Se estaba arriesgando demasiado, ¿por que había prometido a Sasuke llevarle las notas si ese día estaba la lista?, jamás había estado tan feliz como cando le entregaron la nota de su último examen había tenido una nota satisfactoria, ahora podía decir oficialmente que solo le faltaba un año, lo que le recordaba nuevamente su razón para estar infringiendo en la oficina del rector de la universidad, ni en sus sueños más locos hubiera hecho algo así, sentía su corazón latir muy rápido y como su respiración se alteraba. Por fin pudo encontrar los archivos con las notas de los exámenes de Sasuke, trago en seco, como era posible que el azabache hubiera rendido todos los exámenes finales, el doncel seguramente no habría dormido para estudiar, se sintió fatal al recodar como el chico había estado sufriendo por la muerte de un conocido muy allegado a él. Y pudo verlo todos y cada uno de los exámenes aprobados, sonrió prepotente el doncel había aprobado, pero el saco notas más altas; no había que tener en cuenta que él lo había en años distintos claro; escucho los pasos que se dirigían hacia la oficina y sin pensarlo mucho mas serró los ojos y salto por la ventana abierta, suerte para él estar en el primer piso, aterrizo sobre el blando y mullido pasto, no se detuvo a ver si alguien había podido observar su gran escape simplemente siguió corriendo rápidamente hasta la gran mansión Uchiha, se pregunto si ese sería el sentimiento que le había contado Sasuke, adrenalina por romper la reglas…
Sakura tocaba espléndidamente el violín, no se podía decir que la joven no tuviera su encanto al moverse sobre el piso del kiosco del jardín en la gran mansión, parecía como si flotase sobre la superficie ya que a pesar de tener tacos sus movimientos carecían de sonido. Sasuke estaba maravillado, a pesar de ser un buen pianista, su prima tocaba más de diez instrumentos, era una joven muy alegre, seguramente algún día se convertiría en una reina ejemplar. Sentada enfrente tenía a su tía, si algo le gustaba de esa mujer era su carácter, la increíble mujer se estaba arreglando las uñas de sus manos con un brillante color escarlata.
La señora Chiyo junto con otras mucamas se encontraban preparando te y bocadillos, desde su lugar en la gran cocina, podía ver el hermoso florero de porcelana verde con la colorida flor, la única que Sasuke había sacado de sus malvas. Tan concentrada estaba la mujer que apenas si había escuchado las palabras de Mariane.
- Señora Chiyo le estoy hablando- repitió la joven con la bandeja en la mano.
- Discúlpame querida, ¿Qué decías?- le pregunto la amable mujer.
- Le comentaba sobre lo sorprendente que me resulta la amistad de Kiva y Yuri- dijo la joven volteando a ver al guardia y al doncel.
- Ya llevan siete juegos en lo que va del día- comento la mujer llevando su mano al mentón.
- Jamás le habían hecho jaqué a Yuri, parece estar realmente disfrutando de su compañía- comento el doncel de compañía de la princesa Tsunade.
- No puede estar hablando en serio Iruka- comento sorprendida Mariane.
- Jamás dudes de mis palabras querida Mariane- dijo el doncel con una sonrisa encantadora.
- Se ven realmente felices juntos- comento la mujer haciendo que todo el personal de la cocina volteara a ver al joven- como si fueran amigos de toda la vida-
Estaban afuera de la mansión a unos diez metros de la mansión en el lugar donde correspondía al hombre hacer guardia, ambos estaban sentados en banquitos de madera tallados con por los mejores carpinteros rusos, entre ellos había una mesa en la que cabía justo el tablero. A su lado había una bandeja con dos taza de té, una tenía todo el contenido intacto y frio, la otra por su parte estaba vacía y el plato de bocadillos estaba por la mitad, cortesía del soldado que hacía guardia junto con Yuri quien en ese momento se encontraba recostado en el pasto junto a los jugadores de ajedrez.
