Kai
Llevaba cuatro años siendo novio de Kyungsoo, un año desde que lo he estado engañando con mi compañero Lay. Desde hace dos años que realmente no siento nada por Kyungsoo…entre él y yo todo se ha vuelto tan rutinario; todos los días lo veo después de las clases en su universidad y yo después de mis clases de baile por las tardes; vamos al mismo café y pedimos lo mismo. Hablamos de lo mismo aunque sean diferentes cada día, caminamos tomados de la mano por el parque más cercano, mirando hacía diferentes puntos en vez de nosotros y entonces, al pasar el área de los juegos infantiles, la única banca de color café nos encontramos a la misma pareja…yo intento simular no conocer a uno de ellos, trato de no lanzarme sobre su novio por estar tocando su mejilla derecha…ahí esta Lay frente a su novio de preparatoria, el único hijo de la familia más prestigiosa en Seúl y podría decirse en toda Corea del Sur: Kim Joonmyun. Ese chico dulce, tan virginal que decía “No tendré sexo hasta después de casarme” y eso volvía loco a Lay…eso fue lo que llevo al castaño a serle infiel a su novio, conmigo.
Ambos pasábamos por una situación difícil, queríamos a nuestras parejas pero ya no de la misma forma que al principio de nuestra respectiva relación. Kyungsoo era indiferente, Joonmyun era demasiado atento. Kyungsoo era cortante, Joonmyun era insistente.
D.O y Suho, como los llamábamos, eran diferentes. Pero lo que tenía uno y el otro, nos fastidiaba. Yo quería hablar de diversas cosas cuando Kyungsoo se empeñaba en hablar de lo mismo; Lay deseaba hablar de una sola cosa cuando esto era realmente importante para él y Joonmyun cambiaba de tema cada día que se veía con su novio. Lo único que seguía siendo igual era la ida a aquel parque todos los días, a la misma hora de llegada y de partida.
Se que todo esto es tan contradictorio, que Lay es casi igual que Kyungsoo y yo casi igual a Joonmyun, pero creo que la diferencia era…éramos dos personas diferentes y no las mismas que vemos y compartíamos todo, todos los días del año.
De lunes a sábado nuestras parejas nos asfixiaban, no nos permitían estar a solas para así poder vernos, nuestros únicos momentos a solas eran de 6 a 8 de la noche durante nuestras clases de baile. Aunque no siempre yo asistía a solo, ni Lay.
El único día que teníamos libre era los domingos, el único día en el que realmente podíamos estar juntos. Durante nuestra sesión de amor todo era felicidad, excitación, besos y caricias. Cumplía mi mayor anhelo, el estar contigo aunque fueran unas simples horas…pero al final, para ti era confusión. En la madrugada te levantabas y te sentabas al borde de la cama, escondías tu avergonzado rostro entre las delicadas palmas de tus manos y susurrabas:
Lay- Esto no está bien… ¿Cuándo será el día que pueda pensar claramente lo que quiero?-te ponías a llorar al decir eso, pero seguías…-Te quiero a ti, pero no quiero hacerle daño a Suho…aunque haciendo esto, ya lo he estado dañando-
-Tú sabes lo que yo estoy pasando con Kyungsoo…-le respondo
-A comparación, se que tú ya no sientes nada por él…tú eres fuerte, yo soy demasiado débil para afrontar las cosas…se que te estoy hiriendo y lo siento mucho por eso…te amo…
-Yo te amo a ti, pero tú pretendes ser débil cuando eres igual de fuerte que yo…solo tienes miedo a ver sufrir a alguien que te acompaño en momentos difíciles…-hice una pausa para que digieras cada palabra que acabo de decirte, aunque cada domingo te digo lo mismo-pero es tiempo de que decidas, un día puedo llegar a mi limite y darte un ultimátum….él o yo, el tiempo corre Lay…-él sigue llorando y eso hace que mi corazón siga partiéndose en miles de pedazos, no importa cuántas veces le diga lo mismo y quiera plantearme la idea de dejarlo, nunca podré alejarme de él…-tú y yo nos meremos algo mejor y eso significa estar juntos debes entenderlo rápido, Lay…no esperemos más tiempo…yo soy tú y por eso siento lo mismo que tú. Solo estoy esperando a que tú me des la señal y termino con Kyungsoo y estaremos al fin juntos, nos iremos lejos de aquí…-hago una gran pausa para tomar aire-No soy tonto, tú tampoco. Sabes a la perfección lo que debes hacer, tan solo debes agarrar fuerzas y terminar lo tuyo con Suho…-
-No es fácil, Jongin…me estoy volviendo loco-
-No estás loco-le digo acercándome a él y abrazándolo por detrás-confió que pronto tomaras la decisión correcta…recuerda, somos uno…no nos separes por un simple capricho…-
Él se gira y me encara, su rostro lleno de inocencia e inundado de lágrimas.
¿Cuánto tiempo piensas soportar esto?
Pienso, tú desvías la mirada y yo pido a gritos mires directo a mis ojos y veas la ayuda que te estoy pidiendo. Te necesito a mi lado las 24 horas del día, 1 solo día, tan solo pocas horas ya no me sacian…quiero que esto tenga sentido, no quiero pensar que me equivoque contigo…porque esa verdad me llevaría al borde del precipicio.
-Pronto terminare con Suho…-me dices y yo sé que no es verdad.
-Te creo…te amo Yixing-como siempre, digo que te creo. Mentira. Como siempre y lo único sincero en la frase, te digo que te amo.
Sé que esto va a repetirse, no importa cuánto me reproche…soy tú y por ello no puedo dejarte.
Somos uno, no puedo dividirnos en dos…eso simple y sencillamente es imposible.
Y el día siguiente es lunes, todo vuelve a ser monótono.
Despierto y tú ya no estás a mi lado, me dirijo a la escuela, paso por Kyungsoo, vamos al mismo café, hacemos todo igual a los días anteriores.
Espero pasar por aquella banca y no encontrarte con una bella sonrisa dedicada aquel chico que no soy yo. Pero estoy equivocado, la noche anterior pensaba en lo correcto. Ahí estas; sonriéndole como si realmente lo amaras, como si no hubieses estado con otro la noche anterior…finges no conocer a nadie a tu alrededor, te dedicas a mirarlo con ternura mientras yo voy de la mano con un completo desconocido…
Sabía que todo iba a repetirse, que se iba a volver una rutina más…
Solo había una cosa diferente…mientras fuera con Lay…esa era la única rutina que realmente no me molestaba seguir haciendo.