras me sentaba a horcajadas encima del.

 

-Chanyeol tus caderas...- Si, era débil de caderas y tenía prohibido hacer esfuerzos, pero en ese momento un poco de dolor no me importaba.

 

Negué con la cabeza y el me agarro de la cintura para que no me cayera hacia atrás, seguí besándole lentamente hasta que le puse a tono, empezó a gemir y ronronear como un gatito que es masajeado suavemente.

 

Entonces sonó mi teléfono, abrí los ojos en mitad del beso, escuchando aquella melodía que me había cortado completamente la sangre. Sus ojos también estaban entrecerrados y me sonrió con ternura antes de posar sus manos en mi pecho.

 

-Ves cógelo- Me susurro muy de cerca.

 

Emití un quejido con la boca cerrada y suspire levantándome de golpe de sus piernas, noté un chasquido interno y me sujete el trasero como si así fuera a calmar el dolor caliente que ms subía por los costado.

 

-Ahh.

 

-¿Channie estas bien?- Levante el dedo pulgar hacia arriba para no preocuparle y seguí con mis andares cojos hasta que encontré mi móvil.

 

Mire la pantalla táctil con el nombre de ese desgraciado.

 

-Dime Sehun, espero que realmente sea importante...

 

-Bueno...

 

-Suéltalo ya...

 

-¿Te corte un polvo?- Se mofo

 

-Sehun…

 

-Bueno, si, oye... A Tiffany se le ha ocurrido que vengáis a cenar a casa

 

-¿Y eso?- Me sorprendí, no recibíamos muchas invitaciones por nuestra condición de pareja homosexual,

 

-Le conté lo de Baekhyun y su amigo...

 

-Sehun...

 

-Ya lo sé, y lo siento, pero a ella no puedo ocultarle nada...- Bufe- Vamos, hemos conseguido hacer prometer a Luhan que se portara bien... - Oh, cenaríamos con el niño- Y sabes que eso es difícil- Que problema.

 

-Hablare con Baekhyun

 

-Vale...- Y espere a que colgara

 

Pero solo se oía su respiración al otro lado.

 

-Te llamare- Y colgué sin esperar a que contestara.

 

Deje el teléfono sobre el mueble de nuevo, me gire para volver con Baekhyun, pero el ya me había encontrado. Me miraba con sus ojitos de cachorro, preguntando sin hablar.

 

-Era Sehun...- Parpadeo de forma rápida y enarco una de sus cejas, sus ojos parecían querer saber más, y sus labios eran torturados por esos dientes blancos que los mordía sin piedad- Tiffany nos ha invitado a cenar- Hecho su cabeza hacia atrás claramente igual de sorprendido que yo- Podríamos ir... Así te despejas un poco...

 

Baekhyun cambio el peso de una pierna a otra mientras dejaba cae sus hombros, encorvándose un poco.

 

-No se Chanyeol...

 

-Baek, salgamos... Te vendrá bien- Sonreí intentando transmitirle comodidad y relajación.

 

-De acuerdo- Suspiro- Pero pronto a casa ¿Vale?- Asentí, palmeo mi pecho en una caricia algo brusca pero igual de tierna que las demás

 

Me lleve de nuevo el aparato al oído cuando Baekhyun se marcho de nuevo a sus quehaceres, a limpiar los críateles del suelo, por ejemplo. El teléfono marco tres tonos antes de que se descolgara.

 

-Hola~- La voz aguda de un niño, mire la pantalla por si me había equivocado de numero, pero se oyeron muchos ruidos al otro lado.

 

-Perdón, Luhan ya sabe descolgar el teléfono...

 

-Aprende deprisa ¿Eh?- Me reí un poco.

 

-Si, a ver si me arregla el ordenador- Esta vez nos reímos ambos.

 

-Oye, si que vamos- Dije con una sonrisa que él no pudo ver.

 

-Ah, genial ¿Alguna petición para la cena?- Pensé un poco.

 

-Baekhyun detesta el atún- Informe- Aunque si cae algo se lo comerá...

 

-Tranquilo, nada de atún

 

-Perfecto pues

 

-De acuerdo a las ocho en mi casa ¿Te parece bien?

 

-Sí, está bien- Concluí- Hasta luego.

 

-Chanyeol espera- Oí su suplica justo a tiempo- ¿Podrías venir a recogerme al club?- Espere- Dentro de un rato me tengo que ir a hacer inventario... Por favor y de ahí vamos a mi casa, mi mujer necesita el coche.

 

-Emmm...- Me había venido de repente y tan rápido que no podía pensar en las palabras adecuadas- De acuerdo supongo, Baekhyun y yo estaremos ahí antes.