Las intenciones de Kiva no eran otras que cumplir las órdenes de la señora Chiyo, se acerco junto con la bandeja que tenia alimentos para los guardias, se sorprendió que el hombre más alto estuviera entreteniéndose solo con el juego de mesa, a pesar de que el más bajo y rubio le sonrió extendiéndole las manos para recibir la comida, Kiva no podía dejar de ver el tablero y las manos del hombre de cabello cobrizo, se acerco mas al tablero dejando escapar la bandeja; por suerte el rubio alcanzo a atraparla; el hombre de cabello cobrizo lo miro de reojo y con un ademan de mano le indico al doncel que moviera una pieza, la sonrisa de Kiva produjo que ambos hombres sonrieran, con mucho cuidado se arrodillo en frente del lado que tenia piezas de plata, sus movimientos fueron lentos y calculados, el hombre de cabellos cobrizos ensancho su sonrisa. Rápidamente le ordeno al menor que se quitara del banco de madera, de misma manera Kiva sin esperar que Yuri dijera nada se sentó sobre el banco, al principio le costaba entender del todo el juego pero con ayuda del hombre rápidamente comprendió todo, muchas veces llego a hacer Jaque pero aun así no lograba ganar. Se les paso muy rápido el tiempo tanto que llegaron a las siete partidas.
- Jaque- dijo orgulloso el chico, pero cualquier victoria murió al ver al hombre sonreír.
- Jaque mate- dijo el hombre con una feliz.
- ¡No es justo!- se quejo el doncel- juguemos otras vez- comento comenzando a colocar la piezas de nuevo.
- Debes dejar de basar todos tus movimientos en el alfil- le comento el hombre.
- No quiero- respondió ruborizado- es mi pieza favorita- comento con dicho objeto entre su dedos.
- Eso no importa, siempre perderás si sigues así- comento tomando la mano del doncel y quitándole el alfil.
- Me reusó- tomo de nuevo al alfil- ya que…- miro con ojos soñadores el pequeño objeto-
- No deberías querer ser un alfil- movió una de sus piezas- todo doncel o doncella debe apuntar al título más noble que el segundo-
- Uno jamás es el segundo si es el mejor en lo que hace y nadie puede superarlo- sonrió contraatacando la jugada-
- ¿Jamás querrás se mas que un sirviente?- dijo mirando el tablero.
- Jamás querré ser menos de lo mejor que pueda llegar a hacer- levanto la mirada donde el verde y el marrón se cruzaron.
- Me gusta esa frase, la usare algún día- fueron interrumpidos.
- ¡Sasuke!- el grito resonó en todo el jardín de la mansión.
Neji corría por el gran jardín siendo perseguido por la mayoría de los rusos, agradecía todas las veces que por ayudar en casa había tenido que correr para llegar a la universidad. Yuri, Kiva y Kirchoff; el guardia dormido; vieron correr al joven, los dos hombres salieron tras el castaño.
Sasuke vio a lo lejos a su amigo siendo perseguido, inmediatamente se paro y aunque fuese seguramente la escena más ridícula tomo el arco del violín de su prima, y cuando su amigo cayó antes de que cualquiera de los guardias lo tocara lanzo el arco del violín quedando este clavado entre el perseguido y los perseguidores.
- ¡¿Qué demonios hacen manga de rusos?!- grito acercándose a su amigo.
- Te… dije que… te adoro- dijo el chico en el suelo.
- No lo suficiente- se arrodillo acomodando la cabeza del castaño en su regazo.
- Feli…citaciones- apenas si podía hablar el pobre.
- ¿Aprobé?- pregunto alegre, el otro solo asintió- Kiva ven aquí- el muchacho se acomodo recargando la cabeza del futuro doctor en sus piernas, completamente azorado.
- ¡Esta noche habrá fiesta!- grito el chico- ¡señora Chiyo consiga barriles de ron!-
- ¡Siii a celebrar caballeros!- grito la mujer de grandes pechos- ¿Qué celebramos cariño?-
- Que mi amigo y yo aprobamos los exámenes de este año- volteo a ver a su amigo que estaba dormido sobre el regazo de Kiva.
