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MIRA MIS OJOS. ESCUCHA MI VOZ por Lady Hecate

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Notas del capitulo:

Bueno este es mi modo de disculparme por no haber subido los últimos dos capítulos a tiempo, el lunes que viene sin falta subo el siguiente capitulo, espero que este sea de su agrado.

¿Cómo demonios habían llegado a esto? Era la pregunta del millón, desde hace unos tres días habían estado tratando de que Gaara pareciera un hombre de sociedad, no es que fuera bruto o mal educado,  solo que no estaba acostumbrado a tener más de diez cubiertos para él, grade su suerte de tener una buena postura, lamentablemente por momentos se olvidaba que ciertas palabras eran inadecuadas, que existía diferencia de clases.

Fugaku sufría, había estado explicándole cómo manejar una empresa, haciendo leer casi cinco libros en una mañana, lo tenía sentado aprendiendo el negocio, su trabajo era el más difícil, hacer que el pelirrojo en una semana aprendiera lo que él mismo tardo catorce años en perfeccionar, tal vez tendría que haber contratado a un actor, eso sería mucho mejor, pero ninguno de sus hijos permitía eso. Sasuke alegaba que no quería a un extraño cerca de su hermanito, y Sai que era demasiado tímido como para tratar de estar a gusto con un completo desconocido. Ese par sí que creía que era ingenuo, “un problema a la vez” se repetía todos los días al levantarse y antes de ir a dormir.

Era el tercer cuadro que Sai pintaba desde que habían vuelto, ya que se le había ocurrido que al estar tan enamorado como decía de su prometido lo más normal del mundo que este fuese su inspiración, estaba emocionado, aunque fuese por un día, solo por un día podría estar con el marino que amaba.

Sasuke había tenido días tranquilos, entre lo que se puede decir, aunque extrañaba a Naruto, sentía que debía estar con Neji, a pesar que el de ojos claros decía estar mejor y haber superado la perdida, el azabache conocía el dolor de la pérdida de un hermano, por lo mismo lamentando no poder ayudar a Gaara; ya que según los más viejos sus modales eran burdos; para permanecer junto a su amigo. Fue esa tarde que descubrió a Neji escuchando tras la perta del saloncito especial de su madre, y el mismo se encontró escuchando la confesión del Kiva para con la mujer. Jamás en su vida olvidaría las palabras que sonaban a recuerdos dolorosos para el doncel. Eso explicaba más de algo que jamás esperaba poder comprender, no podía creer que a personas tan buenas le hubiesen sucedidos horrores tan grandes.

Naruto estaba de los pelos por tercera vez Fugaku le había dicho que no podía hablar con él, que lo harían en otra oportunidad, que estaba demasiado ocupado ayudando a Gaara a prepararse para el futuro día del juicio. Pero ninguno de los dos se percato de que en esos momentos cierta pareja se había escabullido por uno de los pasillos.