 

-Muchas gracias amigo...

 

-Hasta ahora- Y colgué.

 

Me presente con los andares un  poco cojos aun en la cocina, donde Baekhyun ya estaba recogiendo los últimos cristales de gran tamaño con las manos.

 

-Te vas a cortar- Le avise, pero el sin guantes ni protección soltó el ultimo dentro de la bolsa de basura, me acerque bordeando la zona del accidente.

 

-Sehun dice de ir a recogerlo al club- El se encogió de hombros

 

Pase mis manos bajo sus brazos y rodee su pecho, el acaricio mis manos con sus largos y finos dedos de pianista.

 

-¿Por dónde nos habíamos quedado?- Se rio.

 

Bese su oreja y el tembló ante aquel contacto. Me volvía loco cuando jugaba con su cuerpo, me fascinaba como respondía ante mis caricias, ante mis gestos, ante mis palabras. Y a él le gustaba cuando yo gruñía debido a sus movimientos contra mis caderas o como de manera inconsciente me quedaba observando sus labios.

 

Cuando estuvo a punto de girarse se volvió a escuchar una melodía de llamada, esta vez era su teléfono.

 

-Que siniestro...- Parecía que alguna fuerza extraña no quisiera que besara y acariciara a mi novio en paz.

 

Me moví a un lado, dejándole pasar y desapareció en busca de su teléfono móvil.

 

En lo que tardo decidí sr solidario y ahorrarle la faena, recogí el cristal sobrante y pasar la escoba por si acaso.

 

Cuando volvió a mis brazos no tenía buena cara.

 

-¿Quien era?- Susurre.

 

-Una cosa del trabajo- Rápidamente busque sus ojos

 

-Baekhyun...

 

-No es nada, solo tengo que hacer un par de llamadas y ya está.

 

Su mirada iba y venía por las tablas de madera del suelo, se encontraba perdido, triste y dolorido, yo quería estar a su lado en todo momento, apoyándole hasta que pasara ese dolor de su corazón.

 

-Me iré a duchar y hare las llamadas, tu puedes ir mientras a por Sehun.

 

La duda asalto mi rostro y lo transformo a su gusto.

 

-Nos veremos en su casa, iré en taxi...- Me explico, sus labios finos y fosados se cerraron en una perfecta línea, de expresión dura, yo no dije ni una palabra

 

-Chanyeol tengo que hacer esas llamadas- Me replico en un tono algo enfadado.

 

Si sabía bien lo que querían decir esas palabras, y sabia que yo no podría estar delante cuando hiciera aquellas importantes llamadas

 

-Estaré bien, te llamare cuando salga vale...- No podía mentir asegurando que no estaba preocupado, el nudo en la garganta solo se hizo más fuerte y las ganas de abrazarlo y no dejarle ir se multiplicaban.

 

Asentí finalmente conformándome con una simple llamada.

 

 

 

Cuando se hizo la hora Baekhyun salía con el pelo mojado envuelto en una toalla azul. Yo estaba mas que cómodo en el sofá mientras me vencía un poco el sueño de la noche.

 

-Cariño casi son las siete y media, deberías empezar a mover...

 

-Voy...- Me levante con pesadez del sofá, me había cambiado de ropa hacia casi una hora y me había acicalado para la ocasión.

 

Pero el haber estado tumbado en el sofá deshizo el orden cuidadoso de mis cabellos, así que Baekhyun no tuvo más que acercarse y empezar a peinarme con sus dedos.

 

-Así...- Susurro para sí mismo, después ms miro de arriba a abajo- Estas guapo

 

-Gracias- le sonreí picoteando sus labios.

 

Mantuve su rostro mecido en mis manos mientras él me sonreía con los mofletes sonrojados debido al vapor de la ducha caliente.

 

Se me escapo la sonrisa de estúpido enamorado más grande del mundo. Podría haberme quedarme así el resto de la eternidad, solo me hacía falta él para sobrevivir, solo él para respirar.

 

Baekhyun enredó sus dedos con los míos, en sus mejillas, y bajo mis manos lentamente.

 

-Eres hermoso- Le susurre, el se sonrojo mas si podía.

 

-Y tu muy cursi...- Se burlo.

 

Chasquee la lengua echándome para atrás, y le pegue un pequeño golpe cariñoso en el brazo, abrió la boca indignado y me devolvió el golpe. Me sobe el hombro mientras reía.

 

-No tardes mucho, te echare de menos- Le confesé.

 

-Cursi...- Alargo la palabra en un tono agudo, como la típica burla de un niño pequeño.

 

-No soy cursi... Estoy enamorado.

