Capitulo dos: La casa
Sasuke podía ver desde la ventana del carruaje una enorme mansión con un enorme jardín, varios hombres salieron por el equipaje para entrarlo, apenas Sasuke atravesó la enorme puerta blanca sintió como un joven lo abrazaba.
- ¡Qué demonios!- exclamo el azabache.
- Bienvenido soy Sai y soy tu hermano menor – sonrió el menor- y el cara de vinagre es tu hermano mayo Itachi- dijo sin soltarse.
- Sai…- no alcanzo a terminar.
- Yo siempre he querido un hermano doncel para poder compartir secretos ya quien poder pedir concejos- parecía maravilladlo con el aspecto de Sasuke.
- Es un placer- no se atrevió a rechazarlo- dime Sai ¿te gusta viajar?- pregunto.
- Por supuesto anquen al único lugar que he viajado es a Alemania a visitar a la familia de mi madre y una vez a Francia para una boda ¿y a ti?- inquirió el menor.
- Yo amo viajar, y durante este viaje tuve la oportunidad de conocer varios lugares, y como Fugaka me comento de ustedes traje regalos de todos los lugares que visitamos espero que te gusten- le sonrió cálido.
- ¿Enserio? O eso es grandioso de tu parte- sonrió.
- Sai podrías soltarme por favor-
- Por supuesto-
- Es un placer conocerte tonto hermano menor que no sabe presentarse- le sonrió de lado.
- Mi nombre es Sasuke cara de bagre, y si seguramente para ti es un placer- respondió arrogante.
- Jajajaja- se rio el mayor- me agradas – dijo metras lo abrazaba por el hombro- ven te mostraremos tu habitación-
Su habitación era espaciosa y enorme, tenía balcón con vista al patio trasero, tenía una cama de dos plazas con dosel con ropa de cama en distintos tonos de verde que iban a juego con las cortinas, y las paredes eran de turquesa, ya habían traído el equipaje de Sasuke que ahora consistía de tres baúles un enorme espejo de pie y lo que parecía un cuadro del tamaño del espejo.
Por insistencia Sasuke le permitió a Sai ayudarlo a desempacar, este no se callaba y Sasuke tenía ganas de cortarle la lengua pero sabía que ni aun así el muchacho se callaría, el chico quedo maravilladlo con los varios frascos de perfumes que eran de origen hindú “vidrio templado a fuego vivo” le explico Sasuke ni hablar del espejo Sasuke no se atrevía a decirle realmente como había conseguido el espejo “un comerciante amigo de mi tío lo trajo de un viaje a Rusia y él me lo regalo”, la espada había sido lo más difícil de explicar “ mi ascendencia materna es de samuráis y esta espada perteneció a mi tío quien me crio” dijo simplemente.
La primera noche le permitió a Sai dormir con él, pero aun así despertó antes que todos en la casa, igual que lo había hecho en el barco, se levanto en silencio para no despertarlo se coloco un kimono rojo con dibujos de pavos reales dorados se calzo y salió a fuera de la casa, busco en el jardín alguna flor con la cual adornar la mansión pero ninguna le complació asique se arriesgo, cruzo el portón y camino en dirección a un parque que recordaba haber visto, al llegar no había nadie asique no se molesto mejor así, en el parque encontró margaritas lo mas silvestre en flores que encontró en el parque, no eran sus favoritas pero eran algo, corto una gran cantidad de estas y volvió a la mansión donde la servidumbre ya estaba comenzando su trabajo, todos sin excepción se sorprendieron al verlo llegar a un mas cuando vieron que empezó a colocar flores en todos los floreros, margaritas, puso un florero hasta en la cocina, saludo a todos los empleados sin excepción, todos los empleados coincidieron en que el muchacho no era para nada lo que esperaban, a pesar que la cocinera le ofreció llevarle el desayuno al gran comedor este rechazo la oferta y lo tomo en la cocina mientras hablaba con la cocinera.
- Y dígame señora que otras cosas se puede hacer por acá, ¿conoce algún buen bar?- pregunto inocente el joven.
