Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Y ahora........ que haremos? 2 EL DIVORCIO por desire nemesis

[Reviews - 115]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

^^

volvio el humor

onegai no me maten

ya sere dramatica luego

 

¿Por qué dejaste de cantar? Cantas muy bonito—le dijo el peliverde.

 

Gracias—dijo el rubio mientras asumía las palabras antes dichas por el otro—Es que… la persona a quien te recuerdo—

 

¿Si?—preguntó el inocente Thrusdale.

 

Pues… esa persona… me hizo algo malo—le explicó el ojos mieles.

 

¡Entiendo! ¿Qué te hizo?—preguntó el abogado.

 

¿Por qué quieres saber?—preguntó el rubio.

 

Quiero saber que tan malo es—explicó el peliverde.

 

Yo tenía una pareja y él me la quitó—le respondió el cantante.

 

¡Ah! ¿Era tu novia o tu esposa?—preguntó el ojos verdes.

 

Ninguna de las dos. Era… mi marido—dijo el que iba guiando.

 

¿Tú qué?—preguntó Zane con cara de espanto.

 

Jouno volteó. Después de tanto tiempo al lado de Seto se había acostumbrado a esa reacción—¡Así es!—contestó sin pena ninguna. Ya era un adulto maduro y no podía sentir eso—Seto y yo nos casamos hace muchos años y tenemos hijos—

 

¿Los adoptaron?—preguntó casi pasmado Zane.

 

¡No! Por cosas de la vida yo puedo engendrar hijos. Tenemos cinco—le contestó el melado.

 

¿Y eran felices?—preguntó el peliverde y la tristeza cubrió de inmediato los ojos de Jounichi—Si, mucho. Es por eso que odio lo que está pasando—

 

¿Y no hay forma de arreglarse?—preguntó el peliverde.

 

Tal vez si volvemos—respondió el rubio.

 

Dirás cuando volvamos. ¿No?—preguntó el otro y mirándolo el mayor recordó que tenía más o menos la edad de Nowaki, estaba asustado, podía sentirlo y por eso dijo lo que el otro quería oír—Cuando volvamos—

 

De pronto Zane se puso blanco.

 

¿Qué sucede?—preguntó preocupado Katsuya y de pronto se dio cuenta de que el otro miraba por encima de su hombro--¿Qu… qué hay detrás?—

 

Sin pronunciar sonido pues no podía el otro articuló la palabra con sus labios.

 

U-N T-I-G-R-E

 

¡A CORRERRRRRRR!—dijo en un alarido el joven ojos mieles mientras corría hacia él y lo tomaba encima de su hombro.

 

Ya estaba acostumbrado.

 

En otros tiempos ser perseguidos por animales salvajes era moneda corriente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

IMAGEN

 

Una selva en el ocaso donde por ciertos lugares puede verse el mar que baña sus costas. Grandes árboles verdes que dan cabida a millones de aves y otras tantas criaturas, entre las cuales se encuentran un par de nada habituales hominidos blancos nada especializados en la autoconservación en lugares paradojalmente hermosos.

 

En suma:

 

Dos tontos subidos a un árbol en medio de una selva plagada de animales e insectos sin ninguna aptitud física para defenderse.

 

¿Estas seguro de que no suben?—preguntó el más alto mirando de manera preocupada al felino que bajo ellos arañaba la corteza del árbol en que se habían subido.

 

Si, lo ví en el Discovery Channel—dijo el rubio. “Y espero que sea cierto” pensó al unísono.

 

¡CACAA! ¡CACAA!—gritaron desde muy cerca paralizando momentáneamente a los dos que después de un segundo se dieron cuenta de que era un inofensivo pájaro.

 

¿Qué rayos pasa contigo?—le gritó al pájaro medio bobo el de ojos mieles--¡Cierra el pico o te hago en escabeche!—le ordenó.

 

El ave ladeó la cabeza como no entendiendo lo que el otro decía.

 

¡Con razón los de tu especie se extinguen tan rápido!—se ufanó Jouno.

 

¿Por qué no dejas tranquilo al pájaro? Se puede enojar—advirtió Zane.

 

¿Y que va a hacer?—preguntó muy confiado el melado.

 

Demasiado confiado.

 

¡Tuck, tuck, tuck!

 

Jouno miró hacia el ave de nuevo.

 

¡Tuck, tuck, tuck!

