No puedo odiarte
La sangre salía a chorros, me costaba horrores respirar y me dolía el pecho.
¿Cómo es que llegue a este punto?... O es cierto, ella, por ella estoy aquí.
Bueno les contare.
Mi vida no es más que una maldita mierda, pero no siempre fue así hubo un tiempo en el que tuve todo lo que siempre quise, era capitana del equipo de basquetbol, tenía muchísimos “amigos,” en la escuela no me iba nada mal y por ende mis padres me daban bastantes libertades… nada podía estar mejor, o por lo menos eso pensé. Hasta que llego ella con su sonrisa radiante y sus hermosos ojos azules tan profundo que parecían poder ver atreves de mí.
Nos volvimos muy unidas, las mejores amigas que podrían existir, sin embargo ese era el problema que éramos AMIGAS y solo eso, ella no me veía como yo a ella, tampoco es como si se lo hubiera dicho pero vamos siempre están los pequeños detalles que no haces con cualquiera, esas pequeñas insinuaciones escondidas entre bromas, las miradas intensas y cosas por el estilo. Aun a pesar de todo esto yo me sentía tan afortunada, pasábamos juntas prácticamente todo el día e inclusive era muy normal que nos quedáramos a dormir en alguna de nuestras casas, no piensen mal siempre la respete, jamás me aproveche de ninguna situación, no podría hacerle algo así. Ella me quería mucho, yo lo notaba cuando me abrasaba o me decía que me quería, que era su mejor amiga y todo eso, en sus ojos podía ver sinceridad.
Pero no todo dura para siempre… un día llego muy contenta y me conto que el chico que le gustaba se le había declarado y ella obviamente le dijo que si…
En ese momento sentí como mi corazón se encogía y se me formaba un nudo en la garganta deseaba morirme ahí en ese mismo instante, quería llorar y gritar pero me contuve muy bien, le regale una de las sonrisas más falsas que jamás he dado y le felicite, ese día se supone iríamos a comer juntas después de la escuela pero le dije que me sentía mal y que mejor me ira a casa, yo solo quería encerrarme en mi cuarto y llorar, maldecir al idiota que ahora tenía lo que yo más quería en el mundo, ella quiso acompañarme pero antes de responderle apareció el idiota de su novio y la invito a salir.
Pasaron casi 6 meses en los que yo me concentre completamente en el basquetbol solo para ya no pensar en ella, ella parecía realmente feliz con él, quien demonios era yo para arruinar su felicidad, calle mis sentimientos y la apoye en su relación.
Como iba yo a saber que el muy imbécil la iba a lastimar…
Flashback
-Bueno chicas es suficiente por hoy, mañana hay partido y por ende no hay entrenamiento, a las 6:00 en punto, vale?
Las 7:30, valla hoy sí que se pasó rápido el tiempo, voy caminando de regreso a casa, por suerte mis padres no están, si no tendría que darles explicaciones por regresar tan tarde últimamente pero el ejercicio es lo único que ha evitado que me derrumbe por completo. Llegando a casa tome una ducha y me mire al espejo una lagrima se escapó de mis ojos.
DING DONG DING DONG DING DONG DING DONG DING DONG
-YA VOOOY!!!!! Baje con pereza las escaleras para abrir la maldita puerta, abrí la puerta y lo que vi tras ella fue lo último que se me pudo haber ocurrido, ahí estaba ella, traía puesto un vestido negro que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, el cabello suelto y un poco alborotado pero ella estaba llorando, no se movía, solo me miraba intensamente.
- Sara? que paso? Estas bien? Le empecé a bombardear preguntas, estaba muy preocupada, que era lo que la tenía así?
- yo sniff, sniff, es que, sniff, sniff
- tranquila, entra está helando afuera. Asintió y entro a paso lento a mi casa
-voy por una cobija, quieres que te prep…. No termine la frese ya que ella me abrazo por la espalda, me gire para poder abrazarla, ella escondió su hermoso rostro en mi pecho y comenzó a llorar fuertemente.
-que ocurre pequeña? Sé que no le gusta que le diga así pero necesito que me hable.
Nada, no me contesto, solo sollozaba. La alce en mis brazos y me dirigí al sillón, me senté y ella se acomodó entre mis piernas y se acurruco en mi pecho siguió llorando hasta quedarse dormida, vele sus sueños toda la noche.