- Cariño no creo que sea conveniente para ti ir a algún bar es inapropiado- le regaño cariñosamente.
- Ya veo y que cosa es apropiada porque en lo que llevo del desayuno me entere de que no lo es salir a buscar flores, comer con los empleados, andar descalzo en casa, hablar de lo divertido que es viajar en un barco, ayudar a limpiar mi desastre- respondió frustrado el joven iba a ser más difícil de lo que esperaba.
- Jajaja no te preocupes dulzura ya aprenderás lo que sucede es que este no es tu elemento- respondió cariñosa.
- Disculpen han visto a Sasuke- interrumpió el dueño de casa quien se sorprendió de ver a su hijo sentado en la mesada sentado de a indiecito descalzo y ayudando a pelar lo que parecían unas papas.
- Aquí estoy Fugaka, la señora Chiyo me explicaba todo lo que no debo hacer, no te preocupes también me dijo que esta postura es inapropiada- Sasuke vio en la mano de su padre una margarita- te gusta la flor que traje, en casa siempre iba al bosque y llenaba el palacio de malvas, pero aquí no tienes asique salí al parque y traje margaritas-
- ¿Fuiste solo? Sasuke eso es peligroso- lo regaño su padre, la cocina se lleno de un ruido melodioso, la risa de Sasuke.
- Jajaja realmente crees que algo puede ser más peligroso que esto- dijo señalándose así mismo.
- Me preocupo por ti solo es eso- respondo el hombre.
- Cariño como puede ser peligro un pequeño y hermoso doncel como tu- dijo la mujer a su lado.
- Simple un tigre es hermoso pero jamás les des la espalda porque lo que tiene en hermosura lo tiene de bravura- le giño un ojo.
- Jajaja cada vez me agradas mas niño- dijo la mujer- ahora dame esa papa ya esta desnuda-
- Bien- dijo dándole la papa y tomando otra para pelarla- la señora Chiyo hará pavo relleno con papas sazonadas con especias para la cena- dijo con un tono alegre- y me permitió ayudarla- dijo sonriendo.
- Me alegro, esta tarde iremos por tu sillón ¿te parece?- dijo el hombre.
- Por supuesto-
Todos los sirvientes estaban sorprendidos ya que los dueños de la casa hacían su rutina diaria como si nada, el hijo menor estudiando, Itachi y Fugaka trabajando sobre exportaciones importaciones y otras cosas sobre las empresas, mientras que el nuevo integrante de la familia se la paso en la cocina ayudando a preparar el almuerzo hablando y socializando como si fuera lo más normal del mundo que un patrón pase el tiempo con la servidumbre.
- Y ¿Por qué no estudias como el joven Sai?- le dijo una mucama desde la mesa donde limpiaba los platos para ponerlos en la mesa.
- Yo…- pensó un instante- Fugaka me dijo que siga estudiando si así lo deseo, y tengo muchos libros para eso, y también me dijo que los hombres se sentirán intimidados por un doncel que tiene más cerebro en un dedo que ellos en todo el cuerpo- sonrió arrogante.
Las risas de las mujeres invadió la cocina. Y al igual que en el barco con solo unas horas en la casa Sasuke ya había conseguido alegrar a todos en la casa, tanto empleados como su nueva familia, el almuerzo estuvo delicioso y por la tarde Sasuke salió junto con su padre y hermano menor de compras, se vistió con un kimono verde oscuro con dragones negros de ojos dorados y una especie de zapatillas y aun así llegaba a la altura de su padre, su hermano iba con un traje que marcaba sus pocas curvas después de todo solo tenía 15 y se estaba desarrollando, en cambio Sasuke ya tenía todas sus curvas donde tenían que estar, demasiado bien puestas en su lugar, asique Fugaka estaba casi por convertirse en acecino solo para que le quiten los ojos de encima a sus hijos, no supo en qué momento Sai tomo el mando de la salida ya que iban atrás del menor visitando sus tiendas favoritas comprando cosas que él quería, hasta que fue momento de Sasuke detenerse, así lo vio un enorme y hermoso diván de caoba con almohadones verdes claro con rallas blancas muy finas, aunque eso no fue todo.
