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Para siempre por spookytaco98

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Notas del capitulo:

John ya no puede seguir guardando los sentimientos que siente por Sherlock, ya no quiere callar y no quiere que alguien mas llegue a su vida y su mejor amigo lo olvide. Los celos no siempre son buenos.

Desde el día en el que Sherlock y John pudieron salvarse de esa pelea y de la expulsión, ambos se hicieron mas unidos, eran muy buenos amigos ahora. Sherlock ya no se sentaba solo a la hora del almuerzo pues John siempre estaba ahí para acompañarlo. 

 

Sherlock y John eran tan unidos que a veces a John se le olvidaba salir con sus otros amigos a dar un paseo o a estudiar, pues por esos momento Sherlock era su centro de atención. 

 

Incluso Sherlock había cambiado un poco su forma de ser, pero únicamente con John, pues era su mejor amigo y hacía todo con el.

 

Las vacaciones de navidad se acercaban, John fue por el correo. Unas de las cartas eran del club de lectura y otras del club de lectura de comics pero inesperadamente entre el correo se encontraba una carta para su compañero. Una carta de sobre rojo con un muérdago dibujado al frente, atrás tenía escrita la frase "Para mi amor" y el remitente escrito con tinta de color negro.

 

John subió con las cartas y se la entregó a Sherlock. 

 

-Toma es para ti.-dijo John en un tono de voz serio, estaba un poco preocupado por saber quien era el remitente y quien le llamaba "mi amor" a Sherlock.

 

-Ah, no puedo creer que me haya escrito otra carta. Ella y sus costumbres cursis.-dijo abriendo la carta.

 

-"Ella? Quien es ella?"-pensó John mientras su ira comenzaba a aparecer.

 

-Oh... que tierno... creo- susurró.

 

-"Tierno? Como puedes guardarme secretos a mi, a mi, tu mejor amigo?!"-estaba celoso, era obvio. Tal como Sherlock se ponía cuando John volteaba a ver a alguna chica linda en el campus.

 

-Oh...-Sherlock bajó la mirada y suspiró profundamente. En seguida se puso de pie y guardó la carta en un cajón de su mesita de noche.

 

-De quien era la carta.-dijo John utilizando un tono de voz inocente.

 

-Que te importa, cuatro ojos?!-dijo molesto y largándose de la habitación. John se quedó parado en medio de la habitación. La puerta se abrió de nuevo.-Vienes a clase o no?

 

John fue tras el. Watson pasó el resto del día muy nervioso y distraido durante sus clases y pensando una y otra vez en la mujer que le había escrito aquella carta a Sherlock. 

 

Estaba tan nervioso que sus celos comenzaron a crecer junto con su curiosidad por saber quien era la chica que había escrito la carta. Sería tal vez una chica linda como la porrista del equipo de soccer, Irene Adler? Su hermana menor, Jane Adler; esa chica extraña que mira detenidamente a Sherlock y escribe en su cuaderno cada vez que lo ve con John y de pronto se ruboriza? Sería Molly Hopper, la chica tímida que estudiaba para ser forense? Realmente no lo sabía y eso lo ponía nervioso.

 

Al salir de clases, a la hora del almuerzo, como siempre se sentaron juntos. Pero Sherlock estaba un poco decaído, jugaba con la comida utilizando el tenedor y se llevaba bocados pequeños a la boca. Definitivamente estaba deprimido por haber leído esa carta.

 

-Estas bien, Sherlock?-preguntó el rubio tomándole del hombro. 

 

-Ah, si, si, si. Estoy de maravilla.

 

John se molestó de tener esa respuesta retumbandole en los oídos desde ese momento hasta que el ultimo día antes de las vacaciones de navidad comenzaran. Era acaso que no le tenía confianza?

 

Al caminar por el pasillo pudo escuchar como su amigo tocaba el violín, una melodía muy torva y triste. Entró en la habitación, Sherlock posaba parado en medio de la habitación tocando con los ojos cerrados y con una expresión de niño regañado dibujada en su rostro.

 

-Vas a decirme que es todo esto?-dijo John cerrando la puerta y poniendo unas pequeñas cajas de comida china sobre su escritorio.

 

-Beethoven, mi buen amigo.

 

-No me refiero a la música, me refiero a el porque de tu depresión!-gritó y de pronto Sherlock bajó su violín.-Dime quien es ella!

 

-Estas celoso?-el castaño arqueo la ceja y el rubio se ruborizó.-Si, estas celoso! Se puede saber porque?! 

 

John no respondió, solo bajó la mirada hacia el piso mientras sus mejillas tomaban un color rojo fuerte.

