Suspire pesadamente acomodándome en la cama con las piernas levemente separadas y un poco flexionadas, pasee mi mano suavemente por mi pantalón a la altura de mi entrepierna, sentí un escalofrió al tocar mi rígido miembro por sobre la tela, mis ojos estaban entrecerrados y mi mano se movía de arriba hasta abajo de manera suave.
-Ahh- una exclamación casi inaudible salió de mi boca cuando luego de unas pequeñas caricias por fin libere mi erección de la prisión que era toda la parte inferior de mi vestimenta.
Primero cayó el pantalón, le siguió mi ropa interior, ambas reposaban desordenadas en el piso, no les preste atención y seguí con lo que me tenia entretenido en ese momento, mi mano parecía tener vida propia, se deslizaba de una manera un tanto placentera por toda mi extensión, había aprendido con el tiempo a hacerlo correctamente, sin pensarlo siquiera rodee mi miembro con mi mano moviéndola de arriba a abajo, de momentos pasaba mi pulgar por la punta causándome un pequeño choque eléctrico placentero.
Suspiros, más suspiros, gemidos entre-cortados y balbuceos era lo único que salía de mi boca, era casi imposible contener los sonidos que salían de mi boca.
Mi cabello se pegaba a mi frente gracias al sudor, el placer nublaba mis sentidos, no escuchaba nada más que el lascivo ruido que hacia mi mano junto al líquido pre-seminal mientras esta se movía por mi falo causándome estragos.
Trague grueso cuando mi cuerpo empezó a temblar descontroladamente y mi respiración se volvió entrecortada, estaba a punto de terminar, lo sabía, teniendo eso en mente moví mas rápido mi mano logrando los dedos de mis pies de cerraran fuertemente contra la sabana.
Solo un poco más.
Estoy a punto.
Sucedió, sentí una fuerte descarga placentera y libere toda mi esencia en mi mano y parte de la cama arqueando la espalda y soltando un fuerte gemido, mi respiración se volvió lenta y mi cuerpo se deslizo lentamente hasta quedar totalmente recostado en la cama, intentaba tranquilizar los alocados latidos de mi corazón y mantenía mis ojos cerrados, la habitación estaba en total silencio, bueno, eso al menos hasta que escuche pasos acercarse a mí.
Mis ojos se abrieron desmesuradamente y mire hacia la puerta, trague grueso al verlo, caminaba lentamente hacia mí, sus brazos estaban cruzados y su mirada era un tanto indescriptible, tenía una pequeña sonrisa picara dibujada en su cara, parpadee varias veces intentando cree que era una mala jugada de mi mente, no podía ser cierto, "el" me había visto, probablemente no entiendas de que estoy hablando, bien, te daré una pequeña explicación, su nombre es Levi y actualmente vivo con el por motivos de estudio, es familiar de una de mis amigas, como en el lugar de donde vengo no es muy bueno con respecto a la carrera que quiero estudiar hablamos con él para poder venir aquí, donde podía estudiar y ser un gran profesional, el único problema era él, tenía una forma algo acida de disciplinarme y ahora está parado a un lado de la puerta con los brazos cruzados, no podía estar más avergonzado en este momento, pero claro, siempre hay excepciones, que mejor manera de avergonzarme más que decir aquellas palabras que hicieron que mi cara se pusiera completamente roja.
-¿De nuevo?- estaba cada vez más cerca de la cama- dime, mientras lo hacías ¿pensabas en mi?- pude ver como pasaba su lengua por sus labios humedeciéndolos- responde.
-Yo... Lo siento, no quería...- titubeaba al hablar y noté como entrecerraba sus ojos como intentando descifrar algo.
-Espera, ¿acaso no pensabas en mi?- subió a la cama y apoyo sus rodillas a mis costados- debo castigarte- si ya de por si antes me era difícil mantener un ritmo "normal" en mis latidos ahora sentía que de un momento a otro mi corazón saldría de mi pecho, sabía perfectamente a que se refería con un castigo y la ultima vez no fue placentero, al menos no para mí.
