Se hallaba caminando , en dirección a su hogar, tambaleándose ya que apenas lograba caminar, se agarraba el estómago como tratando de sostenerse, hoy se habían propasado con los golpes, esto ya no podía seguir así, pero que podía hacer? Nada. Absolutamente nada, era muy débil (según él) para poder defenderse así mismo, además al llegar a su hogar, le esperaba otra golpiza, pero esta vez no sería una golpiza de ese grupito de malhechores, sino que del ser que hizo posible su existencia, su padre, el ser que lo culpaba de la muerte de su querida esposa y también lo maltrataba por ser una abominación según él ya que el pobre chico maniático del pollo podía concebir, él era uno de los cuantos casos de hombres que podían concebir, aparte de su mejor amigo Kim Kibum un pelinegro de mirada felina, él apoyaba en todo a Onew, el pedía todas las noches por una salvación para su mejor amigo, quería que Onew no sufriera más.
…
Al llegar a su casa, entro sigilosamente para que su padre no lo sintiera llegar (cosa que fallo) sintió un gran dolor en su mejilla derecha, su padre lo había descubierto.
-CON QUE NO QUERIAS QUE TE DESCUBRIERA?! Ah Dios mío porque me diste esta abominación por hijo…- El hombre mayor solo suspiraba hacia el cielo, como pidiendo una explicación.
-Appa…Por favor, hoy no…me duele…-El chico castaño de cabellera un poco larga solo imploraba, era lo que siempre hacia, implorar para que no lo dañaran, cosa que nunca resultaba.
-Que te duele marica?! Ves que me importe?!-El hombre estaba perdiendo la paciencia, siempre lo hacía cuando veía a su hijo, la viva imagen de su difunta esposa EunSook, el simplemente odiaba al ser que le quito al amor de su vida por siempre.
-Appa…-El chico castaño solo sollozaba, no aguantaba esto, solo quería huir de allí, quería escapar. Pero dónde? Él no tenía donde ir, así que se las tendría que aguantar
…
Se hallaba en posición fetal sobre su cama, llorando como una magdalena, como no, si después de la golpiza que le dio ese ser que se hacía llamar Padre lo había golpeado de una manera que a cualquiera no le hubiera gustado recibir. El simplemente odiaba su vida, el solo deseaba desaparecer de la faz de la Tierra, quería dejar de existir, pero cada vez que intentaba acabar con su vida, algo se lo impedía, algo en su interior le decía que pronto iba dejar de sufrir, pero ya comenzaba a perder las esperanzas de a poco, al parecer su felicidad estaba como a mil años luz. Siempre, pero siempre rogaba al cielo por un poco de felicidad, el solo quería ser feliz, que alguien lo ame tal y como es, el solo quería dejar de ser la persona miserable y lastimera que era, él quería formar su propia familia, una familia que lo ame de verdad.
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Se había quedado dormido después de tanto llorar, y el grito que estaba provocando su padre desde abajo lo despertó, rio con amargura, recordando el sueño que tuvo, ni siquiera en sus sueños podía estar en paz, ni siquiera podía sentir amor, no se podía sentir dichoso ya que siempre algo lo arruinaba.
-JINKI TENGO HAMBRE PREPARAME ALGO ANTES DE QUE TE GOLPEE INCOMPETENTE!-Onew solo pudo acatar la orden de aquel señor, no quería ser golpeado nuevamente, ya estaba sumamente delicado como para poder aguantar otra golpiza. Con cuidado bajo cada escalón, le costaba respirar, al parecer le habían roto algunas costillas, pero se aguantaba como siempre el dolor. Después de haberle preparado algo de comer al hombre mayor , se fue a su habitación, hasta el apetito se le había ido, no deseaba comer. Por lo menos no por hoy.
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Al cabo de unas horas, la noche llego, podría descansar por unas horas, y eso lo agradecía. Como lo hacía todas las noches, rezaba para que Dios escuchara su petición.
-Dios…sé que estas allí, sé que soy insistente, pero por favor, podrías enviarme un ángel guardián que cuide de mí, sé que soy egoísta, pero en verdad, necesito que alguien cuide de mí, que me proteja, si sigo así, no sé qué ocurrirá conmigo, ya no aguanto los golpes de mi padre ni los de TaeMin y su pandilla, solo quiero descansar, ya no aguanto este martirio, quiero ser feliz…Realmente es mucho pedir?-Se quedó en silencio solo unos minutos para después proseguir-Solo eso, gracias por escucharme cada noche-Después de su tan amarga petición, entre sollozos y suspiros ahogados se recostó en su cama para así, al fin poder descansar unas cuantas horas de su Padre.