 

Estaba picando, o más bien taladrando el tronco.

 

¡Tuck, tuck, tuck!

 

¡Oye! ¡Deja eso, ave fea!—le gritó el cantante aventando sus brazos tratando de asustarla con eso cosa que no pareció funcionar.

 

El ave simplemente lo miró ladeando otra vez su cabeza y al parecer…

 

¿Frunciendo el ceño?

 

¡TUCK, TUCK, TUCK!

 

Ahora si se pusieron bravas las cosas mi hermano—dijo el peliverde y el otro lo miró.

 

¿Cómo era que de pronto hablaba como un puertorriqueño?

 

¡TUCK, TUCK, TUCK!

 

¡Oye no! ¡Vete ave sobre desarrollada! ¡Vete! ¡Vete!—gritó Jounichi.

 

Eso ya probó no ser muy eficaz, chico—dijo el joven ojos verdes.

 

¡Basta tú también!—gritó Katsuya sintiendo que empezaba a enloquecer.

 

¡TUCK, TUCK, TUCK!

 

¡Crack!

 

Los dos miraron la rama.

 

¡TUCK, TUCK, TUCK!

 

¡Crack, crack!

 

¡No, no, no!—gritaron al unísono a la ave derribadora.

 

¡TUCK, TUCK, TUCK!

 

¡CRACK!

 

¡NOOOOOOOOO!—gritaron mientras caían al vacío.

 

El ave tenía un aspecto.

 

De no saber que las aves no tienen labios hubiera jurado que…

 

Sonreía.

 

¿Imposible, no?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por suerte la rama cayó sobre la cabeza de cierto felino sobredesarrollado, pensó el ojos mieles mientras se levantaba quejumbrosamente del suelo.

 

¿Zane? ¿Dónde estás?—preguntó al aire y nadie le respondió.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A cien millas de distancia un helicóptero con una insignia muy particular tomaba tierra en la costa del golfo de Bengala.

 

Primero bajo un muy digno hombre de ojos azules, con un traje de fajina tipo ejército, lleno de bolsillos con cosas necesarias para esa excursión. Después bajó su hijo el cual se le parecía, excepto por su pelo negro, con la misma apariencia.

 

Después bajó una pelirroja de ojos mieles con mirada desconfiada y un traje caqui con bermudas en vez de pantalones. Luego un par de gemelos con la misma indumentaria. Y por último…

 

¿Por qué me tengo que vestir como ellos?—preguntó un incómodo Atticus Rhodes haciendo referencia a su traje caqui. El era un hombre grande y quería vestirse como Seto y Nowaki.

 

No nos quedaban más trajes como estos—mintió el pelinegro con una sonrisa ganadora en el rostro.

 

Su padre empezó a caminar sin prestar atención a la discusión. Lo que le importaba era encontrar al cachorro.

 

¡Padre! ¿No es peligroso adentrarnos en una selva que no conocemos cuando oscurece? ¿Por qué no nos quedamos y empezamos la búsqueda mañana?—preguntó Nowaki.

 

Seto sintió que no era para nada descabellado lo que proponía su hijo teniendo en cuenta que con él iba su familia pero la idea de no buscar a Jounichi.

 

¡Quédate tranqui hermano!—dijo Joey--¡Aquí tenemos todo lo que necesitamos! No se perderán esta vez—mencionó apuntando a la tablet que portaba.

 

El pelinegro frunció el ceño: “¡Maldito mocoso insolente!” dijo para sus adentros mientras lo miraba penetrar en la frondosa arboleda casi deseó que todos se perdieran para darle con un caño al insolente con cara de egomaníaco.

 

Seth seguía a su gemelo sin ganas de defenderlo o atacarlo por el momento. Seto sonrió al reconocer en la actitud y las palabras de uno de sus hijos menores la actitud del que ahora tal vez se hallaba perdido en esa selva.

 

 

 

 

 

Nota del autor: PARA LOS QUE NO LEYERON O NO RECUERDAN DE LA PRIMERA PARTE.

JOEY TIENE PELO CASTAÑO Y OJOS MIELES.

SETH TIENE PELO RUBIO Y OJOS AZULES.

PERO AMBOS TIENEN EL ROSTRO DE JOUNO CON EL PEINADO DE SETO.

Notas finales:

espero les gustara

yo disfrute mucho el escribirlo

que le habra pasado a zane?

yare no me mates

^^

ja ne


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).