- De ¿Dónde es este?- pregunto el joven.
- Es un trono fantástico de madera con representaciones de los reinos vegetal y animal es francés perfecto para el despacho de cualquier caballero- dijo mirando a Fugaka.
- Lo quiero se verá perfecto al lado balcón, me llevo los dos- dijo el doncel.
- Pero joven es un asiento para oficinas no para la recamara de un doncel- dijo el hombre.
- ¿Disculpe? Habla de porque soy doncel no puedo adquirir esta sillita-
- Hablo de que no es lo mejor para un jovencito- trato de hacerse entender mayor.
- Pues yo lo quiero y muerto el asunto- dijo caminado hacia la salida del lugar dejando sorprendido al vendedor y sus acompañantes.
- Bien deme las dos cosas- dijo Fugaka.
- Si…si señor- dijo el vendedor.
- Jajaja parece que si se trata de comprar nos parecemos- dijo el doncel menor con sonrisa falsa.
- Si por algo son hermanos- dijo su padre poniendo su mano sobre el hombro del chico.
Por el camino de regreso cruzaron por un parque con muchas personas en el, algunas mujeres y niños jugando, varias miradas poco discretas a Sasuke quien vestía un kimono, este había pedido que hicieran una pausa para pasear por el parque. Y mientras caminaban…
- ¡Sasuke!- fue el grito de un niño, y Sasuke giro y arrodillo extendiendo sus brazos al reconocer la vocecilla.
- Maru- dijo estrechando al niño en sus brazos. Su hermano se sorprendió de ver tal muestra de afecto, su padre no, puesto que había visto su actitud en el barco.
- Konohamaru te he dicho que no desaparezcas así- lo regaño su padre.
- Fugaka- sonrió el marinero- Sasu- saludo al doncel que cargaba a su hijo- joven Sai- en ese momento Sai se pregunto qué relación tenía el capitán y amigo de su padre con su hermano.
- Minato-san- dijo sonriente el chico- que alegría verlo ¿Cómo se encuentra Azuma y los demás?- inquirió el joven.
- La alegría es compartida niño, Azuma fue a ver a Shery y el resto ha vuelto con sus familias- dijo el capitán- ¿Qué tal tu estadía aquí? ¿te gusta la casa?- pregunto el mayor y los azabaches esperaban una respuesta positiva.
- Itachi es sorprendente parece ser un hombre maduro y resulta que en cuanto puede se comporta como un niño, mi padre no me deja ayudarle con la economía pero me concedió el poder dirigir la casa- dijo sonriendo- Sai habla mucho se parece a Marco con la excepción que desconoce el espacio personal- Sai hiso un puchero- mi alcoba el fantástica, y la casa igual, aunque me gusta más la vida del mar, arribar a puertos extraños y conocer nueva gente y culturas- dijo con alegría en los ojos aunque tratase de mantener el rostro sereno sus ojos no pudieron mentir.
- Sasuke no está bien visto que un doncel hable así con un hombre- dijo Sai apenado por la presencia del hombre.
- Eso es cierto Sasuke- secundo su padre.
- Vamos amigo tu hijo no puede evitarlo soy encantador- dijo haciendo sonrojar al azabache aludido- ¿no es así pequeño?
- Pues… es apuesto no lo niego- dijo mirándolo de arriba abajo- y sus temas de conversación son variados lo cual es gratificante- Sai estaba completamente sorprendido de la libertad de su hermano al hablarle a un hombre- es carismático sí, pero encantador no sería la palabra tendría que decir que es extrovertido- sonrió encantador.
- Mira si serás niño me elevas el ego y luego me dejas caer desde por la proa- dijo el rubio.
- Jajaja se ha burlado de ti amigo mío- dijo Fugaka- ven a cenar con nosotros- dijo.
