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Mi hermosa Luna por Shadow7845

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Notas del capitulo:

Espero y les guste el capitulo, gracias por los comentarios.

Perspectiva de Karolina


Sinceramente no recuerdo mucho de lo sucedido aquel día que escapamos de casa, solo desperté en un callejón con las ropas rasgadas y un pequeño baúl entre mis brazos, lo abrí y dentro de este había una nota, al parecer del viejo, en ella decía que no podría continuar con migo, al principio no entendía pero luego reaccione, todo lo que conocía se destruyó en ese instante, al parecer el viejo había pasado a mejor vida, no derramé ninguna lagrima o al menos eso recuerdo, lo demás que había en el baúl eran unos pantalones y una sudadera azul rey, me cambié de ropas y me di cuenta de que a algunos metros de mí se encontraba mi mochila, la misma con la que había escapado de casa, aunque estaba rota, al menos mi juego no se rompió, es lo único bueno de esto, pero el collar que me regaló Marcelo en mi primera y última pelea… desapareció.


Luego de despabilarme empecé a  explorar mi alrededor, al parecer era por donde vivía cuando estaba con mis “padres”, intente ir a la ciudad del norte pero eso sería una estupidez muy grande si voy técnicamente el sacrificio del anciano seria en vano, tomé rumbo hacia la ciudad del este, sinceramente pienso que los que le pusieron los nombres a las ciudades tenían un severo retraso en su zona de imaginación… al igual que Marcelo.


Cuando llegué todo me pareció nuevo, el parecer eran de clase promedio, con los años aprendí que si me mantengo como un perro nadie me reconocerá y además es más fácil conseguir comida y refugio, la gente ni me mira pero me siento sola, la luna me hace compañía en las noches pero ella también se va por un tiempo, aun así yo le aulló todas las noches y sé que ella me escucha.


En estos momentos es de noche, me encuentro descansando en un oscuro callejón esperando que amanezca para poder comer, otra ventaja de mi mutación es que lo que lleve encima también desaparece y aparece cuando soy humana, aunque desde que llegué aquí siempre he sido un lobo aunque la gente cree que soy un perro.


-“Tal vez debería explorar otras ciudades o incluso pueblos”- estaba aburrida y adolorida, no era nada cómodo dormir en una caja de cartón.


CRASH y el sonido de vidrio romperse.


Me levanté con los sentidos a mil, no era la primera vez que algún vago intenta robarme y venderme por mi tamaño o pelaje, digo hasta se les a decaer la baba de solo pensar en la buena pasta que se sacaran al negociar con migo.


-¡¡No por favor, suéltame!!- se escuchó una voz femenina, al parecer muy asustada.


-Tranquilízate gatita, te va a gustar- era obvio que ese era un hombre… ebrio.


-suéltame. No quiero que me toques- se escuchaba desesperada, y no iba a dejar que le hiciera algo, el anciano siempre me dijo que si salvaba damiselas me iría al cielo y con medio cuerpo en el infierno no desaprovecharía esta oportunidad.


Me levanté de mi “cama” y caminé sigilosamente hasta donde se escuchaban los gritos, pude ver como aquel maldito borracho lamia el cuello de la chica, me enfurecí y me lance al ataque, aquel idiota no se lo esperaba, le mordí el tobillo y el dio un grito muy gay, no sé porque los hombres gritan de esa manera, en fin, el tipo me quería atacar y sacó una navaja, yo esquivé sus primeros ataques pero por desgracia le acertó a uno que fue directo en donde terminaba mi frente, aprovechó mi desconcentración y me volvió a atacar dejándome una  X  justo entre la frente y donde comenzaba mi hocico, me enfurecí y le mordí un brazo, me daba asco morderle en cuello, creo que el tipo no se había bañado en mucho tiempo, al final el tipo se espantó porque casi el rasguño su cosa con mis zarpas, salió corriendo y la chica solo me está mirando fijamente.


-Gracias por sálvame perrito- mírame niña, soy un lobo y de la mejor clase.


-Al parecer te lastimaron, sígueme te voy a curar- bueno al menos tendrá esa consideración con migo.


Caminamos unos 15 minutos aproximadamente y llegamos a una casa típica de alguien clase media, entramos y me dijo que la esperara en la sala, yo solo le obedecí y ella fue a buscar algo, cuando regresó traía un botiquín de primeros auxilios.


-Acércate perrito, no te voy a hacer nada, solo te curare- le obedecí y me senté frente a ella, me curó las heridas y luego me dijo.


-Yo soy Claudia, te agradezco que me hallas salvado de aquel hombre, y como agradecimiento te voy a adoptar, y serás mi mejor amigo- lo último lo dijo con aire soñador, yo no quería ser la mascota de nadie.


