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"El diario de la Luna" (EXO) por Sai Choi

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Notas del capitulo:

Lamento la tardanza, tengo muchos problemas con esta pagina.

Por lo que les tengo una sugerencia:

¿Que les parecería si abro una pagina en Facebook para actualizar ahí? No sería solo esta, allí pondría todas mis historias, one-shots (De EXO que aquí nunca pude subir) y seguramente una amiga mía también subiría los suyos ahí.

Aunque no todos serían de EXO. Habría de B.A.P, Suju, SHINee, BTS, etc.

Además desde allí podría actualizar MUCHISIMO más seguido.

¿Que opinan? Por favor haganmelo saber.

 

SOLO CHENMIN POR PROBLEMAS DEL PC ES ESTE CAP.

Berlín, Alemania

 

P.O.V MinSeok:

 

Un delicioso olor a libros viejos me envolvía por completo, me sentía tranquilo y en calma.

 

Grandes libreros de madera de roble se alzaban frente a mi, estaba en la tal famosa “Biblioteca Estatal de Berlín”, y lo único que había tenido que hacer para llegar hasta allí fue atravesar un gran espejo con marco de oro que se encontraba en la oficina de Chen.

El espejo estaba escondido detrás de una puerta secreta cuando lo encontré, cubierto con una tela oscura y atado con varios lazos rojos. Soy muy curioso, y realmente me había llamado mucho la atención el pequeño secreto que Chen se guardaba con ese espejo.

 

Además, creía que solo los cazadores estaban autorizados para tener un “Viatori” bajo su poder.

VIATORI literalmente significaba “Viajero” en latín, y era un medio de transporte que solo los cazadores de alto rango podían usar, y se usaba principalmente para eso, viajar.

 

Y heme aquí, en medio de la bellísima ciudad de Berlín, dentro de una bellísima biblioteca, rodeado de un millón de bellísimos libros.

Caminé con pasos vacilantes por el gran salón, todo era muy… Europeo.

Pero mientras más avanzaba más notaba cosas extrañas, el lugar estaba casi vacío, a excepción de una chica, se veía pequeña a pesar de no poderle ver el rostro, tenía la altura de una niña de 10 años, sentada espaldas a mi, vestía un anticuado vestido blanco, ¿Acaso todos en Alemania se vestirán así de Vintage?

 

-Con que aquí estabas. –se escuchó, y tanto la chica como yo giramos a ver al dueño de aquella voz. Era Chen, también vestido bastante anticuado, tenía un gesto serio en el rosto, mierda, me iba a meter en problemas, muchos problemas. –No vuelvas a desaparecer así de mi vista, tus padres se molestarían mucho conmigo.

 

-Lo siento. –dijo la niña antes de que yo pudiera a penas formular una excusa creíble, y al oír la voz de la chica mis sospechas de que era solo una niña cayeron en lo cierto. –Quería leer.

 

-Al menos avísame la próxima. -le respondió a la niña, quien dejando el libro abandonado en la mesa corrió hasta Chen, cuando estuvo frente a el lo abrazó fuertemente, mientras que yo solo podía observar la escena con una clara mueca de confusión en mi rostro. –Vamos, te llevaré a casa.

 

-Esta bien JongDae~ -canturreó la pequeña tomándose de la mano del vampiro que se suponía era mi niñera. Ambos me dieron la espalda dejándome solo otra vez en la biblioteca.

 

-¿Pero que mierda? –expresé aún confundido, viendo como Chen y la niña, cuyo rostro no había logrado ver, se alejaban. -¿Habrá sido una broma?

 

-¿Nunca te enseñaron a no tocar las cosas de otras personas sin su permiso? –escuché a mis espaldas. Y cuando me giré me encontré con Chen y su mirada felina. Abrí mis ojos asombrado y cada vez más confundido, acaba de ver a Chen irse de aquí con la niña de vestido blanco, pero ahora, estaba justo a mi lado, vestido tal y como estuvo esta mañana en el desayuno.

 

-A-ah yo… -su rostro tenía una sonrisa burlesca como siempre, pero sus ojos tenía algo de enfado en ellos. –Yo… Vi el Viatori y----

 

Seúl, Jueves 15:30 p.m

 

 

El no me dejó terminar mi excusa, simplemente me tomó de la muñeca y comenzó a tirar de mi hacía donde supongo se encontraba la entrada del Viatori.

Sin poder evitarlo me puse nervioso, realmente le había hecho enojar, seguro que ahora me lanzaría a la calle para que los inversores que intentaban comprar mis tierras me encontraran, e hicieran conmigo lo que quisieran.

 

Una vez fuera del Viatori me di cuenta de cuan frío me había puesto, era poco controlable, tenía mucho que ver con mis emociones, siempre era peor cuando me enojaba, pero siendo sincero nunca había funcionado estando asustado.

 

-Mira aquí. –dijo y le mire en silencio, me sorprendí y preocupe al ver que el brazo con el que hace unos segundos me sostenía la muñeca ahora estaba casi completamente congelado. –Aquí arriba. –se paró en puntas de pie (ya que el espejo era realmente muy alto) y quitó un poco de la mugre que mantenía oscuro y sucio el oro del marco, aparentemente había una placa allí arriba que en letras talladas decía:”Continentie de memorialibus”.

 

-Es un… ¿Contenedor de memorias? –pregunté en susurros, que idiota desconsiderado, me había metido en sus memorias. Y yo más que nadie sabía lo personal que eran aquellos retazos de momentos pasados grabados en tu cerebro. -¡L-lo siento mucho!

