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"El diario de la Luna" (EXO) por Sai Choi

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Notas del capitulo:

Holaaaaa ._.

Me emocione, pero no me gusto el que no habían dejado coments por un tiempo ¬¬

Seúl, Martes 22:30

 

P.O.V Xiumin:

 

-¿Es aquí donde estuviste todo el día hyung? –preguntó una voz a mis espaldas, me había encontrado escondido en la gran biblioteca de la casa. -¿Haces esto porque no quieres probarte el traje?

 

-No quiero ir a ese baile, así que no iré. –dije sin apartar mi vista del libro que había capturado mi atención, el tercero de una novela para adolescente, pero entretenido.

 

-Todas las familias importantes del mundo estarán ahí hyung. –decía sentándose a mi lado. –Tu eres Kim, debes estar ahí.

 

-Nunca me gustaron los bailes, ¿Sabes? Siempre me dejan solo en alguna esquina. –dije aún sin dejar de leer el libro en mis manos, este era realmente interesante. –Además ni siquiera tengo pareja de baile.

 

-Eres un poco cruel hyung. –dijo desarreglando mi cabello, solté un gruñido y el alejó su mano riendo. –Es obvio que vas conmigo.

 

-Lo siento Chen, pero no iré al baile contigo solo por obligación. –lo escuché suspirar y lo mire de reojo.

 

-En realidad yo si o si debo asistir, soy quien organiza todo. –explicó y yo solo lo mire de manera inexpresiva y fría. –Quería que fueras conmigo para evitarme el aburrimiento.

 

-Pero yo soy aburrido… -murmure, y el me regalo un gesto de:”Para nada”. –En serio no me gustan los bailes.

 

-Mi ex-esposa me abandonó en el baile de nuestro aniversario. –dijo y le mire sorprendido. –No creo que quieras dejarme con el mal sabor en la boca y los feos recuerdos… ¿Verdad hyung?

 

-¿Acaso eres chantajista profesional? –pregunté dejando el libro de lado y mirándolo cansado, el tenía una sonrisa de oreja a oreja.

 

-Lo fui, o bueno Xing Ling fue un buen chantajista. –dijo orgulloso y solo lo mire esperando una respuesta. –No creerás que en todas las épocas he portado el mismo nombre, ¿Verdad?

 

-Entonces… ¿Tu verdadero nombre no es JongDae? –el negó.

 

-Ese es mi verdadero nombre, pero solo lo uso cuando estoy en Corea. –explicó tomando el libro que yo había dejado sobre la mesa y lo empezaba a hojear.

 

-Entonces… -se me había ocurrido algo divertido, pero sabía que sonaría muy infantil si lo decía, demasiado. Y solo Luhan conocía ese lado tan estúpido mió. –Olvídalo…

 

-Ah, vamos, dime que pasa. –me alentó con una sonrisa, más yo me negué. –Vamos o le digo a la sirvienta que te lea la mente.

 

-… -esta misma mañana habían empezado a hacer las remodelaciones y vinieron los de limpieza, todos y cada uno de ellos eran vampiros con poderes especiales. Sin más suspiré. –Solo… Creí que seriá divertido si yo también tenía otro nombre.

 

-Hmmm… -nos quedamos en silencio unos segundos, en los que sentí mi cara arder de vergüenza, “¿Cómo un chico tan frío puede decir tan idiotez?” seguramente esta pensando en eso. -¿Qué te parece Xiumin?

 

-¿E-eh? –aturdido por mis pensamiento busqué su mirada, el me veía divertido.

 

-Min Xiumin. –dijo de nuevo. –Es lo primero que se me vino a la cabeza, podrás usarlo cada vez me acompañes a hacer mis trabajos, y también podrías usarlo en el baile, así los grandes inversores no te buscaran para hablar de tu territorio, ya que no creerán que eres de los Kim.

