Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Y ahora........ que haremos? 2 EL DIVORCIO por desire nemesis

[Reviews - 115]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

¡Rayos! ¡Tú y tus jugarretas! ¡Ni en mil años yo…!—pudo decir el ojos mieles antes de que su esposo le tapara la boca con la mano.

 

El ojos azules se puso un dedo sobre la boca indicando silencio—Es mejor que no grites así. ¡Yue podría despertar y asustarse!—le recomendó Seto.

 

Era algo plausible y el otro se vio obligado, de mala gana, a darle la razón y asintió pero se dio cuenta después de eso de qué venía la cosa cuando el otro comenzó a retirar su mano sus labios se le acercaron.

 

¡Pero en un cuarto de huéspedes!—dijo Jouno antes de salir corriendo de ahí.

 

Kaiba sonrió. Era bueno tenerlo de vuelta en casa. La primera fase de su plan estaba en marcha. Pronto tendría a su cachorro de nuevo para si.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estaba asustado. Junto a él en esa mansión donde habían criado a sus hijos era el cebo perfecto para que le perdonara o por lo menos tratara de olvidar.

 

Sabía que Seto allá afuera no dejaba de elucubrar para  recuperarle y… por un lado se sentía bien pero por otro… su corazón tenía miedo de seguir siendo lastimado por ese hombre fatuo.

 

Te amo Seto pero eres demasiado para mí—dijo al aire de la habitación vacía.

 

Discó un número en su celular.

 

Moshi moshi—respondieron desde el otro lado.

 

Perdón que le moleste doctor Thrusdale—dijo el rubio.

 

No me molesta y por favor recuerde llamarme Zane. ¿Qué pasa?—preguntó su abogado.

 

Es por lo que hablamos hoy—dijo el ojos mieles y de inmediato se oyó un cambio de voz en el otro lado de la línea.

 

¿Qué ha hecho?—Zane sonaba preocupado.

 

Nada grave, no se preocupe—le calmó el cantante.

 

Si, me preocupo, es mi deber. ¡Dígame por favor que le ha hecho Seto Kaiba!—dijo el doctor en leyes. Jouno le contó—Era de prever. Ya me había dicho que intenta que vuelva con él. Lo importante es que usted se mantenga firme y no le de la ocasión de…--añadió.

 

¡No es tan fácil! ¡Nunca lo es con Seto! Sospecho que mañana inventará algo para que permanezca aquí. Una vez me dijo: “Atrae a una mosca con miel, les gusta y cuando se dan cuenta de que están atrapadas en lo pegajoso es muy tarde”—dijo el esposo de Kaiba.

 

¡Entiendo! ¡Dígame exactamente que quiere de mí!—exclamó el abogado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Muy temprano por la mañana Jounichi salió de su habitación rumbo a la calle tratando de esquivar a Seto pero el ex rey de los duelos era un estratega excelente y no se le había pasado por alto esa opción.

 

Estaba en el estar, junto a las escaleras tomando su café en vez de usar el desayunador que siempre utilizaba.

 

Sabía que intentarías irte a hurtadillas. Es muy propio de ti—dijo el castaño.

 

¿Me estás llamando cobarde?—preguntó el rubio.

 

¿Qué es una persona que prefiere huir antes de resolver sus problemas hablando como gente adulta?—le contestó Kaiba.

 

Me insultas por dos veces además. Cobarde e infantil. ¿Así piensas que llegaré algún día a perdonarte? ¡Déjame decirte que vas mal encaminado!—contestó el ojos mieles dirigiéndose a la puerta, pretendiendo pasar a su lado.

 

Seto con la rapidez que le caracteriza se alzó de su asiento y fue por él y tomándolo de un brazo le dijo--¡Tú no te irás! ¡Vas a escucharme! Pese lo que te pese—

 

Los ojos del rubio mostraban que no lo decepcionaba su actitud—Ya lo esperaba—dijo—Pero no creas que no me preparé—advirtió.

 

El castaño aguzó la vista. ¿De que hablaba el melado? ¿Qué podía hacer en esa situación? De seguro blofeaba. De pronto recordó que como duelista Katsuya no era tan malo. Le había dado una que otra sorpresa.

 

El timbre sonó y el mayordomo atendió--¡Señor Kaiba! Le buscan—

 

Sin voltear el ojos azules le dijo--¡Dígale a quien sea que vuelva luego!—

 

¡Me temo que eso no podrá ser!—dijo una voz desconocida para el CEO. Ante este su marido sonrió triunfal y él supo que se trataba de las contramedidas preparadas por el melado.

