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MIRA MIS OJOS. ESCUCHA MI VOZ por Lady Hecate

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Notas del capitulo:

Espero disfruten el capitulo, había tenido un corte de inspiración u.u por eso quiero agradecerles a Colo y Eze que me por decir de una forma re-inspiraron, por eso pido perdón por la tardanza.

Naruto se sentó en la cama, como en otra ocasión Sasuke vestía el kimono sencillo que llegaba hasta sus tobillos, el azabache se acerco a la cama tenía en sus manos una caja grande, se arrodillo sobre la cama junto al rubio. Todos se habían marchado hace tiempo, el rubio y el habían hablado sobre el viaje del rubio, Naruto lo felicito por los exámenes y aunque la rubia tía de Sasuke le había dicho que el marino no podía quedarse en la noche, cuando se marcho a su habitación el rubio estaba recostado en su cama con una botella de ron en la manos.  Naruto destapo la botella y arrimo a Sasuke a su lado, curioso por el contenido de la caja. Sasuke estaba realmente feliz, que su rubio estuviera, hacia que se olvidase de todo. Al abrir la caja el rostro del rubio se ilumino.

-          No creí que fueras amante de los dulces- comento estrechándolo contra su pecho, para luego darle un trago a la botella.

-          Fue un impulso, hace años no comía y sentí la necesidad- se llevo un bombón a la boba, comiendo solo la mitad para extender su mano y ofrecer la otra a Naruto.

-          No se shi es delciosho- comento masticando, siendo interrumpido por el azabache.

-          No seas asqueroso primero traga- se rio, tomando un trago de la botella.

-          Decía, que no sé si es delicioso porque si o si lo es por tu me lo das- sonrió alegre.

Así estuvieron hablando sobre sus vidas y aventuras, entre besos y abrazos, como si de dos recién casados se tratase, celebrando el comienzo de una vida juntos. Naruto lo beso con intensidad, lo amaba tanto, siempre esperando el reencuentro, sabia a chocolate. Sus respiraciones se agitaban, la botella vacía cayó al suelo, quebrándose, ambos se separaron para tomar aire.

-          La señora Chiyo nos va a escuchar- sintió como el rubio besaba su cuello.

-          Esa mujer no puede estar en todos lados- acaricio la pierna, levantando la tela, provocando que la piel de Sasuke se sintiera arder.

-          ¿Aun crees que fui hecho para ti?- había desvestido al rubio de torso, se abrazo a él.

-          Estoy más loco que el astro rey- lo beso suavemente en los labios.

Esa noche solo se besaron, solo acariciaron cada parte del otro, conociendo hasta el rincón más pequeño, y Sasuke comprendió pues las palabras del rubio se quedarían en su memoria por siempre.

-          ¿Por qué no tenemos sexo?- estaba realmente abochornado.

-          Jamás querré tener sexo contigo, yo solo te hare el amor- le beso el bajo vientre produciendo la curvatura de la espalda del azabache.

-          ¿Por qué no hacemos el amor?- sentía las manos de Naruto sobre sus caderas y trasero.

-          Porque no condenare tu alma al infierno- eso sí lo sorprendió, Naruto religioso.

-          Con todo lo que he hecho, aun te preocupas por mi alma- cuestiono sentándose sobre el regazo del rubio, rodeándolo con las piernas abrazándolo por el cuello, le beso el rostro en su totalidad.

-          Solo a ti querré salvarte de todo mal, hare tus pecados míos, hare tu dolor mío, y hare que tus alegrías sean por mi causa-  jamás quería soltar a Sasuke, lo querría para siempre

-          Si haces eso solo tu alma seria condenada, y yo prefiero irme contigo al infierno que vivir en el paraíso sin ti-

Se durmieron cuando el sol hiso su aparición. La señora Chiyo estaba sonrojada y muy acalorada, estaba segura de que ninguno de los jóvenes obedecería a la mujer rusa, aunque sabía que debía marcharse en cuanto comenzó a sospechar que sucedía en la alcoba del joven amo, pero la curiosidad es más fuerte. La mujer fue sorprendida por Shikamaru quien llevaba las ropas sucias de Sakura para que las empleadas de la casa las lavasen, la mujer se sintió más avergonzada aun, el joven la miro casi con sorpresa, jamás había conocido que un empleado escuchase detrás de la puerta; de una manera tan obvia;  a pesar de eso el doncel sentía que era demasiado problemático.