- ¿podemos papi?- Dijo ilusionado el niño que seguía en brazos del doncel.
- Tu hermano arriba hoy Konohamaru, debo estar en casa para recibirlo-
- Puede ir Maru solo- dijo Sasuke y los dos hombres voltearon a verlo- digo es solo una opinión- se apeno el joven.
- ¿A qué hora arriba tu hijo? Prepararemos la cena para que vallas por él y alcances a volver- miro a Sasuke- y tu otro hijo se va ahora con nosotros- le sonrió al par que seguía abrazado.
- Siiiii- dijo alegre el niño pegándose más al doncel.
- Está bien, no puedo decirle que no a mis niños después de todo ¿o sí?- Sai se sorprendió de esa forma de hablar sobre su hermano mas se sorprendió de la respuesta de este.
- Por supuesto que no- dijo altanero.
- Nadie le dice que no al príncipe- dijo el niño, Sasuke se tenso.
Luego de eso fueron a la mansión Uchiha donde en el carruaje el niño no dejo de contarle a Sasuke sobre todo lo que había hecho desde que llego, Sai se sorprendió de la soltura de su hermano con el niño. Al llegar a la mansión el niño entro de la mano de Sasuke y todos los veían, ambos fueron derechito a la habitación del mayor donde colocaron el diván y el trono acorde el doncel pidió, y mientras el niño se acostaba en el diván Sasuke leía desde el trono con las ventanas del balcón abiertas. Cuando el momento de preparar la cena llego Sasuke bajo a ayudar con esta y tras de él sin separarse, el niño, mientras ayudaban a la señora Chiyo ambos hablaban sobre los días en el barco. Llegado el momento de la cena con la mesa ya lista sonó la puerta, por donde entraron los dos capitanes Namikase, Minato y su hijo mayor compartían rasgos, mirada poderosa y penetrante de un azul intenso, cuerpos musculosos y trabajados, sonrisas brillantes capas de iluminar cualquier habitación, melenas rubias que se resistían a los peines, piel morena tostada por el sol de los mares, pero Naruto, su primogénito tenía algo que lo hacía resaltar no solo su gran atractivo si no su carácter decidido e imponente y en su mirada se notaba la mayor diferencia solo para quien pudiera apreciar bien los ojos, los Minato eran el cielo del mar después de la tempestad benévolos y cariñosos los de Naruto eran la calma antes de la tormenta bravos y poderosos. Por lo tanto no era extraño que la mucama se sonrojara al tener semejantes ejemplares enfrente, ella los guio hasta el comedor donde estaban ya tres azabaches, Minato pregunto por sus niños como les decía a su hijo y Sasuke, y la respuesta simple de Fugaka fue se están arreglando ya que ayudaron a preparar la cena. Luego de unos minutos llego corriendo Konohamaru a los brazos de su hermano y seguido de este un azabache descalzo con un kimono amarillo con bordados de soles en él y fue cuando se escucharon la primeras palabras del primogénito Namikase se levanto estrepitosamente y apuntando con el dedo acusador dijo.
- ¡Sasuke! ¡¿Qué haces aquí?! ¡tu vives en Japón!- chillo el rubio con una vos ronca y varonil a lo que todos voltearon a verlo.
- Disculpa pero ¿te conozco?- dijo alzando una ceja con su mejor mirada de superioridad, lo cual fue todo lo que el rubio necesito para confirmar que no se había equivocado.
- ¿Acaso te has olvidado de tu prometido gran destajador?- y eso fue todo lo que se necesito para que Itachi tomara a los más jóvenes para sacarlos del comedor en contra de la voluntad de estos y el terminara sentado en el estudio de su padre junto con los dos rubios en el.
- ¿Cómo que están prometidos?- hablo Fugaka cuando Itachi ingreso al estudio.
- Yo no se dé que habla este- dijo señalando con repugnancia a Naruto.
- Claro porque eras muy niño no me recuerdas, yo estuve en el palacio oscuro cuando mi capitán Jiraija fue a visitar a su amigo el cara de serpiente- dijo como si nada.