 

-Xiumin… -lo pensé unos segundos. Era cierto, había grandes inversores de varias partes del mundo que buscaba que el Clan Kim vendiera sus tierras, tenían la estúpida obsesión de querer construir una carretera con un centro comercial nuevo. –Me… Me gusta.

 

-Bien. –el se levantó de la silla y me extendió la mano. -¿Vamos por tu traje hyung?

 

-..Bien, acepto.

 

 

Seúl, Miércoles 08:20 a.m

 

P.O.V Chanyeol:

 

El delicioso olor a la comida preparándose en la estufa me despertó, y como mi hermana Yura nunca había aprendido a cocinar supuse que Baekhyun había vuelto a colarse en mi casa temprano para hacerme el desayuno.

Y aún que no tuviera hambre debería de comerlo.

 

Dona me explicó que ahora que pertenezco a la “manada” no necesitaría comer comida humana, pero que podría hacerlo si quería, aún que eso significaba tener que apagar las energías acumuladas con deporte.

 

Me levanté de mi cama y comencé a ponerme el uniforme, reparando un segundo en esa marca que se había formado en mí clavícula derecha, en color rojo y en  forma de ave. Desde que esa marca había aparecido los chicos de mi clase (mi nueva clase en el edificio E), habían empezado a aceptarme y a incluso jugar conmigo, siempre me lanzaban balones y mi instinto me hacía correr por ellos, luego yo se los lanzaba a ellos y estos también me los devolvían, parecíamos un montón de perritos jugando con una pelota de tenis. Y claramente Dona me dijo que los lobos eran más compañeros que los Vampiros, por eso ellos me habían aceptado a pesar de no ser pura sangre.

Incluso me invitaban a fiestas, que aún que rechazaba agradecía, a partidos de basket y correr, parecía ser que entre ellos todos se llevaban muy bien.

Aún que no estaba exento de las burlas por parte de los “chupa-sangre”, ellos se creían demasiado sofisticados para hablar conmigo, todos menos Henry y un chico llamado Jin Young, que si no mal recuerdo es hijo del profesor Jinki y un humano. Por eso no se habla con los de su misma especie y prefiere hablar conmigo, al igual que Henry es “impuro” y se junta con nosotros.

 

-Yeollo~ -escuché mi nombre ser pronunciado por Baek mientras se abría la puerta. –Wow, estas despierto… ¿Bajaste de peso?

 

-Ah, no, es solo que en el edificio E nos hacen hacer más deportes. –dije como excusa, aún que no era del todo mentira, los lobos tenían 3 horas libres para hacer deportes, todo para cansarnos.

 

-Bueno, pues te haz puesto bien b---- -se quedó en silencio antes de terminar su pervertida frase, sus ojos apuntaban a mi cuerpo, mejor dicho mi clavícula. -¿Te haz hecho un tatuaje sin permiso?

 

-A-ah no… Bueno si. –vi sus cejas juntarse y sus cabellos erizarse, pero luego solo suspiró y me miro levemente molesto. -¿Estas enojado Baekkie?

 

-No… Bueno, no mucho. –dijo saliendo del cuarto, luego de prenderme los botones de la camisa le seguí. –Es solo que me decepciona que no me hayas pedido que te acompañe a hacerlo, es todo.

 

-Fui solo. –dije por instinto, no er aun tatuaje, pero realmente era mejor si Baekhyun creía eso, o bueno, así es como me lo había dicho Dona. –Emm… ¿Qué haces aquí Baekkie?

 

-Oh cierto… -la luz volvió a su pequeño rostro tan rápido como se había ido, he llegado a pensar que es bi polar. –Lay me mencionó que ibas a ir a un baile, y quiero ser tu pareja.

 

-Ah… -me quedé en silencio unos segundos. –Estoy invitado, pero en realidad no pensaba presentarme.

 

-… -me examinó con sus oscuros y pequeños ojos llenos de delineador por unos instantes, sabía que significaba esa mirada. Me estaba grabando con fuego en la cara un “Si iras”. -¿Pasas por mi?

