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El secreto de mis hermanos por NaniNan_chan

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Notas del capitulo:

Grácias a SweetPrincess x siempre dejar rvw ^^

Yaoi lovers x apoyarme y seguirme y a los anonimos x no ser lectores fantasmas :*

No escuché nada más después de eso. Pero lo más extraño para mí no fue lo que me dijo, sino lo que esa noche soñé.

Soñé que estaba en un hospital, tumbado en una cama con una máquina que marcaba el ritmo de mi corazón. Soñé como Lya estaba tumbada en un sillón en una esquina mientras que papá estaba en un silla cercana y Leo me miraba de una forma que no supe reconocer desde la puerta. Pero cuando le iba a decir que se acercara apareció Ros detrás suyo y se lo llevó.

Ese chico nunca me había caído bien. Tal vez fuera un buen amigo para mi Leo pero para mi era un poco una molestia ya que se la pasaba cerca de mi amor y parecían enamorados, y eso me molestaba mucho. Hasta en sueños me molestaba.

Después de eso me desperté y al abrir los ojos vi que todo era mentira. Vi a Leo tumbado a mi lado. Lentamente despertó.

-Buenas, cariño.- me dijo acariciándome la mejilla.

-Buenas.- le contesté sonriendo.

Me iba a acercar a besarle suavemente pero el saltó de la cama como recordando algo. Se dirigió al armario dándome una maravillosa vista de su cuerpo desnudo. Se volvió hacia mi una vez hubo bajado su maleta y la mía de encima del armario y dijo:

-Mimi, vístete y haz las maletas, tenemos que irnos.- y empezó a vestirse el también. Lástima, me gustaba verlo como estaba.

Me levanté perezosamente y fui al armario con él.
A propósito me agaché para buscar los bóxers pero sólo era una excusa para enseñarle mi hermoso trasero.

Hoy me había levantado juguetón y quería jugar con él.

Me entretuve mucho más de lo normal en buscar y por el rabillo del ojo pude ver como su amiguito se despertaba también.
Lentamente pasó un dedo por mi columna, desde mi nuca hasta mi baja espalda y ahí cogió una nalga en cada mano suya y me acercó de un tirón a su intimidad. Noté su dureza frotándose contra mi entrada y no pude hacer nada más que gemir.

Una de sus manos fue hacia mi miembro y lo empezó a masturbar mientras que su otra mano se encargaba de estirarme para lo que venía.
El primer dedo no lo noté apenas, porque su trabajo con la otra mano era demasiado bueno, pero el segundo si que lo noté, aunque no molestó tanto como cuando metió el tercero. Los tres juntos dolían pero muy poco, y menos cuando encontró el punto que él se sabía de memoria en mi interior y empezó a estimularlo.

Mis gemidos ya eran mucho más notorios y de un momento a otro se introdujo de una sola estocada en mi, haciendo que lo sintiera por completo y que mis paredes se cernieran sobre su hombría.

Me empotró contra las puertas del armario, que en algún momento había cerrado antes sin que ni siquiera me diera cuenta, y empezó a embestirme.
Comenzó con un vaivén lento pero placentero que hacia que llegara a lo más profundo de mi ser. Pero luego eso no fue suficiente.

-M-Más duro Leo- y gemí sonoramente cuando aumentó la fuerza y rapidez, llevándome al cielo.

-Eso es, gime más para mi- y obviamente le hice caso. Ya ni me importaba quien más hubiera en casa o si los golpes de nuestros cuerpos chocando entre sí y contra el mueble despertaban a alguien.

Seguimos con nuestro acto de amor hasta que no pudimos más. Es decir, hasta después de que me corriera, apretando el miembro en mi interior de mi novio y haciendo que el también se viniera y luego repitiendo otra vez en la cama. Y eso que teníamos prisa.

Cuando por fin teníamos las maletas y estábamos presentables, salimos de casa para no volver. Pedimos un taxi y cuando llegó ingresamos las maletas y luego subimos nosotros.

No presté atención a la dirección que le decía al taxista porque estaba mirando por la ventana, mirando la casa que dejaba atrás, y pensando en que ya no vería a Lya ni a mamá o papá. Pero no me importaba, porque para mi lo único importante es Leo. Por él lo dejaría todo. Y, de echo, eso es lo que estaba haciendo.

De tanto pensar me dormí y otra vez ese extraño donde estaba en un hospital se volvió a repetir. Sólo que esta vez no estaba ni mi padre ni mi madre conmigo y mi hermanita tampoco estaba durmiendo donde antes. Esta vez era Leo quien estaba a mi lado y Ros apoyado en la pared frente a mi.

-No te culpes más- le dijo pero mi hermano no le respondió.

Al no responderle, Ros se acercó a él y, aprovechando que el moreno estaba sentado, lo abrazó rodeándole los hombros y depositó un tierno beso en su mejilla.

-Vámonos, yo te ayudo.- le susurró de forma suave.

Leo se puso de pie y lo besó en los labios. Al separarse le dijo:

-Ayúdame a olvidar, porfavor.-

Y ahí me desperté. Esa horrible pesadilla me había dejado la frente cubierta por un frío sudor y una terrible sensación en todo el cuerpo. Se sentía tan real que mis ojos se cristalizaron por las lágrimas que esperaban ser derramadas ante tal acto.

Una mano se frotó en mi espalda, grande y cálida, haciéndome relajar.

-¿Estas bien?- me dijo Leo, a mi lado.

-Si, sólo fue una horrible pesadilla.- le dije, tranquilizándome, olvidándome de esa absurda pesadilla.

