Estaba parado enfrente del enorme espejo de oro, se miro un par de veces, sabía que era atractivo, sabía que era vanidoso, sabía que esta fiesta sería un desastre. Fugaku e Itachi le estuvieron enseñando a bailar durante las dos semanas previas a esa noche y el simplemente no soportaría que otros hombres lo tocaran, sonaba tonto tal vez para los londinenses, pero a él le enseñaron que no debía dejar que ningún hombre lo tocara, que la gran mayoría solo quiere lo que hay entre sus piernas. Suspiro pesadamente, el kimono rojo brillante con hojas otoñales que daban la impresión de caer al suelo surcando por su cuerpo le quedaba como anillo al dedo, tomo un pequeño adorno para el cabello que hacia la ilusión de que una pequeña mariposa de diamantes estaba posada en su cabello; de todas las cosas que su madre le dejo ese era su tesoro más grande; jamás lo había usado porque jamás había tenido un evento de este tipo.
Escucho golpear la puerta, y vio entrar a Sai, quien vestía con traje blanco de camisa roja y sus siempre fieles gemelos de rosas; que se había enterado fueron regalos de su amada madre.
- Sasu ya están todos abajo, papa me dijo que tienes que bajar- hablo nervioso.
- Si la fiesta es para mí ¿Por qué el nervioso eres tú?- rio el mayor.
- Es mi primera fiesta Sasuke, recuerda que solo asisto porque es en casa- contesto.
- ¿Llego alguien que conozca?- sintió que era un pregunta estúpida pero igual la hiso.
- Si, Neji, el capitán Namikase su hijo mayor, el segundo del capitán, y Gaara- nombro al último con un ligero sonrojo en el rostro.
- ¿Sabes? No creo que a Fugaku le guste la idea de que salgas son Gaara- se burlo el mayor.
- ¡SASUKE! – grito- por favor como se te ocurre que yo me sentiría atraído por tal calidad de persona- se excuso el menor.
- A bueno, es que creí que como te sonrojas al pronuncia su nombre y los llamas en sueño- le dijo acercándose lentamente- te gustaba- le susurro al oído haciendo sonrojar al menor- por mí no hay problema conozco a mi hermano, pero no creo que a Fugaku le guste la idea-
- ¿Por qué me haces esto? Creí que éramos hermanos- dijo triste pues el tono del mayor era de burla, no podía sentirse peor.
- Porque me preocupo por ti- si voz sonó dulce y comprensiva- y puedo ver tus sentimientos, y aunque me parece que tus sentimientos pueden llegar a ser correspondido, realmente no creo que Fugaku lo acepte- sintió como su hermano se aferraba a él con temor.
- ¿Qué crees que haga cuando sepa que me gusta?- pregunto en susurro.
- No lo sé…- lo abrazo fuerte- vamos si no bajamos subirán por nosotros.
Naruto se encontraba junto con Gaara hablando con unos cuantos caballeros de baja cuna, puesto que para los nobles ellos no eran más que sirvientes indignos, lo cual hacia rabiar al rubio, por su parte el rojo no hacía más que ignorarlos. Pero fue cuando todas las voces dejaron de oírse cuando voltearon a ver la escalera, y allí estaban los donceles Uchiha; Naruto prácticamente necesitaba un balde por lo bien que se veía Sasuke y Gaara no pudo evitar pensar que a toda costa enamoraría al menor, seguramente debería esperar para pedir su mano pero eso no importaba; Minato y Azuma quedaron encantados con ver que el chico que conocieron en el barco seguía fiel a su tierra, a su gente; por su parte Neji quien había estado hablando con Itachi y unos amigos de este detuvo su explicación al verlo, siempre con movimientos tan elegantes, con la mirada alta y decidida.
Sasuke camino hasta su padre quien le tomo la mano y guiándolo al centro del salón lo presento.
- Amigos , colegas, es para mí un placer presentarles a mi hijo, Sasuke Uchiha-
Las persona aplaudieron y comenzaron a acercarse al doncel quien fue indicado por su padre a hablar con los invitados, varias de las personas por no decir todas, parecían de alta sociedad, se atrevía a decir que aparte de la servidumbre sus amigos y Naruto; a quien todavía no admitiría como mas que un conocido; estuvo un buen rato conversando con unas jóvenes de vestidos largos con corsés que daba la impresión que en cualquier momento les cortarían la respiración, donceles con trajes de colores fuertes con zapatos brillantes, debutantes como él, con la diferencia de que el tenia cerebro y ellas solo pensaban en fiestas, bodas, hombres. El fingía escuchar las conversaciones hasta que un tema en especial llamo su atención.
- ¿Y el capitán Namikase?- pregunto la chica llamada TenTen quien usaba un vestido de un estridente rosado.
- ¿Hijo o padre?- dijo la rubia de escote pronunciado a la cual el azabache no le recordaba el nombre, Rino, Hipo, Ciro, Ino, bueno entre esos estaba.