Por segunda vez en su vida Sai se encontraba empotrado contra una pared, había extrañado tanto poder estar cerca del rojo que no le importaba estar contra la pared del pasillo fuera de su alcoba; donde el rojo lo había interceptado segundos antes; el beso subía la intensidad y ambos cuerpos estaban pegados en su totalidad, la manos de Gaara levanto lentamente la camisa de Sai para ir subiendo por su vientre hasta su pecho, el chico sentí el cálido tacto contra su piel provocando que cada fibra de su cuerpo se erizara, contrajo los músculos al sentir como el rojo pellizcaba su pezón, fue inevitable tuvo que separarse de los labios del otro para gemir, cosa que encanto al hombre; Gaara pensó que estaba peor que un adolecente que se excitaba por cualquier primer rose, pero cada rose contra Sai era como el primero; Gaara abrió la camisa de Sai de un tirón, ambos jóvenes agradecieron que ese día el doncel llevase una camisa que se serraba por delante, el hecho de sentir el aire frio golpear contra su cuerpo que se encontraba a una temperatura mayor a la jamás conocida le resulto tan delicioso que curvo su espalda dándole una mejor apreciación de sus pezones a Gaara, quien se sonrió al notar la sensibilidad de Sai, primero beso el botoncito rosado rodeado de la nívea piel acariciando suavemente las caderas y la cintura, queriendo grabar en su memoria cada parte del chico entre sus brazos. Sai se sujeto al gran tapizado que se encontraba a su espada, el cual provocaba un roce por demás decir excitante contra su inexperta piel, con los brazos extendidos, arrugando la tela entre sus manos, rodeando con sus piernas a Gaara, quien besaba, lamia, succionaba y mordía sus pezones lenta y tortuosa mente para luego hacerlo rápido y con frenesí, inconscientemente comenzó a frotarse contra el miembro del hombre quien dejo escapar un gemido ronco. Para luego seguir besando y mordiendo todo lo que se pusiera en su camino desde el cuello hasta la cintura, sus mordidas dejarían marcas, las cuales no se molestaría en rehacer todas las noches, con sus manos acaricio el trasero y apretó mientras con su boca mordía la clavícula de Sai, quien gimió realmente demasiado fuerte, excitando de sobremanera al rojo.

-          ¡Haaaaaaa!- grito la mucama dejando caer el florero de entre sus manos.

En cuanto la vieron Sai separo empujando tan fuerte a Gaara que este calló sentado contra el piso, el doncel entro completamente apenado a su habitación, aun con el torso descubierto y lleno de pequeñas marcas rojas que seguramente se convertirían en moradas y restos de saliva, que demonios estaba haciendo en el pasillo, todo el mundo lo pudo haber descubierto, pudo ser su padre, por todo lo correcto, pudo ser su padre, y de ser así Gaara seria hombre muerto y él terminaria en un internado para mojas. Desgraciado Gaara que le hacía perder la cordura. Gaara se paro con toda la dignidad que le quedaba le regalo una pequeña reverencia a la mucama y se fue lo más rápido que pudo maldiciendo por lo bajo a joven, que tenía la cara más roja que un tomate.

-          ¿Dime otra vez porque te acompaño donde Azuma? Mariane- pregunto Shikamaru.

-          Porque la señorita Sakura te lo pidió- dijo triste la joven.

-          ¿Tanto lo quieres?- dijo con expresión de desinterés.

-          Sí, creo… creo que lo amo- dijo sonrojada- creo que él podría ser el indicado-

-          Entonces la próxima vez le diré a mi señora que no deseo acompañarte- contesto sereno.

-          Shika ¿tu cree que tenga alguna oportunidad?- tenia tantos sueños, que si su amigo le daba la esperanza se arriesgaría.

-          Mariane nos conocemos desde hace cinco años y hasta hoy me dices de tus sentimiento- pensó con cuidado para no lastimarla- ¿cuando crees que te enamoraste de él?-

-          Luego de que ustedes se fueran el amo Fugaku me mando a llevarle una carta al señor Minato y unos hombres quisieron robarme, Azuma me salvo, creo que luego de eso comencé a ver todo lo que Azuma podía ser para mí- contesto radiante, Shikamaru comprendió.

-          Eso no es amor linda- ella volteo sorprendida- solo estas agradecida- no le importo que la joven se detuviera el siguió nos pasos más con las manos en sus bolsillos.

-          ¿Por qué dices eso? Yo lo amo- contesto consternada, si eso era verdad ella estaría sola de por vida- y él me ama- ataco firme- para lego salir corriendo sola en dirección contraria a la casa del hombre.

-          Que problemático, si le respondo se molesta y seguro si no lo hacía también- siguió caminando hacia donde el hombre, después de todo la orden fue clara “tú también iras a ayudar al señor Azuma, es una orden”.