-Jane? Me llamo somnolientamente, se veía tan tierna
-si? Solo atine a abrazar un poco más fuerte su cintura
Levanto el rostro y me dejo ver sus hermosos ojos verdes ahora un poco rojos e hinchados de tanto llorar, pase por atrás de su oreja un mechón de su cabello castaño claro que yo tanto amaba y que no me permitía ver bien su rostro.
-que ocurrió anoche? Ella solo bajo el rostro y pude ver la tristeza en sus ojos
-me engaño… yo le dije que no estaba lista para tener relaciones, él se molestó y nos peleamos… ayer fui a su casa para pedirle disculpas y lo encontré teniendo sexo con otra chica. Note como se quebró su voz al mencionar lo último, mi cuerpo se tensó y la ira empezó a recorrer mis venas y desee estar frente a frente con ese bastardo para romperle la cara y dejar sin descendencia al maldito.
Tomo mi puño entre sus manos y me miro a los ojos – por favor no hagas ninguna tontería, no quiero que te lastime.
-Cómo puedes pedirme eso? Después de lo que te hiso. Puso su dedo en mis labios y sonrió forzadamente – no vale la pena…. Por favor prométeme que no harás una tontería.
-Te lo prometo
Fin del Flashback
Después de eso empezamos a pasar más tiempo juntas de lo normal pasaron 2 meses desde el acontecimiento de mi casa y parecía que ya no le dolía tanto.
Un día se me ocurrió ir a la playa con ella, la pasamos jugando, corriendo, nadando y riendo el día entero nos acostamos en la arena y vimos las estrellas, no decíamos nada pero no era necesario hacerlo, era un silencio muy cómodo.
-gracias por estar a mi lado. Dijo casi en un susurro y sin retirar la vista del cielo
-no tienes que agradecerme nada, me encanta estar contigo. En ningún momento voltee a verla
Se giró asía mi –por qué?
-por qué? Qué?
-por qué siempre me estas apoyando? Por qué me tratas tan bien? por qué te gusta estar conmigo?
Me gire asía ella y la mire directamente a los ojos, mi corazón latía fuertemente contra mi pecho “Porque conozco todas tus mañas y defectos y aun así eres la persona más perfecta ante mis ojos, porque lo que más amo en el mundo es tu sonrisa, porque quiero pasar el resto de mi vida protegiéndote y haciéndote feliz, porque no cambiaría ningún momento que he pasado contigo por nada del mundo, porque te amo….. Por eso” pero no dije nada, tenía miedo de decirte todo esto y te alegaras de mí.
Sus ojos se pusieron llorosos y se acercó un poco más a mí – Porque me gusta tanto estar contigo? Por qué solo entre tus brazos me siento segura? Por qué ciento cosquillas en mi estómago cuando estas cercas de mí? Por qué quiero estar abrasada a tu cuerpo todo el tiempo? Por qué tengo tantas ganas de besarte? Esto último lo dijo casi en susurro y mirando fijamente mis labios, mi corazón estaba que explotaba de felicidad y mi cuerpo reaccionaba
Comenzó a llorar y cubrió su rostro con sus manos –Perdóname, no me odies por sentir esto, por favor no me dej…. No pudo terminar la frase ya que yo retire sus manos de su rostro y la bese, la bese con todo el amor que sentía por ella, se tardó un poco pero me correspondió, puso sus manos alrededor de mi cuello y yo las puse en su cintura, nos separamos hasta que el aire nos hizo falta.
-te amo Sara y no tienes ni idea de lo feliz que acabas de hacerme. Le sonreí como tonta
-yo… creo que también te amo Jane. y me devolvió la sonrisa
Le pedí que fuera mi novia y acepto pero me pidió que fuera un secreto pues esto era nuevo para ella y no estaba lista para afrontar el “que dirán”, a mi realmente no me importa, siempre y cuando ella este conmigo, yo seré feliz.
Habían pasado 4 meses y todo iba muy bien nos habíamos peleado una que otra vez pero jamás duramos molestas más de un día ya que yo no soportaba estar molesta con ella y terminaba pidiéndole de rodillas que me perdonara, jamás pensé ser una persona cursi pero cuando estoy con ella no puedo evitarlo. Todo era perfecto a mi parecer.
Tal vez demasiado perfecto…
Flashback
Íbamos caminando en el centro comercial riendo, platicando de estupideces.
Se detuvo y vio un brazalete que supongo yo le gusto, en realidad era muy sencillo era como una trenza negra con una letra metálica en el centro.
