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Sois mi vida por CWC

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Notas del capitulo:

Holaaa ^^

Muchísimas gracias por los reviews :3 me encantan todos <3 me dais muchas ganas de escribir :D

Espero que os guste <3

Me levanté aquella mañana con el feliz pensamiento de que era sábado. Apenas habían pasado unos días desde la revisión con el médico y todo había cambiado un poco: un molesto cansancio se apoderó de mi cuerpo dejándolo con unas ganas tremendas de que fuera domingo para poder descansar todo el día; Chanyeol se mejoró, en poco tiempo, con las pastillas que le había recetado el doctor; y los chicos aumentaron sus celos consiguiendo alguna que otra discusión fuerte.
 
Por fin era sábado, eso significaba que una vez terminado el turno de la mañana volvería a casa para descansar, o salir con Chanyeol, hasta el lunes.
 
-Baek voy a preparar el desayuno- se soltó de mi abrazo saliendo de la cama con dirección a la cocina.
 
-Channie ...- le seguí, aun medio dormido, ayudándole con el desayuno.
 
-Baekhyunnie sabes que no quiero que te esfuerces- me besó apasionadamente recorriendo mi cintura con sus largos brazos.
 
-Channie … - solté sonriente notando una caricia en mi cuello, producida por sus gustosos labios.
 
-Ya estoy de maravilla, esta noche lo vamos a pasar genial- asentí deseando que el día pasara lo más rápido posible.
 
Desayunamos en rápidos cinco minutos, Chanyeol su café y yo mi infusión,  junto con dos o tres galletas. Como siempre, fui el primero en adentrarme en el cuarto de baño, tenía la intención de pesarme, pero por la falta de tiempo aplacé esa idea para más tarde. Me duché con agua caliente sintiendo la magnifica sensación de estar recubierto por una reconfortante capa de vapor.
 
-Channie ya te puedes duchar- grité avisándole al salir del baño con la toalla enganchada en la cintura.
 
-Voy- me dedicó un rápido beso antes de deshacerse de sus bóxer.
 
Preparé la ropa para cada uno junto con unos bóxer: para Chanyeol una camiseta gris de manga larga junto con un jersey de cuello redondeado color blanco y rojo, acompañado con unos pantalones oscuros; para mi una camisa vaquera oscura con un jersey de rayas blancas y diferentes tonalidades de azul, junto con uno de mis pantalones vaqueros ajustados preferidos.
 
-¿Y esa ropa tan elegante?- preguntó con curiosidad recién salido del baño.
 
-Me apetece salir a comer fuera hoy- informé poniéndome el abrigado jersey.
 
-¿A donde quieres ir a comer?- se fue secando con la toalla.
 
-No sé- dije con aegyo- solo me apetece ir a algún restaurante con mi precioso novio- me abracé a él uniendo nuestras miradas, besándonos con una pasión indescriptible.
 
-Pues entonces cuando te recoja me dices que te apetece -asentí.
 
-Lo pensaré en el trabajo- sonreí subiéndome los pantalones, todo parecía ir bien hasta que no me pude abrochar el botón.
 
-Channie- le llamé apenado con aegyo viendo como dejaba de lado la camisa que se estaba poniendo, centrándose en mi.
 
-¿Qué te pasa?- se sorprendió fijándose en mi rostro triste.
 
-El pantalón, … no me puedo abrochar el pantalón- miró el botón por menos de un segundo, dirigiéndose al armario sin decir ni una sola palabra, buscando unos pantalones que fueran unos milímetros más grandes.
 
-Toma estos, creo que son un poquito más anchos- me bajé los otros poniéndome esos, afortunadamente me consiguieron abrochar- el lunes, después del trabajo, vamos a comprar ropa nueva.
 
-¿Enserio?- abrí los ojos enormemente, siempre que íbamos a renovar el armario me volvía loco -gracias Channie- apoyé mi cabeza en su pecho.
 