Sasuke tenía un kimono verde perlado con enredaderas doradas en él cuando escucho la voz de Naruto fuera de la oficina de su padre, el iba a seguir caminado pero la Señora Chiyo quien estaba junto a la puerta, sorprendida le hiso señas para que se acercara. No era para menos lego de diez minutos tratando de hablar con el Fugaku Naruto levanto la voz, cosa que disgusto al hombre, pero es un Uchiha el jamás pierde la compostura. Sasuke se pego a la puerta, estaba por salir junto con Kiva y Yuri hacia el centro, había invitado a Sai pero este parecía estar estresado con lo de su abuela, tanto que ni la puerta e bario. Kiva y Yuri vieron al doncel, la mujer y otros empleados con los orejas pegados contra la puerta, por eso el doncel castaño se pego también a la puerta sintiendo como el cuerpo del hombre lo aprisionaba por los lado para apoyarse contra la puerta, Fugaku necesitaba una puerta mas grande, fue entonces que se escucho la gran frase.

-          Quiero pedirla la mano de Sasuke en matrimonio- se escucho la voz del rubio.

-          Por supuesto- contesto simplemente el hombre, sabía que decir que no era estúpido.

Todas las personas, en total unas ocho, se separaron de la puerta para ver  Sasuke quien parecía estar en shock, tenía los ojos casis saliéndoles de la orbitas, la boca entre abierta, pero todos supieron que algo estaba mal cuando el azabache frunció el seño y entro azotando las puertas de la oficina de su padre. Ambos hombres lo miraron con espanto, el rostro de Sasuke estaba desfigurado por el enojo.

-          ¿Quién demonio les dio derecho de hablar por mi par de idiotas?- vocifero el doncel.

-          Sasuke…- lo miro el Uchiha mayor- creí que era lo que querías- fue lo peor que pudo decir.

-          ¿Y a usted quien se murió y lo nombro mi dueño?- esa frase fue un retroceso más allá del cero entre la relación entre ambos.

-          No sé porque te molestas es lo más normal del mundo que le pida tu mano a tu padre- contesto el rubio sin entender nada.

-          ¡Eres un cretino no quiero volver a verte- paro su mirada de Naruto a Fugaku- a ninguno!-

Ambos hombres se sorprendieron ante tal reacción, Sasuke le dijo a Kiva que ya no saldrían que le disculpara, corrió hasta su pieza tan rápido como pudo, cerro con llave tras él y sin pensarlo mucho se acerco al baúl que contenía su ropa la cual le importo poco tirar por el piso, todas las prendas quedaron esparcidas haciendo una alfombra de colores y texturas diferentes. Se metió al baúl, todavía entraba sentado si escondía su rostro entre sus rodillas a las cuales se abrazo.

-          Sasuke…Sasuke- se escuchaba como todos los hombres y mujeres del palacio oscuro, buscaban al niño de doce años.

De pronto la puerta se escucho abrir, pero no se escucharon pazos hasta que el intruso piso las telas, se dirigía a su escondite, abrió el baúl.

-          Que haces aquí Sasuke- le pregunto el hombre de piel grisácea y cabello largo.

-          Quiero estar solo- sollozaba con el seño fruncido.

-          ¿Podrías decirme que te molesto tanto como para que dejes la mesa cuando tenemos invitados?- el hombre miro el baúl, lo recordaba, se lo había traído Mergo a su pequeño hijo.

-          Todos creen que pueden elegir por mí, creen que Mergo no debería ser mi maestro, que no debería ser entrenado para ser guerrero, que saben con quién debo casarme, pero ellos no tienen derechos sobre mi ¿verdad?, no si tu no les das permiso para cambiarme ¿vedad?- pregunto confundido.

-          No- el niño lo miro con horror- yo no tengo derecho a obligarte hacer algo que no quieras, tu tomas tus decisiones, todas y cada una, mi deber como padre es guiarte para que la que elijas no sea mala o para superarla si es mala-

-          Entonces ¿yo puedo elegir?- torció un poco la cabeza, ese gesto que enternecía a todo el mundo.