-Tranquilo, yo estoy aquí, ya pasó todo.- me dijo y me regaló un tierno beso.

Cuando nos separamos pude apreciar el paisaje que había al otro lado de la ventana. Prados de un hermoso verde se extendían a nuestro alrededor y más allá habían bosques que lejos de parecer tenebrosos, invitaban a parar el coche e ir hacia ellos. Más allá habían montañas, hermosas montañas.

Era un maravilloso paisaje rural.

-¿Hacia dónde nos dirigimos?- le pregunté a mi pareja.

-Hacia un pequeño pueblo, cariño. Allí nadie nos encontrará, nadie sabrá nada.- me dijo abrazándome más fuerte, haciendo que sintiera todo el amor que tenía por mi.


Pov's Lya

Al rato me desperté y vi que no había nadie en la habitación aparte de Miguel y yo. Sobre la mesita de noche al lado de su camilla había una nota y en ella ponía mi nombre. Me acerqué y la desdoblé. Decía:

Buenas, hija.

Hemos tenido que volver al trabajo así que cuida tú de Miguel porque Leo se fue con Ros.

Cuídate y piensa en lo que hablamos.
Cuidaros y habla con esos chicos.

Papi~

Muy bien, así que ahora estaba sólita cuidando de mi hermanito, en un sitio donde posiblemente me encontraría con Ale. Aún suerte que hoy es sábado y no tengo que encontrarme con Dani. Sabía que era inevitable encontrarme con ellos pero ahora era aún demasiado pronto para mi.

Así que lo único que hice fue agarrar una silla y subirme en ella para esconder en un rincón cerca de la ventana una de mis fieles amigas, las microvideocámaras para poderme ir tranquila a comprar algo a la cantina del hospital y seguir vigilando a Miguel igualmente.
Me bajé de la silla una vez hube comprobado que no se caería de ahí y miré desde abajo si se notaba, pero no se notaba mucho, sólo si te fijabas mucho parecía una mancha.

Aishhh, adoro la tecnología.

Conecté mi móvil con la cámara y una vez las sincronicé me fui tranquilamente a comer. ¡Moría de hambre!

Cuando salía me choqué con un poste por andar mirando el móvil. Espera... En un hospital no hay postes. Alcé la vista y me encontré con Leo sobándose el pecho.

-Sabía que tu cabeza estaba hueca pero no que fuera tan dura.- me dijo él mirándome mal.

-¿Qué dice señor Poste? ¿Qué se encuentra mal? No me extraña, ahí arriba no le debe llegar bien la sangre a la cabeza.- le dije sacándole la lengua y siguiendo mi camino hacia la cantina.

¿Y la cantina está en...? Me dijo una voz en mi cabeza con ironía. Es verdad, no sé dónde está, así que sólo daré vueltas hasta que la encuentre.
Iba distraída pensando en eso cuando al girar una esquina me choqué con otro poste. Este sitio está lleno de postes.

-Auch- dije sobándome la cabeza pues este poste era en verdad duro.

-Te estaba buscando- dijo una sexy voz que reconocería en todas partes.

-Dani...- dije alzando la mirada para encontrarme con la suya.

 

Pov's Leo

No podía creer que papá y mamá fueran hermanos. Pero lo que más me molestaba no era eso. Era que no nos lo hubieran dicho. Si lo hubiéramos sabido, Miguel y yo simplemente podríamos... Podríamos... No sé, pero todo hubiera sido diferente: no nos hubiéramos escondido tanto, no hubiéramos tenido el peso del qué pensarían. A nosotros sólo nos importa su apoyo, su aprobación. Pero ahora ya no más. Ahora estaba demasiado dolido como para que aquellas personas que había dejado atrás, en el despacho, me importaran.

Sin saber muy bien cómo, subí hasta la terraza. La puerta estaba milagrosamente abierta y aunque estuviera cerrada estoy seguro que la hubiera abierto de un golpe.

Al salir, respiré el fresco aire que se sentía allí arriba y sentí que nada importaba.

-Leo- dijo alguien a mis espaldas. Esa voz era de la única persona que había herido toda mi vida y había seguido tras de mi como si hiciera oídos sordos. La voz de mi mejor amigo.- Leo, no llores, porfavor.- me dijo.

No había notado que las lágrimas habían traspasado mis barreras y mojaban mis mejillas, pero ahora sabía qué era esa humedad.

Sentí unos brazos rodearme la cintura desde detrás y su mentón reposar en mi hombro. Notaba su calor, reconfortante, pero faltaba algo.

Estuvimos así abrazados un poco, mientras yo me serenaba y relajaba y el me besaba delicadamente el cuello. Luego se separó de mi, sólo para darme vuelta y abrazarme más fuerte, escondiendo su rostro en mi cuello. Sabía que esto le dolía más a él que a mi pero soy demasiado egoísta como para hacer que parara. Siempre he sido demasiado egoísta.

No recuerdo demasiado bien las palabras reconfortantes que me dedicaba porque estaba demasiado metido en mis deplorables pensamientos. Sólo sé que consiguieron calmarme.

Al final bajamos a ver como estaba Miguel pero no me atreví a entrar al ver que mi padre estaba con él y Lya estaba durmiendo en uno de los sillones, así que fuimos a casa de Ros para que me siguiera haciendo olvidar todo entre sus sábanas.

Notas finales:

Por si las dudas diré que Miguel aún anda en coma y quelas personas en coma pueden oir y reconocer voces y tambn pueden sentir o "saber" k pasa a su alrededor. Probado cientificamente. Asi que espero se entienda y si no pues ya iran viendo lo que pasa ^^

Cualquier duda, preguntan en un rvw :*


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