Aunque la camisa no me quedaba bien y le faltaba poco para que dos o tres botones salieran disparados, logré ocultarlo con el jersey. De todas maneras sonreí, el bebé estaba bien, eso era lo importante.
 
-Baek ¿Has terminado con el delineador? ¿Nos vamos?- se interesó desde la cocina terminando de limpiar los platos.
 
-Sí, ya estoy listo- salí del baño apresuradamente- vamos un poco tarde- le acerqué su abrigo en tanto que yo me colocaba mi chaquetón.
 
Salimos de casa adentrándonos en el ascensor, dándonos nuestros últimos retoques en aquel espacio cuadrado tan reducido.
 
Caminamos a paso rápido, por culpa del frío y de la falta de tiempo, con dirección a la oficina. Ese apresurado paseo a las ocho menos unos minutos de la mañana, cogidos de las manos, hablando de lo que queríamos hacer esa tarde o de los planes que teníamos para el domingo, todo eso formaba uno de los mejores momentos del día.
 
-Ya estamos aquí- le miré con aegyo, me entristecía saber que Chanyeol tenía que seguir un rato más hasta llegar a su trabajo- abrigate cariño, no te vayas a resfriar otra vez- bajé un poco su gorro consiguiendo que sus orejas quedaran resguardadas del frío- mandame un mensaje cuando llegues, por fi.
 
-Vale- me besó cariñosamente, no quería que se fuera, nuestras lenguas peleaban por no separarse- que te vaya bien. Os quiero- desgraciadamente nuestro trabajo pudo con el momentáneo deseo.
 
-Lo mismo digo. Nosotros también- le vi alejarse tras mandarnos unos improvisados corazones hechos con nuestros brazos.
 
Me adentré en el edificio saludando al conserje y a algunos trabajadores de nuestra departamento. Subí por el ascensor quitándome mi gorro azul favorito en el trayecto. Me bajé en la planta de siempre viendo a aquellos dos nada más salir.
 
-¡Buenos días! -saludé muy entusiasmado.
 
-Hola, Baek- contestó Luhan con una extraña sonrisa.
 
-Buenos días -gracias a su tono de voz descubrí que no estaba de muy buen humor.
 
-¿Qué os pasa?- pregunté quitándome el abrigo y la bufanda que me estaban empezando a dar calor.
 
-Kyungsoo -Luhan comenzó a reír ganándose una mirada asesina por parte de D.O- es tonto- siguió sin poder dejar la risa.
 
-¿Qué has hecho ya?- miré directamente a Kyungsoo buscando un explicación.
 
-Me he peleado con Kai- suspiró pesadamente siendo interrumpido por Luhan.
 
-Se he puesto chulo delante de Jongin y se ha tenido que venir en autobús -las carcajadas de Luhan se escuchaban por todo el edificio.
 
-No se para que te cuento nada- se quejó el causante de que Luhan se hubiera vuelto loco.
 
-¿Y al final qué ha pasado? ¿No os habéis perdonado?
 
-Sí, me ha llamado unos minutos antes de que tu llegaras.
 
-Los tendrías que haber escuchado ''Lo siento mucho. Perdoname, por favor'' -imitó la voz de Jongin -''No perdoname tu a mí, soy un idiota. Lo siento'' -imitó esta vez a D.O consiguiendo que un pequeña risita saliera de mi.
 
-Baek no te pongas de su parte- se quejó haciéndose el enfadado con los dos.
 
-Bueno … ¿Y qué tal tú con Sehun?- cambié de tema.
 
-Lo de siempre, está cada día más enganchado a la cosa esa , y encima se está portando de un cariñoso- informó Luhan ya más tranquilizado.
 
A decir verdad lo de la sorpresa me tenía hasta las narices, hacía más de un mes desde que habían empezado con eso y todavía no habían hecho nada. Le pregunté a  Chanyeol si les quedaba mucho para la sorpresa, pero él siempre sonreía contestándome con un ''No te puedo decir nada''. Con tanto tardar incluso yo me estaba empezando a creer que Kai, Sehun y Chen tenían un amante.
 