-Amor tengo hambre, te parece si vamos a comer algo. Tenía que alejarla de ahí si quería comprarle el brazalete.
-está bien. Estaba sonrojada
Le dije que esperara en la mesa para apartarla mientras yo iba por la pizza, pedí la pizza y me dijeron que estaría lista en 15 min. Los cuales aproveche para ir por el brazalete, llegue a la tienda y pedí un brazalete con una “S” y otro con una “J” regrese corriendo y recogí la pizza y me dirigí a la mesa
-amor mira lo que te traje. Volteo a verme y le mostré los brazaletes, sonrió, tomo el que tenía la “S” y la coloco en mi muñeca y luego me pidió que le pusiera el que tenía la “J”
- pero están al revés. Le dije un tanto confundida
-no, yo tengo la “J” porque tú eres mía y tú la “S” porque yo soy tuya. Dijo con una sonrisa y completamente sonrojada
-te amo Sara
-yo también te amo Jane
Seguimos comiendo y tuve que ir por servilletas y cuando regrese el idiota de Carlos (su ex novio) estaba sentado en mi lugar y tomando la mano de Sara detrás de él estaban sus amigos y unas amigas de Sara
-Carlos, estas en mi lugar. Dije de mala gana, el volteo a verme molesto
-Piérdete Jane estoy hablando con mi novia. Cuando dijo novia me hirvió la sangre y casi me lanzo a molerle la cara a golpes
-Sara no es tu novia, la perdiste por idiota maldito imbécil. Él se paró muy enojado y me tomo de la playera
-mira maldita perra, este no es tu problema así que lárgate. Dijo tan cercas de mi rostro que podía sentir su asqueroso aliento en mi rostro.
-claro que es mi problema ella es MI novia. Dije recalcando el “mi ” para que le quedara claro, pero después caí en cuenta de lo que había dicho, se supone que era un secreto y yo acababa de prácticamente gritarlo, voltee a ver a Sara y ella tenía los ojos abiertos como platos, la cage.
Carlos volteo a ver a Sara –Es cierto? Eres una maldita lesbiana de mierda? Me dejas por esta perra?
-Qué? No, claro que no yo jamás saldría con una mujer, esta obsesionada conmigo a pesar de que le he dicho que solo somos amigas, está enferma por crear una imagen como esa en su cabeza. No podía creer lo que escuchaba, no tenía que ser tan cruel, por qué dijo todo eso?
Pude escuchar como mi corazón se rompió en mil pedazos y se formaba un nudo en la garganta, nunca nada me había dolido tanto como las palabras que acababa de escuchar, por qué no me defendió?
-jajajajajajajajajaja realmente creíste que una chica como Sara se fijaría en ti? Jajajajaja que estúpida, mírate, no eres nadie, estas enferma, maldita lesbiana. Me empujo tan fuerte que caí de puro culo, todos reían, incluyéndola, la mujer que dijo amarme se estaba burlando de mí por amarla. Mis ojos se pusieron cristalinos pero me negué a llorar frente a ellos, pecho me dolía horrible y digo pecho pues mi corazón ya no era capaz de sentir estaba destrozado, me costaba respirar y sentía que podía morir en cualquier momento.
-jajajajaja vámonos de aquí, Sara vienes con nosotros? O te quedaras con la fenómeno?
-No como crees, los alcanzo en un segundo. Se agacho para quedar a mi altura –Lo siento Jane, yo… no puedo seguir con esto, se terminó. Una lagrima traicionera escapo de mis ojos, dando paso a mil más, no se inmuto solo se levantó y se fue.
Fin del Flashback
Carlos y sus amigos se encargaron de esparcir el rumor por la escuela y todo cambio drásticamente, los insultos y las agresiones no se hicieron esperar, todo el mundo a excepción de mi equipó me dio la espalda, me golpearon en varias ocasiones y ella solo se hacía de la vista gorda.
Un día, después del entrenamiento salí caminando con dirección a mi casa y la vi sentada en una banca con la mirada perdida, dios, se veía tan hermosa como siempre.
-te encuentras bien? dije parada frente a ella, giro la cabeza como buscando algo -no te preocupes, no hay nadie así que no se darán cuenta de que hablaste conmigo.
- aaahhh, si estoy bien, gracias…. Yo…. Quería disculp…. Se quedó a medias ya que llego el imbécil de Carlos
-FENOMENO que haces aquí? Me miro mientras se colocaba detrás de Sara y la abrazaba por la cintura para posteriormente besarla frente a mí, no podía creer lo que veía ella le permitió besarla después de todo lo que sufrió por su infidelidad.