El doncel caminaba por la casa con cierta libertad, ya había estado en la mansión varias veces. Aunque le gustaba el estilo de la enorme mansión eso no era su estilo, prefería algo más pequeño tal vez solo dos pisos, cuatro alcobas, un saloncito de tonalidades amarillos donde podría compartir con su pareja un buen juego de mesa mientras que sus hijos leerían algún buen libro, tendría un jardín cubierto de azucenas y en el centro un enorme cerezo donde podría recostarse siendo abrazado por su amante mientras sus hijos juegan a su alrededor, moría por que en su casa hubiese un cuadro de William Turner, se encontraría en la oficina de esposo, debajo de este habría una estantería con libros, junto a un pequeño sillón bordo con bordado en azul que sería único para él, donde cuando las cortinas estuviesen abiertas el sol le iluminaria y su esposo lo miraría de una forma tan cálida que el mundo a su alrededor se detendría.

-          Shikamaru- renegó Mariane.

-          Disculpa que decías- ni siquiera se percato de que había terminado con sus órdenes y se encontraba sentado con una taza de café humeante en las manos.

-          En esta casa nadie me presta atención- se entristeció la joven- te decía que si me acompañabas a llevarle su saco a Azuma- sonrió la joven.

-          ¿Quién es Azuma?- comento desganado el doncel.

-          El hombre que toco música en la fiesta de anoche, cuando bailastes- se sonrojo la joven recordando.

-          Bailaste- la chica lo miro extraño- se dice bailaste no bailastes, yo lo vi llevando un abrigo-

-          Si pero dejo su saco- se lo mostro al joven.

-          Mariane eso es una chaqueta- para Shikamaru el acompañarla era problemático- no puedo dejar a mi señora-

-          Claro que puedes, ve Shikamaru, yo aquí me quedo con mi madre e Iruka- comento la peli-rosa, antes de que el doncel replicara- es una orden- sonrió coqueta.

En un barrio más humilde.

La mujer lloraba desesperadamente, como algo tan horrible podía pasar a un ser tan joven, tan bello, se abrazo al pequeño cuerpo, y por más que dos pares de brazos trataron de separarla del cuerpo inerte, la mujer se aferro con toda sus fuerzas al cuerpo de la pequeña niña de seis años. Una madres que pierde un hijo lo llorara toda la vida, pero para esta mujer su única hija mujer, la menor de seis varones, muerta en las manos de un vil vagabundo solo por un par de centavos, debió sacrificarse, morir ella en lugar de su bebe, pero no otro era el deseo de un dios cruel e injusto.

-          Madre- susurro el hijo mayor colocando sus manos en los hombros de la mujer.

-          Neji, ¿Por qué mi bebe? ¿Por qué ella?- dijo entre lagrimas

-          Porque la vida es cruel e injusta- respondió con lágrimas silenciosas.

Casi en las afueras de la ciudad

Shikamaru estaba estupefacto, la casa de Azuma estaba pintada de blanco, con la puerta de color negro igual que los marcos de las ventanas, cercados con una valla blanca inmaculada, con un sendero de ladrillos rojos y cubierto de pasto su alrededor.

El hombre moreno le abrió la puerta con el cigarrillo en la boca, se sorprendió al encontrar a ambos jóvenes en la puerta de su casa, la joven estaba realmente feliz, de todos los marineros del capitán Namikase, ese hombre era su favorito, soñaba con poder casarse con un hombre así, buen mozo, inteligente y trabajador. La señora Chiyo sabia de los sentimientos de la joven para con el marino por lo mismo mando a la joven a entregarle la chaqueta; que convenientemente la señora Chiyo dejo aparte del resto de los abrigos.

Al ingresar la joven se ofreció a preparar el desayuno para el hombre, el hombre se dirigió al salón principal de la casa, Shikamaru estaba ayudando a la joven.

