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El secreto de mis hermanos por NaniNan_chan

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Notas del capitulo:

Yo también estoy sorprendida de que haya pasado poco tiempo entre actu y actu .-.

Pov's Amber

 

¿Así que estos tal Daniel y Alejo querían arrebatarme a mi hijita? Ni modo. Toda la vida he tenido que luchar por tener a quién amaba y no iba a quedarme sin ningún ser querido. Es decir, no la perderé pero se olvidará de que tiene padres cuando se vaya con ellos. Y encima eso, son "ellos" y no "él" o "ella". No quiero que la dañen; aún es muy chica.

Aunque, por otra parte, siempre la apoyaré. No quiero que tenga unos "padres" como los que yo tuve.

 

FLASHBACK

 

Hoy era un día especial, y no solo porque era el decimosexto cumpleaños de mi hermano mellizo Joshua y yo, sino también porque hoy le diríamos a nuestros padres sobre nuestra relación. Hace mucha que ésta comenzó pero aún no nos hemos atrevido a decírselo porque no sabemos como reaccionarán.

 

Hemos decidido decírselo hoy porque cada cumpleaños le podemos pedir una única cosa que tienen que hacer/comprar. Y hemos decidido que este año sea que acepten nuestra relación.

 

Y por eso hoy estoy muy nerviosa.

 

En eso entró Joshi a nuestro cuarto (ya que el deseo del año pasado era compartir cuarto) y al verme en la cama tumbada se acercó para tumbarse también y así abrazarme. De seguro sabía el porqué de mi estado de ánimo. Él siempre lo sabe todo de mi y yo siempre de él. Tenemos una conexión especial.

 

-Madre quiere que vallamos ya para el comedor a comer- me susurró dulcemente.

 

-No se como se lo vayan a tomar. Tengo miedo.- le dije, abrazándolo más fuerte.

 

-Tranquila. Estamos juntos, lo demás no importa.- me dijo.

 

-Cierto.- y con esa última palabra fuimos a reunirnos con nuestros padre.

 

Nos felicitaron y comimos felizmente. Luego madre trajo una hermosa y grande tarta que se veía realmente deliciosa y que en el centro de ella había una vela con el número 16 encima y comenzaron a cantarnos la canción de felicitación. A continuación, padre nos apresuró, sonriendo, a que apagáramos la vela y dijéramos nuestro deseo para así darnos los regalos.

 

Miré a mi hermano y él me miró a mi. Contamos mentalmente hasta tres y lo dijimos:

 

-Deseamos que acepten nuestra relación.- dijimos a la vez, cogiéndonos de las manos mientras los mirábamos.

 

Sus semblante cambiaron drásticamente de felices a unos de incomprensión.

 

-¿Qué relación?-preguntó madre.

 

-La nuestra- repitió Josh, levantando más nuestras entrelazadas manos para que se dieran cuenta de a qué nos referíamos.

 

Sus caras al comprenderlo fueron peores de lo que habían imaginado, porque, sí, no había sido tan ingenua de pensar que lo aceptarían con facilidad.

 

-Ni creáis que os vais a salir con la vuestra, mocosos. ¡Tú vas a casarte con la chica que acordamos y no vas a salir con tu hermana!- le vocifero padre a Joshi.

 

-Pero yo no quiero estar con ella. Yo quiero estar con la mujer que amo: Amber- dijo mi hermano.

 

-Pues sí tanto la quieres, ya puedes irte a vivir lejos de esta casa con ella y olvidarte de que tienes familia. Porque para mi, mis dos hijos murieron hoy.- dijo padre y se fue del comedor, dando un portazo.

 

-M-Madre- le dije acercándome a ella ya que no había dicho nada aún y sólo se había puesto a llorar. Pero cada paso que avanzaba, ella retrocedía otro.

 

-Lo siento, pero no puedo aceptarlo.- dijo ella.

 

-Madre, tú también no, por favor.- le supliqué, conteniendo las lágrimas.

 

Ella simplemente se fue y antes de desaparece por la esquina dijo:

 

-Será mejor que se vayan.- y desapareció sin mirar atrás.

 

Sólo sentí como me arrastraban hacia la habitación y vi, borrosamente, como Josh hacia mi maleta y la suya. Creo que él también lloraba pero no pude estar del todo segura porque las cascadas en mis ojos no me dejaban ver bien.

 

De nuevo sentí como era arrastrada hacia la estación de tren y, tomando el primero que pasó, nos fuimos para nunca regresar.

 

La vida después de eso nos fue bien. Al escapar fuimos a casa de un amigo de padre con el que nos llevábamos genial. Él y su amable y dulce mujer nos acogieron y acabaron criándonos como hijos ya que nos llevábamos muy bien y los conocíamos desde pequeños y ellos no podían tener bebés.