 

-…Claro… -suspiré en el momento justo que Misifu 2 entraba a la cocina, Baek lo tomó entre sus brazos y lo acarició, para luego torcer el gesto en señal de disgusto. -¿Pasa algo?

 

-Este no es Misifu…

 

 

~Changsha, Fecha desconocida, perdida en las memorias de un joven olvidadizo y enamorado en la época de los 80’s~

 

P.O.V Yixing:

 

Caminaba a pasos lentos por la casi vacía callejuela de mi casa, las calles eran de tierra y el polvo bailaba en delgadas líneas invisibles por el cielo.

Era un día completamente soleado y hermoso.

 

Salí de la callejuela y me abrí paso a una gran plaza, la gente allí siempre me saludaba al pasar, los niños jugaban a mi alrededor y las abuelitas me saludaban, y siempre de los siempre recibía halagos por el color de mis ojos. Eran miel en el sol, aún que de noche se veían un poco más oscuros, cuando llovía se veían casi amarillos. Eran raros, pero así me gustaban.

 

Ví el tranvía pasar cerca de mi, estaba llegando tarde. Con todas mis fuerzas corrí tras de el y unas personas me tendieron sus manos, salté y las tome, finalmente gracias a las personas pude entrar al pequeño vagón. Me senté junto a la ventana y una pequeña niña de ojos brillantes se sentó junto a mi.

 

-Señor… -me llamó y la mire con una sonrisa. -¿Por qué sus ojos son de ese color?

 

-Porque soy un unicornio disfrazado de humano. –le susurré solo para que ella me oyera, sus labios hicieron un “O” perfecta, ella creía que le había relevado mi identidad secreta. –No vayas a decirle a nadie pequeña.

 

-G-guardaré s-su secreto señor unicornio. –dijo muy sonrojada mientras con sus manitos hacía puños.

 

-Esta es mi parada pequeña princesa. –le dije haciendo que se sonrojada más, su piel era blanca como la porcelana y su cabello negro como la noche, era un niña preciosa. –Tengo que ir a tomar el té con un príncipe encantador.

 

Luego de despedirme de la pequeña de ojos brillantes continué mi camino, había llegado a la parte más moderna de la ciudad, bastante lejos de mi pueblo natal, ¿Qué hacía ahí? Venía a visitar a una persona en especial… Mi príncipe encantador.

 

-¿Cuántas veces te he dicho que no vengas en mi horario de trabajo Yixing? –fue lo primero en salir de los labios de JoonMyun cuando entre en su oficina, más exactamente dicho, entre por la ventana.

 

-Quería verte, ¿Por qué eres tan frío? –pregunte haciendo pucheros, pero sabía que no estaba enfadado, el ama mis visitas.

 

-Yixing… -llamó. –No puede venir siempre que quieras y lo sabes, mi trabajo no es flexible.

 

-No me conformo con solo verte en la tele Myunnie. –le dije tomando asiento frente a su escritorio. –Siempre dices que iras a visitarme, pero nunca lo haces realmente.

 

-¿Qué es lo que realmente quieres Yixing? –preguntó dejando sus papeles de lado, y me encogí. Mi bella tarde se estaba decayendo, yo solo quería estar con el, pero el no quería estar conmigo.

 

-¡Tu sabes que es lo que quiero! –grité con los ojos llorosos, siempre era lo mismo. Yo lo amaba y el era seco conmigo, era mi príncipe encantador y el no lo sabía. –Quiero que nos vayamos juntos, en donde nadie pueda decir que 2 chicos no pueden estar juntos.

 

-¡Deja de soñar Yixing! –abrí mis ojos como platos cuando me gritó, el nunca antes me había gritado. -¡Madura de una vez! ¡No eres un niño Yixing, tienes 18 años, así que empieza a madurar!