-Da igual, ¿Y tú? ¿Qué tal?- esta vez fue Luhan quien cambió de tema.
 
-Muy bien. Chanyeol ya se ha recuperado al cien por cien de su resfriado, así que vamos a pasar una noche fantástica- encendí el ordenador- ¿Queréis hacer algo el domingo? ¿Os apetece ir al karaoke?.
 
-Por mi vale.
 
-Yo prefiero que os vengáis a casa, jugamos a algún juego o algo. Es que estoy fatal de la garganta- Kyungsoo cambió de planes invitándonos a su casa.
 
-Después avisamos a los chicos- en ese instante recibí el mensaje de Chanyeol ''Ya he llegado. Estoy con Kai, hemos ido a por un café. Que te vaya bien. Os quiero'' adjuntó caritas sonrientes y corazones rojos. Me sacó una sonrisa que me hizo responder en menos de tres segundos ''Te queremos guapo'' busqué un precioso corazón antes de pulsar enviar.
 
-Estoy muy cansado. Voy a por un café ¿Queréis algo?- no llevábamos ni una hora allí dentro y Luhan ya estaba cansado.
 
-Yo quiero una infusión, por favor- se levantó de su silla.
 
-Para mi lo que quieras, te dejo que elijas.
 
-Vale, pero después no te quejes si no te gusta- se alejó sonriente.
 
-Kyungsoo no sé por qué le dices eso, conociendo a Luhan te traerá la bebida más mala de la cafetería solo para molestarte- solté en broma consiguiendo una sonrisa de su parte.
 
-¿Cómo va el bebé? ¿Se está portando bien?- preguntó interrumpiendo el silencio que que extrañamente se había formado al reanudar nuestro trabajo.
 
-Sí, se está portando de maravilla- sonreí acariciándome, con la mano izquierda, la barriga- por cierto, me ha dicho Chanyeol que ya no dejas que Kai te lo haga sin protección -reí al ver su cara roja como un tomate.
 
-Pero … ¿Se puede saber por qué sabes eso? Se va a enterar- aumenté mi risa, todo lo que tenía de callado Kyungsoo para hablar de esos temas lo tenía Kai para contárselo a Sehun y a Chanyeol.
 
-¿Enserio? -se cuestionó Luhan asombrado acercándose con las bebidas.
 
-Luhan no te pongas así que tu eres igual – una enorme sonrisa se dibujó en mi rostro. Sin duda molestar a esos dos era lo mejor en un día de trabajo.
 
-Eres una mala persona- hizo aegyo golpeándome, con suavidad, el brazo derecho.
 
-He tenido un buen maestro- le saqué la lengua consiguiendo que se molestara más.
 
-Dejarlo ya, que a este ritmo no terminamos- nos calmó D.O
 
Acabamos el turno de la mañana a las dos y media. Afortunadamente terminamos todos los informes a tiempo, nuestro día de trabajo finalizó con éxito. Los tres nos abrigamos antes de salir fuera del edificio. Tranquilamente esperamos a que nuestras parejas llegaran, el frío había disminuido, por lo que se podía estar en la calle sin tener esa sensación de que se te helaba el cuerpo.
 
-¿Qué vais a hacer esta tarde?- saqué tema de conversación en tanto que permanecíamos a la espera de verles.
 
-No mucho, creo que llamaré a Xiu Min. Y si eso, me gustaría salir a dar un paseo con Sehun.
 
-Yo quiero hacer unas galletas de coco y quedarme toda la tarde tumbado en el sofá, abrazado a Jongin.
 
-Que par de románticos. Por ahí vienen vuestros amorcitos- Kyungsoo salió corriendo en busca de Kai, que le abrazó dándole vueltas; Luhan prefirió esperar a que Sehun llegara para agarrarle del cuello, mirarse tiernamente y besarse con tranquilidad. Chanyeol corrió hasta mi lado abrazándome con sus largos brazos en mi cintura, susurrándome al oído que me había extrañado mucho.
 