-          Si, tú eliges si quieres cambiar a Mergo, si quieres se guerrero, y que vengan a ti a pedirte tu mano, si tú crees que una persona es buena para ti, confiare en tu juicio, después de todo yo te estoy criando y sé que no eres tonto- el niño lo abrazo y le dio un tierno beso en la mejilla.

-          Gracias papá, avísale a Kabuto y a Mergo que estoy bien- se volvió a meter al baúl cerrándolo sobre si.

 

Kiva le pidió permiso a la señora Chiyo para salir durante la tarde, Yuri lo escolto hacia la casa de Neji, hablaron de varias cosas, el doncel se sentía tan a gusto con el hombre que incluso cuando jugaban ajedrez; ocasiones en las que a veces no se hablaban por horas; le resultaba algo placentero. Al llegar el hombre le dijo que volvería por él. Los hermanos menores de Neji estaban encantados con Kiva, era gracioso y siempre jugaba con ellos, pero la que mas encantada estaba con el doncel era la madre, ella encontraba en los ojos Kiva a la hija que había perdido, Neji seguía triste pero una vez Sasuke le pregunto si él le temía a la muerte y no, no lo hacía, eso le dio fuerzas para superar el dolor, se sorprendió de que su madre insistiera al joven que regresara, pero eso no le provocaba incomodidad alguno, sus hermanos sonreían, su madre también incluso él se encontró sonriendo un par de veces, por dios hasta su padre sonrió con el joven, no llegaba a comprender como alguien con una herida tan grande podía sonreír y hacer que otras personas se sintieran felices.

Azuma estaba más que sorprendido, se suponía que Mariane iría a ayudarlo a organizar su estudio, y a pesar de que le insistió al doncel en saber la razón de la ausencia de la chica este se negó a responder, justo cuando quería aclararle que jamás serian más que amigos. El doncel se ofreció a ayudarlo y cuando amablemente lo rechazo el doncel contesto “no puedo volver a la mansión en dos horas más o menos asique igual me quedare aquí” no llegaba a comprender lo extraño que era el doncel. Lo dejo pasar y lo guio hasta donde sería su estudio.

Shikamaru vio cajas llenas de libros, un cuadro envuelto en papel y un par de muebles envueltos también, el hombre se había estado encargando de acomodar el escritorio y los libreros, el había puesto las cortinas y acomodado las cosas sobre el escritorio, luego juntos pusieron todos los libro en los estantes, justo como Shikamaru creyó más conveniente. Azuma se había percatado antes que los movimiento del doncel eran demasiado perfectos casi como de un bailarín.

-          Puedo preguntar algo personal- inquirió el hombre.

-          Por supuesto- respondió el joven mientras le quitaba el papel al cuadro.

-          ¿Tú eres bailarín?- se moría por saber, eran movimiento perfectos.

-          La Batalla de Trafalgar- susurro el doncel- ¿es un original de William Turner?- inquirió.

-          Sí, me costó mucho negociarlo, ¿Conoces a Turner?- pregunto sorprendido.

-          Este es mi pasaje favorito en la historia naval- contesto colocando el cuadro con el imponente barco sobre las aguas- durante siete años-

-          ¿Disculpa?- no entendía lo ultimo dicho por el doncel.

-          Fui bailarín durante siete años, en el teatro imperial ruso- contesto con añoranza.

-          ¿Por qué dejaste de bailar?- era obvio que eso apasionaba al menor.

-          Me lesione, los doctores me dijeron que me recuperaría pero que el baile ya no sería una posibilidad- miro al hombre cargando una especie de sillón envuelto en papel justo para dejarlo bajo el cuadro a la izquierda de la habitación desde la puerta.

-          Espera, tú has trabajado cinco años para la rusa, ¿a qué edad bailabas a los diez?- dijo contrariado el hombre mientras colocaba otros muebles y el doncel liberaba de su envoltura al sillón.

-          Bordo con bordados azules- dijo llevándose la mano hasta el rostro.

