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¿Y ahora........ que haremos? 2 EL DIVORCIO por desire nemesis

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Debo confesarle algo antes de continuar representándole—dijo el ojos verdes. El otro le miraba sin parpadear, intrigado—Recuerdo que usted me dijo que no sabía quien era el que estaba con su marido en esa foto. La persona con la cual lo engañó—el otro asintió, la repentina mención al otro en juego le dolió pero era algo por lo que debía pasar. Pensó que el otro había investigado al sujeto por lo que lo que siguió lo dejo helado—Yo lo conozco. Es el amigo de quien le hablé en el auto—

 

¿De qué…? ¿Tú y él…?—preguntó el otro a medias mientras se sentaba víctima de la impresión.

 

Si. Sé que lo que ha hecho es imperdonable, ni siquiera puedo reconocerlo. Desde niños hemos sido amigos y ahora… Se lo digo porque tal vez, considerando esto desee cambiar de abogado y es entendible teniendo yo relación directa con la persona…--trataba de explicar Zane que se veía muy afectado.

 

¡Debió ser difícil!—dijo la voz sin ánimo del rubio que miraba al suelo con una mirada dolida.

 

Esto…--trató de buscar las palabras el lego.

 

Pero aún así me lo dijo. No me lo ocultó y se lo agradezco—dijo el ojos mieles y entonces levantó su mirada con una sonrisa agradecida.

 

Sin saber muy bien porque el peliverde sintió la calidez de esa sonrisa y agradecido le dijo—No tiene que hacerlo. Era mi deber—

 

El deber de Seto era cuidarme de sufrir de nuevo por su culpa y sin embargo esto pasó. No todos cumplen sus deberes doctor-sama. Arigatou—expresó el cantante antes de inclinarse.

 

Thrusdale se sorprendió de lo agradable que podía ser su cliente y sonriendo también se inclinó al estilo japonés y respondió—Soy yo el que agradece su confianza, pero por favor sígame llamando Zane—

 

Si usted me llama Jouno—advirtió el rubio y ambos se sonrieron. El ojos mieles ofreció más té.

 

No, gracias. Si tomo más té me disolveré. Volveré a mi oficina si no se le ofrece nada más—dijo el otro levantándose de su asiento.

 

Se me ofrece—dijo Jounichi y el peliverde lo miró expectante—He sabido de una casa de té estupenda que ha abierto hace poco. Me enteré por mi antiguo agente y me preguntaba si me acompañaría—añadió.

 

Yo…--dijo el otro sorprendido.

 

Sería una forma de agradecerle por el salvataje de hoy—dijo con una sonrisa el ojos mieles y el ojiverde no pudo rehusarse.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Seto no iba a quedarse tranquilo después de lo sucedido en su casa e investigó al susodicho. No podía negar que el otro se le parecía y lo que le inquietaba era que parecía estar en confianza con su cachorro.

 

Él era por encima de todo un hombre que logró siempre todo lo que se propuso. Y ahora se proponía a recobrar a su pareja y para ello estaba dispuesto a cualquier cosa. Los resultados de sus investigaciones por internet eran inquietantes.

 

Parecía que después de dejar de duelar por problemas de salud se dedicó al derecho con tanto éxito que a su joven edad era un reconocido abogado. Era decidido y muy bueno en su trabajo lo que también le hacía parecerse a él.

 

Kaiba estaba inquieto así que respondió con mal humor cuando su secretaria le anunció—Señor Kaiba. Atticus Rhodes está al teléfono, desea hablar con usted—dijo ella.

 

¡Invente algo! No quiero hablar con él—le anunció.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Del otro lado de la línea Atticus percibió la situación sin que se la dijeran pues la excusa que la asistente del millonario le dio era muy tibia.