Una ira incontrolable inundo mi cuerpo, apreté mis puños y tense la mandíbula –estas con el nuevamente. Pregunte mirándola a los ojos
-Claro, que no lo ve… lo deje con la palabra en la boca ignorándolo completamente
-después de lo que te hiso regresaste con él? Seguí mirándola y solo atino a desviar la mirada
Carlos la soltó y se me planto enfrente –ese no es tu problema, si ella no me da lo que quiero tengo derecho de conseguirlo de cualquier otra for… no termino la palabra ya que le plante un buen golpe en la cara que lo hizo caer de espaldas, me subí a horcadas en él y seguí golpeando su rostro, solo una cosa pasaba por mi mente en ese instante “mátalo” en un descuido el me golpeo la cara y se levantó, me dio una patada en el abdomen y me tomo del cabello, grave error le aplique una llave en el brazo la cual dejaba su rostro y brazo a mi disposición así que opte por romperle el brazo, lo golpe lo más fuerte que pude en el codo y pude oír como este tronaba y Carlos comenzó a gritar del dolor, lo tome del cabello, lo obligue a mirarme a los ojos y sonreí – si te atreves a lastimarla nuevamente, te juro por lo que más quieras que te mato. Lo solté y camine con dirección a mi casa.
Después de ese día cambie drásticamente, me volví solitaria, golpeaba a cualquiera que me molestara y me centre por completo en hacer ejercicio para no pensar en ella, los pocos amigos que me quedaban se alejaron de mi por mi cambio tan drástico.
Una noche que iba saliendo del gimnasio de la escuela escuche gritos provenientes de un salón así que me dirigí en esa dirección para ver de qué se trataba, al entrar me topé con el bastardo de Carlos arrancando a la fuerza la camisa de Sara, ella lloraba y le rogaba que se detuviera, corrí lo más rápido que pude para ayudarla, lo tome de los hombros y lo lance lo más lejos que pude, mire rápidamente a Sara y tenía moretones y cortes en el cuerpo, el odio y la cólera me segaron le di la golpiza de su vida, iba a matarlo pero Sara lo impidió me pidió que me detuviera mientras me abrazaba por la espalda, me levante y cuando me iba a girar para abrazarla Carlos saco una navaja y me apuñalo en las costillas girando la navaja y retirándola en cuestión de segundos , me recargue en la pared y me resbale lentamente, el cómo pudo salió corriendo trate de cubrirla herida con mis manos.
El aire me faltaba y sentía que me ahogaba, seguramente me perforo el pulmón, Sara se acercó a mí con manos temblorosas y llorando descontroladamente trato de detener la hemorragia con sus manos.
-Perdóname… todo esto es mi culpa, si me hubiera quedado contigo nada de esto hubiera pasado, Jane por favor no me dejes… te necesito, no sé qué hacer sin ti, por favor Jane no me dejes. Junto su frente con la mía y podía sentir sus lágrimas caer en mis mejillas, me estaba costando trabajo seguir consiente.
- no te preocupes Sara, yo siempre voy a estar contigo, te estaré protegiendo siempre….. Te amo, te amo como a nadie en el mundo. Acaricie su rostro con dorso de mi mano dejando una mancha de mi sangre en él, sangre empezó a escurrir por la comisura de mis labios.
-Perdóname, fui una cobarde, por favor perdóname Jane… yo… te amo, te amo, te amo. No dejaba de llorar y su linda nariz ya estaba roja, todo se empezó a hacer borroso y ya no podía respirar.
Jane se acercó más y me beso, fue un beso tierno, suave y lleno de amor, Dios como extrañaba sus labios tan suaves y dulces, antes de separarnos le mordí levemente el labio, me miro a los ojos y sonrió
-Te amo Jane. Susurro contra mis labios y sonreí como idiota, mis ojos se empezaron a cerrar, pero mi sonrisa no se borro estaba feliz de saber que lo último que escucharía serían las palabras que yo más anhelaba en el mundo, el calor comenzó a abandonar mi cuerpo y lo último que sentí fue el cosquilleo que habían dejado los labios de Sara en los míos segundos atrás, me marchaba de este mundo con la imagen más hermosa que he visto en mi mente.
-Adiós… Sara. Fue lo último que alcance a decir y después… obscuridad.