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Jo, ajna por Fansia

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Notas del fanfic:

~Bueno, antes de nada, decir que esta cuenta fue creada en un principio para stalkear a una personita, pero, exactamente esa personita me obligó a escribir esta historia y a subirla a pesar de que siempre le digo que no quiero que la gente se muera por mi culpa, peor bueno, ¿qué le vamos a hacer? La chica es cabezota, así que si os habéis pasado por curiosidad, pues me alegro muchísimo, sois bienvenidos a leer mi caca-historia. Y si no os guste, que es lo que pasará, pues gracias por haberos tomado algo de tiempo por leerlo al menos ^^~


~Obviamente, estos personajes no son míos. Son unos personajes amorosos de Kuroshitsuji y todos los derecho pertenecen a su creadora, que aunque nos dejó son Yaoi, la amamos~

-Chibi Ciel, ¿qué cenaremos está noche?-preguntó el príncipe sentándose en la punta de la mesa, ya que sabía que Ciel odiaba que se pusiera en su sitio.


 


-¿Cuántas veces te lo tendré que repetir, Soma?-dijo el chico frotándose el puente de la nariz con gesto irritado-Odio que vengas a mi casa día sí y día también. Lo sabes de sobra. ¡Y ODIO con todo mi ser que te pongas en mi sitio!-gritó ya desesperado y poniendo mucho énfasis en la palabra “odio” pero se tranquilizó al notar una mano sobre su hombro.


 


-Bocchan, necesita tranquilizarse, él es nuestro invitado y hay que tratarlo con cortesía-susurró la voz de su mayordomo cerca de su oreja con una voz extrañamente sensual para oídos de su amo, pero no se puso a pensar en ello y simplemente lo ignoró como solía hacer, mirando a Soma


 


-No sé lo que tenemos para cenar, que te lo diga Sebastian, y una cosa más, ¿te piensas quedar a dormir?


 


-Por supuesto que sí, Chibi Ciel-respondió el príncipe y después se giró al oír como su mayordomo entraba a la habitación tranquilamente.


 


Su corazón de aceleró, como solía pasar últimamente cuando veía a Agni, pero él desconocía la razón por lo que eso pasaba. No era de extrañarse, al vivir siempre encerrado en el palacio y sin recibir verdadero amor de nadie, no sabía lo que era ese sentimiento, puesto que él tampoco había llegado a amar a nadie sinceramente. Sentir un cariño especial era lo máximo.


 


-Soma-sama, ¿no cree que para agradecer la hospitalidad de Ciel-sama, lo más correcto sería dejar su sitio intacto?-le dijo Agni a su amo sentándose en un lado de la mesa y señalando el sitio que se encontraba próximo a él.


 


Soma asintió con la cabeza y se levantó del sitio de Ciel para ponerse al lado de Agni.


 


“Agggh, ¿por qué le obedezco tanto siendo yo el amo?” pensaba el inexperto príncipe molesto pero sin embargo, era algo que no podía evitar. Sentía lo que Agni hacía para protegerlo y se sentía muy agradecido. Lo menos que podía hacer era obedecerlo por su bien.


 


Obviamente, el mayordomo se había dado cuenta de los sentimientos del príncipe desde hacía tiempo, sin embargo, inconscientemente, quería hacerlo sufrir un poco antes de que se declarasen.


 


Lo que ninguno de los dos sabían es que esa noche iba a ser la elegida.


 


Ciel se sentó en su sitio con un atisbo de alegría en su cara, pero no lo dejó mostrar pues no era algo digno del “Conde Phantomhive”. Sin embargo, su fiel mayordomo se dio cuenta de ese pequeño detalle, lo que hizo darse cuenta, a su vez, de que esa noche sería especial para ellos dos.


 


En fin, los presentes cenaron tranquilamente... todo lo tranquilo que se podía comer con Soma en la mesa, claro.


 


Cuando la cena acabó, con postre y té incluido, todos los habitantes se fueron a dormir.


 


Los sirvientes se fueron a sus habitaciones y los mayordomos acompañaron a sus amos a sus cuartos.


 


En ambos lugares sucedieron cosas dignas de contar pero nos centraremos en la habitación del príncipe Indio.


 


Al llegar al aposento Agni anunció que se daría un baño y que luego volvería por lo que el príncipe decidió cambiarse la ropa solo.


 


-Demonios, qué calor hace aquí-farfulló mientras empezaba a quitarse la ropa, pero llevaba tanta que cuando Agni acabó de bañarse a él aún le faltaba la camisa y los pantalones, los cuáles estaba mirando con odio.


 


-Soma-sama, creo que resultaría gracioso dejarlo solo un día para ver como se las arreglaría-se escuchó la voz de Agni riendo suavemente.


 


Soma levantó la cabeza algo molesto y se encontró con una escena que cambió su expresión totalmente.


