Sehun se hayaba perdido en un vecindario completamente ajeno al suyo. Estaba buscando una casa que por la dirección que su amigo le había dado era inexistente. Su orgullo obviamente iba a ganarle así que no llamaría a su amigo para preguntarle otra vez cuál era la dirección.
Este amigo, al cual quería encontrar, era uno de esos amigos que no veía desde hace mucho años, pero de todas formas se había estado comunicando con él por internet. Le había tenido tanta confianza cuando eran pequeños así que quería volver a reunirse con él para ponerse al día de todas las cosas que habían pasado en sus vidas en persona, ya que no era lo mismo conversar a través de una pantalla.
Sehun creía que necesitaba urgentemente un consejero y definitivamente, Huang Zi Tao era el indicado. Tao era un chico bastante diferente al resto. Egocéntrico, metrosexual, otra vez egocéntrico y así.
Sehun tenía en claro que Tao le tenía mucha confianza, ya que cuándo aún nadie estaba enterando, Tao le había confiado su más grande secreto... que le gustaban los chicos. Luego, con el tiempo, todo el mundo se enteró, pero igual Sehun sabía que había sido el primero en enterarse.
Tao tenía un novio, llamado Wu Yi Fan, este, por lo que contaba Tao, no era muy cariñoso como Tao esperaba y solía llorar mucho por eso. En esos caso, Sehun sólo podía consejarlo diciendole que todo iba a estar bien.
Sehun por fin se había rendido. Tenía que necesariamente llamarlo. La dirección que Tao le había dado era inexistente.
—¿Hola? ¿Tao?
—Sehun, dijiste que vendrías a las 4, ¿dónde estás?
—Déjame decirte que no sé. La casa número 127 no existe.
—Dije 117.
—Ah... ahora todo tiene sentido. Ya voy, estoy cerca.
—Bien, te espero. Muero de curiosidad por lo que querías decirme.
—Sólo espera, ya te contaré.
Sehun colgó. Estaba ansioso por ver a Tao y por contarle su problema. Sentía que necesitaba ayuda urgentemente de alguien. Caminó menos de una cuadra y tocó el timbre de la casa. A los minutos, Tao estaba ya abriendo ya la puerta.
—¡Tao!
—¡Sehun!
Ambos se abrazaron, era un momento muy emotivo. Tao había estado viviendo en China, hacía mucho que no se veían en persona.
—Oye, te ves más guapo en persona que en fotos y en webcam.
—Lo sé, pero tú estás igual de feo.
—Gracias, yo también te quiero -Sehun soltó una risa leve por el comentario del otro-. Bueno, pasa. Necesito que me cuentes todo, aunque no sé que me vas a contar.
—No es nada tan importante -dijo Sehun asentuando la palabra "tan"-.
—¿En serio? ¿Nada tan importante? Sonabas tan deseperando por teléfono que pensé que mi consejo dependería de la vida de alguien.
—No seas exagerado, Tao, tampoco tanto.
Ambos pasaron y sentaron en uno de los sofás de la sala. La casa era acogedora y bonita. Nada dentro de ella parecía barato.
—Antes de contarte cualquier cosa... ¿te puedo preguntar algo?
—Claro.
—Si estuviste viviendo todo el tiempo en China... ¿de dónde salió esta casa?
—Pues... es la casa de mi novio.
—Pero... ¿él no estaba también en China?
—Pero tiene una casa aquí.
—Ah... ok...
—Ya, no me cambies de tema. ¿Qué consejo necesitas?
—Probablemente sea una historia bastante larga...
—No me importa, tengo tiempo.
—Bien, pues... mira... el año pasado comencé a salir con una chica -Sehun quizo seguir hablar pero fue interrumpido por el contrario-...
—¿Me vas a pedir consejos amorosos? ¿Con una chica?... ¿A mí?
—¿Me has dejado terminar?
—Ya, prosigue.
—Bueno, me hice novio de esta chica casi dos meses después de que comenzamos a salir ya que nos conocemos desde muy pequeños...
—Ya, ¿y?
—Y... me acosté con ella... varias veces, son cosas que pasan entre novios...
—No me digas que la embarazaste...
—¡Tao! ¡Déjame hablar!
—Bien, bien, no te enojes.
—Gracias... y no, no la embarazé. Ella es infértil, existen cero posibilidades de que yo la embaraze.
—Ow... ¿eso no debe ser chocante para ella?
—No, odia a los niños con su vida.
—Bien, ¿con qué tipo de personas te metes?
—Gente rara, me gusta la gente rara.
—Bueno, sigue.
—Ya, ella... es muy linda, ¿sabes? Todo lo que un chico podría desear. Tuve la suerte de que ella sea mi novia... pero...
—¿Pero?
—Con el tiempo ya no siento casi nada por ella...