Sasuke había mandado a que llevasen a Neji a un cuarto para que descansara, le pidió a su tía que se encargara de que sus hombres no asesinaran a nadie, y a su prima le pido controlara a la rubia para que no bebiese antes de la noche.
Sasuke le indico al cochero la dirección de Azuma, si alguien le alegraría la celebración con música seria él, el carruaje se movía sobre las calles de tierra a un galope suave, volteo a ver el cielo tan azul como en su querido Japón, cerró los ojos recordando la primera vez que cabalgo.
- Mergo es muy grande me caeré de el- dijo un Sasuke de de diez años
- Si te caes podrías morir, será mejor que te agarres fuerte- dijo el hombre subiendo al niño en el enorme Shire de color negro.
- ¡no quiero morir!- exclamo el pequeño.
- Entonces sujétate- dijo golpeando al cabello para que saliera corriendo, con un Sasuke bastante asustado.
- ¿No crees que eso fue cruel Mergo?- le dijo un Kabuto de quince años.
- Yo le enseño a mi alumno como se me da la gana, mejor desaparece a robar algo-
Sasuke estaba sujeto a la crin del caballo con todo el cuerpo pegado al él, temblaba de los pies a la cabeza, tenía los ojos cerrados fuertemente y su voz se negaba a salir. El caballo se encamino al barranco lo cual alerto a Mergo, en ese instante el hombre tomo su propio caballo al cual subió rápidamente para cabalgar veloz hacia Sasuke, dejando a Kabuto hablando solo.
- ¡Sasuke!- grito el hombre tomando las riendas del gran caballo haciéndolo detener.
- No me solté- le dijo sonriente aunque sin dejar de temblar.
- Tonto- dijo sonriendo- dije que no te soltaras no que cerraras los ojos- se rio el hombre.
- Tampoco dijiste que tenía que tenerlos abiertos- sonrió mostrando el hueco que había dejado el diente de leche.
- Andando- dijo él. Ambos caballos avanzaron por el camino del bosque.
- ¿Cómo se llama este caballo?- pregunto curioso.
- No lo sé, es tuyo, dímelo tu- comento serio el hombre sin voltear a verlo.
- ¿Me lo regalas? Debe tener un nombre poderoso- comento emocionado.
- Es de parte de tu padre, el me dijo que quería el mejor caballo para ti y eso es lo que conseguí- comento.
- Hades- comento el chico- el significado es perfecto-
- ¿“El invisible”?- comento levantando una ceja.
- Si, Mergo acércate, es una orden- el hombre se acerco al niño para recibir un inocente beso en la mejilla. Para luego ver al niño cabalgar hacia el palacio oscuro.
Con solo abrir los ojos volvió a ver la ciudad de Londres, cuando llego a la casa del marinero no dudo en mostrarle su interés en que fuese a la fiesta, y más aun que llevase la guitarra que había conseguido en América.
Neji despertó y lo primero que vio fue el rostro de Kiva mostrándole una cara de niño sorprendido en medio de una travesura, y es que eso sucedía, el joven había quedado a cargo del dormido castaño y se había aburrido tanto que en cierto punto se puso a revisar el bolso de este y también en los muebles de la habitación, debía verse ridículo con el sombrero de plumas rosado chillón, los guantes de encaje negro, el gran saco de hombre color café y el uniforme de servicio, mientras tenía en sus manos los libros del joven inconsciente y el pañuelo del hombre puesto entre su camisa de forma de corbata.
- No podrías haber despertado mas tarde o mucho antes- reclamo el doncel.
- ¿Dónde estoy? Y ¿Quién eres?- dijo el Hiuga.
- Soy Kiva, sirvo en esta casa, la mansión Uchiha joven- comento el doncel parándose haciendo que su estrepitoso disfraz lo hiciera ver más ridículo aun.