 


Agni se encontraba con una simple toalla tapando, muy sutilmente, únicamente sus partes íntimas.


 


Esa escena provocó que el pobre chico se sonrojara enormemente y que cierta parte de su cuerpo experimentará cosas nuevas.


 


-¡¡Agni!! ¡Por el amor de Dios! ¡Sé más discreto!-regañó el príncipe apartando la mirada avergonzado y señalándolo con dedo acosador.


 


-Gomen nasai, Soma-sama, pero tenía prisa ya que no quería que incendiaras la mansión o algo parecido-explicó Agni aún con una risilla en su tono y acercándose al chico lentamente. Una vez estuvo enfrente suya le susurró, con voz seductora, a la oreja-¿O es que acaso le molesta verme así?-seguido de una carcajada socarrona.


 


El príncipe giró la cabeza encontrándose con el rostro de su sirviente a milímetros del suyo. Su respiración se aceleró notablemente y sintió unos deseos irrefrenables de probar los labios de su mayordomo. La simple imagen le provocó un sonrojo más fuerte si cabía la posibilidad de algo así.


 


-P-pues claro q-que me m-molesta, A-Agni, t-tapate-pidió el chico sin poder apartar la mirada y tuvo la leve sensación de que el otro se estaba acercando lentamente más a él.


 


-Pues yo creo que está usted mintiendo, Soma-sama, y muchas veces le he dicho que mentir está mal-dijo Agni como regañándolo-Tendré que castigarlo-y tras decir esto empezó a besar su cuello dejando alguna marcas de propiedad.


 


-A-Agni, ¿q-qué haces?-preguntó el chico asustado pero sin oponer resistencia alguna a lo que él mayor hacía-E-esto no e-está bien...y-yo...


 


-¿No está bien?-dio una pequeña carcajada en la base del cuello del otro-¿Y que está bien y qué está mal, amo? Además, no está haciendo nada para pararme, ¿no será porque lo está disfrutando?-dijo reanudando su trabajo, subiendo los besos por su cuello otra vez y llegando la barbilla.


 


-N-no, e-es q-que...-empezó a discutir el chico pero Agni lo calló con un beso en los labios.


 


Es cierto que al principio Soma intentó resistirse (solo un poquito, no os vayáis a creer que se resistió muchísimo) pero sus intentos fueron en vano y acabó correspondiendo al beso, mientras Agni aprovechaba u momento de debilidad para soltarle el pelo.


 


Empezó siendo una beso superficial pero cuando la lengua de Agni pidió paso, y, Soma abrió la boca dándole permiso, el beso, obviamente se profundizó.


 


Sus lenguas jugueteaban, se chocaban, tenían peleas... pero la de Agni fue la ganadora y él tomó el control del beso, pasando la lengua por toda la cavidad bucal y haciendo disfrutar a Soma de una manera totalmente nueva para él.


 


A la vez que sus bocas no paraban, Agni fue empujando a Soma hacia la cama y lo tumbó en ésta.


 


-Amo, no sabe la de ganas que tenía de hacer esto. Cuanto tiempo estuve esperando. Y ahora, por fin...-murmuraba el mayor mientras empezaba a desabrocharle la camisa al menor.


 


-Si quieres que te diga la verdad...y-yo t-también t-tenía la n-necesidad d-de p-probarte-empezó a tartamudear al notar la lengua del otro en sus pezones.


 


Como jugaba con ellos, como los lamía, como los mordía hacía que se excitará al máximo y su erección se hizo más notable que antes.


 


-¿Ararara? Creo que necesita ayuda con eso, Soma-sama-dijo el sirviente sonriendo de lado y quitó los pantalones del menor mientras éste se quitaba los zapatos rápidamente con los pies y llevaba sus manos hacia las toalla del otro, intentando quitársela pero Agni se lo impidió.


 


-¡¿Pero qué haces?!-preguntó exaltado.


 


-Decía usted que estaba mal hacer esto, que no era ético y que...-empezó a burlarse Agni pero fue callado por un apasionado beso del príncipe que hizo que abriera los ojos al máximo por la sorpresa.


 


-Hazme tuyo, Agni, haz que sienta el mayor placer del mundo-pidió el príncipe lleno de lujuria con la boca a escasos centímetros de la de Agni.


 


-Jo, Ajna-aceptó solemne el siervo y prosiguió con su trabajo, dejando impresionado y sin aliento a su amo.


 


Recapitulando un poco, Soma estaba en ropa interior y Agni seguía con la toalla, la cuál en poco tiempo desapareció ya que finalmente dejó que el otro se la quitará.


 


Agni bajó sus besos por el costado hasta los bóxer, los cuáles quitó con los dientes y tiró con el resto de ropa a algún sitio recóndito de la habitación.