-          ¿Qué?- voltio el hombre- a el sillón me gusto cuando lo vi en Francia no es algo en lo que me sentaría, más bien es por si tengo algún acompañante- el doncel suspiro por esas palabras

-          Desde los dieciséis estuve en la compañía de baile, desde los veintitrés trabajo para mi señora Sakura- comento sentándose en el sillón, después de todo el no era un acompañante.

-          Eso quiere decir que tienes ¿que unos veintisiete?- se quedo sorprendido al ver la joven siendo bañado por la luz del sol.

-          Veintiocho- contesto, todo a su alrededor se detuvo.

¿Por que el destino lo castigaba haciendo que el mismo hombre que su amiga deseaba fuese él que había soñado? El hombre se acerco a Shikamaru saco un cigarrillo y se agacho a la altura del doncel, el menor encendió el cigarrillo. Pobre Mariane que presencio las miradas entre ambos, y se percato de que su presencia en ese lugar era opacada por algo que ella sabia seria lo que siempre quiso lograr.

 

Naruto sufría llevaba tres días sin poder hablar con Sasuke, tarde se dio cuenta de que para Sasuke no era más que un insulto, otros también tenían problemas Fugaku se entero de que su hijo no salía y solo aceptaba que Sai le llevase la comida, no creyó que se fuera a ofender tanto hasta que recordó las palabras de Orochimaru sobre conseguirle esposo, no era solo porque el doncel quisiera poder elegir a quien amar sino que se trata de la independencia que siempre tuvo, de la liberad que gozaba al ser él quien mandaba sobre un ejército, sobre sus gustos y decisiones.

Que mas podía hacer, se escondía hasta pensar en cómo arreglar las cosas, no podía creer que hasta recién se hubiera percatado de que era tan estúpido por esconderse en el baúl, que le pasaba ya tenía dieciocho años, pronto diecinueve no podría seguir escondiéndose en ese objeto por mas tranquilidad y espacio para aclarar su mente le diese, recordaba la primera vez que entro allí, no fue por gusto, se había enojado con Mergo por no dejarlo jugar y le grito por eso, asique el hombre como castigo lo metió en el baúl y le prohibió salir hasta que aclarase su mente y viera cuáles eran sus prioridades, desde ese momento cada que necesitaba pensar o esconderse se metía en el dichoso mueble.

Esa tarde arreglaría las cosas con su padre, a esa conclusión llego, asique abrió la tapa del baúl; a quien quiso engañar era el mejor lugar para pensar; se paro sorprendiendo al intruso.

-          Fugaku- comento sorprendido, el hombre era el más sorprendido de los dos.

-          Perdóname, no debí tomarme el derecho de aceptar por ti- dijo el hombre.

-          Yo, también lo siento- el  hombre lo miro- no debí tratarte de esa forma, se que quieres ser parte de mi vida, y para los dos es difícil aceptar como es el otro en su totalidad-

-          Tu, realmente serias un rey esplendido- le beso la frente para luego salir de la alcoba del chico.

Esa tarde Sai convenció a Sasuke de ir al parque, ya que quería ver a Gaara en algún otro lugar libre de padres, sorpresa que se llevaría el azabache. Gaara había estado preocupado por su hermanos, ya que él consideraba tanto a Sasuke como a Naruto sus hermanos, asique junto con Sai idearon el plan de juntarlos, pero jamás pensó al grado que llegaría Naruto para conseguir el perdón de Sasuke. Nadie pensó hasta donde llegaría el rubio.

Se encontraban en el parque, sentados sobre una manta de color blanco. Sasuke vestía un kimono negro lleno de tigres bordados en blanco y dorados, pareciera como si uno recargase su cabeza en el hombro derecho, era u contraste magnifico con su piel y su cabello. El parque estaba lleno, aunque le pareció raro ver tantos hombre en el, Gaara y Sai ni se percataron estaba muy ocupados el uno con el otro. Y de pronto lo vio, el rubio caminaba hacia ellos con una sonrisa, por instinto frunció el ceño, lo cual hiso que el rubio se entristeciera notablemente, pero Naruto ya estaba allí no había marcha atrás. Vio como un de la nada salía Azuma con su guitarra entre sus manos y comenzaba a tocar.