- No deberías revisar las cosas de las personas- lo regaño extendiendo las manos para recibir sus libros.
- Solo quería ver porque pesaba tanto tu bolso, lo lamento- comento el chico, se sonrojo cuando tuvo que desabrochar los botones que apresaban el pañuelo del chico.
- Espera- lo detuvo el hombre para voltearse y no observar al chico ya que era inapropiado que mirase más de lo debido.
- Eres el hombre más raro del mundo- comento extendiéndole el pañuelo.
- ¿Por qué dices eso?- lo miro intrigado.
- Jamás conocí a un hombre que no observase a un doncel desvestirse- se quito los accesorios.
- Eso debe ser porque no te juntas con los mejores hombre- dijo mientras se sentaba para calzarse los zapatos.
- O tal ver tu eres un pésimo hombre- comento ofendido, no necesitaba que le recuerden como eran los hombres del barrio donde se crio. Salió realmente muy molesto de la habitación dejando a Neji muy confundido.
- Debo buscar mejores amigos o terminare en un manicomio- comento divertido.
Antes de irse a su hogar Neji recibió la invitación de Sakura a la fiesta que Sasuke quería ofrecer esa noche, acepto gustoso puesto que la sonrisa de la joven frente a él era simplemente encantadora y porque sino seguramente Sasuke lo mandaría a buscar por esos roperos rusos; digo guardia; decidió que lo mejor sería llevarle un presente al azabache después de todo su padre siempre le dijo que, un caballero no debe llegar a la fiesta de un doncel o doncella sin un presente digno. ¿Pero que se le regala a un persona que tiene todo?
El barco con imponente presencia se acercaba al puerto, y que se podía decir los capitanes siempre hacen sus barcos a su semejanza.
Sasuke se detuvo antes de regresar a su hogar, su amigo merecía un regalo, bien no solo quería agradecerle a Neji por llevarle las notas de los exámenes también quería agradecerle el hecho de haber sido su primer amigo londinense. Se dedico a caminar por el centro londinense, se alegro internamente al encontrar una chocolatería, la última vez que probó chocolate tendría dieciséis años.
- Si comes tanto te hará mal- le comento su padre entrando al gran comedor.
- Si me persigues por todos lados diciéndome eso seguiré hasta demostrarte que estás equivocado- le contesto retando a su padre.
- Engordaras y te pondrás horrible- sonrió cínicamente- luego nadie te querrá y temerá-
- Qué triste condena… pero que delicioso el pecado- se llevo otro bombón a la boca.
- ¿No temes a que todos te aborrezcan? – la curiosidad es siempre una pésima aliada.
- No porque mi todos comienza en ti pasa por Mergo y termina en Kabuto- beso la mejilla de su padre para dejarlo pensando.
Compro una caja muy grande con chocolates, se la comería esa noche antes de dormir, era un manjar exquisito. Todavía necesitaba un regalo para su amigo, esa tarde seria larga ya que en todos lados encontraba recuerdos.
- Mi todos se ha reducido…- susurro entrando a otra tienda.
Shikamaru se encontraba en busca del pedido de su señora Sakura, el doncel había recorrido gran parte del centro por las dichosas capas, jamás le había gustado Londres era demasiado amontonado, muchas etnias, idiomas, sabores, colores, era demasiado problemático, un lugar tan concurrido, se maldijo internamente por aceptar ir él en lugar de Iruka. Al menos Kankuro lo entendía porque lo que era Chouji lo estaba cansando con querer probar cada uno de los platillos presentes en cada lugar del país. Se entretuvo de mas en una tienda “Curiosidades del mundo”
La tienda tenia cientos de juegos de ingenio, seguramente podría disfrutarlos con Yuri, se entretuvo con un pequeño mechero, era realmente ordinario, ni siquiera su grabado parecía extravagante, entonces ¿Por qué lo estaba comprando?, recalculando en su cabeza, no fumaba, ninguno de los soldados lo hacía, su señora no lo hacía y aunque la reina lo hacía para eso tenía a Iruka, el grabado que tenia no era más que esa estúpido objeto que utilizaban algunos hombres en sus nudillos para pelear la única diferencia era que estas; porque había una de cada lado; era que cada una tenia un diente en cada nudillo y una hoja filosa que sale de una extremo.