-          Shikamaru podrías preguntarle a Azuma si desea jugo de naranja o limonada-

-          Por supuesto- el doncel se encamino al salón, se paralizo al ver el ambiente.

El salón era de tonalidades amarillas, con un enorme sillón del mismo tono de la arena del mar bordado en naranja, tenía una mesita de centro de roble, y cerca de la ventana que deba al jardín derecho de la casa había una mesa alta cubierta con un mantel de color pastel, con dos sillas de pino barnizado, en una de las sillas se encontraba el hombre jugando un solitario y en el marco de la ventana abierta el cenicero.

El hombre observo como el doncel apreciaba cada detalle del pequeño salón, le pareció extraño que cuando el muchacho entro, de un caminar; que mas que caminar parecía danzar sobre el suelo, no que se haya fijado en demasía;  paso a un estado de criogenia.

-          ¿Necesitabas algo?- lo despertó del estado de estupefacción.

-          Cierto, Mariane quería saber si preferías Jugo o limonada-  se acerco al hombre cuando vio el jilguero posarse en la ventana junto al hombre.

-          Lo vas a asustar- le comento, ya que él siempre trataba de tocar al pájaro, se sorprendió cuando el ave se poso sobre el dedo acusador del doncel- ¿cómo lo hiciste?- saco un cigarrillo, pero no encontró el mechero.

-          Deberías comprarte varios – saco el mechero del bolsillo de su pantalón y encendió el cigarrillo.

-          ¿Quieres uno?- le ofreció.

-          No fumo- contesto viendo al pájaro mientras le acariciaba.

-          ¿Por qué traes un mechero entonces?- cuestiono, el doncel se sentó en la cilla de enfrente y apoyo su brazo en la ventana para liberar al pájaro.

-          ¿Eso es un cerezo?- pregunto asombrado

-          Sí, me gustan las cerezas, ¿Por qué  tienes el mechero?- inquirió el hombre mirándolo fijamente.

-          Lo vi, me gusto y lo compre- respondió parándose.

-          Jugo, yo tomo jugo- hablo el hombre.

 

Luego del desayuno el hombre le pregunto a ambos acompañantes di deseaban comañarlo al mercado, Shikamaru planeaba desistir pero Mariane tenía planes distintos, por lo que ambos acompañaron al hombre, caminaron en dirección a un grupo de tiendas de media calidad, Azuma compro alimentos y otras cosas para su hogar, compro un par de libros.

Mariane estaba marabillada por poder compartir su día con el marino, tal vez ubiese sido mejor dejar al doncel en la ansión Uchiha  para poder disfrutar ella sola del hombre tan perdida estaba en sus pensamientos que no se percato que llevaba unos diez minutos con un pequeño broche en la manos, era sencillo una aureola de color rosa. El hombre sonrió al ver la reacción de la joven por el broche; si solo supiera que el broche a pesar de ser bonito no era lo que le interesaba a la joven; decidió acercarse y comprarle el broche en forma de agradecimiento. Mariane estaba prácticamente en las nubes cuando el marino le regalo el broche, se sonrojo hasta las orejas y no dejo de sonreír como una tonta enamorada. Fue en ese momento que ambos se percataron de que el doncel no se encontraba con ellos, Shikamaru no había notado que siguió caminando solo, jamás había ido a esa parte de Londres por lo que estaba medianamente; por no decir completamente; perdido.

Camino de regreso, o eso pensó ya que no reconocía ninguno de las tiendas a su alrededor, decidió quedarse en ese lugar a esperar a ver a la joven que resaltaría por su belleza o al hombre que parecía chimenea andante. Se dio cuenta de que el mismo resaltaba, sus zapatos negros relucientes, el pantalón y el saco negro perlado, su camisa verde esmeralda lisa entallaba su figura de una manera esplendida pues llevaba el saco abierto, su cabellos atado en una coleta. Sintió como lo tomaban del brazo, el hombre tenía un aspecto grotesco, el cabello y la barba grasosos y tenía un aliento asqueroso. El hombre trataba por todos los medios de verse interesante mientras le coqueteaba al doncel, por más que Shikamaru camino para alejarse del hombre este insistía siguiéndolo de un lado a otro, para cuando le pidió que se alejara el hombre pareció molestarse, como si fuera extraño que alguien lo rechazara, en ese momento el hombre se violento un poco y jalo violentamente al doncel contra si, el aroma a alcohol golpeo fuertemente a Shikamaru. El doncel forcejeo, pero el hombre tenía más fuerza, cayó al suelo cuando el hombre que lo sujetaba fue golpeado por Azuma quien lo derribo en el acto, el hombre salió corriendo espantado.