-No, por favor- puse mis manos frente a mi intentando inútilmente protegerme de él- podemos arreglarlo de otra manera- si, sentía temor, el ultimo "castigo" involucraba un cinturón de cuero y algo de de una peculiar forma que realmente no quiero saber que era, aunque ya tenía una idea.
-Sabes perfectamente mi respuesta- apoye mis manos en su pecho y lo empuje suavemente intentando alejarlo- no es tan malo, siempre acabas disfrutándolo- ¿disfrutarlo? Claro, se refiere a los falsos gemidos que salen de mi boca para que me deje en paz- ¿o es que acaso tienes alguna confesión? ¿Gemidos falsos? por ejemplo- ¿eh? ¿Desde cuándo lo sabía?- ¿en serio crees que no me daría cuenta? Debería darte un doble castigo- temblé de solo pensar que podría hacerme- pero lo perdonaré solo porque te has vuelto muy bueno usando tu boca y tu lengua- sentía como mi sonrojo llegaba a mis orejas, sabia a que se refería.
-Levi, por favor deténgase- le suplicaba con mi voz algo temblorosa- no veo el porqué de su castigo, es natural que haga esas cosas, sabe que yo me encargo de lavar mis sabanas así que eso no es un problema para usted- intentaba de una u otra manera liberarme de él.
-Ese no es el problema- solo podía observar desde mi lugar como se separaba de mi levemente solo para deshacerse de su ropa- tú y tus sucios zapatos ensuciaron la entrada de la casa y sabes perfectamente que odio la suciedad.
¿Solo era eso? No me fije en lo que había hecho, maldita sea, el claramente me había dicho que no toleraría que ensuciara su casa, todavía había salvación ¿cierto?
-Puedo ir a limpiarlo ahora mismo si quiere- otra salida, si, está definitivamente me ayudaría, o al menos eso rogaba.
-Es tarde, ya lo he hecho yo- la única pieza de ropa que cubría su cuerpo era su ropa interior, sin poder evitarlo desvié mi mirada hacia "ese" lugar y trague grueso al ver el notable bulto propio de la excitación- la entrada estuvo sucia por mucho tiempo esperando a ser limpiada por ti, al final no lo hiciste y te ganaste un castigo por ello- se levanto lentamente devolviéndome mi tan preciado espacio personal- aquí, rápido- su voz era seria y sin sentimiento alguno, mi cara no podía estar más roja de lo que ya estaba, pero claro, solo el podía lograrlo, me acerqué al lugar que apuntaba con su dedo índice, era mejor hacerle caso a recibir un castigo mayor- sabes que hacer.
-Si- mi voz era muy baja y apacible, al estar cerca de él entro en un estado de sumisión que hasta a mi me confunde.
Posé mi mirada en el lugar donde se encontraba mi nueva tarea, por así decirlo, mi mano derecha fue a parar al elástico de la ropa interior de aquel hombre que vigilaba atentamente todos mis movimientos desde la cama. Estaba arrodillado en el suelo con mis manos atendiendo la erección de mi casero, escuchaba como gruñía y miraba como fruncía el entrecejo sin apartar su mirada de mí, me causaba escalofríos sentir su gélida mirada grisácea sobre mí, su miembro estaba duro y húmedo, me recordó a mi mismo hace unos momentos solo que esta vez cuidaba que los fluidos que se deslizaban por este no hicieran sonido alguno, mis manos subían y bajaban en un lento vaivén haciendo que su piel bajara y subiera al tiempo que le masturbaba, mis dedos pasaban por la punta de hinchado de su pene consiguiendo gruñidos reprimidos, de un momento a otro sentí como me tomaba del mentón y me hacía verlo a la cara.
-No me hagas esperar, hazlo de una maldita vez- me soltó y puso sus manos a los lados de su cuerpo y inclinó su torso levemente hacia atrás.
