Punto de Partida.
01
Hace dos años.
El chico corría tan rápido como podía, le dolían las piernas y estaba completamente seguro de que la sangre que salía de su costado tenía empapada su camisa de trabajo, no podía detenerse, tenía que lograr llegar al otro lado del edificio, esconderse en algun sitio y posiblemente pedir ayuda, quizás si lograba llegar a su casa a salvo contactaría con su jefe y le avisaría del peligro que estaba corriendo al quedarse en la casa de su familia, si...eso debía hacer.
El pelinegro dio la vuelta en la esquina, justo al lado del edificio donde vivía y se sorprendió por lo vacía que lucia aquella calle, la cual siempre estaba inundada de gente e iluminada hasta en el más pequeño rincón; se detuvo abruptamente cuando un hombre vestido completamente de negro, con una máscara cubriéndole el rostro salía del edificio; El chico, completamente decidido dio la vuelta dispuesto a salir de ahí antes de que lo viera, pero cuando apenas se giró para emprender camino, un disparo resonó en todo el lugar haciendo eco en sus oídos, aturdido de momento titubeó antes de poder moverse y cuando recuperó el sentido, ya era tarde: había caído en la trampa.
Un hombre que de seguro rozaba los dos metros de alto apareció de la nada mientras que otros dos salían del edificio y se acercaban tranquilamente a él, el pánico le llenó cada nervio, ¿Donde estaba el hombre que había visto antes?; una patada que le dio directamente en el costado herido respondió su pregunta no formulada; estaba atrás de él.
-Oh chico, eres realmente difícil de atrapar ¿Sabes?.- Habló el hombre de máscara (los otros tres llevaban antifaces de color azul turquesa).- Esta ha sido de las pocas veces en que he necesitado a la mitad de mis hombres para atrapar a un crío como tu, supongo que por eso haré de tu muerte un deleite completamente dulce para los ojos de mi jefe ¿No te hace feliz saber eso?.- El chico no respondió nada, estaba tan asustado que sentía su lengua congelada, las palabras atascadas en algun lado de su cuerpo y la valentía muy lejos de aquel lugar, tenía que resignarse, iba a morir ahí y no podría volver a ver nunca más a ''su pequeño''.
-Mira Kim, no es nada personal, yo solo sigo ordenes ¿entiendes?, pero podrías intentar rogar un poquito, al menos así esto no será totalmente aburrido, hazme ese favor ¿vale?, solo ruega y grita hasta que se te acaben las suplicas.- El hombre de máscara sacó un pequeño cuchillo, el cual estaba ubicado en la suela de uno de sus zapatos y luego lo alzó al cielo.- Esto será rápido e indoloro, lo juro.- Dijo apuntando al cuello del chico con la punta del afilada arma, este tragó seco y cerró los ojos, pidiendo perdón a algun Dios, intentando no llorar, intentando quitar a Kyungsoo de su cabeza, no podía creer que no volvería a verlo.
-Alto ahí Park.- Dijo la voz de una mujer, la cual traía un antifaz como los otros tres hombres, pero su color era diferente, en vez de azul era rojo y tenía dos plumas que adornaban el lado izquierdo.
-Sandara.- Menciono secamente el enmascarado.
-¿Qué crees que haces? No puedes matarlo sin antes sacarle todo lo que sabe, te comportas como un novato.- JongIn no pudo ver la expresión del hombre, pero asumió que este había fruncido el ceño.
-Las ordenes fueron claras: matarlo; eso es todo.- Respondió presionando el arma contra el cuello del moreno, quien de inmediato se tensó.
-Baja ese cuchillo Park, yo me encargaré de esta misión ahora, hazte a un lado.- El hombre bufó molesto y antes de bajar el arma le dedicó una mirada de eterno desprecio a aquella mujer, quien, por supuesto: lo ignoró.
-¿Como te llamas?.- Le preguntó al chico, quien la miró dudoso y tardó demasiado en responder.- No volveré a preguntarlo sin antes cortarte un dedo.
-Kim JongIn.- Respondió el moreno de forma automática, no quería perder un dedo.
