El sonido de la puerta abriéndose hace que los latidos de Luhan sean muchísimo más rápidos. Han pasado casi cuatro semanas desde la última vez que Xiumin lo visitó. Sabe que es difícil para él ir con mucha frecuencia, pero traía noticias que le interesaban de sobremanera. Los guardias permiten a Luhan sentarse y del otro lado esta su amigo mirándolo con ternura y los ojos llorosos. Malas noticias.
-Perdimos definitivamente, pensé que después de tantos años de lucha lograría algo, pero realmente no… me duele- dice conteniendo las lágrimas y los sollozos- pensar que pierdo mis esperanzas poco a poco.
-¿Cómo está?- pregunta Luhan cansado. Está delgado, ojeroso y triste.
-Tranquila, crece sana y fuerte. Se parece mucho a ti, pero tiene la personalidad de Sehun… a veces temo que empiece a tener su extraña expresión.- Ambos sonríen con tristeza.
-Tú… puedes verle y estar con ella todos los días… quiero que me cuentes más sobre cómo está… fotos no son suficientes para mí ¿sabes? Dime ¿cómo está manejando la situación? Ella… ¿está afectada o era demasiado pequeña para entenderlo? Sabes… me mata por dentro… saber que ella crece pensando que estoy muerto también… piensa que estoy en el paraíso… en el cielo… y este lugar es un…. Un infierno.
-Luhan…- dice con tristeza su amigo, pero este niega mientras seca sus lagrimas.
-¿Si le repites que la amo con todas mis fuerzas? ¿Que sin importar nada ella también me querrá siempre? ¿Si le hablas de mí?
-Todo el tiempo- responde lloroso Xiumin
-Cuídala más estos días… tiene miedo a los truenos y los he escuchado… que duerma contigo para que no tenga miedo, protégela de eso ya que yo no lo puedo hacer. Yo… tengo que pedirte un favor.
-Luhan…- a Xiumin no le salen las palabras, prefiere esperar que su amigo se desahogue por completo.
-Nunca…. Pero nunca le digas que sigo vivo. Ya estoy resignado a pasar aquí el resto de mi vida… dile que cometí errores en mi vida y enséñale que todo acto tiene consecuencias ¿si? Cuéntale cosas sobre nosotros… por favor- las palabras del rubio salen entre hipidos y sollozos y Xiumin solo asiente.
-Sabe mucho de ustedes, los recuerda y los ama- se esfuerza en hacerlo sentir bien Xiumin.
-Realmente no sé cómo agradecerte… estuviste conmigo desde mi embarazo. Me apoyaste cuando mis padres no querían que me case con Sehun… nos ayudaste a conseguir una casa y ahora cuidas de nuestra hija. Has pasado por tantas penas en todo este tiempo y sigues aquí haciendo que me sienta mejor… visitándome con frecuencia y trayéndome cosas sobre ella. No tengo palabras… no tengo nada para corresponder tus acciones Xiumin… he llorando y he sufrido nada que compartir esto contigo no vale la pena. Solo sé que si mañana me llega el día… si por fin me voy a deshacer de esta vida tan penosa… tú vas a estar ahí para cuidar de mi pequeña… Sehun estaría tan agradecido también… eres mi representante.
-Luhan, adoro a la pequeña tanto como sus padres…. Sehun y tu fueron y serán los mejores padres… yo jamás podría compararme.
-Si volviera a nacer… te entregaría mi vida… sin pensarlo.
-No deberías- sonríen y Xiumin le extiende unos papeles.- No sé de dónde sacaron estas pruebas pero no podemos hacer nada al respecto. Yo seguiré intentándolo pero…
-Pero nada… no puedo volver a la vida así… me quedaré aquí pagando mis pecados.
-Tú no lo mataste Luhan… amabas a Sehun con toda tu vida… tú no lo mataste.
-No… pero dejé que todo terminara así…
-¡Nada de esto es tu culpa!- se queja el mayor.
-Pero nada se puede hacer…. Solo… gracias por venir.