Admito que ella es muy linda, no aparenta tener más de 16 años, mide 1.65 algo baja a comparación de mí que como humana me calculo 1.79 de estatura, como lobo mido lo mismo que un gran danés o tal vez más, ella tenía el cabello largo, hasta la mitad de la espalda, ojos color verde, de tez blanca y su cabello era castaño, pero a diferencia del mío era un castaño muy claro, parecía pan tostado.


Yo no quiero ser su perro faldero, YO una humana mutada por un científico loco y entrenada durante 1 año entero más, mis años de supervivencia en esta ciudad, sin duda alguna soy la mejor… pero, la verdad su casa es acogedora y así no tendré que dormir a la intemperie, comida gratis, SI, definitivamente me quedaría con ella pero antes tenía que aclarar un punto.


Me levante en dos patas y ella se impresionó un poco.


-Al parecer eres chica, te llamaré… Nagi (se pronuncia Nagui)- que nombre más estúpido, pero qué más da… solo espero que me de comida decente.


-Debes de tener hambre Nagi, ¿te gusta la carne cruda?- “¿que si me gusta?, ¿las personas de esta región tienen un retraso en su zona de imaginación?”


Ella fue a la cocina y regresó con un filete crudo, luego de que comí ella me bañó, fue tan penoso, al final la pobre chica terminó dentro de la tina mientras yo me escondía debajo del lavamanos para que no me viera.


Cuando terminó de bañarme nos fuimos a su cuarto, demasiado rosita para mi gusto, tal vez vivir y convivir con Marcelo me afectó más de la cuenta.


-Mi mamá viene hasta mañana, así que puedes pasearte por la casa, pero cuando llegue, quiero que te escondas debajo de mi cama hasta que yo regrese de la escuela- ¿Mamá?, ¿escuela?


-“Alto niña, para el carro, yo no estaba enterada de que tenías madre y que vas a la escuela, aunque es obvio ya que pareces alguien de 15 o 14 años cuando mucho”- esto se me está escapando de las manos pero todo sea por la comida gratis y una cama calientita.


Ella me estaba contando algo de un perro que atropellaron. Se notaba muy triste, tal vez era su antigua mascota o quien sabe, me aburrí y me eche en la cama de ella, estaba muy cómoda hasta que…


-Lo siento Nagi pero tu duermes en el suelo- acaso estaba bromeando, yo que todavía le salvo la vida y ella mandándome al frio suelo, la vida es cruel y ella más.


Le hice una carita de esas que de tan solo verlas se te encoge el corazón y te dan ganas de llorar de tanta ternura.


Vi como destensaba los hombros y suspiraba en señal de derrota, ella se acostó en su cama y yo apagué la luz, me metí entre las sabanas y me eché a su lado, pero luego me acorde de la luna, me levanté como alma que se lleva el diablo y casi la tiró de la cama (a Claudia).


-¿¿¿¡¡¡Qué ocurre, se metió alguien!!!???- menudo susto le he metido a la pobre castaña, pero una promesa es una promesa.


Me paré en la ventana y vi a la luna en su punto exacto, llené mis pulmones de aire y aullé, había más felicidad que otra cosa en ese aullido, feliz porque al fin tenía una casa.


Al voltearme vi a Claudia mirarme con una ¿sonrisa?, al parecer le pareció algo chistoso lo que hice porque creo que se estaba riendo en lo bajo. Dejé eso de un lado y me volví a acostar junto a ella, lo que no me esperaba era que me abrasara ya que me quería hacer dormir en el suelo.


-Buenas noches Nagi- lo dijo en un tono tan tierno, me podría acostumbrar a esto.


-“Buenas noches Claudia”- tenia tanto sueño que rápidamente Morfeo se hizo presente.


Perspectiva de Claudia.


Soy Claudia Rivera, tengo 15 años y 6 meses de edad, mido 1.65, tengo el cabello largo, hasta la mitad de la espalda, es color castaño (mi cabello), ojos color verde y piel blanca. Mi madre sale algunas veces de viaje debido a su trabajo y suele llegar tarde, hoy es uno de esos días en los cuales hace un viaje exprés de 2 días, ella regresa mañana.


En estos momentos me encuentro en mi habitación, en mi cama para ser más específica y entre mis brazos tengo a Nagi, mi nueva mascota, ahora tengo que convencer a mi madre de que me deje quedármela.


Ella me salvó la vida, y fue más o menos así.


FLASBACK


Caminaba de regreso a casa luego de ir a la tienda por algunas cosas pero, para llegar a mi hogar tenía que pasar por unos callejones muy aterradores. Cuando faltaba poco para llegar, sentí como alguien me tomaba de la muñeca y me acorralaba contra la pared, era un hombre borracho.


-Hola, pero que hace una niña tan linda en un lugar tan feo- su aliento apestaba a muerto.


-Suélteme por favor, usted apesta- lo dije con algo de cautela, al parecer él se enojó porque aventó la botella que carga en su mano.


-Mira mocosa a mi así no me hablas- se acercó más a mi rostro, de verdad que era asqueroso, al principio no entendía porque se me acercaba pero luego caí en cuenta… me intentaba besar.