-Channie- juntamos nuestros labios saboreándolos, disfrutando de su sabroso sabor.
 
Nos despedimos de los chicos dirigiéndonos, con un agradable paseo, al barrio chino, que quedaba a unas calles de donde nos encontrábamos. No tardamos mucho en llegar al restaurante en el que casi siempre veníamos acompañados por Kris y Tao. Una mujer joven, con un vestido rojo tradicional chino, nos recibió al entrar acompañándonos a una mesa para dos personas. Pedimos los mismos platos de siempre,  Tao siempre decía que esos eran los más buenos, así que preferimos no arriesgarnos.
 
-Baek tengo que contarte una cosa- dejé en el plato el rollo de plátano que nos acababan de traer de postre. Ese tono, con esas palabras me puso muy nervioso.
 
-¿Qué es, Chanyeol?
 
-No voy a poder estar esta tarde contigo- suspiré aliviado, me había dado un susto enorme- es que un compañero me lo ha pedido, su hijo se ha puesto malo y como acaba de venir de sus vacaciones no le van a dejar irse, así que me ha pedido el favor. Lo siento mucho.
 
-Chanyeol me has asustado.
 
-Lo siento- llevé mi mano a donde estaba la suya, entrelazando romanticamente nuestros dedos.
 
-No pasa nada- le animé ya que parecía bastante apenado.
 
-Ya, pero es que íbamos a pasar una tarde tan entretenida, yo quería estar contigo.
 
-¿A qué hora sales?
 
-Llegaré a casa a eso de las siete.
 
-Pues entonces cuando llegues, haremos todo lo que teníamos planeado- sonreí con deseo recibiendo la misma mirada de su parte.
 
Terminamos el postre con velocidad, pagamos y salimos del restaurante cogidos de las manos. Recorrimos un par de calles hablando, escuchando como Chanyeol se excusaba por no poder acompañarme.
 
-Envíame un mensaje cuando llegues, por favor- asentí sonriente- toma mis auriculares – se los sacó del bolsillo dejándolos sobre mi mano-ten mucho cuidado, mira antes de cruzar- volví a asentir.
 
-Vale, cariño- nos despedimos besándonos- te quiero-volví a sus labios, no podía resistirme a su delicioso sabor.
 
-Yo también te quiero- se despidió moviendo su mano, perdiéndose a lo lejos.
 
Caminé alegremente por la calle, prestando atención cada vez que cruzaba por un paso de peatones. Noté como mis oídos eran invadidos por la maravillosa música. Sin duda se escuchaba mucho mejor en sus auriculares. 
 
Llegué a casa después de media hora paseando tranquilamente, nada más abrir la puerta cogí mi móvil enviándole un cariñoso mensaje a Chanyeol. Tras recibir una rápida respuesta dejé el móvil en la mesita de noche, me tiré en la cama al deshacerme de los zapatos. Suspiré agotado echándome por encima las suaves sábanas, dejando que el sueño pudiera conmigo.
 
Me desperté a eso de las seis moviéndome por la vacía cama, estiré mis brazos echando de menos encontrarme con Chanyeol. Me froté la zona de los ojos acariciando mi barriga con una leve sonrisa.
 
-No te preocupes bebé, papá no tardará en llegar- salí de la cama dirigiéndome a la cocina , donde me preparé una infusión con galletas.
 
Me tiré en el sofá tumbándome, estirando las piernas, moviendo con felicidad los dedos de los pies. Encendí la televisión centrándome en el canal que había salido, donde, junto a esa hora, acababa de empezar el capítulo cinco de un drama juvenil bastante interesante.
 
El entretenimiento duró escasos cincuenta y nueve minutos. Cambié de canal una y otra vez intentando encontrar algo que me gustara. No tuve suerte, así que opté por apagar el ruidoso aparato. Cogí el teléfono mirando la hora, me animé al instante, apenas quedaba media  hora para que llegara.
 
