Terminada la WC los equipos que participaron en el torneo debieron volver a retomar sus rutinarias vidas de estudiantes. Ya no se ajetreaban con las prácticas, sino con los estudios... Venia una época de muchos exámenes.
Era la segunda semana, luego de haber ganado la WC, Seirin se encontraba en su apogeo, en todo sentido. Su capitán, Hyüga, por fin había podido declarale su amor a Riko, quien le correspondió. Sin embargo, paralela a esta relación feliz, Kagami, no entendía porque Kuroko estaba tan distante de él... Luego del encuentro con Yosen, Kuroko, había sentido celos de Himuro, cuando Kagami se reconcilió con él. Aún así, Kagami no estaba enterado de la molestia del peliceleste.
Ya había terminado un día agotador de exámenes, ya no practicaban para los torneos, sino que jugaban básquet por diversión, para despejarse de la escuela y los exámenes finales... Kagami se preguntaba por su pareja cuando lo divisó.
-Oi, Kuroko, -llamó un alegre muchacho- ¿Cómo estás? ¿Recibiste mi mensaje, después de la práctica de ayer?- Dijo un desconcertado Kagami, rascando su cabeza.
-Sí, lo recibí, Kagami-kun. ¿Por qué?- Respondió un Kuroko exhausto de tanto estudiar.
-¿Cómo por qué? ¿Acaso estas bromeando? ¡Desde hace semanas me estas evitando!- Ya enojado, dió media vuelta y se fue, furioso. Ya no quería verlo, no deseaba tenerlo cerca, estaba muy desilusionado.
Estaba cerca de su restaurante preferido de comidas rápidas. Era mejor detenerse y comer algo, su estómago ya dolía... Hacia dos horas no lo alimentaba.
Ubicado en su asiento, y dispuesto a devorar esas 15 MCburgers algo lo detiene.
-¿No piensas saludarme, Bakagami-kun?- Se escuchó la voz apagada de Kuroko... Kagami solo dio un respingo.
-¿Ehhh? ¿Qué haces aquí? ¡Te dije q ya no hicieras eso!, me asustas...- Dijo un enojado Kagami. Obervó con atención a su novio...- Kuroko, mírame... Acaso tú... ¿Por qué estas triste?... ¿Hice algo?-Ya no estaba enfurecido, sino preocupado.
Kuroko recordó esa tarde, cuando Kagami corrió en busca de Himuro, agradeciéndole, pero “dejándolo” atrás…
-Kagami-kun, estoy bien, solo prométeme que te quedaras a mi lado.- Seguía neutro, con esa mirada inerte...
-¿Cómo puedes decir cosas tan vergonzosas? Claro que me que quedare a tu lado, baka...- Confesó un avergonzado Kagami- Estaré contigo el tiempo que quieras... Es más... Por qué no vienes a cenar a casa. Prometo comprarte todos lo batidos de vainilla que quieras. El más bajo asintió.
-Te quiero, Kagami-kun.- Podía verse una sonrisa en el rostro de Kuroko, una sonrisa real, no fingida, llena de felicidad... Pero... ¿cuánto duraría, antes de que sus inseguridades apareciesen?
En casa de Kagami, luego de cenar la comida que preparó su novio, Kuroko, recostado en la cama, observaba el celular de él, sintiendo la necesidad de revisar ciertos mensajes que le llegaban a su novio, todos de Himuro... *¿Por qué debe mandarle mensajes a Taiga, si él estaba con Murasakibara-kun?* Pero se detuvo al escuchar los pasos de éste, llegando al dormitorio...
-Kuroko... Te extrañe. Mucho. Perdona si sentiste que te había abandonado en algún momento, de verdad... Yo... Yo te quiero... y no quiero perderte, no después de haber esperado tanto para tenerte...- Taiga declaraba su amor a medida que iba recostando su cuerpo sobre el de Kuroko, en la cama... Hablando en susurros a su oreja hace que Kuroko tiemble por los nervios... Era la primera vez q estaban en esta situación.