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¿Cuando llega el amor? por UnaFujoshiMas

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Notas del fanfic:

Yo se que me extrañaban mis amores, por eso les dejo este One-shot  mis chiquitines

Y "Misterio no resuelto" Sigue sin resolverse :D 

Los amo :*

Ya saben que los personajes no me pertenecen,  son propiedad de Yana Toboso 

Notas del capitulo:

Bueno la verdad esque esto me paso a mi y decidi escribirlo, esta bien me paso algo parecido, solo que el y yo no terminamos juntos :c ay 

Los quiero:*

Era una mañana muy fría, de esas que te dan ganas de quedarte a dormir hasta tarde, pero para mi mala suerte tenia que ir al colegio. Abrí los ojos y lo primero que hice fue coger mi teléfono, revise los mensajes, tenía tantos mensajes ya que hoy era mi cumpleaños y, todos decían lo mismo “Feliz Cumpleaños Ciel” “Sigue cumpliendo muchos más”  “Pásala increíble hoy” Lo típico que le ponen a cualquier persona, la verdad no estaba muy animado, quería quedarme en casa hasta que acabase el “Día especial” que de especial no tenía nada.

Me cambie con el uniforme del colegio y baje para desayunar, mis padres no estaban, siempre se iban a trabajar desde muy temprano, era normal que se hayan olvidado de mi cumpleaños nunca se acordaban y ya estaba acostumbrándome a eso. Cuando acabe de comer agarre mi maleta y la eché en mi hombro para salir.  Camine unas cuantas cuadras y antes de llegar al colegio me encontré con Alois, mi mejor amigo desde que éramos pequeños, tal vez unos 9 u 8 años llevamos de amistad, la verdad que no me acordaba. Al verme me sonrió con su típica sonrisa de “No dormí toda la noche por tanta emoción” Corrió hasta mí y me abrazo tan fuerte que parecía que se me saldrían los órganos por la boca.

-A-Alois… Me asfixias…- Ya podía ver la luz al final del túnel, bueno algo así.

-Lo siento Ciel, no pude evitarlo, hoy cumples 18 ¡Que emoción!- Dijo sonriéndome y dando brinquitos a mi alrededor, él era el único que me animaba todos los días con sus ocurrencias.

-Creo que tú eres el único emocionado Alois- Le dije devolviéndole la sonrisa.

-Bueno y dime, ¿que harás hoy? ¿Saldrás con la  chica de la que me hablaste?- La verdad es que conocí a una chica por una red social, desde hay hemos estado hablando, Alois dijo que debía conseguir una novia para no terminar solo y con miles de gatos alrededor de mi casa. Aunque ella es muy guapa no me llama mucho la atención, simplemente no es mi tipo.

-No creo, me dijo que quería algo “Serio” y apenas la conozco- Podía ver en el rostro de Alois que estaba disgustado, pero tenía que decirle la verdad, no iba a salir con una chica que no me atraía para nada.

-Ciel, ya hemos hablado de esto, no quiero que te quedes solo el resto de tu vida…-  Y ahí viene el mismo discurso de siempre. Alois debería entender que no me quedare solo por siempre, ya llegaría alguien, o eso creo yo.

-Si Alois conseguiré a alguien, bueno nos vemos- Me despedí de él y me fui corriendo antes de que Alois siguiera con ese tema.

Las clases pasaron muy lentas. A la salida me dirigí directo a una librería, Total no tenía nada que hacer ya que mis padres no regresarían del trabajo hasta la noche. Entre a la pequeña tienda de libros, me encantaba ese lugar tenían los libros más raros pero interesantes que haya leído.

Antes de empezar a leer revise mi celular, tenía una solicitud de amistad, tenía una foto de un gato y un nombre muy raro aunque interesante “SebMchls” era su nombre de usuario, después de pensarlo dos veces lo acepte. Agarre el libro y en la primera página estaba escrito “El amor llega cuando menos lo esperas” Amor… Siempre me he preguntado ¿Cómo se sentiría estar enamorado? Cumplir meses con esa persona especial y darle regalos, besos y abrazos por todas partes y un montón de palabrerías cursis, definitivamente no me agradaba la idea de “El amor”

Tanto me había quedado pensando sobre ese tema que no me di cuenta a qué hora me llego un mensaje, otra vez volví a agarrar el celular, me quede sorprendido al darme cuenta de quien se trataba…

-SebMchls: Hola Leic-  Mi nombre de usuario era “Leic” que al revés significa “Ciel” elegí ese porque no quería que cualquier persona que me agregara supiera mi nombre, y además Alois me dijo que lo pusiera así, le parecía “Misterioso” según él.

