Una sonrisa de oreja a oreja. Uno de sus primeros recuerdos. Una cálida risa, un hiperactivo chico que se veía como un cocodrilo. Su mejor amigo.
Chanyeol había entrado en la vida de Kris poco después de que éste hubiera cumplido seis años. El chico hiperactivo, que no se parecía a nadie que hubiera conocido antes, pronto logró entrar en la vida de Kris, para nunca dejarlo solo, no importaba cuanto Kris deseara que se fuera. Aunque, tal vez realmente no lo quería. Hace casi catorce años, en el pequeño parque que era ahora suyo, Kris había conocido a su único amigo.
Siempre había sido un chico solitario. Ya que venía de un país lejano, no parecía poder llevarse bien con ningún chico de su edad, y mientras crecía sencillamente dejó de intentarlo. Pero con Chanyeol había sido diferente desde el inicio. Porque Chanyeol era diferente. Un poco extraño también, pero se había ganado la confianza de Kris. Siempre la había tenido.
Su casa se volvió la de Chanyeol y la de Chanyeol suya. No importaba en donde estuvieran, mientras estuvieran juntos. La amistad más importante en la vida de Kris comenzó ese nublado día cuando tenía seis años. Desde entonces los días más felices y las sonrisas más amplias tenían algo en común.
Teniendo catorce años. Los ojos de Chanyeol se veían hinchados y Kris estaba preocupado. Ese día su mejor amigo le dijo que era gay. Kris no le creyó. Chanyeol era simplemente extraño.
Teniendo dieciséis años. Chanyeol se enamoró de un chico y Kris finalmente le creyó. Su nombre era Do Kyungsoo. Su amigo lo invitó a salir y el chico le dijo que sí. Chanyeol no era el único extraño.
Una cita se volvieron dos, y después tres. Kris se los encontró en la calle, de la mano. Chanyeol presentó al chico como su novio, Do Kyungsoo. Una sonrisa de oreja a oreja. Kyungsoo era pequeño. Kris se sintió extraño.
El tiempo pasó. Kris logró conseguir algunas chicas, pero siempre había algo que faltaba. La relación de Chanyeol y Kyungsoo se hacía más fuerte. Kris se convenció de que estaba celoso de la confianza que se tenían, que solo quería una relación como la de ellos. No podía tenerla. Solo estaba negando lo que ya sabía.
Teniendo dieciocho años. Chanyeol estaba sentado en el sillón, con el control de la consola en sus manos.
—Lo amo —murmuró con una sonrisa incrédula en sus labios.
Tres palabras lograron romper la pared que retenía los sentimientos de Kris. Y su Chanyeol, su mejor amigo, la persona más importante en su vida, ya no era solamente suyo. Y a Kris no le gustaba eso. Kris no quería una relación como la de ellos. Él quería a Chanyeol, quería que fuera suyo, solo suyo.
Pero eso no podía ser. Porque Chanyeol amaba a Kyungsoo. Y Kris no era Kyungsoo. Solo deseaba ser él en vez del chico. El que Chanyeol amara.
La universidad. Un nuevo comienzo, para los tres.
Teniendo diecinueve años. Chanyeol estaba parado en la puerta de su cuarto. Borracho. A Kris no le gustaba Chanyeol borracho. No era su Chanyeol. Lloraba. Su radiante sonrisa no estaba por ningún lado.
—Terminamos —lloró en sus brazos.
Kris lo abrazó.
La pareja había estado peleando por varias semanas. Chanyeol no quería creerlo. Kyungsoo le dijo que estaba cansado. Kris lo intentó, pero el corazón de Chanyeol no podía arreglarse. El corazón de Kris se rompió con el del chico.
Sintió unos suaves labios contra los suyos, Kris abrió los ojos. No recuerda como sucedió. Aunque no se arrepentía. Chanyeol se quedó mirándolo sin decir nada, el alcohol parecía haber nublado sus pensamientos.
—Te quedarás conmigo ¿verdad? No me dejarás solo ni me rechazarás, ¿verdad? —masculló.
El cerebro de Kris no podía procesarlo.
—Para siempre, como sea y cuando sea; siempre que quieras —Siempre lo había estado.
—Entonces acuéstate conmigo —le pidió Chanyeol—. Para hacerme sentir mejor. Por favor Kris.
Chanyeol era extraño.
Pensamientos borrosos y músculos adoloridos.
Kris se despertó con Chanyeol en sus brazos.
Ningún recuerdo claro.
—Por favor no me dejes.
—No lo haré. Lo prometo.