Bellos son los días bellos son los días 
Y en tu compañía he vuelto a nacer 
Me sirves de guía, ángel de mi vida 
Esa melodía me vuelve a traer 

Naruto estaba cantando  y de la nada otros instrumentos empezaron a sonar, muchos de os hombres que le parecieron sospechosos caminaba en su dirección y todas las otras personas solo lo vieron, extrañados por la repentina música, se paro no estaba listo para enfrentar a Naruto, no ahora, no así, todavía no sabio como disculparse sin terminar reclamando al rubio algo que no entendería.


Solo contigo quiero escapar 
De nuevo hacerme viejo 
En el movido viento en atardecer 
Como hará pestaña 
Maestro chicharron y bandido de mandei 

Vio como Sasuke comenzaba a escapar, asique lo siguió, y con el todos los marinos de su barco, lo había obligado a en un día aprender a tocar la canción que había nacido del fondo de su corazón para el perdón del azabache.


Seguir bailando abrasadito 
Aunque nos pongamos viejito 
Seguir durmiendo pegaito 
No importa que nos cuelgue los pellijitos 

Ni Gaara ni Sai esperaban que el rubio, moviera a medio parque tras él solo para hacer Sasuke lo perdone, si tan solo supiera que Sasuke quería disculparse, no solo músicos salieron, de un momento a otro un grupo en totas de ocho mujeres y ocho donceles bailaban al redor del Uchiha quien termino con un ramo de malvas en sus manos, mientras algunos marineros sin instrumentos bailaban con las damas y los donceles, Sasuke no podía creerlo.


Estamos hechos el uno para el otro 
Como el queso cuando se derrite en el risoto 
Soy el detergente que limpia toda tus manchas 
Tu don quijote tu sancho pansa 
Tu mi dulcinea que acompaña todo mis sueño 
No importa si son grandes o son pequeños 
Te daré toda mi fuerza aunque me quede yo sin nada 
Que ya tu amor me lo devolverá mañana 
Hay ya tu amor me lo devolverá mañana 

Gaara tomo de la mano a Sai y corrió tras la música, como Sasuke había quedado acorralado contra un árbol se le ocurrió aprovechar y bailar con su queridísimo niño. No fue el único con esa idea, muchas parejas que se encontraban ahí decidieron a pesar de no entender bailar con tan romántica canción, había desde joven hasta ancianos hasta niños bailando. Lo cual hacia que el plan de Naruto se viera más romántico aun.


Porque cuando tú me tocas me gusta 
Me hablas al oído y me gusta 
Me dices un te quiero y me gusta 
Me gusta me gusta  y
Cuando tú me miras me gusta 
De la forma en que sonríes me gusta 
Me besas en la boca y me gusta 

Naruto tomo a Sasuke de la muñeca y lo trajo hacia sí, el azabache no entendía como podía ser tan valiente de cantar para que todos oigan cada cosa que le gustaba de él.

Me gusta 
Dime como hacer 
Para entregarte mi amor 
Después de la cena viene cosas buenas 
Hay empieza lo mejor

Sasuke tuvo que aferrarse con sus manos a los hombros de Naruto cuando este lo levanto en el aire dejando sus caderas a la altura del rostro del rubio, siendo sujeto por las piernas.

Dime como hacer 
Para entregarte mi amor 
Después de la cena vienen cosas buenas 
Hay empieza lo mejor

Sai y muchos otros volaron por los aires, los gritos de donceles y mujeres siendo sorprendidas por su pareja, más de uno estaba aprovechando que Naruto cantase con todo y espectáculo. Y Sasuke no podo evitarlo tenía que sonreír como bobo enamorado, tan bello era verlo sonreír para Naruto que para él, solo era la música él y Sasuke, se había olvidado de todos los extras.