 

Era una pena. Solo deseaba disculparse por todo lo ocurrido con su esposo. Aunque en realidad no era su culpa, recordó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estaba en el nuevo evento del campeonato de duelos, tanto como artista como duelista. Kaiba estaba allí. Parado frente a un ventanal con la mirada seria dirigida hacia fuera, lo notó como frustrado. Sabía que su marido se encontraba fuera en una gira y pensó que ese sería el motivo de que estuviera así.

 

Para animarlo tomó dos copas de un mesero y le ofreció una. El otro al darse cuenta de que estaba parado a su lado lo miró con un mosquito al que consideraba si aplastar o no. Después de un momento tomó la copa con mala gana.

 

¡Pensé que extrañaría a Katsuya san!—le dijo.

 

¿Lo conoces?—preguntó interesado el ojos azules antes de beber el primer trago.

 

No, señor. Bueno si—dijo el ojos mieles.

 

¡Decídete! ¿Le conoces o no?—preguntó Seto con su habitual calidez.

 

Bueno. Quiero decir que lo conozco como todo el mundo—afirmó el castaño más bajo.

 

Entiendo—dijo el CEO antes de volver su mirada afuera.

 

Debe extrañarlo. No es facil separarse de la persona que uno quiere. No saber si está bien, si lo necesita a uno—dijo Rhodes y eso quizá fue lo que llamó la atención del millonario y por ello hablaron un poco.

 

Durante la fiesta Seto tomó otras bebidas, quizá por su estado depresivo y en un momento Atticus se lo encontró en un balcón salón del hotel que usaron para el evento y decidió llevárselo sin que nadie se diera cuenta para que no hubiera escándalos, como un titular diciendo: “Kaicho de Kaiba Corp encontrado durmiendo la mona en un exclusivo hotel donde se desarrollaba uno de sus eventos” acompañado de una foto.

 

En el mostrador pidió una habitación luego de sentarlo en la escalera para que nadie lo viera. Planeaba dejarlo ahí y que al día siguiente al despertar volviera a su casa tranquilo.

 

Como es fácil de adivinar no lo llevó cargando. Sino que apoyando su peso en un hombro lo hizo caminar. Habían entrado y cerrado y se dirigían a la cama cuando con voz beoda el otro le dijo después de mirar su rostro--¡Cachorro! ¿Has vuelto a casa tan temprano?—

 

No, yo no…--pero el otro cortó sus palabras con un beso tan intenso como la embestida del mar embravecido. Seto era muy bueno besando, debía admitirlo y aunque intentó llamar su atención ante el hecho de que él no era su esposo el otro no quiso escuchar y él, pues, en verdad no se había opuesto con verdadera fuerza. Luego sus manos eran tan expertas que en un momento aunque no debió sentirse atraído físicamente por un hombre casado pues… él no era de piedra.

 

Seto también era muy fuerte y aunque lo llevó a la cama a trompicones no pudo escapársele. Aunque sería injusto llamar a eso una violación porque él en verdad no se defendió con fuerza ni gritó con verdadero tono de auxilio por lo que eso debió hacer sentir al otro que no estaba haciendo nada malo y por otro lado… lo disfrutó.

 

Jamás lo había hecho con un hombre por lo que en toda regla Seto Kaiba había sido el primero y jamás hubiera pensado que estar en los brazos de un hombre se sentiría así. En verdad jamás se le había pasado por la cabeza tener sexo con otro hombre.

 

Aunque se hacía cargo de cierta inclinación por los hombres de fuerte carácter y entereza, pensó que era pura admiración. Luego de esa noche se replantearía ese asunto.

 

Seto fue un amante pasional pero no bruto y con su larga experiencia en los actos amatorios le provocó un disfrute total de la experiencia. Además descubrió un costado gentil y amoroso en sus palabras.

 

Lástima que ninguna fue dirigida hacia él.

 

El ser llamado “Cachorro” por una voz enronquecida de pasión había calado hondo en él.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Y?

Les gusta hasta ahora?

mata ne

^^


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