-          ¿Estás bien?- le tendió la mano.

-          Si, descuida- acepto la ayuda, pero a Azuma se paso de fuerza y el cuerpo de Shikamaru por segunda vez en el día quedo pegado al de un hombre, el aroma a tabaco inundo sus focas nasales.

-          No tendrías que haberte separado de nosotros- lo regaño el hombre.

-          No deberías regañarme, ustedes me abandonaron- contraataco el menor.

-          Parece que ya encontraste a Shikamaru- comento entre alegre y celosa la joven.

Las tres personas volvieron a la casa del mayor, donde Mariane volvió a aceptar en nombre de ambos la invitación a comer del hombre.

Sasuke

Luego de haber sido regañado unas treinta veces por su tía, y haber almorzado junto con esta, su prima y Naruto, se dio cuenta que algo andaba mal, de un momento a otro sus ánimos cambiaron, sabía que no era algo de su familia allá en Japón, era algo más cercano, y supo que debía visitar a Neji cuando al ser nombrado por la señora Chiyo su copa se rompió. Prácticamente echo a Naruto de su casa, su tía le dijo que haría que unos de sus guardias lo acompañaran asique le ordeno al cochero que preparara los caballos, así mismo él le pidió a Kiva que lo acompañe. El carruaje iba muy lento para el gusto del azabache, se veía completamente desesperado, el castaño se preocupo mucho por él.

Con justa razón Sasuke ingreso sin llamar a la puerta, había varias personas en el hogar todas vestidas de luto, y a pesar de que sus rostros deprimidos pasaron a uno de sorpresa por la intromisión tan estrepitosa del doncel no muchos le prestaron atención, tenían más tristeza que asombro. Al fin lo encontró estaba sentado en una silla, totalmente abatido, con sus codos apoyados en sus rodilla con el rostro escondido entre sus manos, fue inevitable el azabache simplemente avanzo sin titubeo hacia su amigo, le coto el hombro y el rostro compungido de él ojos claros le quebró algo dentro de sí. Neji actuó por inercia aferrándose de la cintura del doncel, escondiendo su rostro en el vientre de su amigo, llenando de lagrimas el kimono azul oscuro de obi negro, Sasuke lo abrazo y pensó “tal vez mi todos no es tan reducido como creía”.

Kiva se sentía apenado, tanta gente llorando y deprimida, no pudo evitarlo y se acerco al cajón donde yacía una niña vestida de blanco, tenia cabello castaño claro suelto sobre la almohada de color blanco, parecía un ángel apunto de despertar, llevo su mano al rostro para cubrir su boca como queriendo guardar un sollozo que quería escapar al ver ese rostro tan joven. Vio a una mujer sentada mirando hacia la ventana como si estuviera totalmente perdida, tenía los ojos rojos e hinchados, no supo porque precisamente lo hiso pero se acerco a ella, se arrodillo frente suyo y tomo las manos de la mujer, quien volteo a verlo como si careciera de vida propia. Fue la imaginación de la madre de Neji tal vez, pero por unos minutos creyó ver a su querida Cristina en el doncel frente a ella, y no pudo evitarlo, simplemente se abrazo a Kiva como si creyera que su hija no hubiese muerto.

-          Sabía que el señor no podía alejarte de mí- dijo entre lagrimas de alegría al abrazar al doncel.

-          Me está confundiendo- contesto dolido, como quisiera haber tenido una adre así.

-          No, una madre jamás confunde a su bebes- le acaricio el cabello.

-          No verdad- le devolvió el abrazo, que mas podía hacer.

