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Can I...? por Hagen Anfallen Sixx

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Notas del capitulo:

bueno, esto es el capitulo 2, gracias a todos los lectores y mucho mas a quienes dejan revs

<3

Quizás no lo hubiera pensado y tampoco hubiera estado llorando como toda una niña aquel día a no ser de que le daba la impresión en los últimos días de que las cosas con Sanji se estaban yendo al demonio, daba la impresión de que el rubio estaba más interesado en sus campañas y en sus cigarrillos que en lo que Zoro hiciera o dejase de hacer, siempre muy estresado y a veces demasiado molesto el rubio había comenzado a gritarle bastante.

No que antes de aquello no se gritaran, de hecho ese era uno de los pilares más fuertes de su relación a como Sanji solía decir, desde antes de ser pareja tenían la costumbre de darse picones entreteniéndose con las reacciones del otro, a veces los gritos eran incontrolables…el problema de ahora era que los gritos ya no sabían cómo cuando Zoro buscaba llamar la atención de Sanji, para nada…ahora en verdad sabían a problemas cercanos.

Zoro sabía que era normal cierto nivel de tensión en Sanji debido a la empresa y también al trabajo que tenía que hacer pero eso nunca antes había llegado a esos niveles en los que también se estaban apartando el uno del otro, Sanji ya no iba a la cama cuando Zoro lo hacía, ya no desayunaban juntos, ya no acostumbraban  a salir juntos los fines de semana que aunque a veces solían ser las cursilerías de Sanji para Zoro eran agradables también…ya Sanji no le cocinaba nada y prácticamente se veían solo en momentos vitales, casi siempre para pelear y que uno de los dos acabará saliendo del departamento o encerrándose en una de las habitaciones.

-        Bueno, yo no quería distraerte de tu trabajo, hice una cita para cenar a las 10 en el restaurante de siempre, el francés que te gusta, espero que puedas ir – dijo Zoro levantándose

-        No estoy… muy seguro de poder, tengo una cena con mi padre… - dijo Sanji visiblemente avergonzado

-        ¿tu padre? ¿es eso más importante que nuestro aniversario? – preguntó Zoro muy molesto

-        ¡yo no dije eso! ¡es importante para mi padre! – exclamó el rubio

-        Bueno, si es importante espero que no le moleste que vaya también, yo solo quiero pasar un poco de tiempo con mi novio y el viejo no me lo va a impedir… ¡es nuestro aniversario, por Dios! – exclamó el moreno mientras miraba con aparente coraje a su novio

-        No estas invitado, Zoro, es algo íntimo y de familia así que prefiero que muevas tu reservación a mañana, mañana termina la impresión de los catálogos y tengo una semana para estar contigo – dijo Sanji mientras sacaba de su bolsillo su cajetilla de cigarros

-        ¡¿Cómo que no estoy invitado!? ¡también soy parte de la familia ahora! ¡me propusiste ser tu prometido! – exclamó Zoro con las mejillas ardiendo. Sanji encendió su cigarrillo tratando de mantener la calma, no quería hacer todo un escándalo en la oficina

-        Si, ya se…pero esto es una decisión que me importa a mí y solo a mí, en esto no tienes derecho a meterte porque no estas implicado ni te afecta de ninguna manera… - trató de decir Sanji

-        ¡¿Qué no me afecta?! ¡estúpido rubio, me importa! ¡me importa porque creo que estoy perdiendo al hombre que amo! – gritó Zoro antes de salir de la oficina corriendo sin darle tiempo a Sanji de decir nada mas

Sanji se dejó caer en su muy mullida silla y tomó las rosas con su mano disponible solo para olerlas y contemplarlas un momento más, estaba tentado a salir corriendo detrás del otro muchacho, pero eso no tenía sentido, no iba a entenderlo y simplemente acabarían teniendo una monumental pelea en medio de la calle, eso no era nada bueno para la imagen de ninguno de los dos como figuras públicas, podría llamarle pero seguramente en el estado en que Zoro se encontraba no tomaría la llamada, así que solo hizo lo que esperaba más lógico según su experiencia: tener calma y esperar a que Zoro lo superara.

Sanji se levantó al terminar su cigarrillo solo para buscar un jarrón y poner las rosas en agua, recordaba claramente la cara molesta de Zoro y su boca se curvó en una expresión inconforme, pocas cosas odiaba más que hacer enfadar a su sensual fotógrafo estrella. Se sentó revisando unos papeles de pedidos, necesitaba saber si haría la campaña para una empresa más o era bastante con lo que ya tenían… Sin embargo su mente no parecía estar cooperando con el plan, parecía más bien nostálgico y pensativo, había planeado llevar a Zoro en un crucero para su aniversario si aceptaba ser su prometido pero no podía ser y había tenido que cancelar sus planes debido a la crisis de los 40 de su padre que había decidido desaparecer dejándole la empresa completa a él solo.