 

Se volteó y fue un golpe terrible. Verse reflejado de tal manera. Conocía a Thrusdale. De hecho este había estudiado en una de sus academias pero verlo ahí, que venía por su cachorro. De inmediato su mano se cerró con más fuerza sobre el antebrazo de su marido. No. No le dejaría llevarse a su cachorro. No a él. Por alguna razón sus sentidos se pusieron más alerta que de costumbre. Jouno lanzó un quejido.

 

¿Qué te sucede?—preguntó sorprendido el ojos mieles y entonces vio la posición que adquiría Seto frente a Zane, entre ambos y su mirada, era como un perro con un hueso que defendía de otro perro.

 

¿Eran celos?

 

¡Seto! ¡Déjame ir!—le ordenó.

 

¡No! ¡Tú no te vas!—dijo el ojos azules con la fiereza de su mirada fija en su rival que por el momento no era tal aunque él se sentía intimidado de alguna manera por la presencia de otra persona en los alrededores de su esposo. Y entonces recordó.

 

“¿O que pasaría si yo encontrara a alguien más? Alguien que me recordara a ti”

 

Palabras dichas con enojo que él pensó que eran fruto de tal emoción pero ahora, viendo al otro esas palabras se le antojaban una verdad inconcebible. La única forma en que podría perder al ojos mieles era contra sí mismo. Él era la única debilidad del otro y al verse en el otro sintió un profundo temor de perderlo sin tener oportunidad. Por eso lo estaba reteniendo por la fuerza.

 

¡Nadie podría quitarle a su cachorro!

 

¡Ni siquiera él mismo!

 

Le ruego señor Kaiba suelte al señor Katsuya. No me obligue a tomar medidas que he reservado en el caso de que eso sucediera—le advirtió el lego.

 

¿Y que me hará?—dijo el castaño con el lenguaje combativo de siempre.

 

He sido acompañado de efectivos de la policía para asegurar la salida de su marido de su domicilio bajo orden de un juez con el que preparamos todo previendo que esto sucediera. Su propio esposo firmó esta petición así que la legalidad de esto no se discute—dijo el joven peliverde.

 

Jounichi temió que le quebraría la muñeca por la fuerza que empezó a imprimir el otro.

 

¿Qué tienes que ver tú con esto?—preguntó el ojos azules. Hasta donde él sabía el otro era duelista así que solo podía haber un motivo…

 

Soy el abogado del señor Katsuya. Mi bufete es el que le envió los papeles de la demanda—dijo el ojos verdemar.

 

Entonces Seto recordó ese detalle. De mala gana soltó al otro.

 

¡Eres un idiota!—dijo el otro frotándose su adolorida muñeca—¿Me quieres recuperar así?—preguntó después.

 

Seto vio lo que le había hecho y sintió la culpa de su acto fallido. Él no había querido que las cosas fueran así. Él quería…

 

Nos veremos en la vista (vista es reunión con un juez para ver si habrá un juicio o no)—dijo el peliverdemar antes de irse acompañado del ojos mieles.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los ojos del otro estuvieron tristes durante el trayecto y el ojos verdes le dijo—Lo decepcionó. ¿Cierto?—

 

Estoy acostumbrándome—respondió el otro con voz sin ánimo.

 

Eso no es cierto—respondió el otro y el rubio lo miró—Nunca nos acostumbramos a que los que amamos nos decepcionen—

 

¿Alguien lo ha decepcionado?—preguntó con interés Jouno.

 

Zane asintió—Creí que el era distinto. Confíe en él. Era mi mejor amigo. Jamás pensé que haría algo como lo que hizo—dijo aparcando frente al hotel de Katsuya—Tengo que hablarle de algo muy importante antes de seguir con el divorcio. ¿Podemos discutirlo en su habitación?—ante la repentina pregunta el otro asintió algo conturbado.

 

Ya en la habitación el rubio le ofreció un té y el otro aceptó.

 

¿Y bien? ¿Qué era eso?—preguntó.

 

Debo confesarle algo antes de continuar representándole—dijo el ojos verdes. El otro le miraba sin parpadear, intrigado—Recuerdo que usted me dijo que no sabía quien era el que estaba con su marido en esa foto. La persona con la cual lo engañó—el otro asintió, la repentina mención al otro en juego le dolió pero era algo por lo que debía pasar. Pensó que el otro había investigado al sujeto por lo que lo que siguió lo dejo helado—Yo lo conozco. Es el amigo de quien le hablé en el auto--

 

Notas finales:

¿Que hara joey con esta confesion?

¿dejara de ser zane su abogado?

ja ne

^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).