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Para siempre por spookytaco98

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Notas del capitulo:

John pasa una tarde terrible en el consultorio, sus catástrofes parecen no tener fin. Pero una tormenta se aproxima y así que pasara el tiempo con Sherlock.

Se estaba haciendo de noche y la lluvia comenzaba a aproximarse cada vez mas fuerte. Lo que había empezado como una simple llovizna se iba a hacer cada vez mas fuerte, tal vez una tormenta se aproximaria.

 

John acababa de salir del consultorio, estaba muy molesto pues su estetoscopio no estaba en su maletín, había peleado con un paciente por no querer pagarle y como si fuera poco no llevaba un paraguas para protegerse de la lluvia, por lo que se mojó en lo que esperaba un taxi. Pero ningún taxista lo quiso recoger pues estaba muy mojado e iba a empapar el asiento trasero.

 

Tomó un autobús y mojó todo el piso. Durante todo el camino iba muy molesto con la vida y con su compañero de piso, pues de quien mas sería la culpa de que su estetoscopio no apareciera.

 

Al llegar a la casa 221B de la calle Baker, subió las escaleras muy molesto pero a oscuras, se había ido la luz gracias a la tormenta. Cuando abrió la puerta miró a Holmes mirando por su microscopio y alumbrandose con una linterna.

 

-Donde está?-dijo John en un tono molesto pero calmado.

 

-Hola, John, que tal tu día? No se de que me hablas.-dijo rápido sin mirarlo.

 

-No te hagas el gracioso. Donde está mi estetoscopio? Hoy pasé consulta y lo necesitaba pero no estaba porque alguien lo había tomado de mi maletín porque le interesa hacer un maldito experimento de capacidad cardiaca.

 

Sherlock no dijo nada, solo siguió mirando su microscopio.

 

-Y bien?-dijo John sin obtener alguna respuesta.-Ah, no se para que me esfuerzo. Lo iré a buscar yo mismo.

 

En ese momento, John entró en la habitación de Sherlock y con la linterna de su teléfono celular comenzó a alumbrar los rincones de la habitación y a buscar entre las sabanas de la cama destendida.

 

Sherlock seguía alumbrandose pero la luz de linterna comenzó a tintinear hasta que se apagó. Un par de golpes con la mano no fueron la solución para que la linterna volviera a encender, por lo que se puso de pie y fue con la señora Hudson para pedirle unas baterías o unas velas, lo que fuera era útil.

 

Bajó las escaleras y se aproximó a la adorable señora que cocinaba a la luz de las velas.

 

-Sherlock, querido, que sucede?-preguntó la señora mientras revolvía una sopa.

 

-Que ese olor?-preguntó desconcentrándose de su bajada.

 

-Es sopa de tomate, se le llama gazpacho. Originalmente es fría pero yo la prefiero tibia. Quieres un poco?

 

John seguía buscando el estetoscopio con la pobre luz de su teléfono. Gateo en el piso buscando bajo la cama y ahí encontró algo mas interesante que su artefacto medico, era un cofre de madera muy lindo y curioso. John lo abrió mirando a los lados, asegurándose de que Sherlock no estaba por ahí.

 

La sorpresa del doctor fue enorme al encontrar una vieja foto de el mismo cuando era un niño y una tira de fotos en las que salían el y su compañero pero ambos eran muy jóvenes. 

 

-No...-se dijo.-Seguro que es otro chico, un amigo de Sherlock. Como voy a ser yo? Nos conocemos desde hace pocos años.-rió.

 

Pero después encontró otra carta, una escrita a mano y la letra era muy parecida a la suya.

 

"Querido Sherlock:

 

No sabes cuanto te extraño, ya no puedo seguir mas aquí. Pero el odio de mi padre hacia nuestra relación lo hace llegar a lo imposible para separarnos.

 

Aun así no quiero dejarte como parte de mis recuerdos, quiero permanecer a tu lado toda mi vida sin que me importe nada. 

 

Te amo. John Hamish Watson."