-Leic: En realidad mi nombre está al revés-  La verdad no sé porque le dije que mi nombre estaba al revés, no me acostumbraba a que las personas supieran que “Leic” no era mi nombre, me parecía divertido que me dijeran así.

-SebMchls: ¿Al revés? ¿Cómo?-

-Leic: Me llamo Ciel, al revés es Leic-

-SebMchls: Que ingenioso, me imagino que ya has de saber que mi nombre no es “SebMchls”- Era más que obvio que no se llamaba así, nadie sabría cómo pronunciarlo, creo que ni él.

-Leic: Y me vas a decir cuál es?-  Me intrigaba demasiado saber su nombre, así sabría si se trata de una mujer, o de un hombre aunque eso no importaba mucho.

-SebMchls: Me llamo Sebastian y ahora ya que nos presentamos, hola otra vez.-  Sebastian… Era un lindo nombre, me parecía un poco gracioso ya que así se llamaba mi perro, aunque murió pero ya fue hace mucho.

Y así nos pasamos conversando una, dos y creo que tres horas o más, no me había dado cuenta de que ya era de noche y no alcance a leer el libro. Sebastian y yo teníamos muchas cosas en común, comida favorita, serie favorita, y hasta le gustaba leer los mismos libros raros que yo.

Pasamos conversando de cosas sin sentido casi por una semana  entera, riendo por notas de voz, contándonos secretos y mucho más. Había llegado a confiar en el, teníamos casi la misma vida, sus padres trabajaban y no le prestaban atención al igual que a mí. Él tenía 19 me ganaba por un año y aunque no lo conocía físicamente no me importaba, otras personas se hubieran preocupado porque no sabían con quién hablaban. Me había hablado sobre una chica que le gustaba pero ella no mostraba interés por él, ella era una porrista y le gustaban los chicos mayores de universidad aunque Sebastian estaba en último año de colegio pero a ella no le importaba, le había dicho que cuando él estuviera en universidad tal vez estaría pensando en salir con él. Me sentía muy extraño al escuchar eso, quería ir donde ella y golpearla.

-SebMchls: Hoy hable con ella, otra vez…

-Leic: ¿En serio? ¿Qué te dijo?- Nose porque pero sentía un terrible odio hacia ella, cuando Sebastian me decía “Hoy hablamos” cerraba los ojos fuertemente y respiraba hondo para contener mis ganas de golpear cualquier cosa cerca de mí.

-SebMchls: Le pedí que aceptara salir conmigo, pero se negó otra vez-

-Leic: Entonces sal conmigo jajaja- 

-SebMchls: Como en una cita? Jaja-

-Leic: Te gustan las papas?- Sin darme cuenta estaba sonrojado cuando dijo “Cita” nunca había tenido una, deseaba decirle que sí, que quería salir con él, quería conocerlo, deseaba conocerlo.

-SebMchls: Claro, propones salir conmigo y me cambias de tema-

-SebMchls: Y sí, me gustan las papas-

Y así paso un mes, seguíamos hablando y el me seguía contando como le iba con esa chica. Mientras más me contaba de su vida más grande se hacia mi deseo de conocerlo, me parecía una persona interesante, me gustaba… Aunque era raro ya que yo era  hombre pero… ¿De qué forma me gustaba? ¿Me gustaba como amigo o como algo más? Solo sabía que me había acostumbrado a hablar con él todos los días. Lo quería. Volví a mirar el teléfono “5 mensajes” y ni uno de él. Suspire… ¿Dónde se habrá metido?, de repente comenzó a sonar, era Alois.

“Alois ¿Qué paso?”

“Ciel ¿Quieres salir hoy? Estoy muy aburrido”

“¿A dónde? “

“Por ahí, vamos o tendré que ir a tu casa a sacarte”

“Está bien está bien, sin amenazas, ven a verme en una hora y salimos”

“En una hora Ciel, ni un minuto más ni un minuto menos”

“Si, ya entendí”

“Nos vemos”

“Alois… antes de que cortes la llamada, quiero preguntarte algo…”

“Si claro dime”

“Tú crees que es posible, enamorarse de alguien que no conoces?”