 


-Ponte a cuatro-ordenó Agni a Soma y éste obedeció al instante, aunque es cierto que a ambos se les hizo la situación algo extraña.


 


Una vez que el príncipe estuvo en la posición adecuada Agni llevó su mano derecha hacia el miembro erecto de Soma y empezó a masturbarlo, primero con movimientos lentos y suaves, para después aumentar el ritmo del movimiento de sus manos poco a poco, provocando más y más placer en Soma.


 


-¡Aaaaah! ¡Agni! ¡Agni! ¡M-me v-voy a c-correr!-no paraba de decir el chico entre fuertes gemidos hasta que llegó al éxtasis, dejando la cama llena de su blanca sustancia.


 


-Pero, aún no he acabado, Soma-sama-susurró en su oreja mientras lo empujaba de los hombros hacia delante, dándole mayor accesibilidad a su entrada-Lame-ordenó metiendo tres dedos de sus mano en la boca de Soma.


 


Él chico obedeció y lamió los dedos, procurando dejarlos bien húmedos, pues aunque no sabía para que era, prefería asegurarse.


 


Cuando Agni retiró lo dedos y los acercó a la entrada de Soma, éste se dio cuenta de todo y cerró los ojos esperando la preparación.


 


Agni metió primero un dedo en la entrada y empezó a moverlo en círculos, lo que provocó que Soma empezara a gemir débilmente, pero mordió la almohada para controlarse un poco ya que no quería venirse otra vez tan rápidamente.


 


Mientras, Agni ya llevaba un rato que había introducido el segundo dedo e iba a por el tercero. Cuando lo sacó, aproximó su miembro a la entrada ya preparada y pronunció unas últimas palabras tranquilizadoras antes de entrar por completo en él.


 


“Esto te dolerá un poco pero luego lo disfrutarás. Avísame cuando esté preparado” fue lo que dijo.


 


-¡¡Aaaaaaaaaaaah!!-gritó Soma en una mezcla de dolor y placer, con un par de lágrimas amenazando con salir de sus ojos, pero Agni no permitiría algo como eso así que lo cogió de la barbilla y lo besó, haciendo que se distrajera del dolor.


 


-¿Ya?-preguntó cuando se separaron, a lo que el chico respondió asintiendo con la cabeza, para después volver a apoyarla en la cama.


 


Cuando Soma estuvo algo más cómodo Agni empezó con las estocadas, y empezó a masturbarlo, otra vez, por mantener su mano ocupada. Usó la derecha, “La mano de Dios”, pues pensaba que eso le causaría más placer a su amo.


 


Empezó con estocadas lentas, y con el mismo ritmo llevaba la mano, para después seguir cada vez más rápido.


 


De la boca de Soma solo salían sonoros “aaah”, “¡Agni!”, “¡Más fuerte!”, “¡Joder! ¡Esto es el paraíso”, “¡Me voy a correr!” y poco más.


Cuándo éste llegó finalmente al éxtasis otra vez, llenó más la mano de Agni con su semen y él se la llevó a la boca para disfrutar del sabor de su amo mientras sentía como se corría dentro de él por el estrechamiento de su ano.


 


Cuando salió de él, los dos cayeron extasiados en la cama y se miraron sonriendo.


 


-Te amo, Agni-susurró Soma dándole un suave beso en los labios.


 


-Yo también te amo, Soma-correspondió Agni cuando se separaron y lo cogió entre sus brazos sintiéndose el hombre más feliz del mundo. Sensación que compartía con Soma.


 


-La próxima vez me toca a mi hacerte disfrutar tanto-dijo el príncipe mientras seguía abrazado a su mayordomo y cerró los ojos.


 


-Nunca irá arriba, Soma-sama-anunció Agni riéndose levemente.


 


-Tengo otras formas de darte placer-respondió tras un bostezo y se quedó dormido.


 


-Uuuuuh, me gustaría ver eso-rió Agni y tras darle un beso en la frente, el también se durmió.

Notas finales:

~Y esto es todoooo. Si de verdad os ha gustado, pues no sabéis lo feliz que me hacéis y pues un Review diciéndome en que mejorar pues me vendría bien, que siempre son bien recibidos. Si por el contrario no os ha gustado, pues podéis no comentar o dejar alguno diciendo lo mala que soy, no me importa xD Bueno, hasta la próximo historia que me obliguen a publicar~


P.D: Seguramente habréis visto 5000 tildes y comas perdidas y 7000 cambios de género o de tiempo sin sentido, y lo siento mucho, pero me pongo a escribir y se me va la mano y luego no me fijo en esos detalles así que luego pasa lo que pasa xD Además de que aún no me queda muy claro cuando se usan las comas y cuando no -////-


P.D2:Es mi primer Lemmon y pues, me daba mucho miedín escribirlo, espero que no me haya salido tan sumamente mal como imaginaba >////<~


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