Querido Bang Yong Guk:
Sabes, últimamente he tenido malos sueños ¿Malo? Si quizás lo peor que podría soñar alguien que acaba de terminar una relación y que trata de rehacer su vida. En mi sueño te encontrabas tú. Tomándome de la mano, diciéndome que todo estaría bien y que volveríamos a amarnos como cuando nos conocimos. Al despertar, tu rostro sonriente y aquellas palabras, taladraban mi cabeza, logrando una fuerte jaqueca, además de varias lágrimas en mis ojos. Jamás volveríamos a estar juntos y eso me regresaba a mi estado de depresión. Cualquiera podría decir q unos meses lejos de ti, debían ser más q suficiente para olvidarte, como se nota q aquellas personas no han amado en su vida. Difícil olvidar a alguien q se ha quedado plasmado en cada rincón de la casa, donde su colonia juega con mis sentidos y ni que decir de los momentos q compartimos en cada habitación de la casa.
Hacia algunos días q te notaba distante, distraído, sabía q tu trabajo te preocupaba, q tu jefe te presionaba de más. Siempre fuiste discreto en esas cuestiones y pensabas q no debías preocuparme por razones tontas. Pero sabes, me hubiera gustado q esas razones tontas q tanto te preocupaban me las hubieras dicho, posiblemente no te hubiera ayudado a resolverlas, pero quería al menos ayudarte llevando esa carga contigo. Tus miedos y temores era otra causa de tu distancia. De más sabía q ultímame, habías perdido la confianza en mí, si es q en realidad alguna vez lo hiciste. Alegabas falta de interés por mi parte, deja decirte q jamás pensé q no fueras importante, simplemente fue q todo lo que estaba viviendo contigo era nuevo para mí. No sabía q decir o cómo actuar. Nunca fui de las personas más expresivas de este mundo, pero contigo no me importaba ser más tierno o cariñoso, incluso en las veces q te molestabas cuando te negaba un beso en público, aún en esas circunstancias, mostraba un lado tierno y apenado, q a nadie más mostré. Nunca escondí quien eras, para mi eras mi pareja y me sentía feliz. Estoy consciente de comentarios q podrían haberse malinterpretado Y por eso creció más tu inseguridad y aunque yo jamás te mentí, tú ya no me creías.
Trate de cambiar, no quería perderte por mis propios temores. Pero tú ya habías tomado una decisión, incluso antes de romper definitivamente conmigo. No se q esperabas lograr dándome falsas esperanzas, haciéndome creer q las cosas estaban mejorando, ¿recuerdas?, cuando te abrace, q fue lo q me dijiste,” aquí estoy no me iré”. Y no cumpliste, me entregue a ti, pensando q quizás eso ayudaría a nuestra relación. Decías tantas cosas q prendieron una luz en mi momento de oscuridad. Y todo para q, para q tres días después me botarás, me humillaste diciéndome q alguien más te hacía feliz. Q esa persona te hacía sentir bien, q con ella te veías después de dejarme a mí en casa.
Como me pides q no te odie, si más de una vez me culpaste de ser el causante de tus crisis, de ser una persona fría y sin sentimientos y más de una vez, creí en esas palabras, me torturaba pensando que tenías razón, en que yo era el único culpable de que me dejaras, solo yo. Me sentía devastado, destrozado, si alguien de mis amigos me hubiera visto en esos momentos, seguro más de uno, no me hubiera reconocido. Pensaba las cosas, sabia de quizás mi error en nuestra relación, pero también me di cuenta que yo no tenía la culpa y que mucho menos te había tratado como basura, como tantas veces alegaste. Jamás notaste mis miedos, ni mucho menos mis cambios q hice sólo por ti, quería ser una mejor persona para ti, alguien de quien pudieras sentirte orgulloso de presentarles a tu familia y amigos. Cubriste tus ojos dejándote llevar por ese ideal q te hiciste de mí. Al final jugaste conmigo, no sé si por venganza o por q otra razón, Sin embargo, sigues pidiéndome q seamos amigos, q no me aleje de ti. Pero ¿en verdad crees q pueda ser tan fácil? Aun cuando al principio era sólo atracción, yo terminé enamorándome, mientras q tú, solo me haces pensar q todo ese cariño q me profesabas, era sólo un sueño, una ilusión tuya, porque terminar fue tan fácil para ti.
Ahora tú rehaces tu vida al lado de alguien más, aún me buscas. Quería pensar q aún había una oportunidad, Pensaba q rendirme sería demostrarte q tenías razón y q no me importabas, trate de seguir presente para ti, pero simplemente no puedo, cuando escucho tu voz tiemblo y me vuelvo débil al verte. De aquella persona q todos conocían sólo queda el cascarón, hueco, vacío, sólo la distancia se había vuelto una aliada, cuando parecía estarlo superando, tus aparecidas de nuevo, un simple mensaje y dolores de cabeza y falta de apetito volvían. Llegue a temer de tus mensajes, cada q sonaba el teléfono pedía por que no fueras tú. Intento retomar mi vida, incluso hacer aquello q había postergado varios meses atrás, pero a dónde volteó, tu recuerdo vuelve a surgir, la desconfianza en mi me atrapa de nuevo.
Si, te odio, por no haberme permitido luchar por ti, demostrarte q no soy esa persona q dices q soy, te odio por ser cobarde y haber elegido alejarme sin decir nada, en lugar de haber arreglado las cosas hablando. Te odio por dar por hecho q estaría bien, cuando la realidad es al revés. Y me odio por no poder olvidarte, por aún preocuparme por ti cuando tú ya me has superado. Me odio cuando te ignoro, me odio cuando no estoy contigo y me odio por no poder dejar todo atrás y seguir mi camino. ¿En verdad crees que pueda olvidarte? Pues deja decirte que eso… jamás
Siempre pensando en ti
Kim Him Chan