“Ciel… Si no conoces como es físicamente no creo que sea amor, no puedes enamorarte de alguien que nunca has visto, sería raro”

“Entiendo, bueno iré a arreglarme, hasta luego”- Y corte, no quería seguir esa conversación porque sabía que Alois tenía razón, si no lo conocía no era amor…

Después de haber pasado toda una tarde con Alois llegue a mi casa, eran alrededor de las 11:00 de la noche, no había tocado mi celular desde que me fui y no quería hacerlo. Estaba cansado, sabía que si revisaba esos mensajes iba a encontrar uno de Sebastian diciéndome lo genial que la paso con esa chica y eso era lo que menos quería saber. Tome el  celular en mis manos “9 mensajes 4 conversaciones”. Cerré los ojos y apreté el botón de “Apagado” le saque la pila y lo guarde en unos de los cajones de la mesa alado de mi cama. No quería saber nada de el en algún tiempo.

Una semana y media pasó y tuve que contarle a Alois lo que sucedía, me preguntaba cada 10 minutos porque tenía apagado el celular así que no me quedo de otra que contarle, se enojó al principio porque no le dije que la persona que me gustaba se trataba de un hombre que no conocía. Llegue a mi casa y tome una ducha antes de volver a encender mi celular, había sido una semana muy dura ya que no había hablado con Sebastian, no podía aguantar más me moría de ganas por saber cómo se encontraba.

Salí del baño, respire hondo, le puse la pila nuevamente y después de pensarlo mil veces lo encendí.

-SebMchls: Hoy salí con ella, ni te imaginas como la pase, le gustan casi las mismas cosas que a mí-

-SebMchls: Cieeeeeel estas hay?-

-SebMchls: Respóndeme si puedes…-

-SebMchls: Holaaaaaa-

-Leic: Regrese- Sabia que un “regrese” era muy obvio, pero no sabía que más decirle…

-SebMchls: Donde has estado mocoso?- Reí ante  el comentario, en verdad lo extrañaba.

-Leic: Porque? Me has extrañado?-

-SebMchls: Digamos que si-  Y eran esas pocas palabras que hacían que mi corazón latiera. “Solo el”

-Leic: Yo también te extrañe…-

-SebMchls: No respondiste mi pregunta, donde estabas mocoso?-

-Leic: Por hay, cazando chicas, y hablando de chicas, que tal te fue con ella?- Aunque no quería saber cómo le había ido con esa chica tenía que preguntárselo para que no siguiera haciéndome un escándalo de donde me había metido y porque no le respondía.

-SebMchls: Bien, quiere que salgamos este fin de semana.

-Leic: Que bien, me alegro por ti- Mentía, no me alegraba para nada la idea de que salieran el fin de semana.

-SebMchls: Oye Ciel, ahora que me pongo a pensar, nunca me has dicho si alguien te gusta-

-Leic: La verdad, si hay alguien que me gusta- Me sentía tan nervioso ¿Y si comenzaba a hacer preguntas? No sabría que responder, además si comenzaba a interrogarme creo que apagaría otra vez el celular por 2 semanas máximo.

-SebMchls: ¿Por qué no me has hablado de ella? Pensé que confiabas en mi- Ella… Esa palabra hacía eco en mi pequeña mente, si supieras que no se trata de ningún “Ella”

-Ciel: No sabría cómo explicarte…-

SebMchls: Con palabras pues, no te hagas el tonto Ciel que de esta no te salvas, dime cómo es? Que te gusta de ella?-   ¿Qué me gusta de esa persona? Creo que ni yo sabría cómo responder esa pregunta.

-Leic: Sebastian… No has sentido que quieres estar con una persona a la que quieres mucho? pero  hay algo, un obstáculo, es como una pared que los separa y… por más de que quieras estar con esa persona no puedes.-

-SebMchls: ¿Y porque no pueden estar juntos?-

-Leic: Es algo raro, no lo entenderías…-

Y así pasamos hablando, algunas veces a Sebastian le entraba la curiosidad de saber quién era “Esa persona” que me gustaba, obvio que no se lo iba a decir. Risas, secretos, desvelos y chistes que solo nosotros entendíamos eran nuestras conversaciones desde que encendí mi celular. Llego el fin de semana y Sebastian saldría hoy con la chica que le gustaba, por mi parte para poder olvidarme de él, Alois me consiguió una cita, dijo que sería con una chica muy guapa, su nombre era Elizabeth y bueno, no me quedaba de otra más que confiar en lo que me decía.