 

-Quieres realmente saber quien es ella, John?! Es mi madre!- lanzó el violín sobre la cama.-Mi madre me envió una carta diciéndome que yo no iba a poder pasar la navidad con mi familia porque no tienen el dinero para pagarme un avión que vuelve hasta Rusia, ahí es donde vive mi tía y que mas crees?! Mis padres ya se fueron! Por lo que voy a permanecer solo en este maldito cuarto toda la navidad.-Sherlock comenzó a tener los ojos cada vez mas cristalinos y su voz era mas entrecortada.-Yo no soy como tu! Yo no tengo amigos, solo uno y ese eres tu y te vas a tener que ir para estar con tu familia!

 

Una pequeña lágrima recorrió su rostro y John se acercó para calmarlo.-No, no te quedaras solo. Yo pasaré navidad y año nuevo también contigo.

 

-En serio?!-secó sus lágrimas y John afirmó mientras le daba un abrazo.-Lamento no haberte dicho y el haberte dicho "Cuatro ojos."

 

-No importa, ya estoy acostumbrado. Lamento haberme puesto tan celoso.

 

Ninguno de los dos quiso soltarse, seguían abrazados pero con las miradas fijas como si ambos estuviesen esperando algo. Hasta que John se puso de puntillas para alcanzar a su amigo y delicadamente le dio un pequeño beso en los labios.

 

Sherlock abrió sus ojos completamente, era su primer beso y se lo había dado su mejor y único amigo en el mundo.

 

-Lo siento.-susurró John interrumpiendo el beso.

 

-Por que?

 

-No... te sentiste incómodo porque un hombre te besó?

 

-No, mas bien... se siente bien viniendo de ti.

 

John se ruborizó y sonrió enlazando sus dedos con los de Sherlock mientras volvían a juntar sus labios. Hasta que John pasó delicadamente su lengua por los labios del castaño y la introdujo en su boca dándole un beso francés. Sherlock dio un paso hacia atrás cubriendo su boca.

 

-Lo... siento...-dijo John nervioso.

 

-No, es solo que es muy húmedo. Déjame tratar otra vez.- el beso francés continuó, Sherlock cerró sus ojos y trató de relajarse. Era algo extraño pero agradable, le gustaba y no quería que parara.

 

-Me gustas mucho, Sherlock.-dijo John pegando su frente a la de Sherlock.-Y eso me asusta mucho. Jamas alguien me había gustado tanto como tu.

 

-Tu también me gustas mucho! Eres la primera persona que ha podido gustarme mucho.-le dio otro beso inocente en los labios.-"Que ridículo, no puedo creer que vaya a hacer esto."-pensó, tragó saliva y se dispuso a hablar mas.-John, quieres ser... mi... novio?-dijo cerrando los ojos y ruborizandose.

 

-Ah...-tapó sus labios.-Si, si quiero.-sonrió y lo abrazó.

 

 

Mas tarde ese mismo día John llamó a su madre para decirle que se quedaría toda la navidad en la universidad con su compañero de cuarto porque no tenía donde quedarse para esas fechas así que lo acompañaría. Lo cual su padre no lo tomó muy bien ya que lo veía "sospechoso."

 

Ya habían pasado tres semanas desde su primer beso y desde el inicio de su relación como novios y ni por un momento podían dejar de besarse a cualquier hora del día y sin que les importara lo que estuvieran haciendo. También tenían citas muy seguido, casi todas las noches salían a cenar comida italiana, china o mexicana o iban al cine a ver cualquier película que Sherlock arruinaba por gritar "aburrido!".

 

La rutina de siempre era un poco distinta por las vacaciones, así que se levantaban de las camas muy tarde y desayunaban lo que había en el pequeño refrigerador de su habitación.

 

Era Nochebuena y ninguno de los dos quería gastar mucho dinero en una cena grande así que pidieron comida china para llevar y juntos caminaron por el campus tomados de la mano mientras iban camino a su habitación.

 

Cenaron tranquilamente mientras hablaban un poco.

 

-No puedo creer que tu madre te deje aquí en la universidad en vez de llevarte con ella a Rusia. Que le costaba a tu hermano pasar por ti?!-dijo John metiendo los palillos en su caja con fideos.

 

-Vas a seguir con eso? John, yo ya lo supere.-dijo riéndose.

 

-Es que... no me molesto de estar contigo, al contrario. Pero es que tu hermano es un poco...

 

-Bastardo, es un imbécil bastardo, es lo que es.-sorbio los fideos mientras reía.

 

John hizo una mueca de disgusto por aquella frase pero no dijo nada. Una vez que terminaron su cena aprovecharon el tiempo de sobra para besarse durante algunos minutos y sin parar sobre la cama de Sherlock.