- ¡oye no te dejo que hables así de mi padre! -Se levanto ofendido para encarar al rubio.
- Entonces si eres tu Sasu mira cómo has crecido las curvas están donde deben y como quieren- dijo socarrón haciendo sonrojar al menor.
- Cállate yo no sé quién eres y no te permito que hables así de mi- vocifero el menor y su vos salió filosa como si con ella pudiera acecinar.
- Y no solo te ves bien se nota que tienes carácter- se burlo de nuevo
- ¡Naruto!- grito su padre- ¿cómo te atreves a hablarle así a Sasuke?-
- Obviamente mi hermano no te recuerda asique me parece que esta conversación es innecesaria -dijo serio Itachi.
- A ver Naruto explícate por favor - hablo el jefe de casa.
- No hay mucho que decir, cuando era niño viaje a Japón con mi abuelo Jiraija y conocí a Sasuke quien me pareció el niño más hermoso de todo el mundo, pero él estaba triste porque todos los amigos de su padre querían que desposara a su heredero cuando este creciera y ninguno lo dejaría cumplir su sueño asique le dije que nos casáramos, que si se convertía en mi prometido el podría cumplir su sueño, el acepto y yo le di el anillo de compromiso de mi madre que en ese momento le quedaba grande y él me dio una esclava que había robado- dijo dejando a todos con los ojos como plato en especial a Sasuke mientras se levantaba la manga de la camisa para mostrar la esclava.
- Eso… eso no es posible al niño que yo le di eso ahora debe ser capitán del Frog- dijo casi en susurro.
- No cuando cumplí 18 decidí volver a casa y reivindicarme Sasu ya no soy pirata- dijo con los brazos cruzados sobre el pecho y en una postura que a Sasuke le dio escalofrió.
- Pues si ya no eres pirata nada del pasado importa, era un niño y tú te aprovechaste- dijo indignado.
- Pues yo no veo que seas un príncipe- dijo inclinado la cabeza y pasando sus ojos de pies a cabeza sobre Sasuke.
- Para tu información pirata de cuarta, ¡soy el gran príncipe destajador! El mejor acecino de todo el bajo mundo- dijo con orgullo.
- ¿y entonces qué haces aquí o gran príncipe?- se burlaba de Sasuke.
- Yo… yo…- bajo la mirada cerrando los puños como si quisiera contener algo, lagrimas, pensó Naruto quien se acerco, toda la discusión era observada por los otros tres hombres- yo cumplo las ordenes de mi rey- dijo levantando el rostro para mirar los ojos de Naruto.
- Y él te mando lejos, debes de ser muy fuerte- dijo con ironía.
- Soy el mejor acecino y el heredero, es solo que…- se cayó.
- Solo ¿que que?- dijo el rubio, solo tres pasos los separaban.
- Yo…- respiro profundo y cuadro la espalda, que le pasaba el era Sasuke el mejor destajador del mudo como se acobardaba por el rubio- yo soy un doncel, y con la guerra que se aproxima entre el bajo mundo y el emperador, no soy más que una preocupación para mi padre, ya que es una pelea perdida y solo los mejores sobreviran al final, y solo por ser un estúpido doncel en vez de ser acecinado con honor junto con mis pares seré entregado como trofeo a algún general o al mismo emperador, y no soy ningún prostituto- dijo serio, su vos sonaba como si jamás se hubiera alterado.
- Ya veo, pero sabes, si es por eso es entendible después de todo eres hermoso- dijo mientras cerraba la distancia entre ambos y tomaba a Sasuke de la cintura pegándolo contra sí y ponía su otra mano en la nuca de este.
- Suéltalo Naruto- ordeno Fugaka muy molesto, eso ya era suficiente.
- Bien- fue todo lo que respondió y le dio la espalda al doncel para volver a sentarse en el sofá del estudio.
