El bote se mecía suavemente, Kyuhyun podía sentirlo entre las suaves sábanas que lo cubrían. Lo que no podía sentir, eran los fuertes brazos que lo apretujaban hace cinco minutos. Con pereza abrió los ojos solo un poco para revisar sus alrededores, la fuerte luz que emanaba del tragaluz en el techo dificultaba su tarea, pero era evidente que su compañero ya no estaba con él.
Se reposó de la pared para sentarse un rato y aclarar su cabeza. Tenía una idea de todo lo que había pasado anoche, pero la resaca no le dejaba recordar con claridad. Igual sonrió un poco, si ya daba de que hablar en la sociedad, ahora tenía que ser noticia nacional.
El señor Cho llevándose a la cama a la nueva élite en su día de presentación. Era un nuevo record.
Su lengua estaba pesada y el estómago le gruñía como si estuviera en guerra con él. Entonces decidió que sería una buena opción buscar a Siwon y exigir comida. Se levantó con piernas temblorosas y buscó su calzoncillo por la pequeña habitación, sin éxito alguno, hasta que se dio cuenta que colgaba del llavín de la puerta.
Kyuhyun no puedo evitar la carcajada que le salió.
Abrió la puerta para encontrarse con una pequeña escalera y el olor intenso del mar. Subió los escalones lentamente, y no tuvo que buscar más, por que Siwon estaba justo en frente suyo. Usando solo un par de shorts blancos, con una mano manejaba el timón, y en la otra sostenía una lata de cerveza de la que tomaba pequeños sorbos de vez en cuando.
“¿Siempre bebes?”
“¿Ahora te levantas?”
Kyuhyun entrelazó sus brazos alrededor de la cintura de Siwon y dio un beso a su hombro derecho. “Me has dejado solo, esa no es una buena costumbre.”
“Lo siento. Tuve que devolvernos hasta la orilla porque me he dado cuenta de que no tenemos nada de comida salvo un par de cervezas y una botella de vino, y no solo de alcohol y sexo vivirá el hombre.”
“Eres terrible…”
“… No que a ti te moleste.”
Kyuhyun lo mordió, aceptando su derrota mientras Siwon se reía de lo adorable que este chico podía ser. “No pensé que habíamos viajado tan lejos. He estado manejando por media hora y todavía quedan un par de minutos para poder anclar.”
“No me fijé, anoche me estaban seduciendo con vino tinto y un viaje en bote. ¿En serio que no hay nada de comida?”
“Lo siento…” Kyuhyun apoyó su mentón en el hombro de Siwon, cerrando los ojos dejó que la brisa marina jugara con su pelo y con el de Siwon, descansando un poco más. “Si quieres puedes volver a la cama, yo te despierto cuando lleguemos.”
Kyuhyun se presionó más fuerte contra la espalda cálida del Choi y respiró profundamente. Olía a cerveza, mar y alguna otra fragancia que reconocía pero no podía identificar. “¿Y a donde vamos a almorzar, señor choi?”
“No sé. ¿Qué te apetece? Esta área es muy reconocida por sus mariscos. ¿Langosta?”
“¿Tratando de seducirme otra vez?”
“¿Muy obvio?”
“Un poco.” Kyuhyun abrazó fuertemente a Siwon una vez más y miró a la orilla que se aproximaba rápidamente. Todos los restaurantes y las pequeñas tiendas se alineaban y creaban una vista maravillosa. Kyuhyun estaba ansioso de probar sus comidas favoritas otra vez.
En menos de lo que pensaba, Siwon anclaba a la costa y se retiraba al cuarto a cambiarse, donde encontró a un Kyuhyun sonriente y ansioso. Le dio un beso rápidamente y lo tomó de la mano para guiarlo hacia afuera. De camino en la calle no podían tomarse de la mano, pero se mandaban miradas amorosas mientras señalaban a los distintos lugares y opciones que tenían. Uno de los restaurantes promocionaba un festival de todo lo que puedas comer y Kyuhyun no dudó dos veces en correr hasta el local. Siwon pacientemente lo siguió y vio como ya estaba en la fila del buffet. Se preocupaba más de la comida que de conseguir una mesa.
Una joven mesera se acercó a Siwon…
“¿Le gustaría una mesa?”
“Sí, por favor.”
“¿Está solo?”
“No, estoy acompañado.”
La joven asintió, pero se mostró un poco decepcionada. “Sígame por favor.”
Cuando Siwon se dio cuenta que la mesera quería colocarlos en una mesa en el medio del restaurante, rodeados de tanta gente sudorosa y con tan pocos modales, no pudo evitar tocar ligeramente el hombro de la joven. “¿Podría, por favor, darnos una mesa… más cerca de las ventanas?”
La joven se sonrojó ante el toque, pero entendió el mensaje que era transmitido. “Tenemos un área de balcón con vista al mar…”
“¡Perfecto!”
Siwon dio una pequeña mirada a Kyuhyun, todavía ocupado en el buffet, y siguió nuevamente a la chica. Pidió una botella del mejor vino tinto de la casa, tomó una copa delicadamente y empezó a beber a la espera de su compañía. Kyuhyun pronto apareció con dos platos llenos hasta el tope y quería ir a buscar más. “Creo que estarás bien por ahora, Kyuhyun.”
“Pero estos no son para mí, son tuyos.” Kyuhyun evitó la mirada embobada de Siwon al decir tales palabras.
“Estaré bien con uno solo.” Tomó el que estaba más cerca de él. “Siéntate, no quiero estar solo.”
Comieron en silencio por un buen rato, mirándose por encima de la comida de vez en cuando, pero ninguno se atrevía a empezar una conversación. Kyuhyun finalmente se armó de valor y decidió declarar sus preocupaciones.
“Entonces…. ¿Cuándo me vas a decir como pasaste a ser parte de la élite tan rápido? Porque, no te ofendas, la familia Choi no es muy conocida que digamos…”
“Pensé que no te gustaban los chismes.”
“No es cosa de chismes. Solo que me gusta saber un poco de la vida de mis noches pasajeras.”
Siwon se detuvo en seco. “Eso no es lo que los chismes dicen de ti, querido Kyuhyun.”
“¿Ves? ¡Tú sabes de mis cosas, pero yo no sé de las tuyas! Bueno, no es como si nadie supiera sobre mis cosas…”
“Kyuhyun, me gustas.”
Kyuhyun dejó caer la cuchara que sostenía en la mano y miró fijamente a Siwon, como si tratara de descifrar si lo que oía era real.
“S-Siwon.”
“Me gustas, y, quisiera tener una relación contigo. ¿Qué dices?”