El tiempo pasó. Los días de felicidad regresaron. Los tiempos en los que Kyungsoo no estaba y Chanyeol era solo suyo. Cuando pasaban todo el día juntos jugando videojuegos, saliendo a ligar con extraños. Nada había cambiado. Solo una cosa si lo había hecho. Porque más veces de las que podía imaginar, Chanyeol terminaba en su cama.
“Amigos con beneficios” decía Chanyeol. Y Kris se conformaba, a pesar de querer más. Porque por Chanyeol, Kris sería lo que fuera. Tomaría lo que pudiera. Y terminar entre los brazos de Chanyeol casi todas las noches parecía un trato hecho con los ángeles. O con el demonio. Porque Chanyeol aún amaba a Kyungsoo. Kris lo sabía. Su corazón aún no estaba preparado para amarlo a él. Probablemente jamás lo estaría. Kris tenía mucho miedo como para preguntar.
El final del verano. Parecía una ocasión deprimente para hacer una fiesta.
—¡Irá gente de otras universidades!
Kris casi ni soportaba a sus propios compañeros.
—¡Habrán bebidas gratuitas!
A Kris no le gustaba el sabor del alcohol.
—¡Necesitas salir!
Prefería quedarse en su cuarto leyendo. O, ya sabes, follando con Chanyeol. Lo que fuera.
—¡Podríamos conocer a un chico lindo! ¡Y el chico podría tener un lindo amigo!
Kris en realidad era bisexual. Aparte de eso, no quería a un chico lindo. Él quería a Chanyeol. El extraño chico que daba saltitos emocionado enfrente de él, y se veía muy parecido al chico de seis años que había conocido hace tiempo.
Suspiró. No había forma de decirle que no a eso. Después de todo, una fiesta no sonaba tan mal.
—Si es aburrida me iré.
Chanyeol asintió, con una gran sonrisa que contrastaba con su mirada traviesa mientras rápidamente arrastraba a Kris fuera del departamento.
Como de costumbre, Kris estaba en lo correcto. Llevaban media hora en la fiesta, y no quería nada más que irse del lugar. La música estaba muy fuerte, la temperatura muy alta, y había visto a más gente haciendo cosas más allá de besarse de las que hubiese deseado. Pero, al menos Chanyeol parecía estar pasándola mal también.
—¡No puedo ver a nadie! —lloriqueó arriba de la fuerte música.
—Me voy a casa —le dijo Kris, haciendo un movimiento para dirigirse a la puerta. Chanyeol le hizo un puchero.
—Solo una copa más. Lo prometo ¿por favor?
Kris se maldijo por ser incapaz de decirle no a eso.
El bar estaba un poco más tranquilo, un poco menos agobiante, y más cómodo. Kris ordenó algunas copas mientras los dos las tomaban tranquilamente. Tenía que admitir que no la estaba pasando tan mal, ya que estaba lo suficientemente borracho como para relajarse pero no lo suficiente como para perderse del hecho de que Chanyeol estaba recostado contra su brazo.
Esa fue la razón por la cual pudo notar el momento exacto en el que el chico se tensó, enderezándose en su asiento.
—Wow —comentó.
Kris lo miró inquisidoramente antes de seguir su mirada, pasando la vista por el bar hasta que encontró lo que estaba buscando. Sentado ahí, un chico extremadamente atractivo al fondo de la multitud, mirada limpia y un poco aburrido.
—Lo quiero —dijo Chanyeol firmemente antes de pararse.
Kris luchó contra la oleada de celos que corrió por su cuerpo, en cambio asintió secamente.
—Vale. Regresaré a casa a jugar. Ven después si quieres —murmuró mientras se paraba. Pero una mano en su brazo lo detuvo. Se dio la vuelta para encontrarse con la traviesa mirada que le estaba lanzando Chanyeol.
—No seas idiota. También estás invitado —le sonrió, plantando un rápido beso en sus labios antes de separarse, su aliento le hacía cosquillas en los labios—. No me importa compartir —rio.
A Kris sí. Especialmente cuando se trataba de Chanyeol. Pero tenía que admitir que el chico de la barra se veía muy sexy, y la idea de tener un trio era bastante excitante. Especialmente con Chanyeol.
—¿Entonces? —Kris asintió lentamente y Chanyeol le sonrió, arrastrándolo por la pista intentando esquivar los cuerpos para no tropezar con nadie.
Mientras se acercaban, Kris se fijó mejor en chico atrás de la multitud. Aparte de lo obviamente sexy que era en general, tenía cierta gracia. Ojos despiertos y dedos largos, linda boca, piernas gloriosas. Bajito, justo como Kyungsoo. Chanyeol parecía tener un tipo. Sus miradas se cruzaron, el chico lo miró por un momento antes de que sus ojos se fijaran en Chanyeol y luego de nuevo en Kris. Les sonrió.