La noche había llegado, la gran llama estaba prendida lejos de la mansión y lejos de los arboles, todos sentados sobre mantas que Sasuke había mandado a colocar en el lugar, barios instrumentos en manos de los sirviente y algunos soldados, incluido Yuri. Azuma estaba también y la música sonaba maravillosa, Mariane bailaba con uno de los rusos, su prima bailaba con Kiva quien se veía feliz de la vida, el mismo Sasuke estaba parado frente al fuego cando vio como Neji llegaba y sin pensarlo se acerco a él, tan próximo estaba que sin importar que lo abrazo y fue correspondido, pocas personas eran merecedoras de un abrazo del doncel, pocas eran merecedoras de su afecto y cariño.
- Tengo un regalo para ti- dijeron los dos al mismo tiempo.
- Tu primero- hablo el castaño.
- Bien esto es para ti- le entrego la pequeña caja, al abrirla Neji se sorprendió era un magnifico reloj de bolsillo de oro con detalles en plata al abrirlo pudo ver una inscripción.
- Por siempre, eternamente- susurro el hombre- el mío ahora parece una cosa de nada.
- Entrégamelo que eso solo yo lo decido- recibió el regalo, un cilindro que al abrirlo no contenía otra cosa sino una página escrita en latín.
- Te gustan los retos y la magia- le sonrió el castaño.
- Baila con migo- comento el azabache arrastrándolo cerca del fuego
Así estuvieron bailando por largo tiempo, incluso la rusa mayo bailo, durante toda la velada Kakashi no se separo de Iruka a simple vista cualquiera que tuviere una neurona podría ver el amor que se profesaban, Kiva bailo barias piezas con Yuri, y aunque Mariane creía que esos dos terminarían juntos la señora Chiyo le dijo que eso no pasaría de una amistad; si hasta apostaron; la música alegre era completamente diferente a la habitual de los bailes, saltando, yendo y viniendo con donceles y doncellas dando vueltas hombres felices, y una rubia pechugona apostando y bebiendo. Fue entonces que Sakura le susurro algo en oído a Sasuke y este hablo para todo el mundo.
- Damas , donceles y caballeros tomen asiento por favor, que es momento de mi parte favoritas de las noches de hoguera- se acerco al fuego haciendo que sus silueta se viese cual felino al acecho- mi prima, algunos amigos, y yo le ofreceremos la leyenda de esta noche-
- ¡Siiii!- grito una rubia demasiado alegre.
- ¿Cuánto bebió ella?- pregunto Sasuke- Azuma arias los honores-
El hombre se paro con su instrumento y comenzó a toca la introducción de la canción que estaba por acontecer. No muy lejos se veían a un grupo de hombres con andar decidido y elegante.
Cuenta la historia de un mago
que un día en su bosque encantado lloró.
De pronto d la nada se paro Shikamaru cubriéndose con una capa azul Francia, caminado decidido y con tal gracia que se pensaría que el joven realmente podía conjurar espíritus que arrastrarían a los hombres a su perdición, cual canción de sirena.
Porque a pesar de su magia
no había podido encontrar el amor.
La luna, su única amiga
le daba fuerzas para soportar
todo el dolor que sentía
por culpa de su tan larga soledad.
Era obvio por el rostro del doncel que la actuación no era la suyo, pero quien vería su rostro si su baile a la luz de las llamas formaban un efecto hipnótico, junto la voz de Sasuke producían una combinación asombrosa.
Es que él sabía muy bien que en su existir
nunca debía salir de su destino.
Si alguien te tiene que amar, ya lo sabrás
sólo tendrás que saber reconocerlo.