Al llegar al parque donde me había dicho que ella estaría me senté en una banca. Una chica rubia se me acerco, en verdad era muy hermosa, tenía unos ojos verdes con un brillo en ellos, una sonrisa que le daba confianza a cualquiera que la vea.

-Disculpa, tu eres Ciel? – Me quede boquiabierto, su voz era tan dulce, lo que más me gusto de ella eran sus largos y bien formados rizos que bajaban por sus hombros, era simplemente hermosa…

-Claro, tú debes ser Elizabeth ¿Cierto?-

-Así es, sabes estaba tan preocupada por preguntarte si eras tú o no, temía que me dijeras que no eras- Dijo algo avergonzada, me miro y volvió a sonreírme. Hice lo mismo para que me cogiera un poco de confianza, no quería que pensara que era un aburrido.

Hablamos de muchas cosas, de su vida, de la mía y más, eran alrededor de las 6:00 de la tarde. Me había agradado mucho estar con ella pero… En mi mente solo estaba el nombre de él. Sonó un celular, era el de ella. Me dijo que la estaba llamando la mamá así que se alejó un poco para poder contestar la llamada, yo aproveche para revisar mis mensajes, había sonado justo cuando lo cogí.

-SebMchls: Ciel… ¿Quieres que nos veamos?- “Enviado a las 6:05 PM” Mire el reloj, eran las 6:06 PM…

 

POV SEBASTIAN

El reloj marcaba las 2:00 de la tarde, tenía que salir para llegar antes de que ella se vaya. Me mire al espejo una vez más, sentía que me faltaba algo… Mi celular. Lo guarde en el bolsillo de mi pantalón y salí tan rápido como pude. Corrí como unas 10 cuadras hasta que llegue. Trate de tranquilizarme un poco, estaba nervioso…

Entre al lugar, era una librería. La vi parada con un libro en la mano, se arregló un mechón de cabello que tenía y se lo pasó por detrás de la oreja, tenía un vestido que le llegaba hasta la rodilla y un abrigo negro encima. Era hermosa.

Cada cosa que yo decía no le parecía gracioso en lo más mínimo, decía que contaba malos chistes, si hubiera sido Ciel si se hubiera reído… Ahora que me pongo a pensar en él, me dijo que saldría con una chica. Me pregunto ¿Cómo le estará yendo a el?  Supongo que mejor que yo, quería salir de ese lugar corriendo e irme a mi casa pero… No podía ¿Por qué?

-Estoy aburrida ¿Sabias?- Si tan aburrida estas entonces vete. Pensé. No podía decírselo en la cara porque se “Ofendería”

-Deberías irte entonces-   Estaba comenzando a perder la poca paciencia que me quedaba.

-¿Tan rápido quieres que me vaya? Bien, tengo mejores cosas que hacer-   Cerro el libro que estaba leyendo con fuerza, me miro con una cara de odio, se levantó de su asiento y antes de que se fuera la agarre del brazo, se viro y me miro con una sonrisa de esas en las que podías ver claramente que te decía “Sabia que vendrías por mi” Lo que ella no sabía es que no la detuve necesariamente para que se quedara.

-Hazme acuerdo de no volver a invitarte a salir-    Pude ver claramente en su rostro que estaba más que enojada, solté su brazo y se fue. Me volví a sentar y suspire. Todavía no volvería a casa, aún tenía una cosa por hacer.

-SebMchls: Ciel… ¿Quieres que nos veamos?-

POV CIEL

No podía creer lo que mis ojos estaban viendo ¿Era real? ¿Ese mensaje era real? Me calme un poco y respondí.

-Leic: Claro ¿Dónde?- Estaba tan ansioso por salir corriendo a verlo que me había olvidado de un pequeño problema… Elizabeth.

-SebMchls: Te espero en el restaurante que queda a la vuelta de “La gran Biblioteca” en 30 minutos-  Regrese a ver a Elizabeth, ella me veía con esa enorme sonrisa que la  caracterizaba,  ya había terminado de hablar con su mamá.

