CAPITULO 2
Largo.
El sol entraba por la ventana y le daba directamente a los ojos a un pequeño rubio que dormía plácidamente quien poco a poco fue despertando, volteó a todos lados viendo la tv prendida y a Harry dormido en una silla a lado de él, recargando su cabeza en la camilla, su corazón empezó a latir fuertemente y desvió la mirada de él, unas lágrimas amenazaban con salir al recordar como su madre se quedaba con el toda la noche cuando se sentía mal, la extrañaba tanto… trató de no pensar en ello y apartar sus pensamientos de eso y se quedó mirando en la tv lo que parecía ser una extraña caricatura de un cuadrado amarillo y una estrella rosada con ropa hasta que sintió la necesidad de ir al baño, trató de moverse despacio para no despertar a su acompañante pero este se levantó rápidamente.
- Que paso? –pregunto Harry aun adormilado.
- Solo voy al baño Potter.
- Pero no puedes caminar.
- Me llevarás cargando? –bromeó el rubio tratando de bajarse de la camilla pero al alejarse el aparato donde estaba conectado el catete para la medicina lo lastimo haciendo que lanzara una maldición.
- Cargarte no, pero ayudarte si –respondió Harry llevando el aparato hasta Draco –agarra esto –ordenó y Draco obedeció dudoso, de inmediato Harry lo sujetó de la cintura para ayudarlo a caminar hasta el baño de la habitación.
- No te acostumbres a esto –dijo Draco incomodo al llegar.
- Eso te lo tendría que decir a ti –respondió con una sonrisa divertida.
- Piensas quedarte ahí? –preguntó el rubio algo alarmado.
- Por supuesto que no! –exclamó Harry –estaré aquí afuera –añadió y de inmediato salió, esperándolo en la puerta del baño hasta que este salió.
- No tienes que estar atrás de mi Potter. –bromeó Draco.
- Quisieras –rió Harry ayudando a regresar hasta su camilla.
- Hey Potter –hablo el rubio ya que estuvo acostado y el Gry en su silla –gracias…
- No es nada… -respondió restándole importancia.
- No solo por esto… lo digo por lo de… ya sabes… que me salvaste… y guardar mi secreto…
- Malfoy… nos peleamos mucho, eso es obvio, pero no te dejaría solo a tu suerte para que mueras quemado –dijo Harry con una sonrisa –y bueno tu secreto… -fue interrumpido por el sonido de la puerta cuando la enfermera entró.
- Buenos días, le traigo el desayuno al joven Malfoy.
- Gracias –dijo Harry.
- Con permiso –dijo antes de salir, entrando al mismo tiempo Sirius.
- Sobrevivieron toda la noche juntos? –bromeó Sirius.
- Si, aunque Malfoy ronca demasiado! –bromeó también.
- Yo no ronco Potter!
- Ya, ya! No peleen, el doctor me acaba de decir que en cuanto termines de desayunar podemos irnos –y no tuvo que decir nada mas ya que Draco rápidamente empezó a comer y minutos más tarde ya se dirigían a su casa. Sirius llevo a Draco a su habitación mientras Harry iba a la suya para descansar y asearse.
- Valla fastidio, una semana sin poder caminar!.
- Vamos no es tanto tiempo –animó el mayor –Harry vendrá a ayudarte a acomodar tus cosas en lo que voy a comprar algo para preparar la comida, también te hará compañía ya que tengo que ir a ver a Minerva para arreglar unas cosas.
- Sobre mí?
- Solo es papeleo –respondió con unas sonrisa saliendo de la habitación y minutos más tardes Harry entro con el cabello mojado.
- Y bien? Que hay que hacer? –preguntó animado el moreno.
- Valla que tienes energía –comentó Draco sorprendido.
- Porque lo dices?
- Dudo que durmieras bien en esa silla…
- Ya estoy acostumbrado, antes dormía en una alacena –respondió restándole importancia.
- Enserio?
- Si… pero no vale la pena hablar de eso, y dudo que importe mucho, mejor arreglemos tus cosas –dijo mientras abría un baúl lleno de ropa que fue acomodando en cajones.
- Em… Potter, creo que yo puedo acomodar la demás ropa –comentó Draco algo incómodo.
- No hay problema, no hay nada que hacer, te ayudo.