Me encontraba jugando a un juego, que Luhan me había instalado en el móvil un aburrido día de trabajo que Kyungsoo se resfrió dejándonos a los dos solos, cuando el móvil comenzó a vibrar indicando una llamada.
-¿Si?- pregunté al descolgar cambiando mi posición del sofá.
 
-Baekhyunnie ya he salido del trabajo- sonreí tontamente- te he extrañado mucho.
 
-Yo también, mi vida. La casa está tan silenciosa sin ti.
 
-No te preocupes, no voy a tardar mucho en llegar.
 
-¿Qué tal en el trabajo? -me acerqué a la cocina, encendí la luz y me senté en una de las sillas.
 
-Bien, estoy agotado. Estoy pasando cerca de una pastelería ¿Te apetece algo?
 
-No, no quiero nada- me froté la zona de los ojos percatándome de que se me había olvidado quitarme el delineador.
 
-¿Y eso? ¿Te pasa algo?- se preocupó aligerando aun más el paso.
 
-No, estoy de maravilla pero es que la comida china me ha llenado un montón.
 
-Menos mal. Estoy en el portal, me abres por fi- usó su súper aegyo obligándome a darme prisa pulsando el telefonillo- gracias. Voy a entrar en el ascensor, cuelgo ¿Vale?.
 
-Sí- ambos colgamos la llamada.
 
Abrí la puerta de casa apoyándome en el marco, observando atentamente el ascensor que no tardó en abrirse.
 
-Channie -solté con un aegyo irresistible.
 
-Baek -me besó en la mejilla indicándome que entráramos en casa.
 
Nos sentamos en el sofá recordándonos una y otra vez lo que nos habíamos echado de menos. Nos besamos cada vez que nuestras miradas se juntaban y ambos sonreíamos emocionados.
 
Apenas eran las siete y unos minutos cuando, tras volver de quitarme el delineador decidimos trasladarnos del sofá a la cama para probar, después de tanto tiempo, el nuevo lubricante que habíamos comprado. Entre risas comenzamos a quitarnos la ropa, en el mismo instante en el que la camiseta de Chanyeol tocó el suelo su móvil empezó a sonar desde el salón.
 
Chanyeol no solía recibir llamadas a esa hora, es más, los únicos que podían ser eran sus padres, pero justo, hace poco menos de una semana, nos habían dicho que tenían una importante cena de negocios al otro lado de la ciudad. Nos asustamos, nos asustamos muchísimo al pensar que les había pasado algo.
 
Nos separamos en menos de un segundo. Chanyeol salió corriendo en busca del móvil en tanto que yo le seguía sumido en los nervios.
 
-¿Si?- preguntó impaciente- ¡Ah! Eres tú, Kris- suspiré tranquilizándome apoyado en el marco de la puerta-vale, vale. Ahora mismo vamos para allá- dejo el teléfono encima de la mesa mirándome.
 
-¿Qué ha pasado, Channie?- movió su mano golpeando con suavidad el sofá, indicándome con ese gesto que me sentara a su lado.
 
-Es Kris, me ha pedido que vayamos a su casa de la playa.
 
-¿Y eso? ¿Les ha pasado algo? ¿Están bien?- mi corazón se volvió a acelerar con cada pregunta.
 
-No te preocupes, dicen que están bien, solo que vayamos- me cogió las manos sin dejar de mirarme.
 
-Entonces … - no entendía nada, no sabía por qué Kris quería que fuéramos.
 
-No sé, no tengo ni idea- juntó sus jugosos labios con los míos mordiendo mi labio inferior- parece que el mundo está en contra de que esta noche lo pasemos bien.
 
-No pasa nada. Mañana es domingo, tenemos todo el día para nosotros sí o sí- intenté animarle y animarme a mi también.
 
Nos vestimos con la ropa que acabábamos de tirar al suelo. Llevábamos tanta prisa encima que a mi se me olvidó pintarme con el delineador y a Chanyeol coger su carnet de conducir.
 