-Elizabeth debo irme, mi padre llamo y dijo que tenía un problema y quería que yo lo ayude- Le dije levantándome del asiento en donde estaba sentado y guardando mi celular en el bolsillo de mi pantalón.

-Ah… Está bien…- Le sonreí y le di la espalda dispuesto a irme cuando sentí que me agarran del brazo ¿Qué quería esta vez?

-Ciel, espero volverte a ver…- Y me sonrió soltando mi brazo. No podía negar que amaba su sonrisa, asentí y le volví a sonreír, no podía seguir conversando con ella porque se me haría más tarde. La gran Biblioteca estaba a 11 cuadras de mí.

Trate de correr lo más rápido que mis piernas me permitieron, corría, cruzaba calles, pasaba callejones, y unas cuantas veces me paraba para tomar aire lo cual, solo duraban máximo 5 segundos ya que volvía a correr, quería llegar lo más rápido posible para conocerlo, deseaba saber si lo que sentía era amor o no… Llegue a La gran Biblioteca ya solo me faltaba dar la vuelta para poder llegar donde Sebastian me había citado, estaba demasiado nervioso.

El restaurante no era tan pequeño pero tampoco tan grande, no me había dado cuenta del nombre porque lo primero que hice fue entrar. Había mucha gente ¿Cómo se supone que iba a reconocerlo? Una de las camareras se me acerco y me guio a otra parte del restaurante que no estaba tan lleno. Este lugar estaba ubicado a la luz de la noche, no había techo  y se podían ver claramente las estrellas y la hermosa luna. Antes de sentarme en cualquiera de esas mesas que estaban vacías me dirigí al baño, entre y me mire al espejo, estaba despeinado y un poco sudado ya que había corrido demasiado, abrí la llave y cogí un poco de agua para lavarme la cara y me seque con mi propio abrigo, me peine con mis dedos pero igual seguía viéndome despeinado, aunque sea ya no me veía sudado. Respire hondo, me había llegado un mensaje tenía que ser de el… Estaba nervioso, saque mi celular del bolsillo y lo revise

-SebMchls: ¿Llegaste?-

-Leic: Si, ya llegue-

SebMchls: ¿Nervioso? -    ¿Cómo se dio cuenta?

-Leic: Para nada-

-SebMchls: Entonces sal del baño…- Mierda ¿Cómo se había dado cuenta que estaba en el baño? Bueno este no era el momento de hacerme preguntas tontas. Mi corazón latía demasiado fuerte, respire hondo por última vez y agarre el pomo de la puerta del baño y cerré los ojos para abrirla, di un paso al frente para salir del baño, todavía tenía los ojos fuertemente cerrados…

-Eres más pequeño de lo que pensé- Abrí los ojos de golpe y lo vi. Estaba parado en frente mío pero no sabía que decir, su mirada se había robado mis palabras.

Perfección. Era la palabra que lo describía, su cabello era de un color negro brillante, sus labios formaban una  sonrisa de lado y sus ojos, tenían un color café casi rojo. Era simplemente perfecto.

-N-No soy pequeño- Le dije desviando la mirada. Tenía razón era más pequeño que él, creo que le llegaba un poco más arriba del hombro. Aunque creo que estaba bien para mi edad tener esa estatura, la verdad no recuerdo que edad tenia Sebastian, era tan alto y tan… atractivo.

Pasamos conversando unas horas. Me sentía ligeramente mareado ya que habíamos tomado algunas cervezas, aunque yo me tome solo dos botellas y ya sentía que me caería si me ponía de pie. No había comido y creo que por eso el efecto del alcohol me cogió muy rápido, nunca me había puesto así solo por dos botellas. Podía escuchar a Sebastian  burlándose de mí por el estado en el que me encontraba.