—Ah... ya veo, pero... ¿qué consejo necesitas?
—Agh, espera. Ya, mira, ¿recuerdas a Jongin?
—¿El chico oscuro? Claro, como olvidarlo.
—Cállate que tú no eres muy blanco que digamos.
—Te odio. Como sea, sigue.
—Él es mi mejor amigo.
—¿Ese no era yo?
—¡Puedo tener dos!
—Ya, ya, ¿qué pasó?
—Pues... hace dos semanas... fui a su casa... y...
—¿Y...?
—No sé que pasó. Primero estabamos jugando videojuegos y luego de la nada yo...
—¿Te acostaste con él?
—Primera vez en todo este rato que me inturrumpes y tienes razón.
—Bien, ¿cuál es el problema?
—... ¡es hombre!
—¿Y?
—... ¡tengo novia!
—¿Y?
—... no debería estar sintiendo esto, Tao. Realmente no debería...
—¿Sentir qué?
—Hemos dejado de hablar, ¿sí? Ni si quiera puedo mirarlo a los ojos desde esa vez... me da verguenza. Y... mi corazón late muy fuerte cuando lo veo... ¿por qué estoy sintiendo esto?
—De repente sólo tienes ganas de cogertelo otra vez... pero si te gustara... ¿qué tiene?
——Yo... no lo sé... Se... supone que es mi amigo... sólo mi amigo...
—Los amigos se enamoran... si tienes confianza con él podrías acostarte con él sn sentir nada, no creo que lo que estés sintiendo está mal.
—Está mal porque sé que él no siente nada por mí.
—¿Cómo sabes eso? Él no te lo ha dicho.
—No... pero él también tiene novia.
—Por algo debió de haberse acostado contigo, ¿no crees?
—Sí, porque ambos estabamos calientes, nada más. No creo que él haya involucrado sentimientos en ese momento pero... lamentablemente yo sí lo hice.
—Si quieres sacarte la duda, pregúntaselo. No pierdes nada haciendolo.
—¿Y si me dice que él no siente nada por mí? Me va a doler... creo que él me gusta, y me gusta mucho.
—¿Seguro que te gusta? No sé... de repente estás confundido.
—No creo...
—Bueno, igual creo yo que tienes que terminar con tu novia.
—Sí, lo sé -dijo Sehun sacando su celular-.
—¿Qué harás?
—Terminar con ella.
—¿Por mensaje? No seas marica, termina con ella en persona.
—No, no quiero verla. ¿Y si llora? Odio a la gente que llora. La odio.
—No termines con ella por mensaje... se verá horrible.
—No me importa. No quiero verle la cara.
Sehun tomó su celular y escribió un corto mensaje: "Oye... Sulli, sé que hemos pasado muy lindo momento juntos, querida, pero... esto no va para más. Ya no siento nada por ti, me disculpo si aún tu tienes sentimientos por mí, pero... bueno, lo lamento, lo lamento mucho. Cuidate ¿si?... "
Tao le arrebató el celular antes de que lo mandase. Negó con la cabeza.
—¿En serio, Sehun? ¿En serio? ¿Le vas a mandar esto?
—Sí, pon enviar.
—Marica -dijo Tao antes de presionar "enviar"-.
—Me da igual. Ella es fuerte.
A los pocos minutos el celular de Sehun sonó. Era un mensaje de ella. Sehun lo abrió. "¿Me tenías que terminar por mensaje de texto? ¿No tenías los huevos para terminar cara a cara? Marica. Me iré con Amber."
—Ow, es tan tierna -dijo Sehun con sarcasmo-.
—¿Qué querías? ¿Qué te respondiera bonito?
—No, pero no pensé que diría que se va a ir con otra chica.
—Mejor que se vaya con una chica, a veces los hombres heteros son unas basuras.
—Yo ya ni sé que soy.
—Eres una basura, eso eres.
—Gracias, que lindo.
—Lo sé, me amas. Bueno, ¿qué harás con Jongin?
—Veré la forma de descubrir si le gusto o le dió igual acostarse conmigo
—¿Cómo harás eso?
—No sé, ¿alguna idea?
—Acuéstate con él otra vez.
—¿Y eso en qué mierda me ayuda?
—Cuando terminen pregúntale si le da igual acostarse contigo o no.
—¿Y si me dice que le da igual qué hago?
—Espera a que se vaya y llora, llora como nunca has llorado en tu puta vida.
—No sé si tus consejos sean muy buenos que digamos.
—Hazme caso, sé lo que digo.
—No, no es cierto, no lo sabes.
—Cállate, que por lo menos te estoy ayudando. Agradéceme.
—No, Tao, no.
—¿Qué harás?
—Supongo que lo que tú me has dicho... no se me ocurre nada más.
—¿Y me contarás que pasó después?
—Sí, y te golpearé si algo sale mal.