 

Se ganaron la enemistad de nuestros padres biológicos por eso pero no les importó.

 

Un día de invierno, a finales de noviembre. Joshua y yo volvíamos a casa solos después de ir al parque de atracciones que quedaba a las afueras de la ciudad. Habíamos perdido el últimos tren y nos habíamos gastado todo el dinero así que no teníamos para un taxi. El caso es que caminando cerca de unos contenedores, Josh chutó una piedra, acertando de pleno a uno de ellos y haciendo un pequeño estruendo. Después de eso unos altísimos llantos de bebé se escucharon y al acercarnos a los contenedores, pudimos ver que entre uno y otro había una manta enrollada que lloraba. Y como las mantas no lloran decidimos desenvolverla y nos encontramos a un recién nacido.

 

Al verlo sentí mucha pena por él y no entendí como alguien podía abandonarlo a su suerte así que nos lo llevamos a casa.

 

Cuando papá y mamá llegaron de trabajar en la empresa que habían creado, se sorprendieron mucho al ver el bebé que sostenía entre mis brazos y se alegraron mucho por verlo encontrado nosotros y no otras personas, así que nos lo quedamos y lo tratamos como si fueran nuestro hijo. El hijo de mi amado Joshua.

 

Le pusimos de nombre Leo y creció fuerte y sano como tal.

Cuando pudimos independizarnos, lo hicimos. Ya que papá y mamá ya tenían suficiente con dos hijos como para ahora alimentar también a un nieto.

Al tiempo decidimos que queríamos un hermanito o hermanita para Leo pero preferimos adoptar porque no queríamos arriesgarnos a que saliera con malformación o algo por culpa de ser familia.

 

Leo y Miguel (que es como se llamó el bebé que adoptamos) se llevaban muy bien y eran inseparables. Pero luego quisimos también adoptar una niña y así lo hicimos. La llamamos Nalya.

 

A todo esto papá ya se había echo mayor para dirigir la empresa y quería pasar más tiempo con sus nietos así que se la heredó a Joshua.

 

FIN FLASHBACK

 

Hemos hecho que progresara más de lo que ya lo había hecho en antaño y hemos conseguido dar un buen ambiente a nuestros bebés para que ahora unas fantasías-andantes-para-cualquier-mujer se quieran robar a mi niña. ¡No señor! Esto lo íbamos a tener que hablar largo y tendido.

 

Pov's Ros

 

Siempre había querido a Leo como algo más que amigo. No he sabido nunca el porqué. Simplemente ha sido así.

Su altanería fue en lo primeo en que me fijé, no obstante, su dulzura y sus sonrisas hicieron que quisiese estar cerca suyo, abrazarlo y cuidarlo; cosa que no era nada propia en mi. Normalmente nadie me llamaba la atención, a nadie me daban ganas de prestarle atención o de siquiera soportarlos, ni siquiera le tenía cariño a mis padres (aunque el sentimiento era mutuo) así que cuando empecé a sentir eso por Leo supe que era amor.

 

El problema era su hermano Miguel, su novio. Sí, su novio. Era algo tan incestuoso... Pero si a él le hacía feliz, por mi estaba bien. Porque su felicidad, es mi felicidad; su tristeza, la mía.

 

Cada noche buscaba y, gracias a mi buen porte, encontraba a alguien fácil para intentar olvidarlo, ya que era un amor imposible, pero no podía. Nadie era como Leo. Nadie es como Leo. Nadie tenía su voz. Nadie tenia su masculino aroma. Nadie tenía su deslumbrante sonrisa. Nadie tenía ese brillo especial que hizo que quisiera estar a su lado siempre. Nadie. Y solo después de acostarme con esas personas, me daba cuenta. Tarde. Ya me había metido en la cama con otr@ total desconocid@ y de lo único que tenía fuerzas y ganas era de llorar por su ausencia, como siempre he hecho.

 

Pero cuando llegó ese día a mi casa, hecho polvo y llorando, sin ninguna duda le abracé para reconfortarle. Mis intenciones eran buenas, me dolía verlo así. Así que nunca imaginé lo que pasó a continuación. Me besó. ÉL me besó a MI. Era lo que siempre había deseado y pese a que debería haber parado, no lo hice. No podía. No lo paré, no lo aparté como cualquier otro amigo hubiera hecho. Porque yo no era como cualquier amigo. Yo lo deseaba. Yo lo amaba.

 

Todo pasó muy rápido y sin más, por fin unimos nuestros cuerpos. Pero a pesar de todo lo que sentí, faltaba algo. Algo que hizo que pese a lo pleno que estaba, me sintiera vacío. Tal vez eso que faltaba era su amor por mi.

