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El secreto de mis hermanos por NaniNan_chan

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Notas del capitulo:

En serio que lamento muchísimo la demora. Ha sido porque en el instituto me estaba jugando reprovar curso y tuve que centrarme en los estudio ¬3¬

Tambien estuve algo encallada porque no sabia bien como contar la historia y pues...

En fin, lean y alegrense, sabran el pequeño plan y algunas otras cosas.

 

P.D. si hay faltas ortograficas o de cualquier otro tipo recuerden que es su imaginación ;)

-Escuchame. Tengo un plan, pero tienes que ayudarme, yo sola no lo podré lograr. ¿Entendido?- le dije. Claro que tenia un plan perfecto de reconciliación digno de cupido.
 
-Te ayudaré- me dijo convencido, secandose las lágrimas.
 
-Bien, escucha. El plan es... tú le reconquiatas mientras yo elimino la competencia.- le dije a Leo con una sonrisa triunfadora en la cara.
 
-Vale-me dijo no muy convencido y mirandome como si acabara de oírme decir una locura incomprensible.- Pero tu magnifico plant tiene ciertas lagunas. Primera, cómo voy a conquistar a alguien que me utilizó, si me utilizó. Segundo, no veo la forma de que puedas quitarte a la supuesta novia de forma fácil y normal. Es decir, no por algo es su novia, y ella además es muy inteligente, no lo consegirás. Tercero,...-le corté antes de que siguiera con su lista pesimista o a este paso no se arreglaría nada.
 
-A ver, señor pesimista, has dicho que colaborarías, pues a colaborar. Te lo expliacaré mejor y con más detalle. Tú tienes que demostrarle que aún lo quieres. Se sexy como solo tú sabes, hazle mimitos y cariñitos aunque no quiera. Nose, pequeños detalles que le gusten. Piensa, porqué encandilarle es tú parte.- Parecía empezar a entenderlo todo.- Bien, y mi parte será hacer que la traiga a casa o que me la presente y encontrar el punto débil de ella. Seguro que descubro algo sucio en su contra y la podré chantajear. Al fin y al cabo así fue como descubrí lo vuestro, intentando buscar vuentro punto débil.- Solté una risita cuando el hizo un puchero lindisimo.- Y si eso no funciona, la trataré peor que una perra. Y si no empezaré a soltar todos los trapos sucios de Miguel para que lo deje en paz. Algo se me ocurrirá. Esa será mi parte- finalicé.
 
Su cara era de asombro. Seguro que no pensaba que podía haber pensado en algo en tan poco tiempo y mientras le consolaba.
 
-Ok, ya entiendo- sonrió, ahora se le veia mejor, más animado.
 
En verdad mi plan iba un poco más allá. Leo haría razonar a Miguel, le recordaría los buenos momentos, le cuidaría, se darían cuenta de que estan predestinados, etc. Yo me encargaría por todos los medios posibles de alejar a Elena y si pudiera ser, que no volviera. Haría lo que hiciera falta. "En el amor y la guerra todo se vale". Pues en una guerra de amor no hay reglas así que la tiraré al piso, le pastearé, le pondre sal en la comida, lo que sea.  
 
-Bueno, es tarde- dije comprovando mi celular.- ¿Ponemos el plan en marcha?- le pregunté sonriendo, levantandome de sus piernas y parandome, estirandolas. Él se paró a mi lado, me miró y me dijo:
 
-¿Ahora?-
 
-Sí, ahora- le contesté- Cuanto antes, mejor.-
 
Dicho esto, entremos en casa, fuimos a su habitación, pero cuando entremos estaba vacía. No sabiamos dónde podía estar, hasta que se me pasó por la cabeza una idea fugaz. Fuí a mi habitación y al abrir la puerta lo encontré a punto de irse a dormir. Estaba sólo en boxes, que es como él solía dormir, destapando ya la cama, cuando se giró al ver como habría yo la puerta.
 