Yo intentaba prepararme mentalmente para lo que haría ahora, aunque lo haya hecho antes aun no me acostumbraba, con mi mano derecha tome su caliente y palpitante erección, acerqué mi cara a su entrepierna y respire profundo para luego sacar mi lengua y comenzar a repartir pequeños lametones en toda su extensión, desde la punta a la base repitiendo el mismo movimiento unas cuantas veces, deslicé mi lengua hacia sus testículos y los lamí tímidamente, me trague todo mi orgullo para poder abrir mi boca y tomar uno entre mis labios y juguetear con él, volví a la punta de su pene y metí la punta en mi boca succionando suavemente, esto hice hasta que sentí una de las manos de Levi empujando mi cabeza haciendo que por un descuido su miembro fuera a parar casi en mi garganta causándome arcadas, mis ojos lagrimearon y tuve que cerrarlos fuertemente para evitar que las pequeñas gotas salada marcaran su trayecto por mis mejillas. Aun con mis ojos cerrados empecé a bajar y subir mi cabeza dando succiones algunas suaves y otras con algo más de fuerza, una de mis manos ayudaba a mi tarea ya que mi boca no podía cubrir todo su miembro, alternaba los movimientos de mi boca y mi mano, chupando la punta y estirando la piel de la base con mi mano. Sentí como mi cabello era jalado por Levi y me obligaba a verlo.
-Mírame- acaricio mi rostro luego de soltarlo- estoy a punto de correrme- ¿a dónde iba con todo esto?- prepárate porque vas a tragártelo todo.
¿Tragármelo todo? Solo una vez lo hice y no quiero volver a hacerlo, no me gusta el sabor amargo que tiene y su textura me hacer ahogarme cuando intento trágale, pero al parecer él lo disfruta y mientras eso le guste me obligará a hacerlo. Aceleré el movimiento de mi boca y mi mano buscando que esto se acabara mas rápido, nunca aparté mi mirada de Levi, fruncía el ceño y soltaba pequeños jadeos, su orgasmo estaba cerca, lo sabía, el tensaba todos sus músculos y apretaba los dedos de sus pies; su mirada estaba fija en mí y yo no podía evitar sonrojarme, ni mucho menos el nerviosismo por saber cuál sería mi castigo esta vez, aunque lo notaba diferente, no estaba siendo tan brusco conmigo, eso es demasiado extraño.
-E... Eren- ¿eso fue un gemido? No puedo negar lo erótico que fue, logró que mi miembro semi-despierto empezara a endurecerse, sin poder evitarlo saque el pene de Levi de mi boca y di unas lamidas en la punta de este- Eren, te dije que te lo tragaras- su voz era baja, tomo mi cabeza entre sus manos y me obligó a volver a meter todo su falo en mi boca, no pasó ni un minuto cuando sentí que empezó a temblar levemente y puso sus manos en mis hombros apretándolos- ¡Eren!- sentí un liquido algo tibio en mi cavidad bucal y no tuve de otra que tragarlo ya que aun estaba siendo agarrado de los hombros, cosa que impedía que pudiera sacar el miembro de Levi de mi boca.
Luego de haberlo tragado, casi ahogándome en el intento, Levi me ordeno recostarme en la cama sobre mi pecho. Sentí como se acomodaba a la altura de mi trasero y separaba mis nalgas.
-¿Hace cuanto que no hacemos esto?- su dedo índice acariciaba mi entrada lentamente- te has portado bien últimamente, me molesta- sentí su dedo entrar bruscamente en mi cuerpo- es hora del castigo- movía su dedo dentro de mí de una manera un tanto dolorosa- dame tus manos- le obedecí y el guio mis manos hasta mi trasero y las puso separando mis nalgas, dejando mi entrada expuesta ante el- no las quites de ahí hasta que me diga, ¿entendido?
-Si- no me quedaba de otra más que obedecer.
Un segundo dedo entro en mi ano y note algo ¿había dejado crecer sus uñas? Sentía como sus dedos entraban y salían de mi y de un momento a otro los dobló haciendo que sus uñas arañaran mis paredes, un alarido de dolor salió de mi boca, era doloroso, repetía el mismo movimiento una y otra vez, parecía que quería hacerme sangrar, suspiré de alivio cuando saco sus dedo y pensé que era todo pero estaba equivocado, sus pulgares entraron y empezaron a separarse estirando mi entrada, sentía un ardor realmente doloroso.
-Tengo que dilatarte bien, ¿o es que acaso no recuerdas que mis dedos no son suficiente?- las lagrimas se deslizaban por mis mejillas, mis manos se mantenían en el mismo lugar, solo que haciendo presión, seguro dejaría una marca- relájate, te dolerá si no te relajas- sus dedos seguían separándose causándome dolor.