 

Al despertar me explicó todo lo que pasó con Miguel y me pidió que fuera su nuevo novio. Ambos sabíamos que solo lo hacía porque estaba dolido y quería olvidar todo lo referente a un pasado con su hermano pero... Ninguno dijo nada al respecto. Él pensó que sería lo mejor para olvidar y yo, que esa era mi oportunidad. Aún así al principio me negué. Por mucho que quisiera ser su pareja, no quería ser utilizado de esa forma tan vil y cruel que de seguro nos destrozaría. Pero yo lo amaba. Lo amo. Solo por eso accedí a ser su novio. Accedí a sufrir y suprimir mis propios sentimientos para poder así ayudarle a ser feliz... O intentarlo.

 

Pero, como supuse, eso no sería suficiente. Y no lo fue.

 

Al ir al hospital y ver cómo reaccionó, cómo se afligió al saber todo lo que pasó con respecto a su hermano, supe que podríamos fingir, autoengañarnos diciéndonos que él lo había superado, que ya no amaba a su puto hermano, pero que nunca sería cierto. Fue entonces cuando algo dentro mío comenzó a doler comos si se rompiera en mil pedazos. Mi corazón. Mis esperanzas. Incluso, tal vez, mi cordura. Todas ellas se rompieron y dolía más que cuando me contaba lo feliz que era con Miguel y yo solo atinaba a sonreír levemente o me echaría a llorar. Dolía más que cuando los dejaba a solas y sabía que ocurriría después. Dolía porque, aún que sabía que me utilizaba, tenía la esperanza de que al final cambiara y se enamorara de mi.

Y, roto en mil pedazos, fue cuando decidí que ya que me utilizaba (y ambos lo sabíamos), lo disfrutaría. Me pegaría lo más posible a él. Haría que esta "relación" fuera lo más creíble posible. Por muy retorcido que suene.

 

Y para retorcidos, sus padres. Se ve que el incesto viene de familia, porque ahora resulta que sus padres también eran hermanos. Y más que ellos no lo supieran. Aún así, en el fondo lo agradezco, ya que eso ayudó a la situación actual. Leo y yo, juntos.

Pero pareció ser que a Leo le disgustó mucho la noticia y se marchó furioso, dando un portazo.

Lo conocía lo suficiente bien como para saber que ahora estaría destrozado y furioso. Así que fui a la azotea, donde estaba casi seguro que estaría. Necesitaba consolarlo, estar a su lado en momentos como este y así profundizar nuestra relación. Enamorarlo. Ser su punto de apoyo.

 

Cuando llegué a la azotea pude ver como, efectivamente, Leo lloraba y sin ni siquiera pensarlo mi cuerpo ya le estaba abrazando y calmándole a susurros.

 

-Leo- le dije, no sabía si acercarme o no pero al final gano mi parte egoísta y decidí abrazarlo por la espalda mientras seguía susurrándole.- Leo, no llores, por favor.- le decía una y otra vez.

 

Verle así, tan triste, roto. Me entristecía a mi también aún que una parte más salvaje de mi, una parte que en ese momento odié, a esa parte le gustaba ese Leo roto. Un Leo que sufría tanto como yo, tan débil, frágil... Sexy. No pude evitar el aprovecharme de él, besarle lentamente el cuello. Nada importa ya. Aún así seguí hablándole y poco a poco se fue calmando mientras yo le transmitía más de mi calor.

Dolía tanto este amor unilateral que no pude evitar el darle la vuelta y esconderme en su cuello. Iba a besarle pero era demasiado cobarde como para aprovecharme de esa forma en estas circunstancias. Mejor solo respiraba su masculino olor... Olor a Leo. Una deliciosa, dulce y única fragancia que le pertenecía al dueño de mi todo. Él.

 

En algún momento una solitaria lágrima consiguió derribar mis defensas pero Leo no se dio cuenta... Por suerte.

 

Al final bajamos a ver a Miguel, que para eso habíamos venido, pero al ver que dentro se encontraba su padre y su hermana, decidimos ir a mi casa. Allí, una vez más, mi cocina, mi salón, mi cama, fueron testigo de nuestra reciente relación "amorosa", donde por muy placentera que pareciese, una vez el fuego se calmaba, solo quedaba la tristeza y culpabilidad, mezclada con una infantil necesidad de ser querido por tu ser amado.

Notas finales:

Bueno, pues eso era el extra que estaba programado, para que vean que la visa no es facil (y k Leo y Ros estan bn pendejos).

 

SweetPrincess , mija no llores, sonrie porqeu una pareja acabara con un final feliz ^^ -only one-


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