-Hola- me dijo, bajando la mirada mientras seguía haciendo lo que estaba haciendo.  
 
-Hola, Mimi- le devolví el saludo.- ¿Cómo que estas aquí?- le pregunté, llamando su atención de nuevo.
 
-¿No puedo?- tenía una mirada suplicante como si me estuviera gritando que le dejara quedarse.
 
-No, si que puedes. Pero sólo si yo puedo usar tu cama- le dije sonriendole tiernamente.
 
-Claro, a menos que prefieras dormir conmigo, claro.-  
 
Lo pensé apenas un segundo. Mi cerebro pensaba siempre rápido. Lo que ahora debería hacer es ir a dormir a su cama y leer su diario (aunque se que está mal) para conseguir la máxima información posible en contra de Elena. Si me quedaba a dormir con él, podría sacarle información, pero no toda y ademas no quería que supiera que sabia lo que Leo sabía que sabia, es decir, su secreto.
 
-No, tranquilo, mejor otro día- le respondí.
 
-¿Eso significa que habrá más dias así?- preguntó el moreno, que estaba parado a mi lado y que entró a mi habitación nada más decir eso.- Buenas noches, Mimi. Que descanses- se acercó a darle un tierno beso en la frente.- Sueña conmigo- le susurró aún cerca de él, creo que pensando que no lo escucharía. Y se alejó de él para irse a su habitación, tambien a dormir. Cuando pasó a mi lado me guiñó un ojo discretamente y yo entendí que él ya había empezado con su parte. Ahora iba yo.
Me adentre para sentarme a su lado, en la cama, pero no cerré la puerta por si Leo quería escuchar a escondidas.
 
-¿Por que no la invitas mañana a comer? Quiero conocerla. Le prepararé algo rico. Leo tiene entrenamiento- le dije guiñandole un ojo, para darle a entender que sólo estariamos nosotros tres, así la tensión disminuiría.
 
-No se. Tal vez. Está bien. Lo se.- Alguien normal lo habría interpretao como que se lo pensaba en voz alta, pero yo sabía que en verdad había respondido a cada pregunta, una por una, cosa que solo hacia cuando estaba nervioso, intranquilo, para poder pensar en la respuesta adecuada para cada cosa.
 
-Bueno, entonces está decidido. Mañana os espero para comer. Que descanses. Buenas noches-le dije sonriendo, dandole un beso en la mejilla y acariciando su pelo. Salí de la habitación y fui para la de mis hermanos. Al entrar me encontré con un alto sentado en la cama, esperando mi llegada.- Lo has escuchado todo, ¿no?- le pregunté.
 
-- respondió secamente.
 
-Bueno, tengo que decir que lo has hecho muy bien- me acerqué a su lado, sentandome, no sin antes cerrar la puerta.- Pensé que lo molirias a palos de coraje o que te pondrías a llorar como una magdalena.- Nos reimos por lo bajo.
 
-Me he tenido que reprimir mucho- admitió- Pero, en fin, esa era mi parte.- acabó de decir.
 
-Si pero no acaba ahí.- le dije.
 
-¿No?- me miro sorprendido.
 
-No- le aclaré.- Recien empieza. Debes seguir así, como si nada hubiera pasado pero dejandole suespacio hasta que caiga en tus redes-le expliqué.
 
-Ajá-fue lo único que me contestó.
 
-Yo he conseguido que mañana venga. ¿Qué podría cocinar? Le tengo que poner algo malo en la comida, pero que parezca normal. Tambien la tengo que maltratar- dije pensativa, apoyando la cabeza en el hombro de Leo.
 
-Mejor nos vamos a dormir, ¿si?- me dijo, ya deshaciendo la cama y metiendose denro. No me quedó otro remedio más que acomodarme a su lado, mientras yo le apoyaba una mano sobre el pecho y enredaba mis piernas con las de él, él pasaba un brazo bajo mi cabeza. Se quedó dormido apenas cerró los ojos, lo que yo aproveché para separarme lentamente, con cuidado de no despertarlo.  
 