Nos metimos en el coche deportivo de Kris que se encontraba aparcado enfrente de la puerta del portal. Le pregunté a Chanyeol, con mucha curiosidad, por el automóvil que parecía más nuestro que de Kris, según me explicó quería ir a ver a sus padres el domingo, y por eso le había pedido el coche. De todas maneras me prometió que lo dejaría para otro día.
 
Llevábamos más de una hora de viaje y todo estaba cubierto por la oscuridad. Chanyeol y yo íbamos cantando, con un tono suave, las canciones tristes de desamores que aparecían a esa hora en la radio. Me apoyé en el cristal de mi ventanilla  observando los pocos metros de carretera que las luces del coche iluminaban. 
 
Siempre me había fascinado como Chanyeol, y los conductores en general, podían conducir de noche con esa escasa visibilidad y con el sueño acechándoles.
 
-Channie ¿Queda mucho?- unas ganas de dormir se apoderaron de mi cansado cuerpo. Estaba deseando llegar a nuestro destino para tumbarme en algún sofá.
 
-Está un poco lejos- respondió sin dejar de prestarle atención a la carretera -¿Por qué lo preguntas? ¿Tienes sueño?
 
-Sí, un poco.
 
-Pues duermete- soltó sin problemas.
 
-¿Cómo me voy a dormir? ¿Y si te quedas dormido y tenemos un accidente?
 
-No te preocupes, me he tomado un café mientras que te ponías los zapatos. Y además. Voy a cantar cada una de las canciones que salgan, así me entretengo un rato. 
 
-Ya, pero …
 
-Duermete, no pasa nada. Voy a tener mucho cuidado de que no os pase nada.
 
-Bueno … si te notas cansado me lo dices, por favor- asintió retomando de nuevo un tono de voz suave perfecto para ese tipo de canciones.
 
Con su dulce voz mezclada con la preciosidad de canción que sonaba en ese momento consiguió que mis ojos se cerraran descansando mi cabeza en el frío cristal. 
 
Debido a los constantes movimientos del coche no llegué a quedarme plácidamente dormido, pero si conseguí relajarme y descansar. Miré el reloj del coche cada vez que mis ojos se abrían por culpa de una carretera bastante desgastada. Una hora y media, dos horas, tres horas, tres horas y media … el tiempo pasaba con una tremenda velocidad al estar medio dormido.
 
-Baek despierta, ya hemos llegado- miré a Chanyeol y después al reloj, eran las once y media de la noche.
 
Salí del automóvil esperando encontrar una gigantesca casa como la de los padres de Chanyeol o una incluso más grande, pero no fue así. Dos mantas estiradas en el suelo junto con unas bolsas de plástico taparon una parte del verde suelo, miré a los lados encontrándome con las miradas felices e ilusionadas de los chicos. En ese preciso instante entendí que significaba esta situación.
 
-Channie, Channie esto es- me cortó mirándome con una enorme sonrisa.
 
-¡Sorpresa!- me tiré a sus brazos besándole, dejando que las lágrimas descendieran por mis mejillas. Lloré de felicidad por haber sido engañado, por no haber sospechado ni un solo segundo que esa tarde era el día elegido para la tan esperada sorpresa.
 
-Channie- me apoyé en su hombro llorando como un niño pequeño.
 
-Baek no llores- me secó las lágrimas tiernamente- anda vamos a sentarnos que he preparado unos sándwich- nos acomodamos imitando a las demás parejas.
 
Mientras que Chanyeol sacaba de las bolsas nuestra cena me dediqué a mirar a los demás: a nuestro lado izquierdo estaban Chen y Xiu Min tumbados boca arriba, contemplando el estrellado cielo; a la derecha Kyungsoo devoraba con ilusión la boca de Jongin.
 
Cenamos con escasa luz sin llegar a sentir ese frío que te llegaba hasta los huesos, parecía que no estábamos en Corea. Pero, gracias a la luz de los móviles, comprobé que estábamos en un precioso acantilado a escasos metros del relajado mar.
 