 

John soltó la carta y la lanzó con miedo, ahora sus pensamientos tenían coherencia; el hombre que veía en sus sueños era Sherlock, la razón por la que su padre o su madre le dijeron algo acerca de su relación fue para que no lo recordara. Ya lo entendía todo y su corazón reaccionó bombeando sangre mas rápido de lo normal.

 

-Sherlock!-gritó desde la habitación.

 

Holmes bebía la sopa que la señora Hudson y lamía sus labios por el delicioso rastro de sopa que le quedó en la comisura de los labios.

 

-Sherlock!-escuchó a John gritar nuevamente. Se puso de pie de la mesa y se limpio el bigote de sopa roja.

 

-Me voy señora Hudson, creo que John ya perdió los estribos.-dijo Sherlock y en la mesa, junto a el mantel estaba el estetoscopio de John. Lo tomó en sus manos y salió directo hacia las escaleras. 

 

Pero justo cuando ya las iba a subir, John apareció corriendo y se quedó parando mirando a Sherlock, su figura, su estatura, sus ojos hermosos que estaban confundidos, sus labios bien dibujados, por un momento recordó como el castaño lucía la primera vez que lo vio.

 

Sherlock subió hasta estar frente a John, el rubio le miraba con los ojos inundados en lágrimas. Sherlock por un momento pensó que esa expresión se debía a un berrinche por no haber encontrado su artefacto medico.

 

-Toma tu cosa esta.-dijo el castaño estirando su mano y entregándole el estetoscopio.

 

John lo miró de arriba a abajo y lo abrazó mas fuerte que nunca.

 

-John... no seas tan dramático, es solo un estetoscopio.

 

-Tu, grandisimo idiota! Todo este tiempo haz estado a mi lado y sufriendo por mi... como no lo supe?! Como no me di cuenta?! Sherlock... perdóname por no haber recuperado la memoria hasta ahora. Yo... cuanto lo siento.-el doctor apretaba la camisa del detective con fuerza mientras sus lágrimas bañaban sus mejillas.-Te prometo que jamas voy a dejarte, te lo prome...-Sherlock no lo dejó terminar pues inundó su boca con un apasionado beso.

 

-No te disculpes por algo de lo que no tuviste culpa.-John seguía llorando y ocultando su ruborizada y empapada cara en el pecho de Holmes, pero el castaño tomó su rostro y secó sus lágrimas.-Ya no llores, no hace falta que liberes tu llanto. Ahora lo que importa es que estamos juntos como antes. Te amo, John, siempre lo he hecho...

 

John estaba atónito y sus ojos brillaban como muy pocas veces lograron hacerlo en toda su vida. Dibujó una sonrisa y besó a Sherlock.

 

La lluvia aun caía con fuerza, golpeaba los pisos de la calle y el tejado de la casa 221B y los rayos iluminaban las habitaciones. Era una tormenta feroz pero no tan fuerte como el fuego que Holmes y Watson sentían por dentro al besarse apasionadamente mientras el castaño era prisionero entre el cuerpo del rubio y la pared, perdiendo el aliento por el beso profundo y desesperado.

 

John tomó su mano y corriendo subieron las escaleras hasta llegar a su piso. De un portazo, Holmes cerró la puerta y sin previo aviso John se lanzó sobre el, atacandolo a besos hasta que ambos perdieron el equilibrio y cayeron sobre la alfombra.

 

John escuchó la sonora y dulce risilla de Sherlock que estaba debajo de el, esa risa se hizo tan contagiosa que ambos terminaron por reírse hasta que comenzaron a besarse nuevamente sin control hasta casi perder el aliento. 

 

Cuando ambos separaron sus bocas para respirar, Sherlock removió el suéter de su compañero y sentarse para alcanzar a besarlo nuevamente mientras sus manos jugueteaban con sus pezones.

 

-Sherl...-se quejó el rubio abrazándolo, la sensación era un poco extraña pero nada desagradable. Pronto el castaño siguió por pasar su lengua delicadamente por los sonrosados pezones y con cuidado los mordisqueaba.-Ya... basta...-susurró John.-Basta de juegos... He estado mucho tiempo sin ti, necesito que seas mio ahora!-su expresión se hizo muy distinta, estaba ruborizado y mirando a otro lado por la vergüenza que lo dominaba.