- Ambos están apetecibles- dijo un doncel de traje violeta cual nombre ya ni le sonaba.
- Namikase hijo está fuera de la discusión- dijo seria una joven de unos veinte, la mayor en el grupo.
- ¿Por qué dices eso Temari?- pregunto otro doncel vestido de verde.
- Vamos ¿ninguno lo sabe?- los miro a todos y luego en susurro dijo- El fue pirata-
Sasuke en ese momento deseo que se lo tragara a tierra porque todos los de ese pequeño círculo empezaron a hablar mal de Naruto, que Minato debería estar tan avergonzado de él, que no debería querer que los vieran juntos en público, que Fugaku no debería permitirle poner pie en su casa, no debe haberse dado cuenta de que su cara se desfiguraba por el enojo, gracias a la Luna Minato apareció.
- Disculpen que les interrumpa- hiso una reverencia que fue devuelta por todos menos Sasuke que seguía pensando como asesinar a todos esos donceles y mujeres idiotas- Sasuke me complacerías en bailar con migo esta pieza- le tendió la mano.
- Por supuesto- dijo sonriéndole, se le había esfumado el enojo en cuanto toco la mano del mayor, se dirigieron a la pista donde otras parejas ya se encontraban bailando.
- Dime niño- susurro el rubio- ¿que fue tan grave como para que quisieras lanzárteles encima a esos niños ricos?-
- Hablaron mal de Naruto- respondió sin pensar- creen que porque que era pirata el no debería estar aquí- dijo molesto.
- ¿Creí que no querías a mi hijo?- sonrío radiante el rubio haciendo que Sasuke riera y todas las mirada se posaran en el.
Naruto estaba que se arrancaba el cabello con las manos, todos los malditos estaban viendo a SU Sasuke con deseo, lujuriosos de cuarta, mas ahora que habían visto la hermosa sonrisa de este para con su padre; no podía estar celoso de su padre ¿verdad?; Azuma también bailaría con él esa noche, Naruto estaba prácticamente verde de los celos, Sasuke también bailo con un chico de cabello castaño que antes había estado hablando con Itachi ¿acaso seria un pretendiente? ¿Ya tenía pretendiente? Eso era malo, haría más difícil el conquistarlo, suficiente con que el doncel era orgulloso, vanidoso, y un asesino profesional.
Por su parte Gaara bailaba con cuanta chica se le cruzara en el camino, haciendo que la pequeña pero fuerte ilusión de Sai le desarmara el alma, él quería bailar con el rojo pero no podía ir e interrumpir como si nada, por lo que decidió salir al jardín a caminar, sin darse cuenta de que otra persona salía tras él, por suerte un colorado que no le había quitado los ojos de encima se percato, dejando sola en el medio de la pista a una rubia que había estado con Sasuke antes, ¿que podía decir? le gustaba ese prominente escote, pero le gustaba más la sonrisa falsa del menor, sus ojos negros llenos de curiosidad.
Sai camino un poco hasta una de la bancas del jardín donde se sentó, todavía sin percatarse de que lo seguían hasta que ese alguien se paro enfrente de golpe tapándole la boca para que no gritara.
- Si gritas te asesino- dijo el hombre de unos cuarenta años, el pequeño Sai tembló del miedo- ahora se buen chico y sígueme- comenzó a caminar hasta donde nadie los pudiera ver- bien ahora te soltare no grites, ni intestes huir- dijo soltándolo.
- ¿Que… que vas a hacer?- le tembló da voz pero aunque sentía que la piernas le fallarían en cualquier momento lo miro fijo.
- Todo- el hombre se relamió los labios- ahora quítate la ropa- le ordeno amenazándolo con un cuchillo. A Sai se le vino el mundo sobre él al oír esas palabras.
- Yo creo que no- sonó tan lleno de furia que le helo la sangre al degenerado.
- Gaara – susurro el menor, el aludido le tendió la mano indicándole que fuera a su lado.
- ¡A no! – vocifero el hombre deteniendo a Sai- tú te vas y él se queda, vete que él ¡será mío!- algo en la mente de Sai hiso clic al oír esas labras.
- Yo no seré tuyo- empezó a hacer fuerza para zafarse del agarre haciendo que el hombre tuviera que ejercer más presión- ni hoy- se paro firme, Gaara noto eso- ni mañana- se dejo tirar un poco para atrás- ni nunca- y como solo Sasuke le había enseñado volcó al hombre quien cayó de cara contra el pasto, Sai cayó también pero se paro y fue junto a Gaara rápidamente.
- Tarado- dijo el rojo- no deberías meterte con donceles inocentes de esa forma- su voz sonaba tétrica y sus ojos eran aterradores, con sus manos rodeo la cintura de Sai con tanta fuerza que dejaría marcas sobre la piel- vete antes de que te mate- el hombre salió tan rápido que ni el polvo dejo.