- No! Potter! –demasiado tarde, Harry había sacado dos chamarras del baúl y había dejado a la vista la ropa interior del rubio haciendo que ambos se quedaran sonrojados.
- Eh… -se levantó a colgar las chamarras y se dirigió al otro baúl –y que hay aquí?
- Potter! Quieres dejar de agarrar mis cosas?! –exclamó Draco exasperado viendo como sacaba un cuadro del baúl –deja eso…
- No te preocupes –le sonrió –tengo el lugar perfecto –dijo y lo coloco a lado de la cama de Draco, haciendo que sus papas lo saludaran desde ahí.
- Chicos, saldré! –gritó Sirius desde abajo –No me dio tiempo de hacer la cena Harry, estas a cargo!
- Bueno, te dejo terminar de sacar tus cosas, voy a hacer la cena –dijo comprensivo Harry y Draco solo asintió afirmando con la cabeza viendo la foto de sus padres.
- Padre…madre… los extraño –dijo cuándo se quedó solo dejando derramar una lagrima –me siento solo… confundido… sé que al final me terminaron odiando por no haber participado en la guerra y por… bueno por eso… pero yo siempre los voy a amar… -suspiró y saco la varita de su padrino –Sev… también te extraño… siempre me apoyaste… extraño tus consejos –la volvió a colocar donde estaba y dejo cerrado su baúl, dedicándose a sacar la ropa que le faltaba y después se acostó viendo la foto que estaba en su buró hasta que se quedó dormido.
- Ya está la cena! –exclamó Harry entrando a la habitación con dos platos con comida.
- Uhmm –se quejó Draco –largo Potter –dijo tapándose completamente.
- Malfoy levántate tienes que comer.
- No quiero! Vete! –dijo en tono adormilado.
- No me voy a ir hasta que te comas todo
- Merlin! No tengo cinco años! –dijo sentándose en la cama –y no te enseñaron a tocar la puerta?
- Solo come y calla Malfoy.
- No pienso comer eso –dijo Draco con asco al ver una extraña pasta en su plato.
- Tienes que comer –sentenció Harry –no me hagas obligarte.
- Pero se ve asqueroso! Y verde!
- Se supone que debe de ser así Malfoy!
- Y si le pusiste veneno?
- Enserio te comportas como un niño chiquito! –exclamó Harry agarrando el tenedor para agarrar un poco de pasta del plato de Draco –feliz? No hay veneno.
- No sabe mal?
- No Malfoy! Ahora come! –ordenó Harry pero Draco aun veía con desagrado la comida, así que en un acto de desesperación Harry se subió a la cama sobre él tapándole la nariz para que este la abriera y meterle un pedazo de comida.
- Eres un salvaje Potter! –se quejó Draco
- Si es la única forma que comas no me importa.
- Bájate! –ordenó el rubio tratando se apartarlo de él.
- Acepta que te gustó mi comida.
- No sabe mal, ahora quítate –volvió a decir y como respuesta le volvió a meter otro poco de comida en la boca –en cuanto me pueda parar me vengare! –Sentencio Draco.
- Si, si, come! –dijo divertido Harry volviendo a darle de comer al rubio.
- Joder Potter! Puedo comer solo!
- Pues hazlo –dijo Harry a punto de bajarse de Draco pero al moverse provoco un extraño sonido por parte de Draco haciendo que ambos dejaran de moverse.
- “Por favor que allá sido mientras dormía y no porque Potter esta sobre mí” –pensó el rubio.
- Que fue eso? –preguntó Harry.
- Nada, me lastimas!, bájate ya. –apresuró Draco pero Harry repitió el movimiento que había hecho provocando la misma reacción.
- Aah! –Gimió Draco y se tapó la boca.
- Draco, estas… estas… -trataba de preguntar Harry en un tono tímido.
- Estoy harto! Eso es lo que estoy –exclamó el rubio recuperando su orgullo Malfoy y aventando a Harry quien callo a lado de él –ahora largo Potter no fastidies.
- Pero…
- Largo! –gritó Draco levantándose y caminando con dificultad hacia la puerta abriéndola, Harry lo miró enojado y salió rápidamente de la habitación sin decir nada –Merlin! –suspiró el Sly cuando se quedó solo –gemí bajo Potter! –añadió con un hilo de voz –que más bajo puedo caer? –lamentándose se dirigió a su cama tapándose completamente.