-Pa... Para, por fa... vor- mi voz era tan entrecortada y baja que dudaba que pudiera escucharme- me haces daño.
-Calma, ya casi termino- uno de los errores más grandes que pude cometer fue mirar esa escena tan excitante que por sobre el dolor causo un pequeño choque placentero en mi erección, Levi dejaba que un hilo de saliva se deslizara desde su lengua hasta mi dilatado ano, su saliva estaba fría y iba descendiendo lentamente dentro de mi- bien, es todo.
Afloje el agarre de mis manos y Levi las aparto dándome una nueva orden, apoyarme sobre mis manos y rodillas, orden que obviamente obedecí. Lo miraba de reojo y sabia que seguía, estaba rosando la punta de su pene en mi entrada deslizándolo lentamente hasta que entro completamente, ¿qué le pasaba a Levi? Esto era muy diferente a los castigos usuales, tal vez estaba de buenas y quiso que no sufriera tanto, esos pensamientos se alejaron de mi cabeza cuando sentí que empezó a moverse, embestidas lentas y suaves que rápidamente se transformaron en unas salvajes y fuertes, se sentía bien, era placentero, cosa que no había pasado en los anteriores castigos, algo que me sorprendió incluso a mí, fue que al acertar una de sus embestidas en mi próstata solté un gemido algo fuerte.
-¡Levi!- sus manos sujetaban mis caderas fuertemente- por favor, ugh, otra vez- mis brazos no soportaron el peso se mis brazos y deje que mi torso cayera en la cama con la espalda arqueada- ¡ahh, Levi! ¡Mas, por favor, quiero más!- sin poder evitarlo me encontraba disfrutando aquel "castigo" gimiendo sin control alguno.
-¿Te gusta?- me cuestionó con algo de burla- ¿o estas fingiendo?- me dio una nalgada y aumento la velocidad de sus embestidas acertando en todas y cada una de ellas en aquel punto que me hacia echar el orgullo por la borda y rogarle por mas, una de mis manos bajo hasta mi erección y empecé a moverla lentamente, estaba a punto de correrme y podía sentir que Levi también estaba a punto de llegar al orgasmo.
-¡Ahh, Levi!- un grito algo desafinado abandono mi boca al tiempo que llegaba al tan ansiado orgasmo, contraje mis músculos y casi de inmediato sentí un liquido cálido llenar mi interior, Levi salió de mi cuerpo y yo me extendí por completo sobre la cama respirando agitadamente, se hundió la cama a mi lado izquierdo y voltee mi cabeza hacia ese lugar mirando a mi casero analizándolo y descubriendo algunos detalles de su rostro que antes no había notado, su piel era blanca, muy blanca, sus ojos grises eran inexpresivos, sus cejas finas y facciones delicadas, me sorprendía que siendo más bajo que yo pudiera someterme de tal manera, me pareció raro, su rostro estaba relajado, tan perdido estaba mirándolo que no me di cuenta cuando volteo a verme sorprendiéndome mirándolo fijamente, un sonrojo se apodero de mis mejillas y tuve que desviar mi mirada para que mi sonrojo no siguiera creciendo.
-Eren- me llamo y volví a verlo- ven, debemos limpiarnos- se levanto de la cama y yo lo imite, caminamos hasta el baño de mi habitación, me senté sobre la cubierta del inodoro mientras Levi ponía a llenar la bañera, se había puesto su ropa interior antes de acostarse a mi lado y yo estaba con las piernas juntas intentando cubrirme con mis manos- ¿por qué te cubres? No es como si no te hubiera visto antes- se acerco a mí y acaricio mi cabeza.
-Es vergonzoso, por favor no me mire- me tomo del mentón y me hizo mirarlo, mi cara a de haber sido graciosa, seguramente estaba totalmente sonrojado.
-Eren, ¿me odias?- esa pregunta, nunca me plantee que sentía por él, pero de algo estaba seguro, por más que me hiciera cosas algo dolorosas no podía odiarlo, había algo que me lo impedía- Eren, te lo preguntare otra vez, ¿me odias?