Nadie esperaba esa reacción del doncel, simplemente se tiro contra Naruto tacleándolo por la espalda, Naruto simplemente se giro haciendo que el doncel también callera con él, posicionándose el mayor arriba de este, en un solo movimiento de sus piernas y brazos Sasuke mando a volar a Naruto contra un librero, todo esto bajo la mirada atónita de los presentes, ambos se pararon rápidamente y esta vez fue Naruto quien se abalanzo sobre el doncel quien lo esquivo fácilmente saltando y quedando sobre la mesita que se encontraba entre el medio de dos sillones, pero el rubio no se iba a rendir menos después de ver la sonrisa de victoria en el doncel, quien tenía una de sus largas y blancas piernas expuesta por el corte del kimono, así que se fue sobre Sasuke pero esta vez lo atrapo en el aire empotrándolo contra la pared quedando él entre las piernas del doncel y tratando de sujetarlo cosa imposible cuando el doncel lo golpeo tan duro en el rostro que lo hiso retroceder cayendo al piso, Sasuke quien provecho esa oportunidad y sacando una daga de su obi se abalanzo sobre Naruto quedando sentado sobre su abdomen con las piernas a los lados de este haciendo presión sobre los brazos de este con las rodillas y la daga sobre el cuello lista para acecinar.
- ¡Devuélvemelo es mío!- grito con furia y ojos rojos. Lo cual desconcertó a todos los espectadores.
- Creí que lo que paso cuando eras niño no era relevante en tu vida- dijo mientras escupía sangre hacia a la derecha.
- Eso no te incumbe devuélveme mi anillo ahora, yo no te reclame la esclava- dijo haciendo más presión con la daga sin llegar a cortar.
- No, pero yo si te reclamo el anillo que es de mi difunta madre- dijo enderezándose haciendo que Sasuke quedara sentado sobre su regazo sin quitar la daga del cuello de Naruto- vamos los dos sabemos que no vas acecinarme, menos con tanto publico ese no es el estilo de un destajador- sonrió victorioso, Sasuke frunció el seño.
- Devuélvemelo- susurro de una forma que hico que a todos los hombre se le erizara la piel.
- Está bien pero quita ya la daga- dijo burlón.
- Bien- pero antes de alejarla por completo hiso un pequeño corte sobre el hombro del rubio quien soltó un gruñido casi animal el dolor hiso que se aferre a lo primer que pudo, las caderas de Sasuke- a todos aquellos que se atreven a robarme se les corta un brazo debes sentirte alegre de que solo te haya hecho un corte insignificante- dijo altanero.
- Insignificante eso debe tener un centímetro de profundidad y cuatro de largo salvaje- se quejo el rubio.
- No seas niña y devuélveme el anillo bruto o te cortare el brazo y te quedaras solo con uno- dijo.
- Maldito doncel del demonio- dijo mientras sacaba un anillo colgando de una cadenita de plata de su bolsillo y colocándosela a Sasuke, todos se sorprendieron de eso.
- Nunca le robes a un ladrón- dijo Sasuke todavía sobre el regazo de Naruto.
- Sabes lo que dicen, ladrón que roba ladrón tiene cien años de perdón- todavía tenía las manos sobre las caderas del azabache. Quien no hubiese visto la pelea o escuchado las palabras pensaría que esa era una pareja de enamorados en un momento íntimo.
- Bien ya puedes soltar a Sasuke ¿sabes?- dijo divertido Itachi, haciendo que su hermano saliera prácticamente volado al lado de su padre mientras se arreglaba el kimono con la cara completamente roja, por su parte Naruto también se sonrojo ante la posición del doncel y el espectáculo que había dado.
Luego de eso tuvieron que explicarle a los menores que el compromiso no era realmente verdad, cosa difícil con Naruto diciendo que quería la boda en primavera o mejor en invierno, solo por el gusto de disgustar al azabache. Sasuke consiguió que Minato le permitiera a Konohamaru quedarse a dormir jurando que lo llevaría a casa a primera hora al día siguiente. Esa noche durmieron los tres juntos Sai, Konohamaru y Sasuke.