Fuí a la cama de Mimi y me tumbé comodamente. Tenía para rato allí. Saqué su diario del lugar en donde lo escondia y empecé a leerlo. Iba a empezar desde el principio, para saberlo todo, pero una hoja, la continuación de la última escrita, y que correspondía al día de hoy estaba manchada con algunas gotas de algun líquido y unas pocas palabras se leían con dificultad. Ponía:
 
Lo siento, en verdad que lo siento. No se por qué tuve que ser tan cinico con Leo. Mi querido Leo. El único que me ha querido de verdad. Mi verdadero amor. Pero esto es lo mejor, ¿no? Es decir, mejor lo protejo de ella, aunque me desgarre el alma verlo llorar. Nada más marcharme de la cocina escuché su llanto descontrolado, el cual no ha parado desde entonces. Lleva ya cuatro cervezas. Me prometió no volver a beber desde que por culpa de una de sus borracheras no nos pudo defender decentemente de esa banda callejera que nos atacó, partiendome el labio pero quedando él peor, con un gran ematoma en la cara y el brazo roto. Y ahí estaba, emborrachandose, para olvidar. Pero qué es lo que quería olvidar. ¿Quería olvidar lo que le había dicho? o ¿quería olvidarse de mi? El simple hecho de pensar eso me hace pensar en que debería dar marcha atra, y que no hubiera pasado nada entre nosotros. Lo cierto es que aguantaría todas las veces que fuera necesario este dolor, así si son cien o mil, con  tal de poder pasar todo lo que emos pasado juntos. Pero él, él no se merece sentir ese dolor que está sintiendo ahora. Quiero ir y abrazarle, pero, se que no servirá de nada, solo le dara unas falsas esperanzas que por su bien más vale que no alvergue. El no es consciente pero, cuando cumplió los 19 nuestro amor comenzó a ser denunciable a las autoridades, no por él o por mi, si no otros o, debería decir otras. Por favor, amor no vuelvas, sólo odiame, no quieras saber motivos, no me busques, ignorame, no derrames lágrimas por mi como hago yo por ti, no las merezco por haberte traicionado.
¿Crees que he hecho lo correcto, Diario? Yo a cada instante lo creo menos.
 
Ahí acababa el escrito de hoy. Pero me dejaba muchas dudas en la cabeza. ¿Denunciable? ¿Qué cosa? ¿No otros sino otra? ¿Qué quería decir con eso? Definitivamente esto no resolvia mis dudas, sino que las augmentaba. Pasé las hoajs rápido para llegar a la primera pero una de las paginas que había antes de llegar, más o menos por el medio, me llamó la atención ya que la letra cambiaba un poco. Seguia siendo de Mimi, pero era diferente. Me puse a leerla.
 
5 de febrero
 
Oh, Diario hoy ha sido el mejor pero el peor día de mi existencia. Me han pasado dos cosas muy importantes. La primera es que...

Notas finales:

Y otra vez le dejo sin saber que son esas dos cosas importantes *risa malvada*

No tardare mucho en actualizar, de hecho ya he empezado el siguiente cap, pero lo quiero hacer largo y algo interesante como recompensa por la tardanza ;) Lo actualizare seguramente el sabado (aqui en España hoy es miercoles), dependiendo de la resaca que tenga del viernes porque me voy de copas n.n

Os dejo un pequeño adelanto:

Le volvió a enseñar las fotos a Miguel.

-¿Seguro que quieres romper conmigo?- le decía mientras volvia a restregarle las delatadoras imagenes por la cara.

-N-no, no quiero.- le contestó resignado.

-_-_-_-_-_-

 

-No se qué más hacer, profe, ya lo he intentado todo. Le tiré del pelo, le puse mala comida, la empujé por las escaleras,.. ¡TODO!- grité exasperada.

 

-_-_-_-_-_-

 

-Lo se todo, así que no finjas que no me amas. Ahora ya entendí razones.-


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