-Yo... No- lo dude un poco pero al final tuve que decir la verdad, no lo odiaba, no sabía porque.
-Eren, ven- tomo mi brazo derecho y me levanto, sentí un escalofrío recorrerme la espalda y me quede estático sin importarme estar desnudo frente a Levi, sentía algo deslizándose por mis piernas, podía jurar que no había lugar en mi cara que no estuviera rojo, baje mi mirada lentamente hacia mis piernas, trague grueso al notar que era lo que bajaba por mis piernas, desde mi entrada hasta mis rodillas, pequeños hilos de semen hacían un camino deslizándose lentamente- te dije que debemos limpiarnos- me arrastro hacia la bañera, se quito la ropa interior y se sentó recostando su espalda de una de las paredes, pegando mi espalda de su pecho.
-Levi- le llamé, quería deshacerme de esta duda- está actuando raro- se tenso y poco a poco se fue relajando.
-¿Raro de que manera?- el sabia de que hablaba, ¿que acaso no le enseñaron que está mal responder a una pregunta con otra?
-Eso de hace un rato, no era un castigo como los usuales- jugaba con el agua moviendo mis manos lentamente.
-Bueno, Hanji dijo que si seguía "castigándote" ibas a terminar odiándome- ¿Hanji?- no quiero que me odies, es solo que- hizo silencio por unos segundos, parecía estar pensando que decir- esto es complicado- paso sus brazos por mi cintura y puso su cabeza sobre mi hombre derecho- me gustas- ¿eh, gustar?
-Si te gusto ¿por qué me haces esas cosas?- no tenia explicación lógica, al menos no para mí.
-Bueno, yo tengo una manera algo "especial" de llamar la atención- ¿todo este tiempo estuvo tratando de llamar mi atención?
-No es la manera, ¿sabes todo el dolor que pase por tu “búsqueda de atención”?- estaba molesto, si le gustaba pudo habérmelo dicho como una persona normal- Levi, tengo cicatrices en las muñecas por tus castigos, he tenido que mentirle a mis compañeros de clase para que no se preocupen- mi voz subía de tono y podía sentir como apartaba su cara de mi hombro y la escondía en mi espalda.
-Eren, no me odies- sus brazos me apretaban y su voz era baja, que gracioso, ¿quién era el sumiso ahora?- por favor, te quiero.
-Levi, no te odio- me di vuelta para quedar frente a él sacando agua de la bañera- pasara algo de tiempo para que asimile tu confesión- acaricie su rostro.
-Eren… Nunca nos hemos besado- ¿eh? Era cierto, en todos los castigos me preocupaba por no dejar que me besara, no quería que mi primer beso fuera en esa situación- Eren, déjame besarte, por favor.
No respondí, solo me acerque a él y junté nuestros labios, no sabía qué hacer, era mi primer beso, Levi movió sus labios y yo lo imite, cerré mis ojos, su lengua delineo mi labio inferior invitándome a abrí mi boca, luego de separar mis labios su traviesa lengua entro a mi boca, yo solo le imitaba y enroscaba mi lengua con la de él, su boca sabia a te, el mismo que tomaba todos los días, el aire empezó a faltarme y me separe lentamente de él, abrí lentamente los ojos sonrojándome de inmediato.
-Eren- mi mirada se fijo en su rostro prestándose atención- voy a hacer que me quieras, lo prometo.
-No digas esas cosas- no me disgustaba que dijera esas cosas, era solo que algo dentro de mí se revolvía y me hacía sentir extraño.
.-.-.-.-.-.-.
Pasaron algunos meses desde el último “castigo”, los cuales se detuvieron, Levi intentaba cumplir su promesa de hacerme quererlo, aunque aun no lo admita en voz alta creo que lo está logrando, hemos tenido algunos problemas con uno de mis compañeros de clases, sus celos son algo intimidantes, la última vez que se encontraron di gracias al cielo porque Erwin estuviera con nosotros en ese momento, conocí una parte de Levi que nadie hacia visto antes, todos los días en la noche, justo antes de dormir, me preguntaba lo mismo.
¿Ya me quieres?