Mi relación de Bang Yong Guk comenzó hace ya un año, nuestro encuentro predestinado o no, había superado muchos problemas, a causa de las personalidades de ambos, aunque, desde cierto punto de vista éramos muy parecidos, tal vez ese era el problema pero no lo sabíamos o no lo aceptábamos.
Hace ya unos días el comenzó a volverse cada vez más frío y distante, desde aquella vez que habíamos roto por su culpa y vuelto por la mía era obvio el final, no lo quería creer.
Nuestras conversaciones se volvieron una costumbre, incluso llegué a creer que cuando las palabras “Te Amo” salían de nuestros labios también eran sólo una costumbre, otro error, me acostumbre a tú indiferencia, mis amigos decían que eso, eso estaba mal, y tenían razón
Tus respuestas son de una sola sílaba, sé que no hablas mucho, pero…soy yo, ¿Acaso por mí no puedes hablar más?, exigirte mil y un cosas estaban mal, pero yo estaba haciendo lo correcto, incluso cuando te acostaste con tú mejor amigo, te perdoné, incluso que tú “mejor amiga” sea tú ex novia, te perdoné, pero cuando te digo que me abraces o que hablemos sobre cualquier cosa te enojas ¿Quién está mal?
Creía en tus palabras que me prometían una vida que siempre quise. Yo quería un amor como de película, ¿pero este es mi castigo? me pregunto acerca de lo que pasa en tú corazón. Cuidando siempre de tus amigos y no de mí, enojándote cada vez que yo salía con los míos, eres tan egoísta.
Desde el inicio quise creer en la mentira y en la ilusión que te tomaste la decencia de crear para mí. Te di mi todo, lo que más quería darte, que me volvieras tuyo cada noche de muestras vidas que pretendíamos estar juntos. Creo que fui una carga para ti, sólo un estorbo. Quedándome despierto hasta tarde por tú regreso, tenía problemas y asuntos que atender pero siempre te ponía a ti primero, cosa que tú no hacías.
Tus amigos incluso me decían que terminara contigo, yo te amaba. Las caminatas nocturnas que dábamos juntos, viendo a parejas con sus hijos, emocionándote cuando veías a una niña, sabía que serías un gran padre para tus hijos, quería que los tuvieras, pero yo no te los podía dar. Esa noche que lloré por ello me limpiaste las lágrimas prometiéndome que adoptaríamos, me preguntaste cuantos quería yo te dije que dos, un niño y una niña, mirándome sorprendido y decidido me preguntaste el porqué de mi respuesta. Yo te respondí que quería que su el niño cuidará a su hermana pequeña, pero que sería lindo que la niña fuera la mayor, al decírtelo me abrazaste muy tierno, creí que todo estaba bien, que todo se iba a arreglar.
Tú desinterés por la vida me dañaba cada día, me decías que no querías vivir más, cada noche lloraba junto a ti, demostrándote mi apoyo incondicional que parece ser nunca lo viste.
Un día no soporté la situación te dije seriamente que era el fin y tú creyendo que volvería como el último par de veces, sólo te quedaste parado, riendo, creyendo que regresaría. Al enterarte que había comprado boletos para Japón en vez de irme a buscar te fuiste a embriagar, tú amigo me habló a altas horas de la madrugada porque no sabía qué hacer con alguien tan ebrio como tú, que sólo se la pasaba gritando y llorando una y otra vez por mí, nunca te había visto así y nunca te vi así porque nunca decidí ir a buscarte, ya no quería saber nada de ti, aunque me doliera.
Esperando para que diera la hora exacta de mi vuelo, esperé en el arque cercano al aeropuerto, sin fijarme al otro lado de la banca fría que había escogido para sentarme y beberme mi preciado café frío estabas tú…con los ojos hinchados y rojos, con cara de desesperación.
Me viste y corriste hacia mí, tratando de lucir bien y normal ante mí, no resististe mi indiferencia mostrada contra ti, idéntica a la tuya, comenzaste a llorar, a suplicarme perdón, a decir lo mucho que te habías equivocado, al preguntarte ¿Por qué has regresado? Y contestándome Para hacer ese siempre una realidad mientras abrazabas mis piernas estando yo parado, impactado por la escena y tú llorando, mi corazón se rompió, no podía hacerte esto, te quería, te necesitaba, si no estabas a mi lado me volvía loco, estaba desesperado, realmente me enamoré de ti. Acepté a perdonarte, acepté a volver a hacer tuyo, te besé en aquella posición, y rompí mi boleto ante tus ojos, y…me pediste matrimonio, con un hermoso anillo, comenzamos a llorar.