-Vamos Ciel, has tomado tan poco y ya estas así?- Aunque el quería ocultarlo podía ver claramente esa sonrisa burlesca en su rostro, fruncí el ceño ya que no me encontraba tan bien como para ponerme a discutir con él. Tenía las manos al nivel de su  barbilla, queriendo tapar su sonrisa para que yo no la viera, creo que sabía que si la veía me iba a enamorar mucho más de él. Me quede mirándolo fijamente a los ojos… Eran de un color café tirado a rojo, hermosos. Otra vez podía sentir ese cosquilleo en mi estómago, siempre me pasaba cuando él me respondía un mensaje o cuando escuchaba una música que me encantaba. Él era mi música y… me encantaba que lo fuera. En ese momento cuando vi que la sonrisa desaparecía de su rostro y sus ojos se encontraban con los míos supe que lo quería, lo quería para amarlo, lo quería solo para mí aunque sabía que era un pensamiento muy egoísta de mi parte, eso era lo que yo quería, solo a él. 

                                                                                        .

                                                                                        .

             Pov Sebastian                                                  .

Podía sentir su mirada en mí, su rostro ligeramente sonrojado y esos labios rosas entre abiertos, escuchaba su respiración agitada. Para ser un chico tenía que admitir que era realmente hermoso. Creo que era el efecto del alcohol que nos tenía así. Se mordió  ligeramente el labio. Sentía deseos de probarlo, de hacer lo mismo que él se hacía. El calor se me subía hasta la cabeza, apoye mis manos en la mesa para impulsarme y quedar lo  más cerca que podía de Ciel. Retrocedió un poco hasta que su espalda quedó pegada al respaldar de la silla, yo me encontraba a solo unos centímetros de su rostro. Mis ojos veían los suyos fijamente y podía sentir su agitada respiración golpear contra mis labios. Ciel me  había dicho que jamás tuvo la oportunidad de dar su primer beso. Sentía tantas ganas de corromper a esos labios vírgenes, morderlos, probarlos, dañarlos ese  era mi objetivo.

                                                                                     .

                                                                                     .

                                                                                     .

Sentía sus labios sobre los míos. Me había besado, no, Sebastian me estaba besando. No sabía qué hacer. Nunca había tenido la dicha de besar a alguien simplemente porque no quería. Decidí dejar que el me guiara, mis labios inexpertos trataban de satisfacerlo todo lo que podía, no quería romper aquel beso que me mantenía  más cerca de él. Pase una de mis manos por su nuca deslizando mis dedos por ese suave cabello negro mientras profundizaba el beso, se sentía bien, demasiado bien.

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Sentía la luz del sol entrar por la ventana, tan rápido ya era de día. Sentí una mano pasar por mi cadera hasta mi estómago, me di vuelta en la cama para verlo dormir, era tan lindo, definitivamente estaba completamente enamorado de él. Ahora sabía que escogido bien en aceptar esa solicitud de amistad exactamente hace 8 años atrás, no me arrepiento de nada que haya hecho con Sebastian. Hoy era mi cumpleaños  número 26.

Me levante y me acerque a él para depositarle un pequeño beso en la nariz esperando a que se levante. Abrió perezosamente los ojos y me sonrió, él y Maddie eran toda mi vida. Los amaba, sin ellos  yo seguiría en la oscuridad de mi habitación en la casa de mis padres, claro que ya no vivo hay desde hace 6 años, me había cambiado a la casa de Sebastian.

Escuche que abrieron la puerta y me levante, Maddie entraba corriendo a abrazarme, a pesar de tener 6 años tenía demasiada fuerza ya que cuando me abrazo me tumbo otra vez a la cama. Era tan hermosa como Sebastian, tenía cabello castaño lacio y ojos azules como los míos.

Cuando me mude con Sebastian hace 6 años decidimos adoptarla ya que no podíamos tener hijos por ser los dos hombres. No sabía cómo cuidarla al principio pero creo que lo hice bien ya que ella ahora era una niña sana y hermosa.

-Papi, prometiste que hoy me llevarías a la casa de mi tío Alois- Me dijo mirándome fingiendo estar resentida.

-Entonces que haces aquí? ¿No deberías estar empacando tu ropa ya?- Le dije sonriéndole, asintió y me devolvió la sonrisa saliendo lo más rápido que podía de la habitación para irse a cambiar y a empacar.

Abrace fuertemente a Sebastian por la espalda aspirando su aroma. Antes no sabía qué hacer con mi vida pero ahora ya lo sé, ellos dos habían hecho mi sueño realidad.

Ellos eran mi sueño, hecho realidad… 

Notas finales:

Pronto  actualizare mi otro fanficc, no se desesperen :c denme tiempo plis

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