Entre nosotros no hay secretos guardado niño 
Y tampoco terremotos 
Nada puede hacer temblar lo que siente uno del otro 
Soy el televisor tu mi control remoto 

Sabía que esa era la forma del rubio de pedir perdón, sabía que sin importar cuantas veces el rubia quisiera hacer algo por él, jamás se dejaría de sorprender, sabía que Naruto jamás repetía las cosas, nunca le gusto haces dos veces iguales las cosas.

Eres la otra mitad de la naranja que faltaba 
Eres mi queso blanco yo soy tu mermelada 
Es que con endulzarte y alegrarte 
Toda la vida yo soy el enfermo y tu eres la medicina 
La que me domina mi medicina 

No supo cuando pero ahora estaba de nuevo en el suelo con un Naruto haciendo la misma coreografía que los dieciocho marinos tras él.

Porque cuando tú me tocas me gusta 
Me hablas al oído y me gusta 
Me dices un te quiero y me gusta 
Me gusta me gusta y 
Cuando tú me miras me gusta 
De la forma en que sonríes me gusta 
Me besas en la boca y me gusta 

Naruto se había arrodillado ante él y así todos los músicos, cada bailarín se arrodillo frente a su pareja, mientras Naruto termina de cantar a su amado.


Me gusta 
Dime como hacer 
Para entregarte mi amor 
Después de la cena viene cosas buenas 
Hay empieza lo mejor 

Dime como hacer 
Para entregarte mi amor 
Después de la cena viene cosas buenas 
Hay empieza lo mejor 

Hay empieza lo mejor. 
Como dice mi nena que como tú 
No hay dos.

-          Te amo, te amo tanto, por favor Sasuke hazme el honor, dame el privilegio de parar el resto de mi vida junto a ti- y de pronto mostro el anillo colgando de la cadenita de plata, el rubio había vuelto a sacársela- no soy rico, no tengo una mansión, no tengo un prospecto, tengo un pasado conflictivo, no soy el más educado, tengo arrebatos, soy celoso y posesivo, estoy lleno de defecto, pero tú, me haces mejor persona ya que solo por verte sonreír podría cantarte todos los días en lugares públicos-

-          ¿Lo prometes?- se arrodillo para abrazar a Naruto por el cuello- me cantaras todos los días, pasaremos la eternidad juntos sea donde sea-

-          Por supuesto- respondió tomándolo de la cintura, pegándolo contra sí.

-          Entonces yo prometo enamorarte cada día de mi vida Naruto para que pienses en nada que no sea yo- beso a Naruto, transmitiendo todo el amor que podía sentir. Naruto se paro con el en brazos.

-          ¡Dijo que si! Grito fuerte- ¡dijo que si!-

Toda la gente grito de alegría, los que estaban involucrados desde un principio y los que se colaron en la declaración, todos estaban realmente felices, por lo menos en Inglaterra.

-          Mi rey, le han dado al emperador el paradero del Príncipe Destajador-

-          ¡Maldición!- grito Orochimaru arrojando su copa contra la pared- a ¿Quién mando por él?-

-          A su hijo menor- dijo con miedo el hombre, ya que el hijo menor del emperador era casi tan prodigioso como Sasuke-

-          Parece que tendremos que acabar antes al emperador- dijo antes de desaparecer en la noche.

Notas finales:

Joseph Mallord William Turner (Covent Garden, Londres, 23 de abril de 1775- Chelsea, Londres, 19 de diciembre de 1851), pintor inglés especializado en paisajes. Fue considerado una figura controvertida en su tiempo, pero hoy en día es visto como el artista que elevó el arte de paisajes a la altura de la pintura de historia.

La canción que canta Naruto tiene poca secuencia temporal ya que habla de ciertas tecnologías que no están presentes para ese momento, espero eso no les moleste es solo que la canción me gusto tanto para ese momento.

La canción que canta Naruto se llama “me gustas” de “Yotuel”.


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