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Se despertó por un balde de agua congelada en su rostro, ya sabía quién lo había despertado.-Hazme de desayunar, tengo hambre- Y sin más el pobre Onew se levantó, acatando como siempre las ordenes de su preciado padre.
Después de haberle hecho el desayuno el malvado hombre desapareció por aquella puerta, agradecía que era fin de semana, por fin descansaría de el por dos días y también descansaría de TaeMin, ese chico aunque tuviera una apariencia frágil y una cara de niño inocente, en verdad era un demonio, engañaba a todos con su carita de ángel, nadie creía que Lee TaeMin, el alumno predilecto pudiera ser de esa manera, tan ruin y malévolo.
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Al cabo de unas horas, después de que termino de hacer el aseo en todo su hogar (con mucho esfuerzo) al fin pudo dar un suspiro de relajo. O eso creyó, ya que estaban tocando desesperadamente el timbre de su hogar, Onew se levantó con mucho pesar de su lugar, y se encamino a paso lento hacia la entrada, cuando abrió la puerta, deseo no haberla abierto, porque allí se encontraba Kibum y su hermano mayor JaeJoong (que era doctor).
-POR DIOS! ONEW MIRA COMO ESTAS!-Exclamaba un pelinegro que hacia interrupción en el hogar del castaño.-JaeBo te lo dije, ese mal parido lo golpeo-El mayor de los tres se adentraba al hogar, cerrando la puerta, para luego dirigir al convaleciente Onew al sofá más grande de la estancia para poder revisarlo.
-Onew, solo fue tu padre el que te golpeo?- Interrogo JaeJoong
-No…También fueron TaeMin y su pandilla-El pelinegro, se levantó enfadado por aquella confesión, de un momento a otro sus manos estaban hecha puños y blanquecinas por la fuerza que ejercía al mantenerlas tan apretadas.
-Ese mal parido, ya se las verá conmigo- Kibum solo susurraba entre dientes, estaba bastante furioso, ya se desquitaría con TaeMin.
-Bummie, por favor no te metas en problemas por mí-El pelinegro lo miro indignado.
-Cómo puedes siquiera decir eso Pollo? TU ME PREOCUPAS, ERES COMO MI HERMANO ONEW! QUE NO ME META CON ESE TARADO CARA DE MUJER?!-
-KIBUM CALLA! Y tu Onew saca tus documentos iremos a mi hospital- Los menores solo asintieron, cuando JaeJoong se enojaba, era peor que Kibum, y ni hablar de HeeChul, era MUCHO peor que JaeJoong y Kibum juntos, el mayor de los hermanos Kim era una bomba atómica cuando explotaba, acababa con cualquiera que lastimara a uno de sus seres queridos (incluyendo a Onew)
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No tardaron demasiado en llegar al hospital donde trabajaba JaeJoong, ahora se encontraban haciéndole unas radiografías a Onew, para verificar que no tuviera ningún hueso roto.
Al estar en la sala de curaciones, Kibum miraba afligido a su amigo, él solo deseaba que Onew dejara de sufrir, no quería volver a verlo de esa manera, con los ojos hinchados por haber llorado, y nunca más volver a verlo en ese estado, todo golpeado, y con las costillas rotas.
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Onew volvió a su hogar si así le podía llamar, Kibum y JaeJoong lo acompañaron, inclusive le hicieron de cenar, y le dejaron la comida hecha para la mañana siguiente, para que no tuviera que esforzarse en lo más mínimo.
…
Ya se había hecho de noche y Kibum junto a JaeJoong partieron a su hogar, pero mañana vendría Kibum a visitar a su mejor amigo, todos querían a Onew ya que él era una persona pura de sentimiento, aunque lo odiaras con toda tu vida y le desearas lo peor, él siempre te perdonará y deseara lo mejor para ti.
Y así transcurrió la semana, se encontraban a 14 de Diciembre, era el cumpleaños de Onew, hoy era su décimo octavo cumpleaños, y como todos los años, madrugaba y se dirigía al cementerio, donde se hallaba el cuerpo de su amada madre EunSook a quien jamás tuvo la oportunidad de conocer, pero si la amaba.
...
Se hallaba en un lugar un poco lúgubre, ya que era un poco temprano, aun no amanecía, pero como siempre, era puntual con el ser que le dio la vida y sacrifico la suya por que el viviera. Onew se había vestido como en todas las ocasiones que visitaba a su difunta madre, un traje negro, una camisa blanca, una corbata negra y zapatillas convers del mismo color que el traje y la corbata, también compro unas rosas blancas (las favoritas de su madre), el blanco significaba pureza y eso describía perfectamente a Onew, un ser puro de corazón. Ya se hallaba en el lugar de su madre, el comenzó a limpiar la lápida y luego comenzó con la charla que siempre mantenían cuando la visitaba.