-          Prométeme que volverás- se separo para mirar los ojos del doncel- promételo.

-          Todas las tardes- le quito unas lagrimas- tomaremos el te- le sonrió con los ojos al borde del llanto.

Naruto llego a su casa, antes de poner el segundo pie en el pórtico de su casa fue tacleado por su hermanito, lo cual lo sorprendió y alegro muchísimo, eso significaba que su padre había vuelto también y con el Fugaku, su sonrisa se ensancho y abrazo mas fuerte a su hermanito, ahora podría pedirle la mano de Sasuke al azabache mayor. Entro gritando para llamar a su padre, pero se congelo al ver a su padre frente a un Gaara con una cara de espanto mesclada con alegría. No era para menos el rubio mayo le había contado que Sai y su padre habían convencido realmente a la abuela del doncel de que era un comerciante importante, y realmente era su prometido, su cerebro trabajaba a mil por hora ya que la mujer quería conocer al hombre que era más digo que un tal Florine Banderbon o algo así, por lo que tenía una semana para convertirse en un hombre de sociedad, lo haría con tal de salvar a su querido Sai, y si no convencían a la anciana, se le ocurrió que podría tomar a Sai y desflorarlo de la forma más dulce, romántica y erótica del mundo.

Shikamaru pensó que la tarde seria problemática pero resulto ser todo lo contrario, para esa hora de la tarde se encontraba junto con el hombre; al quien le habría prendido prácticamente todos los cigarrillos del día, Mariane tomo nota mental “comprar un mechero”; y Mariane quien se había ocupado de atender al hombre; a su parecer como la más devota de las esposas; estaba sentado sobre una tela larga, solo, ya que Azuma había preferido estar en el pasto recostado sobre l árbol, y Mariane había sacado una silla para ella.

-          Esta canción me la enseño un latino, son personas muy alegres- comento con la guitarra en las manos.

Hoooo

Dentro de tus ojos veo un lago

Donde un hada se desnuda para que la adore el sol

La melancolía de la tarde me ha ganado el corazón

Y se nubla de duda

Mariane estaba maravillada, sentía que ese hombre frente a ella era el indicado, que si se lo proponía podrá hacer que él la amase. El hombre estaba pasando una velada realmente feliz, había tenido una tarde encantadora junto con sus dos acompañantes.

Son esos momentos en que uno se pone a reflexionar

Y alumbra una tormenta

Todo es tan tranquilo que el silencio

Anuncia el ruido de la calma que antes era el huracán.

Fugaku estaba consternado, había creído que si hacía que su suegra creyera que Gaara realmente era miembro de una familia de comerciantes muy, muy poderosa de Japón podría salvar a su bebe de las garras del cara de bagre, pero le salió el tiro por la culata ya que ahora la anciana quería conocer al joven y no solo iría ella sino también el estúpido hombre

De repente no puedo respirar

Necesito un poco de libertad

Que te alejes por un tiempo de mi lado

Que me dejes en paz

Itachi se había quedado en Alemania junto con Deidara, quien había estado preparando todo para viajar a París, pero se sentía presionado en demasía ya que el azabache insistía en querer conocer a su hermano, y no había podido hacer que desistiera en todos los planes lujosos que para el eran exesivos.

Siempre fue mi manera de ser

No me trates de comprender

No hay nada que se pueda hacer

Soy un poco paranoico lo siento

Al ratito ya te empiezo a extrañar

Me preocupa que te pueda perder

Necesito que te acerques a mí

Para sentir el calor de tu cuerpo

Naruto estaba alegre de la vida, por fin podría llevar a cabo su más grande ambición, todo por lo que había trabajado, todo sueño fuera del original había sido apartado de su mente. Ahora solo podía pensar en su Sasuke y como pedir la mano de su amado.

Un osito de peluche de Taiwán

Una cascara de nuez en el mar

Suavecito como alfombra de piel

Delicioso como el dulce de leche

Incluso alguien como Shikamarua para quien todo podía llegar a ser problemático escuchar al hombre cantar tan alegre canción podría hacerle sonreír, no era de mostrar muchas expresiones, si cuando bailaba por más placer que sintiera cambiaba su seriedad, pero este hombre logro hacerlo sonreír. Y Azuma noto el cambio en el joven.