 

-Pregúntame antes la próxima. –dijo suspirando, mientras que se quitaba el hielo macizo que se había formado en su brazo derecho. -¿Qué hubieras hecho si justo entrabas en un recuerdo en el que estaba follando?

 

-…-puse mi típica cara de frialdad, o lo mejor que pude realmente, ya que ese pensamiento había cruzado por mi mente y la imagen era… Demasiado para mi. –Ya, lo siento.

 

-Ajá, la próxima lo esconderé mejor. -¿Mejor? Había encontrado ese espejo de casualidad, si hubiera estado buscándolo realmente nunca lo hubiera hecho. –Ahora, si te metiste ahí solo para faltar a tu cita con el peluquero estarás en problemas, ya vamos retrasados.

 

-No me escondía. –dije serio, mostrando mi cara seria e impasible. Aún que no solía ser muy intimidante, ya que había heredado los aniñados rasgos de mi abuela materna, cabello rojo, ojos rasgados hacía atrás y mejillas prominentes. –Además, no quiero ir a la peluquería.

 

-Vamos. –dijo son una sonrisa mientras lanzaba la capa que anteriormente tapaba el espejo sobre este, volvió a atar todos y cada uno de los lazos rojos. –Me asegurare de que la chica de la peluquería no te deje pelón.

 

 

***2 horas después***

 

-¿Cuánto tiempo estuviste casado? –pregunté una vez que abandonamos la peluquería, me arrepentí de haberme quejado tanto, mi cabello había quedado fantástico. Me habían dejado decidir el estilo, y sin saber porque le pedí a la joven que me atendía que me rapará los laterales, el tinte lo había escogido Chen, había votado por un castaño rojizo.

 

-¿Estas de curioso? –preguntó avanzando a pasos pequeños. Parecía que estaba buscando algo en especifico, estábamos en un centro comercial, podía ser cualquier lado. Yo asentí cuando fijo su mirada en mi. –Bueno… 10 años de novio… 5 casado.

 

-Oh… Y… ¿Cómo era ella? –el sonrió, y algo en mi se revolvió.

 

-Sabes, era algo loca. –sonreí divertido, creí que se pondría a hablar mal de su ex. –Yo era muy serio cuando nos conocimos, ella me hizo como soy.

 

-¿Un dinosaurio troll? –el lanzó una carcajada mientras entrábamos a una tienda de trajes, casi me caí sentado al ver los precios en ese lugar. El más barato en la tienda salía muchisimo más que mi casa entera.

 

-Puede que no vayas a creerme Xiumin. –dijo sonriendo, yo caminaba lentamente detrás de el, mientras el veía perdidamente los trajes del lugar. –Pero yo era una persona muy fría cuando la conocí, ella era un pequeño virus risueño y feliz.

 

-¿Pequeño? –pregunté distraídamente mientras jugaba con mis zapatos. –¿Era menor que tu?

 

-Mi esposa… Era una loba. –abrí mis ojos sorprendido, y le mire para ver si se trataba de una mala broma. Pero el solo me sonreía. –Yo era… Unos 98 años mayor que ella cuando JoonMyun me presentó a sus padres, por lo que, la conocí desde bebe.

 

-…¿Es por eso que no te quejas de mi aroma como los demás chupa-sangre? –el asintió, y sonreí. Normalmente los vampiros odian el olor a lobo, y no les culpo, según Luhan es insoportable. –Espera… -murmuré haciendo cálculos. -¿Si se llevaban 98 años, ella ahora tiene la edad de mi abuela?

 

-… -me observó unos segundos seriamente, seguro que estaba haciendo los cálculos mentales. –Probablemente… ¿Eres nieto de SoHee?

 

-Si, ¿Conoces a mi abuela? –el asintió de manera distraída. –Oh bueno, ¿La conociste? Ella falleció hace 3 años.

 

-Si… La conocí. –murmuró distraído. –Eres igualito a ella. –dijo ahora con una sonrisa y me sonroje, luego le saque la lengua, tomé una traje al azar (que me tendía una de las encargadas) y me metí molesto a un vestidor. Odiaba mucho que me compararan con mi abuela, a ningún hombre le gusta que le digan que parece mujer.

 

Me tarde unos cuantos minutos ahí adentro, primero porque nunca en mi vida había usado un traje tan caro y tenía miedo de forzarlo y se rompiera, segundo porque quería esperar a que se me pasara la molestia de ser comparado con mi abuela y por último… No sabía atar mi corbata, ya que en las reuniones anteriores Luhan se encargaba de eso.

 

-Emmm… -salí del vestidor buscando a Chen con la mirada, el estaba tranquilamente hablando con la dueña, ese traje negro le quedaba realmente bien; se parecía al mio, pero el de el tenía diamantes en los puños… Creo que Chen tiene demasiado dinero. –Chen…

 

-Wow. –dijo cuando giró a verme. –Te ves hermoso.

 

-Basta, me avergüenzas… -dije al notar que varias chicas (las de la tienda) nos sonreían tiernamente.

 

-Eso no cambia el hecho de que lo sigo pensando. –dijo una vez que se acercó a mi para atar el nudo de mi corbata, desvíe la mirada, estábamos muy cerca y yo realmente no estaba acostumbrado a compartir mi espacio personal.

 

-¿Acaso estas coqueteando conmigo? –reí, solo para aligerar mi ambiente.

 

-…Y si así fuera… -murmuró ajustando mi corbata y luego mirándome a los ojos. -¿Cuál sería el problema?

 

 

Notas finales:

BESOS GHEIS


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