-Hola Umma, Como has estado?...Espero que bien, sabes Appa también está bien, pero como siempre te extraña.-Onew hizo una pausa y miro a cielo para soltar un sonoro suspiro-Sabes que a ti no te puedo mentir, ya que desde allí arriba ves todo lo que me ocurre, si…me duelen sus golpes, pero más me duele lo que me dice. Pero aun así lo amo, es mi padre después de todo no?...Sabes Umma, eh estado trabajando en secreto, sin que Appa se entere, trabajo en una cafetería, Noona Amber es muy buena conmigo, es como mi hermana mayor, y ella me ha visto los golpes, aunque los cubra con BB Cream ella igual se da cuenta, es muy buena conmigo. Lo que no entiendo es…Por qué todos son buenos conmigo excepto mi Appa? Tanto me odia Umma?-JinKi se quedó en silencio por un momento, ahogando el llanto que se aproximaba, él tenía una regla, y era nunca llorar frente a la tumba de su madre, de repente un viento soplo, él sabía que era su querida madre –Gracias Umma, te quiero.-Sin más Jinki se levantó y beso la lápida de su amada madre-Umma, te vendré a ver el próximo año ok?, quizás para ese entonces ya sea feliz-El castaño le dedico una melancólica sonrisa a la lápida de su madre y luego partió de allí, sin más.
…
~En Otra Parte De Seúl~
-Y Joon que es lo que buscas exactamente?-Preguntaba un chico alto, con cabello negro con ondas hasta los hombros y unos enormes ojos cafés.
-No sé exactamente Minho-Respondió un pelinegro.
-Yo si se lo que busco-Ahora se adentraba un chico bajo, de tez morena y cabello platinado con una mirada de cachorro.
-Así que tu si sabes que buscas Jjong?-
-Así es Joon, yo vengo con la mente clara. Todavía recuerdo como si fuera ayer que lo vi-El bajo soltó un suspiro, pero de esos suspiros que suelta un tonto enamorado
-Perro, no me digas que vienes a por Kibum?-El chico más alto los hizo detenerse, para luego colocarse frente al más bajo
-Así es rana, vengo por mi Bummie- El moreno sonrió lascivamente para continuar caminando, mientras sus otros dos amigos lo miraban sorprendidos, en todos estos años nunca lo había venido a buscar, pero ahora que el chico cumplió hace tiempo la mayoría de edad, lo ha venido a buscar para llevárselo con él.
-Valla, pero este perro sí que tiene las cosas claras-
-Minho, ahora que recuerdo, tú también tenías un elegido-
-Pues sí, pero ahora ya no es el mismo niño inocente que era. Sus padres tienen la culpa de que se haya vuelto así, y lo peor, siempre se desquita con el mismo chico-
-Tanto cambio?...pero que digo, no nos debemos sorprender, si nosotros somos los mismísimos demonios Jajaja-
-Y tú eres Lucifer….-El chico de ojos grandes observaba a su amigo, ambos tenían una mirada penetrante y una sonrisa lasciva en sus rostros para luego observar al chico más bajo del grupo llamándolos para que se apresuraran.
-Tienes razón, no nos deberíamos impresionar, los demonios están para corromper las almas más inocentes y puras, ninguna se nos escapa.-
-Pues veras, si hay una-Joon volteo a ver a su amigo que sonreía de una manera un tanto extraña, una manera terrorífica
-Y quien sería esa alma?-Dijo el con la curiosidad dominándolo.
-Recuerdas que te conté recién que Tae se desquitaba con un chico?-
-Aja-
-Pues ese es el chico, tiene la peor vida de todas, es maltratado por TaeMin y al llegar a casa sufre maltrato de parte de su padre, pero aun así, con todo lo que sufre, siempre perdona a sus agresores, ese chico de verdad tiene un corazón de oro-Cuando Minho termino de decir aquello una sonrisa maléfica se formó en el rostro de Joon.
-Sabes rana, creo que eh encontrado mi pasatiempo aquí en la Tierra –
-Corromper el alma de ese chico?-
-Así es, el alma de ese chico será mía, no se la daré al que está arriba, si me entiendes?-Joon señalaba al cielo, por nada del mundo diría el nombre del que se hallaba en ese lugar.
-Claro- El alto le guiño un ojo para luego dirigirse donde estaba el platinado. Joon solo pudo sonreír ante la idea de corromper un alma tan pura como la de aquel chico, ni siquiera sabía el nombre de su víctima, pero ya le comenzaba a gustar esto.