-Muy bien JongIn, ahora mismo te vamos a llevar muy lejos de aquí, responderás a todas mis preguntas CON LA VERDAD y si mientes lo sabré, luego si es que el jefe encuentra necesario matarte, pues te despedirás de este bello mundo, ruega porque no sea así. Lay, Tao, llévenlo al auto, tu manejaras de vuelta Sehun, quiero hablar con Park en el camino.
-Pero Chanyeol tiene licencia para conducir, yo no.- JongIn no era un asesino experto ni un agente privado, pero sabía que dar ese tipo de respuesta a un superior era totalmente erróneo.
-¿Aun eres un crío Sehun? ¿Aun no entiendes como funciona esto? Yo ordeno y tu obedeces, si te atreves a decir algo estúpido otra vez el que perderá un dedo seras tu, ¿Entendido?.- El chico tragó seco y asintió, luego se dirigió lentamente a algún lugar.
-Muévete.- Dijo una voz ligeramente afeminada, afeminada para ser de hombre; uno de los otros dos tipos que quedaban estaba empujando a JongIn, seguramente guiándolo al dichoso auto.
-Si intenta escapar: cortenle el cuello.- Agregó la mujer.
-Eso planeaba hacer.- Habló el tipo enmascarado, quien se había mantenido callado durante el mini interrogatorio.
-Antes debes ver si tiene algo útil que decir, recuerda eso Park.
-Si jefa.- Por el tono con el que respondió, JongIn supo que el hombre había puesto los ojos en blanco y al igual que antes la mujer lo ignoró totalmente.
Luego de eso JongIn tuvo que subir a un auto lo suficientemente grande para ser capaz de llevar a lo menos diez personas, sus paredes estaban tapadas en terciopelo y un vidrio negro los separaba del conductor y los otros dos hombres, no sabía si eso era bueno o malo, con esa gente, seguramente nada bueno significaba. La mujer se sentó junto al moreno y el enmascarado frente a ellos, JongIn sintió como el auto se puso en marcha y de inmediato entró en pánico ¿A donde lo estaban llevando?
-Pareces ser un buen chico JongIn, espero que también seas cooperador.- La mujer se sacó el antifaz mientras hablaba, así que después el moreno se sorprendió estando frente a un mujer bastante hermosa, eso era inquietante, pero no tanto como aquella cicatriz que le iba de la frente hasta el final de su ojo izquierdo, tal vez el antifaz era para cubrir eso.
-Soy una asesina, todos aquí somos asesinos, trabajamos para nuestro supremo líder y aparentemente tu jefe lo está molestando bastante. Dime donde está tu jefe.- Esa no era una petición ni un favor, era una orden.
-Está en la casa de su familia en Hong Kong.- Respondió el moreno.
-¿Por qué abandonó el país tan de repente?.
-No lo sé.- Y en verdad no lo sabía.
-Tenemos entendido que trabajas para él desde hace un mes, ¿Es eso correcto?.
-Si.
-¿Siempre te ha interesado traficar drogas?
-Iba a abandonar eso cuanto antes.
-Ah cierto, tu familia es muy pobre. ¿Vas a la universidad?.- JongIn no sabía que tenía que ver eso, pero aun así respondió.
-Debería entrar el próximo año, pero ya lo has dicho, somos muy pobres.
-¿Has matado alguna vez?.- Quien preguntó está vez fue el enmascarado.
-No, nunca he matado.
-Que raro ¿Jungsoo nunca te ha mandado a matar?.- Preguntó la mujer con un tono de extrañeza.
-No, nunca.
-Oh vaya, esto es nuevo...-La mujer siguió hablando, pero JongIn no pudo oír bien, de repente todo a su alrededor se puso negro y ligeramente borroso, sabía que le estaban hablando, pero no tenía energías para responder, tenía sueño y se sentía muy cansado, cerró pesadamente los ojos y cuando los volvió a abrir notó que su camisa blanca estaba bañada en sangre, quizás por la adrenalina de antes se le había olvidado: tenía un corte en el abdomen; cerró los ojos una vez más, pero no fue capaz de volver a abrirlos y en un vago pensamiento recordó a su madre y a su padre, les había prometido llevar mucha comida, tenía que cumplir esa promesa.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
JongIn abrió tranquilamente los ojos, se sentía dolorido y cansado, a su alrededor solo habían paredes blancas al igual que las mantas que lo tapaban, intentó moverse pero una punzada de dolor le recorrió todo el cuerpo.