 

Me quedé en silencio, mirándolo con miedo en mis ojos. Nunca antes había visto a mi príncipe de esa manera, el solía ser gentil conmigo. Lo fue desde que nos conocimos en el puerto de Beijing, yo iba de visita a casa de mi abuela y el justo desembarcaba, era un recién llegado de Corea del Sur. Estuve 4 meses enseñándole el idioma, y en esos 4 meses me bastó para enamorarme perdidamente de el, ya que su rostro, su voz, todo en el me recordaba a alguien, pero no sabía a quien.

 

“¿Conocen esa sensación? Como cuando extrañas a alguien que no existe…”

 

-Lo siento… -murmure bajando mi vista al suelo, para así evitar que JoonMyun viera mi rostro bañado en lágrimas. –M-me iré…

 

-Yixing… -me llamó. –No quiero ser el malo de la película… Pero yo no te quiero como tu a mi… Fue lindo al principio, tus cartas y tus sonrisas, pero yo necesito a una mujer, una familia.

 

-L-lo entiendo… -le dí la espalda y caminé a paso rápido fuera de su oficina, y al salir por la entrada del edificio me choqué con una mujer de cabello negro y mirada fría, la conocía bien. Se llamaba Soo Jung, y era la secretaria de JoonMyun. –L-lo siento Junggie…

 

-¿Estas bien Yixing? –preguntó con tono preocupado, más la expresión de su rostro no cambiaba.

 

-C-creo que no volveré a venir aquí. –le dije secando mis lágrimas con la manga de mi camisa vieja.

 

-¿No volverás? –ella sonrió y la mire confundido, ¿Por qué sonreiría en un momento así? –Me parece perfecto que no vuelvas Yixing, le ahorrarás a Myun el tener que volver a ver tu asquerosa cara… O bueno, así lo dijo el.

 

-¿E-el dijo eso? –ella asintió con la sonrisa más marcada, se le notaba que el que yo me marchara le volvía inmensamente feliz.

 

-El esta harto de tener que fingir que le caes bien, el es tan buena persona que era incapaz de decirte cuando le molestas, pero ya que no vas a volver me parece correcto decírtelo. –las lágrimas caían ahora con más intensidad, mi rostro estaba empapado y mi corazón deshilachado, todo este tiempo mi príncipe había estado odiándome… Todo este tiempo. -¿Yixing?

 

Sin un rumbo fijo me dejé llevar, mis pies solo se movían aún que yo no mirará el camino frente a mi. La voz de Soo Jung dejó de oírse tras de mi, pero no estaba consciente de cuanto había caminado, solo veía mis pies moverse mientras que un ahogado llanto brotaba desde el fondo de mi garganta.

 

¿Por qué me sonreías si me odiabas?

¿Por qué me abrazabas si me odiabas?

¿Por qué reías si me odiabas?

¿Por qué me dejabas estar contigo si era molesto?

¿Pena?

¿Lástima?

¿Por qué lo hiciste JoonMyun?

Yo te amo, ¿Acaso no te bastaba?

¿Solo fingías que te divertías a mi lado?

¿Solo correspondiste nuestro primer beso porque te sentías obligado a hacerlo?

Me encantaría oír tus respuestas, pero el sonido del tranvía acercándose me hace saber que no duraré para averiguarlo.

Con mis últimas fuerzas gire sobre mis talones y enfoco la vista en la ventana de tu oficina, ya que aún podía verla desde la avenida. Suspire por última vez cuando te vi con miles de papeles en las manos, eras un genio pero uno demasiado desordenado.

El pitido del tranvía me decía que me corra de los rieles, pero mis pies no se movieron, volvieron a pitar y esta vez tu te giraste hacía la calle para ver porque había tanto alboroto.

 

No tendrías que haberlo hecho, no deberías de haber girado justo en el momento en el que el vagón del tranvía impactaba con mi cuerpo despidiéndolo lejos del camino hecho pedazos.

Te amo mi príncipe, lamento haberme suicidado.

 

 

 

Notas finales:

BESOS GHEIS


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