- Gaara me lastimas- se quejo el menor.
- No… no vuelvas a alejarte del rango de mi vista- seguía enojado, lo cual asusto al azabache.
- ¿Qué dices?- lo aferro más hacia sí – me lastimas, ¡suéltame!-
- Eres mío- le susurro en la oreja y lo volteo- eres mío- repitió.
Gaara beso a Sai tan apasionadamente que lo único que hiso el menor fue aferrarse con fuerza al cuerpo del otro. Jamás en su vida había tenido tanto miedo como cuando ese maldito se llevo a Sai, jamás había deseado tanto la muerte de alguien. Pero ahora eso no importaba, ahora solo quería transmitirle seguridad y amor, por sobre todo el amor. Lo sujeto firme de la cintura pegándolo contra su cuerpo, levantándolo del suelo.
Era un beso demandante, posesivo, exigente, no como el primero que le dio, este era distinto, no había lujuria, más bien miedo y amor; era la tercera vez que veía a Gaara pero eso no importaba a él le gustaba el marino; sintió como volvía de regreso al piso sin ser liberado por completo, el rojo había liberado sus ahora hinchados y rojos labios para besarle el rostro con tanta ternura que hiso reír al azabache.
- También te amo- le dijo el menor.
- No vuelvas a alejarte de mi rango de visión jamás- le repitió el hombre.
- Tuviste más miedo que yo…pero es tu culpa- le susurro el menor
- Mía ¿Por qué mía?- lo abrazo delicadamente, cubriendo todo el cuerpo del menor.
- Por bailar con todos menos con migo- el rojo se sorprendió- por ignorarme olímpicamente esta noche, y hacerme pensar que la otra vez solo fui un momento de calentura-
- No deberías sentir celos Sai, después de todo ya te dije que serás mío- le beso la frente- por eso no puedes hablar de otro hombre, mirar a otro hombre, o soñar con otro hombre que no sea yo- lo miro a los ojos.
- Si ese es el caso, no bailaras con otro, no hablaras con otro, no veras a otro, o soñaras con otro que no sea yo, porque mi querido Gaara hoy casi me muero de los celos por verte con otros-
Por su parte Naruto estaba planeado la decimo cuarta muerte de la noche al ver a otro joven intentar bailar con SU Sasuke, agradecía internamente que el doncel se negara a bailar con todo aquel que no conociera. Por más que quisiera bailar con el azabache no se atrevía, la última vez que se vieron el moreno se enojo mucho con él, se alegraba de haberse podido disculpar con Sai y que este le perdonara, pero Sasuke no era así. Y de pronto vio como la persona de su adoración se acercaba a él.
- Sai me conto que te disculpaste- estaba hablándole, perfecto aprovecharía el momento.
- Sí, me porte como un idiota con él, merecía que me disculpara- se apeno.
- Deberías de controlar más tu carácter, no has sonreído ni una vez esta noche-
- Como sabes que no he sonreído- inquirió el rubio.
- Porque se siente la diferencia, la esencia del ambiente no es igual a la de siempre-
- Cierto que eres medio brujo- bromeo el mayor. De pronto un joven de la edad de Naruto se acerco de la nada.
- Disculpe joven Sasuke debo decirle que no podría seguir con mi tranquila vida si usted rechazara bailar la siguiente canción con migo- tratando de sonar lo mas galán posible.
- Pues deja de vivir- dijo tosco un rubio- porque Sasuke bailara con migo las próximas canciones- y arrastrando a Sasuke hasta la pista dejo atónito al cara de bagre raquítico que quiso bailar con SU Sasuke.
- No deberías estar celoso Namikase, tú y yo no somos nada- dijo el azabache con una sonrisa de medio lado.
- Yo soy tu prometido Uchiha
Durante las próximas canciones todo el mundo pudo apreciar lo obvio, tanto rubio sol como azabache luna tenían una conexión única, extraña, pero única. Por un momento cada invitado creyó que era cosa individual, pero la familia de Sasuke incluido los ya presentes Sai y Gaara, la servidumbre, vieron como la luz brillante de la luna ilumino a cierta pareja con tanta intensidad que parecía que a cada paso del doncel brillos cual diamantes se desprendieran de su persona provocando la ilusión de ser envueltos por miles de estrellas. Los invitados se creyeron enloquecer.
- Creo que el joven amo, es el humano favorito de la luna- dijo Chiyo.
- El joven amo es mágico- dijo una de las sirvientas.
- Tal parece que no solo los dioses del mar lo quieren al chico- dijo Azuma.
- Tal parece que la luna brilla con el humor de Sasuke- dijo el capitán.
- Padre ¿ves eso?- pregunto Itachi.
- Si…pero no llego a creerlo del todo…- dijo incrédulo.
- Gaara puedes explicar que sucede-
- Ya te lo dije, Sasuke es mágico, sus ojos son los ojos de la luna-