Como cada viernes por la noche me encuentro en un disco liberando el estrés que me causa trabajar toda la semana, soy una persona responsable que quiere divertirse como cualquiera.
Me siento en la barra y pido un Cosmopolitan para empezar a relajarme
-Hola, preciosa, ¿qué te sirvo? –con un toque de coquetería me pregunta el bar tender, un chico fornido, alto y cabellos castaños, muy guapo, el cual puede tener a cualquiera a sus pies.
-Un Cosmopolitan –Me limito a decir, aunque sea muy guapo no es de mi interés, solo hay un tipo de persona que me gustan y son los que no tienen paquete entre las piernas y tienen dos amigas en pegadas en la parte delantera. Las mujeres han sido mi atracción desde que pude sentir el alboroto hormonal en mi sistema.
-Aquí tienes, tu bebida –me entrega el bar tender, yo solo me limito a asentir, al ver que no muestro interés en él, sigue con sus labores y yo suspiro porque entendió bien que no quería la compañía de algún hombre
Doy una vista rápida a mi alrededor y puedo observar como entran y sale la gente, está a rebosar el lugar, en la pista de baile hay buen ambiente, se puede observar los cuerpos sudorosos de los chavos, así mismo como algunos ya empezaron a fajar en toda la extensión de la palabra, se puede oler la excitación de esos cuerpos que prometen tener la gran mayoría una noche de acción donde la lujuria y la pasión se desencadenan.
Mi vista se centra en una hermosa castaña que baila en la pista de baile, lleva una falda corta que le queda arriba de la rodilla por los muslos y un top, es alta y bien dotada con unas curvas que dan a desear conocer cada parte de su ser.
Al parecer siente mi mirada en ella porque empieza a localizar esa mirada penetrante que no deja de buscar hasta que nuestras miradas se encuentran, mientras sigue bailando con su pareja puedo observar que sus movimientos son más provocativos pero no dejan de mirar mis ojos, así que tomo la iniciativa de acercarme a ella, a cada paso que doy más intensa se vuelven nuestras miradas, la tomo entre mis brazos y empiezo a bailar con ella, el chico que estaba con ella se retira para dejarnos hacer en la pista de baile.
Los movimientos son más eróticos, siento como me toma de la cintura y pega más su cuerpo al mío, una oleada de excitación inunda mis sentidos poco a poco voy acercando mis labios a los suyos puedo sentir su respiración entre mis labios, sin embargo mis labios se dirigen a su mejilla para luego bajar a su cuello y darle pequeños besos, escucho pequeños suspiros y que aceleran más su respiración.
Me separo de su cuello y noto como su expresión se vuelve de inconformidad, se ha quedado insatisfecha y en cualquier momento hará la pregunta que espero cuando voy tras una conquista de una noche.
-¿Quieres irte de aquí e ir a otro lugar más tranquilo? –y ahí está la dichosa invitación que solo deja que esboce una sonrisa satisfecha
-Claro querida, ¿te parece bien tu casa? –prefiero pasarla bien en el lugar que ellas consideran hogar, me es más fácil pasar un buen rato si no conocen mi lugar de residencia.
-Claro, queda cerca de aquí –escucho su voz algo acelerada, eso es lo que provocan mis besos
-Solo una aclaración –me pone una cara de intriga pero luego la cambia por una sonrisa, seguro que sabe lo que le voy a decir –no compromisos, solo una noche, no nombres, no te amos, no besos, no una segunda volvernos a ver otra vez, ¿ok? –al parecer entiende porque su sonrisa se hace más grande
-Me parece perfecto – y con la misma le doy un beso en la mejilla y salimos rumbo a su casa, la cual es un edificio de apartamentos, subimos al segundo piso, donde se podría apreciar un lugar cálido de soltera.
Nos dirigimos a su habitación, entonces sin más la aprisione entre mis brazos y comencé a besar su cuello con voracidad que en poco tiempo saco suspiros de su boca, la lleve hasta la cama mientras en el camino me deshacía de su falda y de su top, solo quedando en bragas, ya que no llevaba sostén, entonces la recosté en la cama y mientras besaba su cuello con una mano empezaba a dar masaje a uno de su senos, una vez que sentí el endurecimiento del pezón en mis manos deje su cuello para ir tras su pezón endurecido y saborearlo mientras con la otras hacia lo mismo que al anterior seno, podía escuchar sus gemidos que me pedían que siguiera, que continuara así como lo hacía, después pase al siguiente pezón y seguí jugando con él con mi lengua hasta que baje por su vientre y empecé a besarlo con una lentitud que sabía que haría disfrutar más a mi amante en turno, con una de mis manos baje hasta su sexo y empecé a masajearlo por encima de la tela de las bragas, identifique su clítoris y lo tome entre mis dedos y empecé a jugar con ello.
La habitación era inundada por los gemidos de la chica que tenía debajo de mí, la luz de la luna era la única de testigo de esta faena de sexo libre sin compromisos. En un movimiento rápido le quite las bragas que impedían mi paso por su sexo, admire ese sexo depilado que estaba mojado por la excitación y como una invitación para que continuarla pase mi lengua por ese sexo y continúe con mi labor, tome su clítoris entre mi lengua y lo empecé a succionar con mucha voracidad, mientras de daba masajes a sus senos, sus manos estaban en mi cabello indicándome que siquiera, entonces con mi lengua embestí su cavidad vaginal, las embestidas fueron lentas pero después se hicieron rápidas, cada vez los gemidos eran más fuertes y seguidos, hasta que su cavidad atrapo mi lengua y su cuerpo se tensó indicándome que había llegado a la cima del clímax de un orgasmo, los jugos los saboree con gusto, era exquisito el sabor que emanaba de ella.
-Eres grandiosa, puedo atreverme a decir que eres una gran amante –me dijo con la voz agitada a causa del orgasmo que tuvo hace unos segundos.
-Aún falta, querida –tras decir lo último sin previo aviso inserte 2 de mis dedos para empezar a embestir su cavidad que aún estaba mojada del orgasmo y con la misma empecé a besar sus senos, su vientre, las embestidas fueron al principio pausadas y lentas, hasta que me indico que quería que aumentara la velocidad y como toda buena amante accedí a sus deseos, las embestidas cobraron fuerza y con la misma empecé a succionar y morder sus senos con fuerza para mezclar el placer y el dolor en una oleada de éxtasis, no llevo mucho tiempo en que la llevara a la cumbre del orgasmo, al sentir su cuerpo tensarse y su espalda arquearse por la oleada de placer.
Cayo en la cama mientras yo me situaba a su lado y dejaba que descansara, dos orgasmos seguidos no es muy seguido ver que un amante te lo de, al menos que sea muy bueno y no es por presumir pero cada una de mis conquistas las he podido llevar hasta 5 orgasmos en una misma noche o más, la verdad quien las cuenta, si hay algunos que pasan toda la noche teniendo sexo sin importar lo cansados que estén, tan solo sentir sus cuerpos fusionarse es lo que importa.
Salí de mis pensamientos al sentir que no había hablado, vire a verle y solo logre a ver como cerraba sus ojos con una sonrisa de satisfacción –Gracias, fue maravilloso –dije para luego besarle la mejilla y salir de su apartamento en la sombra de la oscuridad, como ladrón que no hace ruido.
Llegue a mi apartamento, me desvestí, duche y luego me metí a la cama para poder dormir, había sido una noche productiva y estaba cansada, esta era la vida que llevaba los viernes por la noche, frecuentando bares, discos, etc. para ligar con alguna preciosa mujer para llevarlas a la cama sin nombres, sin compromisos, solo un viernes por la noche de solo sexo.