Ahora Sanji comprendía porque el viejo nunca pasaba tiempo con él, en verdad no es que no quisiera, simplemente no podía o la empresa se venía abajo.

Zoro…

Zoro era un chico apenas cuando Sanji se fijó en él por primera vez, claro que el rubio no era mucho mayor tampoco, Zoro era independiente y orgulloso, muy profesional siempre y para Sanji fue todo un reto comenzar a acercarse, comenzar a conocerlo… al principio agradecimiento por su trabajo tan bueno, después estuvo el agradecimiento por siempre encontrar su mejor angulo, Sanji se enorgullecía mirando sus fotos hermosas en catálogos y espectaculares sabiendo que eso no sería posible si no fuera por Zoro.

Zoro y él eran un equipo, uno muy bueno y exitoso…uno que ahora estaba siendo lanzado por la ventana gracias a los problemas ajenos.

Pronto se hizo de tarde y Sanji se encaminó con su gabardina  rumbo al restaurante italiano donde tenía la cita con su padre, llegó ahí primero y pidió la mesa de la reservación que su padre había hecho con días de anticipación, era el primero en llegar, se perdió en la imagen de su reflejo dado por la ventana que le devolvía su cara inconforme ¿Cómo no estar inconforme si podría estar cenando con su novio en lugar de cumplir los caprichos de su padre para conocer a “esa persona”?

Se llevó una mano al cabello y lo acomodó elegantemente hacia atrás, en estas cuand un gran revuelo se escuchó en la entrada, una voz conocida, Sanji cerró los ojos y lentamente giró la cabeza para encontrarse ahí a su prometido tratando de entrar por la fuerza al no tener el número de la reservación.

-        ¡Sanji! – gritó psicópata mientras un par de hombres del restaurante trataban de sacarlo, Sanji torció la boca y bufó antes de levantarse

-        Está bien, es mi prometido el que están tocando, señores...no pensé que viniera ¿pueden ampliar nuestra reservación de 3 a 4? – preguntó poniendo su cara más encantadora, esa que le conseguía contratos millonarios

-        Claro que sí, señor Kuroashi pero será un poco más costoso – dijo el hombre a cargo – por lo precipitado… - se explico

-        Bien, el viejo lo pagará sin dudas – dijo mientras tomaba a Zoro del brazo y con elegancia lo conducía a la mesa a la que pronto llevaron una elegante silla más – te dije que no podías venir ¿Cómo has sabido donde iba a estar? – preguntó mirando a su prometido con un gesto más severo

-        Le pregunté a Nami…no hay nada que esa mujer no sepa sobre ti ¿no es eso? – preguntó Zoro ni mínimamente apenado y tan fresco como una brisa marina

-        No tienes ninguna vergüenza, te dije que esto era muy privado – se quejó Sanji hablando bajo mientras un camarero se acercaba a ofrecerles vino, en cuanto su copa se vio llena Sanji la bebió de un trago

-        Estas molesto…. – dijo Zoro obviando en el hecho – ¿es algo tan malo que no me lo puedes contar? ¿es algo tan malo como para que no me pueda enterar? – dijo el moreno con tono irritado

-        Mi padre quiere presentarme a alguien… ¿bien? Es eso…solo es eso – dijo Sanji cruzándose de brazos

-        ¿presentarte…a alguien? ¿para qué? ¿Sanji… porque? ¿él aún no cree en nosotros? – preguntó Zoro visiblemente descolocado

-        ¡perdonen la tardanza! – dijo de pronto el enorme hombre que era el padre de Sanji interrumpiendo la respuesta del rubio – ya saben cómo son las mujeres – dijo mientras sonreía a una mujer joven y hermosa que venía de su brazo y que se veía radiante en un vestido rojo, de cabello negro y ojos azules, en verdad bonita – esta es Anna… Sanji… ¿Zoro? No esperaba verte aquí… - dijo el hombre haciendo una mueca extraña

Zoro miró a la mujer y miró a su prometido ¿Qué significaba eso? ¿No era que Sanji le acababa de pedir pasar la vida con él? ¿Y ella? Algo dentro de él se estaba rompiendo mientras el padre de Sanji y la mujer se sentaban a la mesa.

Notas finales:

¿REVS?

¡NO SEAS LECTOR FANTASMA!


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