Huuuuu

Dentro de mi lecho duerme un ángel

Que suspira boquiabierto entre nubes de algodón

Junto con la luz de la mañana

Se despierta la razón y aparece la duda

Y que si todo salía mal, y su abuela descubría el engaño, seguramente haría que se case con él pomposo ara de bagre raquítico, y así jamás podría estar con su querido Gaara. Qué horror no podía ni pensar en que algo así le sucediera, él quería estar con el pelirrojo por toda la eternidad.

Son esos momentos en que uno se pone a reflexionar

Y alumbra una tormenta

Todo es tan tranquilo que el silencio

Anuncia el ruido de la calma que antes era el huracán.

De repente no puedo respirar

Necesito un poco de libertad

Que te alejes por un tiempo de mi lado

Que me dejes en paz

Siempre fue mi manera de ser

No me trates de comprender

No hay nada que se pueda hacer

Soy un poco paranoico lo siento

Neji se había recuperado, un poco, le había contado a su amigo que su querida hermana había sido acecinada por un desgraciado ladrón, que apenas i consiguió un par de céntimos. La madre del chico que iba en compañía de su hija seguía culpándose de la muerte de la niña. Parecía que Kiva comprendía el dolor de la madre, pero que sería lo que ocultaba el doncel, que sería lo que hacía que s comprensión sobre el dolor de la mujer fuera suyo también. ¿que sentía el joven por la mujer?

Al ratito ya te empiezo a extrañar

Me preocupa que te pueda perder

Necesito que te acerques a mí

Para sentir el calor de tu cuerpo

Por más que se molestase con Itachi, cuando hacía que este se alejara por uno o dos días, lo extrañaba con locura y recordaba que él era un don nadie y el azabache era un duque con muchas chicas y donceles tras él. Y cando sentía que todo se perdía Itachi volvía pidiendo perdón, cuando a sus ojos el debía disculparse y lo hacía. ¿Qué sentía por el azabache? Más que cariño seguro.

Un osito de peluche de Taiwán

Una cascara de nuez en el mar

Suavecito como alfombra de piel

Delicioso como el dulce de leche

Azuma estaba perplejo, con el avance de la canción logro percatarse de los sentimientos de la joven, como podría rechazar a la que había sido su amiga durante unos cinco años. ¿Qué era lo que hacía que no pudiese dejar de pensar en lo molesto que le pareció ese estúpido hombre que se atrevió a tocar al doncel? ¿Qué era lo que sentía?

De repente no puedo respirar

Necesito un poco de libertad

Necesito que te acerques a mí

Un osito de Taiwán

Los soldados entraron arrastrando a la joven que se veía aterrada, el emperador la observo desde el trono como si de escoria se tratase, pero que se podía pensar de una mujer del bajo mundo.

De repente no puedo respirar

Necesito un poco de libertad

Que te alejes por un tiempo de mi lado

Que me dejes en paz

Siempre fue mi manera de ser

No me trates de comprender

No hay nada que se pueda hacer

Soy un poco paranoico lo siento

La anciana le comentaba al conde Anderson sobre el viaje a Londres, donde creía que podía conseguir que su familia y la del conde se juntaran, la mujer codiciosa se quedaría sola.

Al ratito ya te empiezo a extrañar

Me preocupa que te pueda perder

Necesito que te acerques a mí

Para sentir el calor de tu cuerpo

Un osito de peluche de Taiwán

Una cascara de nuez en el mar

Suavecito como alfombra de piel

Delicioso como el dulce de leche

 

-          Yo sé dónde está el Príncipe Destajador- dijo la mujer entre lagrimas, por tener que traicionar a su queridísimo rey y príncipe.

Notas finales:

El jilguero es un ave muy bonita,  Es común en el Paleártico occidental, tanto en Europa como en el Norte de África y parte de Asia occidental así que va con el lugar donde se encuentran los personajes.

La canción es “un osito de peluche de Taiwán” de los Auténticos Decadentes.

¿Les gusto?


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