Los hombres escucharon la música proveniente de la enorme mansión, la voz parecía invitarlos a desear conocer el desenlace de la historia. Sin guardias era realmente fácil entrar a la mansión.
Fue en una tarde que el mago
paseando en el bosque la vista cruzó
con la más dulce mirada
que en toda su vida jamás conoció.
Sakura se paro con una capa de un poderoso color fucsia haciendo un contraste sobrehumano en sus ojos que parecían forjar la esperanza al fuego vivo.
Desde ese mismo momento
el hada y el mago quisieron estar
sólos los dos en el bosque
amándose siempre y en todo lugar.
Y bailaron un vals rápido y emocionante, los ojos de la joven mostraban una pasión que combinada con los movimientos del doncel mayor y la voz del azabache producían el efecto de cuentos de hadas. Todo cuento de hadas tiene un villano.
Y el mal que siempre existió, no soportó
ver tanta felicidad entre dos seres.
y con su odio atacó, hasta que el hada cayó
en ese sueño fatal de no sentir.
Yuri abrió los ojos tanto al ver pararse a Kiva de esa manera tan violenta con esa capa negra que ensombrecía cualquier rastro de inocencia mostrando solo la maldad del mundo, la que el chico conocía a la perfección. Con una Sakura de mirada fría y careciente de sentimiento recostada en el piso, como si realmente estuviera muerta y un Shikamaru de movimiento tristes y llenos de angustia. Yuri no fue el único sorprendido, los intrusos también se estaban maravillando con la actuación.
En su castillo pasaba
las noches el mago buscando el poder
que devolviera a su hada,
su amor, su mirada tan dulce de ayer.
Y no paró desde entonces
buscando la forma de recuperar
a la mujer que aquel día,
en medio del bosque por fin pudo amar.
Los hombres se acercaron tanto que podía decirse que estaban al lado de los soldados, ninguno de los dos grupos se percato del acto, tan maravilladlos estaban con el espectáculo. Sasuke se veía esplendido parecía como si las muertes previas no hubieran sucedido, como si su dolor y penas hubieran desaparecido, con el kimono rojo lleno de lotos, a la luz de la luna ya que se había alejado para que se viera la interpretación de sus compañeros. Siempre la luna mística y poderosa admirando el alma de Sasuke.
Y hoy sabe qué es el amor, y que tendrá
fuerzas para soportar aquel conjuro.
Sabe que un día verá su dulce hada llegar
y para siempre con él se quedará.
El movimiento de Sasuke fue rápido y con la ultima silaba arrojo una especie de polvo al fuego que provoco que la llama ardiera más fuerte y con mayor intensidad, todos aplaudieron con muchas ganas. De la nada uno de los hombres corrió a abraza al azabache.
- ¡Eso fue maravilloso Sasuke!- grito eufórico el rubio.
- ¿¡Naruto!?- grande fue la sorpresa al ser elevado del suelo y sentirse apresado por la cintura.
- No sabes cuanto moría por abrazarte de nuevo- froto su ostro contra el pecho del doncel.
- Besame ahora rubio…tal vez mañana no te deje- comento el doncel para lego sentir el beso.
La música siguió Gaara se decepciono de no encontrar a su querido Sai en la mansión, buena suerte que Tsunade le explico que las penas con ron son buenas. Azuma debía marcharse asique se despidió de todos y se marcho, atravesando la puerta principal vio sentado en el barandal pórtico a Shikamaru.
- Es peligroso que estés aquí solo- tomo un cigarrillo de su bolcillo.
- Me aburrió la fiesta- comento sin más, mirando el cielo nocturno.
- Entonces ve a dormir niño- se acomodo en el barandal donde estaba el doncel, mientras buscaba con que encender el dichoso cigarrillo.
- Si creo que será mejor- extendió su mano y con el mechero encendió el cigarrillo, sorprendiendo a Azuma- buenas noches- se despidió sin esperar respuesta.