Al llegar a donde estaba, Chanyeol acomodó el asiento que había al lado del chico, sentándose rápidamente mientras Kris hacia lo mismo en la silla del otro lado.
—¿Estas solo? —comenzó Chanyeol con la sonrisa de cocodrilo en su rostro.
El chico sonrió, rodeando el vaso con sus delicados dedos, aparentemente contenía alguna cara bebida. Kris se quedó cautivado al ver la forma en que esta bajaba por la garganta del chico, la repentina urgencia de poner sus labios en el cuello del chico asaltándolo.
—Vine con mis amigos, en realidad. Pero se deshicieron de mi tan pronto entramos —se rio levemente—. ¿Y ustedes?
—Juntos —Chanyeol le guiñó un ojo a Kris sobre la cabeza del otro chico, antes de regresar al chico, cuyos oscuros ojos estaban ardiendo—. ¿Cuál es tu nombre?
—Baekhyun.
—Soy Chanyeol.
—Kris —habló por primera vez, sintiéndose más relajado.
Chanyeol ordenó algunas bebidas, Baekhyun aceptó encantado, entonces comenzaron a hablar un poco. Baekhyun les dijo que estudiaba en una universidad cercana, y había decidido venir a la fiesta por la insistencia de sus amigos, pero ahora lo habían dejado solo.
—No está divertida la fiesta ¿verdad? —tomó una sorbo de su bebida.
—No en realidad —respondió Kris, sonriéndole a Chanyeol.
—Creo que podemos hacer algo mucho más interesante —sonrió Chanyeol, acercándose levemente al más bajo, depositando una mano en su pierna, su sonrisa se amplió cuando el chico no mostró resistencia ante el gesto.
—¿Tienes alguna sugerencia? —le preguntó Baekhyun poniendo sus mejor cara de inocencia, mirando fijamente a Chanyeol.
El chico se le acerco mucho más, mordiendo levemente el lóbulo de la oreja de Baekhyun, ganándose un suave escalofrió del chico.
—No lo sé. Salgamos de aquí y averigüémoslo —saltó agarrando la muñeca de Baekhyun antes de mirar a Kris, extendiendo su otra mano.
—¿Vienes?
Kris lo miró fijamente a los ojos, después miro a Baekhyun. No se lo perdería por nada.
—¡Obvio que sí! —sonrió mientras tomaba la mano del chico, entrelazando sus dedos.
Después de pasar por la compacta masa de cuerpos dentro del bar, Chanyeol comenzó a correr hacia lo que Kris sabía era el único hotel decente de la zona. Los otros dos chicos estaban siendo arrastrados por él, Baekhyun casi corriendo, tratando de llevar el ritmo de los otros dos que tenían piernas injustamente más largas.
Entrado en la recepción de hotel, Chanyeol pidió una habitación y le pasó la tarjeta a Kris tan pronto se la dieron. Al ver la confusión en la mirada de los dos chicos, comenzó a empujarlos hacia del ascensor. Mientras esperaba a que abrieran las puertas, se acercó a Kris, susurrándole al oído.
—Llévalo hasta la habitación. Pagaré e iré a comprar lubricante y condones —Le dio un beso en los labios antes de hablar más alto para que Baekhyun pudiera escuchar—. Espérenme arriba ¿vale?
Pero Kris no quería que se fuera. No quería quedarse solo con Baekhyun. Ni siquiera sabía cómo se supone que debiera actuar en un momento como este. Pero antes de que pudiera objetar, al sorpresivamente bien planeado plan de Chanyeol, fue empujado dentro del ascensor por dos largos brazos con un fastidioso “¡Adiós!”.
El ascensor comenzó a moverse desesperadamente lento, y Kris cada minuto se sentía más ansioso e incómodo.
—Entonces ¿hace cuánto que están juntos? —preguntó el chico, y la pregunta golpeó a Kris como un balde de agua fría.
—No estamos juntos —corrigió con un tono seco y su corazón palpitando dolorosamente.
Los ojos de Baekhyun se abrieron de la sorpresa y parpadeó varias veces.
—Hubiera jurado que lo estaban —dijo suavemente.
—Es mi mejor amigo —se apresuró a decir, pensando rápidamente en lo idiota que podía sonaba su relación para la gente de afuera. Amigos con beneficios. Claro.
—Obviamente son muy buenos amigos —comentó con una sonrisa en sus ojos.