 

-Sherlock...-gimió John mientras el castaño le besaba el cuello delicadamente y pasaba sus dedos por su espalda.-Yo creo que estamos listos...

 

Sherlock entendió perfectamente el mensaje y volvió a besar a John justo cuando sus dedos comenzaron a pasar por el vientre del rubio y subieron por dentro de su jersey hasta tocar sus pezones. John se quejó por el rose pero la sensación comenzó a hacerse agradable.

 

El jersey tejido a mano y de color verde y rojo quedó olvidado en el piso junto con la camisa negra de los Doors de Sherlock. El castaño delineó los pezones sonrosados del rubio y los seccionó suavemente haciéndolo suspirar.

 

También se despojaron de sus jeans y sus calcetines hasta solo quedar en boxers. Holmes quiso estirarse para alcanzar a su novio que estaba tendido sobre la cama pero su miembro erecto bajo la ropa interior rozó el del rubio he hizo que ambos se estremecieran de placer como si pequeñas y agradables descargas eléctricas recorrieran su entrepierna y provocando la sensación de mariposas en sus estómagos. 

 

Sus miembros se restregaron mientras se besaban hasta que Sherlock bajó la ropa interior del rubio e introdujo la punta de su dedo en su entrada. 

 

-NO!-gritó John.-Duele...-su rostro se tornó rosa y sus ojos azul profundo brillaron bajo sus gafas.-Hay lubricante en mi mesita de noche.

 

Sherlock se estiró y sacó el pequeño frasco de plástico del cajón .-Para que lo tienes?

 

-Lo compré hace dos días para cuando llegáramos a cuarta base. Estos días hemos estado como locos con la tercera.

 

Sherlock le quitó las gafas y se quedó admirando su rostro detenidamente hasta sonreír y besarlo en los labios. Mojó dos de sus dedos y humecto su entrada.

 

-Ah... esta frío.-sonrió John.

 

Sherlock acarició con su glande en círculos la entrada del rubio hasta que introdujo su miembro completamente.

 

-Ah! Sher...-jadeó de puro dolor.-Ve... mas lento...

 

Su ritmo iba lento pero con estocadas profundas, no solo para no herir a John sino para que su respiración no se agitara mucho y necesitara de su inhalador. Pero el cuerpo del rubio se estaba acostumbrando tanto a su miembro que anhelaba y necesitaba que el ritmo aumentara.

 

-Ah... John... Dios mio!-besaba su cuello y abrazaba sus piernas al mismo tiempo en el que John enredaba sus dedos en su melena castaña.

 

-Sherlock! Si... justo ahí... ah... no... no pares...-sus ojos se cerraban y apretaba las sabanas con fuerza.-Por favor... mas, mas!

 

Holmes comenzó a aumentar su ritmo cada vez mas, haciendo que John gimiera y jadeara mas fuerte en un tono sensual e inocente de colegial. Mientras que Sherlock gemía en su tono de voz profundo de barítono como si con cada estocada lo volviera loco y no pudiese mas.

 

El rubio tomó su miembro y comenzó a masajearlo y acariciarlo al mismo ritmo en el que Sherlock lo penetraba.

 

-John... yo... AH!-gritó Sherlock justo en el momento en el que llegó al orgasmo y abrazó a John. 

 

-SHER...!-gritó John arqueando la espalda y llegando al orgasmo mientras rasguñaba la pálida espalda de su novio. 

 

Holmes, mientras trataba de recuperar el aliento, buscó rápidamente sus pantalones y en sus bolsillos encontró el inhalador de John. Lo destapó, lo puso en la boca del rubio y lo apretó para dejar fluir el medicamento por sus pulmones. En ese instante la piel facial de John cambió a su tono natural aunque un poco ruborizado.

 

-Gracias.-sonrió John. Sherlock se acercó a sus labios y lo besó tiernamente. 

 

Holmes se acostó a un lado de John, tapandolo con las cobijas y acariciando su rostro con una mano mientras lo besaba en las mejillas y con la otra acariciaba sus muslos, su cadera y sus glúteos.

 

-Sherlock... siento que te amo.-susurró muy cerca de sus labios. El castaño lo miró fijamente y con los ojos bien abiertos hasta que sonrió con un leve toque de rubor en sus mejillas.

 

-Yo también te amo, John. Desde el primer día en el que te vi durante el examen de admisión me sentí muy enamorado de ti. Oh, John, no sabes como me hace feliz estar a tu lado.

 

Continuara....

 

Notas finales:

Gracias por leerme. Se dieron cuenta de que mi OC, Jane Adler, estaba escribiendo FanFics de Sherlock y John cuando John piensa que ella anda detrás de la carta de Sherlock? XD. Espero que les haya gustado. Nos vemos en el próximo capitulo.


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