 

Sherlock tomó su mejilla y le dirigió una mirada tierna y amorosa.-Mírame, mírame, hermoso, quiero grabar tu bella imagen en mi mente.

 

John seguía ruborizado y muy rápidamente le quitó a Holmes su camisa color negro. Marcó un camino de besos por todo el pecho del castaño, bajando cada vez mas hasta llegar a su pálido vientre y besarlo mientras baja su pantalón junto con su ropa interior para liberar su erección.

 

John besó apasionadamente a su amado mientras lo penetraba cuidadosamente con sus dedos. Siguió por besar su cuello y sacar sus dedos lentamente para después masajear su entrada con la punta de su miembro y lubricarla con su pre seminal hasta que finalmente lo penetró de una sola estocada.

 

-John!-gritó Sherlock lleno de dolor.

 

-Lo siento, es que no tengo condones ni lubricante.-dijo moviéndose de adelante a atrás suavemente.-Quieres que pare?

 

-Nh... no...-dijo haciendo presión con los ojos.-Es solo que duele un poco, pero se siente muy bien.

 

Watson sonrió y arremetió con mas fuerza haciendo gemir de puro placer a el detective.

 

-He esperado por muchos años por... ah... esto...-gimió Holmes enredando sus dedos en la corta cabellera del rubio.

 

-Ah... Sherlock... eres la única persona a la que en verdad puedo amar, la única persona que realmente me ha hecho feliz. No puedo vivir sin ti... te necesito... te quiero conmigo... Sherlock, yo... no quiero volver a perderte.

 

Las estocadas comenzaron a aumentar su ritmo, el movimiento sensual de las caderas de Sherlock hacían que John sintiera agradables descargas eléctricas en su entrepierna.

 

-No... jamas me vas a perder, lo se. Siempre voy a estar a tu lado sin importar.... que suceda... Y si algún día vuelves a perder la memoria... yo voy a hacer que te enamores de mi nuevamente y me recuerdes...

 

Sus cuerpos se movían cada vez mas rápido al mismo tiempo en el que llovía y su único ambiente estaba complementado del caer de la lluvia y los amorosos gemidos liberados de sus bocas.

 

John siguió con sus movimientos rápidos acercándose cada vez mas al orgasmo. El cuerpo del castaño estaba caliente y sudando como hace años no lo hacía. Enlazaron sus dedos mientas el ritmo aumentaba y sus cuerpos desesperados chocaban el unos contra el otro.

 

El cuerpo del rubio pedía a gritos seguir y seguir hasta que finalmente dejó escapar un ahogado gemido junto con Sherlock que se aferró a su cuerpo dejando escapar una lágrima de dolor arañando la espalda de Watson.

 

John se acostó a su lado, ambos tenían los ojos cerrados mientras sus respiraciones estaban muy aceleradas.

 

-Eres... mas... fuerte de lo que... recordaba.-jadeó Sherlock.

 

John sonrió satisfecho, se dio la vuelta acercándose a Sherlock y con su brazo cubrió a su amado y lo besó varias veces en la mejilla. El castaño tomó su gabardina y cubrió su cuerpo junto con el de el rubio.

 

-Vamos a dormir aquí? No prefieres dormir en mi cama?

 

-Si quiero pero... no creo poder moverme.

 

John rió en voz baja. Ambos se abrazaron y se besaron nuevamente.

 

-Te amo, John. Siempre te he amado, por favor quédate a mi lado.

 

-Yo también te amo. Y claro que siempre estaré a tu lado; si no te sabías cuidar antes ahora menos. Pero yo siempre voy a estar a tu lado para cuidar de ti, sin importar lo que pase.

 

Sherlock sonrió.-Me lo prometes?

 

-Te lo prometo. Estaremos juntos para siempre.-besó sus labios tiernamente mientras enlazaban sus manos.

 

                                 Fin

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer mi FanFic y dejar sus comentarios. Espero que les haya gustado. Nos vemos en el próximo fic Johnlock o tal vez Thilbo.


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