Aunque sonara cruel hacía al caballo correr lo más rápido que podía. Habían sido ocho días de no verlo, de no sentir su calidez, de no beber su sangre… Y ya no resistía.
Golpeó a la bestia una vez más y ésta trató de acelerar más el paso, pero era imposible. Corría a todo lo que podía.
La luz de la luna lo iluminaba y gracias a que conocía un camino más corto, estaba a punto de llegar.
Los Lee vi en demasiado lejos, pensó mientras subía por la colina.
La desesperación era grande, lo consumía, lo cegaba...
Hasta que vio la casa. Tanto lujo imponente era inconfundible, además que era la única casa en la colina.
Al llegar, bajó lo más rápido que pudo del animal y lo amarró a la valla. Esta tenía un pequeño techado, así que no le daba miedo que el caballo se mojase en caso de lluvia.
Golpeó la puerta repetidas veces hasta que una joven le abrió
-¿Tú?
-Vengo a ver tu primo -habló entrando esperando que la chica lo guiase. En realidad esperaba que le diera información.
-Sé a qué vienes RyeoWook -cerró la puerta y caminó más al centro del recibidor-. Sólo creía que vendrías ayer.
-¿Ayer?
-Sí. DongHae se fue ayer en la tarde. Creí que lo sabrías -murmuró-. Hyuk está en su habitación.
Wook asintió con una sonrisa y subió las escaleras. El llamado de la chica lo detuvo
-No hay nadie casa y yo me quedaré en el estudio, así que son libres de hacer ruido -le guiñó un ojo y se fue riendo.
Wook estaba desesperado como para sonrojarse o algo, así que solo subió a la habitación de Hyuk. Una vez frente a la puerta, la abrió sin importarle la condición del otro.
Y vio el mismo deseo en los ojos de Hyuk.
Cerró la puerta y fue abrazado recibiendo un beso desesperado, fogoso, demandante.
Hyuk lo pegó a la pared. Wook rodeó su cuello con sus brazos, delineando con sus dedos la pequeña cicatriz en él.
Hyuk besaba el cuello del más bajo mientras le desabrochaba el pañuelo, el saco y la camisa.
Wook acariciaba el pecho de Hyuk mientras él también lo hacía.
Los suspiros iban y venían. Los movimientos de cadera sacaban más que suspiros.
Hyuk bajó hasta la clavícula del más bajo y lo mordía intentando dejar una marca.
-¿Es acaso un acto de venganza por tu cuello? -preguntó el vampiro mientras acariciaba sus cabellos.
-Algo así - y movió sus caderas sacando un gemido algo agudo en Wook.
Le encantaba escucharlo gemir. Era como oírlo cantar, pero mil veces mejor. O infinitamente mejor.
Cuando sus restos de ropas empezaban a ser molestos, sin esperar un segundo, RyeoWook los rasgó con sus uñas.
A HyukJae le encantaba cuando Wook se ponía así de salvaje. Lo abrazó con posesión de la cintura y la llevó caminando hasta la cama, en donde lo lanzó a ella. RyeoWook se relamió los labios y se abrió de piernas. Era u a clara invitación para que continuara. Y para que no se detuviera.
Hyuk se acomodó entre las piernas del más bajo y lo besó con demencia, con desesperación, con posesión...
Y a Ryeo le encantaba eso.
Hyuk empezó a mover su cadera sobre el miembro de Wook. Era como si lo embistiera. Y eso provocaba que ambos ahogaran sus gemidos en la boca del otro.
Cuando ya no soportaban más la situación, Hyuk penetró a Ryeo con fuerza. Y Wook sólo gimió.
Y, al instante, Hyuk se empezó a mover dentro de él.
Salía y entraba de manera rápida mientras besaba a Wook con mucha rudeza.
El movimiento se hacía cada vez más rápido.
Hyuk tomó el miembro de RyeoWook con una mano y empezó a subirla y bajarla en todo su extensión al ritmo de sus estocadas.
RyeoWook se aferraba a las sábanas de seda rasgándolas con sus uñad. El placer era demasiado. Era infinito.
Hasta que no pudo y se aferró a la espalda de Hyuk clavando sus uñas. Hyuk mordió sus labios haciéndolos sangrar. Y Wook solo sonrió.
Cuando estaban a punto de llegar al clímax, Wook se separó de los labios de HyukJae y se dirigió a su cuello, clavando sus colmillos.
Se corrió entre sus vientres mientras Hyuk lo hizo dentro de él.
Cuando los espasmos se fueron disminuyendo, Wook clavó sus colmillos en el cuello del humano y limpió la sangre alrededor.
Hyuk salió de Wook y se recostó a su lado.
-¿Por qué no me dijiste que se fue ayer?
-Por qué no sabía cómo decírtelo -la respiración del humano era agitada, mientras Wook estaba normal.
Él como vampiro no se cansaba. Hyuk no contaba con la misma suerte.
RyeoWook no refutó.
-Odio a ese idiota -comentó frunciendo el ceño.
-Yo igual, pero ya sabes. Me toca aguantarlo. Me casaré con él.
-Ni me lo recuerdes. Me enferma saber que te atarás a ese inmundo pez -dijo Wook cubriéndolos con las mantas.
-Sabes la situación de mi familia. No tengo más opción.
-Yo tengo más dinero que él -dijo Wook con un puchero.
-Y cuando sepan que me casé con un vampiro nos asesinarán... -lo abrazó por la cintura besando su cuello -. Y, quiso adelantar la boda.
-¡¿Qué?!
-Pero no será... Le insistí que nos faltaría tiempo para algunos preparativos y aceptó. Es tan ingenuo.
-Es un descerebrado -Hyuk rio ante el comentario y un bostezo lo procedió-Ya duerme. Es tarde.
-Sí, ya debería dormir. Cada vez que bebes me dejas así –le recriminó mientras lo acomodaba en su pecho.
-Culpa a tu sangre, no a mí –y sintió una acompasada respiración sobre él.