-Hasta que despiertas.- Dijo una voz familiar. JongIn se volteó a ver a su lado izquierdo, la mujer de cicatriz se encontraba ahí.- Te salvaste por los pelos, por poco te mueres.
-¿Como...?
-¿Ya despertó?.- Preguntó un hombre mientras habría la puerta para entrar.
-Si, deberías disculparte Park, casi lo mandaste al otro mundo.- El hombre se encogió de hombros y le dedico una extraña mirada a JongIn.
-Era una orden, no iba a discutir ni desobedecer.- ¿La mujer lo había llamado Park? ¿Eso significaba que el enmascarado era él? Eso tenía sentido, eran del mismo alto.
-¿Por qué sigo vivo?.- Preguntó finalmente el moreno.
-Nuestro líder decidió dejarte vivir, por eso cuando llegamos al edificio le ordenó a Yixing que te curara.
-¿Decidió dejarme vivir?.- JongIn estaba incrédulo, eso era imposible, esa gente no tenía corazón, mucho menos tendrían compasión con un pobre mocoso como él.
-Si, cooperaste y respondiste con la verdad, ahora quien pagará por sus errores será tu jefe, ojalá no le tuvieras mucho cariño, dudo que lo vuelvas a ver.- Eso hizo que el moreno quedara pálido ¿Habían matado a Jungsoo? ¿Lo habían matado por su culpa?
-De todas formas ahora sabes demasiado.- Dijo el hombre más alto. ¿Saber demasiado? JongIn solo recordaba que lo habían apuñalado, lo llevaron en un coche a quien sabe donde y fin. ¿Eso era saber demasiado?
-Eso es cierto, nuestro líder quiere hablar contigo, será mejor que te prepares.- ¿Prepararse para qué? ¿Acaso lo habían salvado para poder matarlo definitivamente?
-Jajaja, no pongas esa cara, no creo que sea algo tan malo.- ¿El hombre se había reído? ¿Eso era bueno o malo? La mente de JongIn estaba hecha un lío.
-Toc toc.- Un hombre bastante joven simuló tocar la puerta mientras entraba en la sala.
-Oh, líder.- Dijo la mujer de cicatriz mientras se levantaba de su asiento y hacía una reverencia inmediatamente.
-Buenos días Sandara. Chanyeol.- Dijo haciendo un gesto con la cabeza, seguramente así saludaba.
-No esperábamos que viniera para acá líder.- Dijo el ex enmascarado.
-Si...tenía curiosidad por conocer al famoso JongIn, quiero hablar algunas cosas con él, ¿Podrían retirarse?.- Fue como hablarle al viento, Sandara y Chanyeol ya estaban abandonando el salón.
-¿Usted es quien me salvó...?.- Preguntó JongIn.
-Ajaja, me llamo Taemin, no es necesaria tanta formalidad ¿sabes? Somos casi de la misma edad.
-Ah...seguro.
-No quiero dar detalles de nada, solo he venido a proponerte algo.
-¿Qué cosa?
-Tienes que aceptar antes, luego te diré que es.- JongIn frunció el ceño, eso no le agradó para nada, Taemin notó aquel gesto y de inmediato agregó algo.- Tanto tu familia como tu saldrán beneficiados por esto.- El moreno pareció pensarlo un momento, después de todo ahora su jefe estaba muerto, no iba a tener en que trabajar si volvía a su casa, (si es que volvía), pero aceptar algo de un líder asesino...bueno, no tenía muchas opciones.
-Está bien, acepto.
-Perfecto JongIn, a partir de hoy eres parte de mis hombres, mi nuevo agente experto.- JongIn pudo haberse esperado muchas cosas, pero eso, definitivamente no.- ¿Quieres un apodo? Todos aquí usan uno.
-Ah...
-Te dejaré pensarlo. Ya luego aclararemos los detalles, por ahora será mejor que descanses.- Taemin sonrió amablemente y se dispuso a salir de la sala.
-Kai.
-¿Hmm?
-Mi apodo será Kai.- Una sonrisa totalmente diferente a la de antes se formo en el rostro de Taemin.
-Perfecto, Kai.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------