-¡¡No por favor, suéltame!!- estaba realmente asustada y asqueada.


-Tranquilízate gatita, te va a gustar- me dijo aquel asqueroso hombre.


-Suéltame, no quiero que me toques- estaba desesperada y quería llorar.


El hizo caso omiso a mis suplicas y lamio mi cuello, estaba que me desmallaba pero escuché un grito como de niña, miré al hombre y al parecer estaba algo adolorido, él tenía a un perro muy grande mordiéndole el tobillo, aquel hombre sacó una navaja e intento atacar a aquel animal pero el perro era más rápido y los esquivo pero en un descuido el hombre acertó uno de sus tantos ataques dejándole una cortada entre el osico y la frente, el tipo no era idiota y le lanzó otro golpe que al igual que el anterior acertó dejándole una X al pobre perrito. Al parecer se molestó mucho (el perro) ya que se le lanzó muy cabreado a su brazo logrando morderlo, luego casi lo deja sin su machosidad ya que le lanzó un zarpazo justo en su “orgullo”, aquel hombre salió corriendo despavorido.


-Gracias por sálvame perrito-le dije muy alegre, al parecer se ofendió o algo porque me gruño aunque era casi inaudible.


-Al parecer te lastimaron, sígueme te voy a curar- sus heridas no eran graves pero el pobre arriesgó su vida para salvarme así que tenía que ser agradecida.


Caminamos unos 15 minutos aproximadamente y llegamos a mi casa que no es para nada lujosa u ostentosa, entramos y le dije que me esperara en la sala el me obedeció y se sentó en el sofá, fui a la cocina por el botiquín y regresé a la sala para curarle sus heridas.


-acércate perrito, no te voy a hacer nada, solo te curare- le dije de la manera más amable posible, él se acercó y yo le limpie y curé sus heridas.


-Yo soy Claudia, te agradezco que me hallas salvado de aquel hombre, y como agradecimiento te voy a adoptar, y serás mi mejor amigo- le dije de improviso, la verdad es que tuve un perro pero un hombre drogado lo atropello cuando apenas tenía 11 años (yo).


Al parecer se lo estaba pensando o eso creo, me miraba muy serio, luego asintió con la cabeza y se paró en dos patas… creo que me equivoque.


-Al parecer eres chica, te llamaré… Nagi- me encantaba ese nombre.


 -Debes de tener hambre Nagi, ¿te gusta la carne cruda?- al parecer si le gustaba la carne cruda, fui a la cocina y regrese con un filete crudo, esperé a que se lo comiera y luego la bañé, creo que le daba pena o algo así, porque cuando la intente bañar al final terminé empapada dentro de la tina mientras ella se escondía debajo del lavamanos. Al final se dejó bañar, que alivio.


La lleve a mi cuarto y le dije:


-Mi mamá viene hasta mañana, así que puedes pasearte por la casa, pero cuando llegue, quiero que te escondas debajo de mi cama hasta que yo regrese de la escuela- creo que se sorprendió mucho con mi comentario.


Le empecé a contar de cómo atropellaron a Gongo  mientras jugaba con su pelota, me puse muy triste, cuando escuche los resortes del colchón crujir me di cuenta de que ella se estaba poniendo cómoda en mi cama y eso no lo iba a permitir.


-Lo siento Nagi pero tu duermes en el suelo- se lo dije de la manera más fría que pude y la verdad es que me salió como si fuera una petición en lugar de una orden.


Me hiso una carita que me acongojaba el corazón y me daban ganas de abrazarla de tan tierna que era.


Me rendí, solté un suspiro y me fui a acostar y ella apagó la luz, se metió entre las sabanas y se echó a mi lado, pero luego, se levantó echa una fiera, tanto así que casi me tumba de mi cama.


-¿¿¿¡¡¡Qué ocurre, se metió alguien!!!???- Grité, exaltada y más que nada aterrorizada.


Se paró en mi ventana y llenó sus pulmones de aire y lanzó un aullido, al parecer no era un perro, sonreí y luego me reí en lo bajo, que tonta soy.


Cuando se volteó yo le sonreí y volví a reír despacio pensando en lo ilusa que era al creer que con menudo tamaño era un perro, eso explica porque gruñó levemente cuando le dije “perrito”, creo que lastimé su orgullo de lobo poderoso, ella se volvió a acostar a mi lado y yo la abrace, al parecer se exaltó un poco pero luego se relajó.


-Buenas noches Nagi- le dije suavemente.


FIN DEL FLASHBAK


Y así fue como termine con un lobo como mascota, espero y madre deje que me quede con ella.


Mañana será otro día… aburrido porque tengo que ir a la escuela, ya estaba cayendo en los brazos de Morfeo, solo espero que Nagi no se valla.


 


CONTINUARA…

Notas finales:

Gracias por leer, me pone feliz que les esté gustando


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