Volvimos a hacer el amor aquella noche, todo comenzó a mejorar. Cada día era feliz, me hacías feliz, pero de nuevo tú sonrisa perfecta y tus ojos tristes, te preguntaba y no contestabas, te odié por eso.
Comenzamos a separarnos más y más…Esperando por tú regreso en las noches mirando la ventana lluviosa y fría, el frío era un compañero muy confortable.
Decidí cambiar mi imagen, comprando nueva y mejorada ropa, tal vez cambiar el color de mi cabello, lo hice, y dijiste unisílabo…”Bien”
Tratando de ocultar mi dolor con sonrisas o besos. Las personas comenzaban a llamarme “bonito”, por donde sea recibía hermosos halagos, menos de ti.
Personas que antes de conocerte deseaba se me insinuaban, pero las rechazaba sólo por ti. ¿No podríamos tener un final feliz?
Quería que me volvieras a atrapar en tú jaula, sufría más por ti, y se me olvidaba amarte. Dijiste que tenías que faltar a nuestros encuentros por tu trabajo, se volvía algo de todos los días. Compramos una casa en la playa, la que tanto querías, amabas la playa, y yo el frío. Pero esa unión era bella. Veía irte y no regresar ¿Dónde estabas? ¿Estás bien? Me hacía feliz pensar en ti, era mi pasatiempo favorito, escuchar tú voz y tenerte sólo para mí era lo mejor.
Pero tú no eras mío, nunca lo fuiste…Todo desde el inicio fue una mentira. Tú novia se había ido hace ya 1 año, cuando lo pensé ya llevábamos un año, eso quería decir que el día que te encontré solo en el parque la habías dejado en el aeropuerto, por esa razón me abrazaste de improviso y me besaste. Por esa razón te comportabas así, solo era algo pasajero, o eras y nunca fuiste feliz conmigo, debí haberme dado cuenta de ello. Ella no tenía la culpa, pero ¿Por qué yo? ¿Por qué tenías que hacerme tanto daño? sólo fui un juego para ti. Tal vez fui demasiado para ti, sólo quiero pedirte que me dejes, que me olvides, tires nuestros recuerdos a la basura, lo borres todo. Que la próxima vez que me veas me sonrías, pero no te atrevas a hablarme, tus palabras son venenosas. Te extraño, pero ya no más, seré feliz sin ti, porque tú lo eres sin mí y así fue desde el comienzo.
Gracias a mis amigas podré seguir adelante, no estoy solo como yo lo creía, como yo creía que solo te tenía en esta vida, que sin ti le tenía miedo a mi futuro, perdido en el tiempo.
Cunado intenté terminar esta relación de un año no contestaste mis llamadas, no fuiste a nuestro último encuentro, fuiste un cobarde que no me dio la cara, volviendo a llorar día tras día. Mandándome un SNS “Tú decidiste irte y dejarme” tan orgulloso como siempre, pero te contesté “Tú decidiste dejarme ir” tiré mi celular a la fuente de agua en medio de nuestro parque de siempre, ya no había vuelta atrás, si me iba era para siempre, haría de ese siempre una realidad, no cómo tú. Yo si cumpliría mis promesas, de nada sirve ser bueno.
Ahora estoy escribiendo esto, desde la ciudad que más te gustaba, al otro lado del mundo, pero tal vez como ese día me vaya también de aquí.
Para dejarte ir desde hoy y poder buscar mi final feliz, te olvidaré, de eso estoy seguro, lloraré más, tal vez no lo sé, ya no me da miedo el futuro sin ti, puedo decir con seguridad Estoy Bien, pero tú no lo estás, aunque finjas estarlo. Las personas vienen y se van, algunas se quedan otras no, así que sólo vete y olvídame, tú tiempo para estar conmigo llego a su fin, vete a buscar el consuelo de ellas o de ellos, ya no me interesa de lo que has con tú vida, Sólo vete y olvídame
¿Este es nuestro final feliz? ¿Este es el siempre que me prometiste?
¿Fin?
Atentamente:
Tú final feliz, tú siempre juntos, sólo un recuerso más.