 

-Y mas cursiladas...- Reí de nuevo mientras levantaba mi mano en forma de despedida, voltee y recogí las llaves del coche.

 

-Oye estúpido, ¿Ni un beso de despedida de esos apasionados que me echan para atrás?

 

-Temía parecer cursi- Hizo una mueca.

 

-Bésame Park Chanyeol- Se me escapo una carcajada mientras trotaba hacia él.

 

Le rodee la cintura con mis brazos para levantarle un poco, dejándole más o menos a mi altura. Nos miramos a los ojos, acercándonos cada vez más, sus pupilas se dilataban a medida que mis labios se acercaban a los suyos, un escalofrió caliente y grave me hizo entrecerrar los ojos y aumentar gradualmente mi respiración.

 

Cuando decidí romper la distancia, el me recibió gustoso. Delinee sus labios como si fuera la primera vez que los besaba, grabándolos en mi memoria como si no fuera a volverlos a ver jamás y entonces nuestras bocas comenzaron una lucha tibia, sus manos se hundieron en mi pelo recién peinado y masajeo las raíces. Le sentí temblar pegado a mi cuerpo cuando mordí su labio inferior, pero después me devolvió el ataque cuando apreso mi lengua entre sus dientes, el leve dolor era dulce y deseaba más. El aire pesado que pasaba de una boca a otra era exquisito y sabio tanto a él como a mí. Ese era uno de los momentos en los que éramos completamente uno, una sola saliva, una respiración, una persona, y sabía que no podía dejarlo ir, no dejaría que se separara de mí. Esa muerte instantánea que en la que nos ahogábamos por no poder respirar, era un instante bello y estimulante.

 

Volvió a su altura original, estirando la piel enrojecida de mi labio inferior con un chasquido los soltó, humedeciendo con su lengua la comisura de sus finos labios. Le tenía allí, frente con frente, con su respiración acelerada y sus mejillas enrojecidas del calor de nuestros besos, era hermoso, sus ojos irradiaban deseo contenido y sus cabello mojado se pegaba un poco a su sien.

 

Roce mi nariz con la suya y cerró los ojos, disfrutando de aquel simple contacto.

 

-Gracias...- Susurro- Muchas gracias Chanyeol...

 

Sonreí, no había nada más gratificante que oír a la persona que mas amas agradeciéndote.

 

-Sabes que estaré a tu lado... Pase lo que pase- Le confesé, aunque el ya lo sabía.

 

-Gracias, no sé que haría sin ti- Reí por lo bajo.

 

Aunque era yo quien debía darle las gracias, por cuidarme, por convertirme en mejor persona, por enseñarme a amar. Era realmente feliz con él.

 

-Te amo- Le susurre, el me miro con el brillo estrellado en sus ojos castaños

 

-Dios, y yo a ti Chanyeol, te amo, te amo...- Musito antes de volver a besarme con urgencia y hambre, de forma violenta y sonora.

 

Mi corazón se sentía a punto de estallar.

 

Conocía todo de él, sus hábitos extraños, como dejar la cortina corrida para que entrara luz por las mañanas; sus manías, como poner el volumen de la música en un número par, habían aprendido a vivir con sus cosas malas y había amado las buenas. Sabía cuando necesitaba un abrazo, cuando tenía que poner la mano en su espalda y acariciarle lentamente; sabia que cuando rozaba su hombro con el mío quería cariños y que cuando me decía que quería estar solo era porque  me necesitaba más que nunca.

 

Había aprendido a que un café podía ayudarle a mejorar la cara y que no se ponía la misma ropa en una semana. Tampoco le gustaba dormir con calcetines y odiaba que yo lo hiciera, además conocía su alto grado de sensibilidad, por lo que sabía que un "te amo" sincero significaba mas para el que regalos caros, y si tenía la suerte de escuchar esas palabras de su boca era porque me había convertido en el ser más afortunado de la tierra.

 

Y así me sentía, con ese ser humano tan perfectamente imperfecto entre mis brazos.

 

-Baekhyun...- Susurre su nombre en un estado de hipnotismo total

 

-¿Qué?- Contesto en el mismo tono, y desperté.

 

-T-t-tengo que irme...

 

Asintió mientras se soltaba y me dejaba ir.

 

-No tardes por favor- Le suplique.

 

-Tranquilo... Ten cuidado- Me lanzo un beso que atrape al vuelo y con una risita cerró la puerta.

 

Saque las llaves del coche, con mi corazón palpitando enamorado en mi cabeza, en mi estomago y en mi pecho. 

Notas finales:

 

 

Espero que les vaya gustando.

Un review una sonrisa ^^

Chu~ 


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