-¿Te gusta?- asentí admirando el paisaje- es un sitio precioso.
 
-Me encanta-parecía un lugar perdido del mundo, sin embargo era lindísimo -me has engañado.
 
-Lo siento- sonrió sin dejar de mirarme- no te he engañado al cien por cien. Se me había olvidado tu regalo en la oficina y tenía que llegar antes de que cerraran- una mueca de felicidad se apoderó de mi rostro, siempre me había encantando su torpeza.
 
-¿Mi regalo?- no me podía creer que encima de sorprenderme con aquella fantástica noche romántica hubiera más cosas.
 
-Sí- se levantó del suelo abriendo el maletero del coche, sacando una bolsa de papel adornada con un precioso color rosa.
 
-Toma, cariño- sacó una bolsa más pequeña del mismo color de su interior- espero que te guste- me la acercó dejándome con la intriga.
 
Vacié la bolsita extrayendo tres cajitas de joyería. Abrí una de ellas, un precioso y llamativo collar de plata con una simple pero perfecta ''B''.
 
-Chanyeol … es precioso- no podía dejar de mirarlos, a el collar y a Chanyeol.
 
-El otro es para mi, y este -señaló la caja un poco más pequeña- es para nuestro bebé- abrí la cajita, era exactamente igual que el mío, solo que con una ''B'' y una ''C'' juntas.
 
-Me encanta- cogió el mío, adornando mi cuello. Al terminar yo le puse el suyo.
 
-No llores, mi vida- le besé otra vez, sus labios eran los únicos que conseguían que me tranquilizara- también tengo esto- acercó la bolsa más grande, un par de jerseys de pareja de una talla bastante grande, anchito, perfecto para cuando la barriga creciese.
 
-Gracias, muchas gracias Chanyeol- antes de que dijera nada continué- se que te digo que te amo todos los días, pero quiero que sepas que eres lo que más quiero, nunca he conocido a nadie como tú, estoy orgulloso, extremadamente feliz de que vayamos a tener un hijo porque te amo, Chanyeol, te amo con todo mi corazón, ¡Te amo!- grité llorando mirándote, estabas igual que yo, los dos llorando mirándonos, juntándonos con un beso.
 
-Yo también te amo, a ti y a nuestro bebé. A los dos porque sois mi vida, porque eres tú quien cambiaste mi futuro convirtiéndome en la persona más feliz de este planeta- sentí sus manos recorrer mi espalda, y las mías recorrer su cuello.
 
Nos quedamos allí unas horas, tumbados, abrazados, escuchando el calmado ruido del mar.
 
-Chicos nosotros nos vamos a alejar un poco. No hace falta que nos esperéis ni nada- pidieron Suho y Lay metiéndose mano, alejándose unos metros.
 
No solo ellos se lo montaron allí, por lo que escuchamos Xiu Min y Chen se lo estaban montando en los asientos traseros de su coche.
 
-Baek-me acarició el trasero adentrando su mano en el interior de mi pantalón.
 
-Channie vámonos a casa, me encanta esto pero no quiero hacerlo aquí con todos los chicos cerca- asintió recogiendo todo en tanto que nos despedíamos a gritos intentando acercarnos lo menos posible a cada pareja.
 
Pasamos cuatro horas de largo viaje de vuelta a casa, procuré no quedarme dormido, cada vez que mis ojos amenazaban con cerrarse pasaba mi mano por el cuello de Chanyeol, acariciándolo con suavidad.
 
Llegamos a casa, abrimos la puerta y, como siempre dejamos las llaves en el recibidor. Una vez que las llaves se quedaron quietas en el mueble Chanyeol y yo nos acercamos deseosos juntando nuestros labios con desesperación. Nos empujamos mutuamente al interior del dormitorio encendiendo la luz, llenando el cuarto de besos y risas. Chanyeol fue bajando poco a poco de mi boca a mi barriga, pasando por mi cuello, mi clavícula y mis pezones. Jugueteó con mi miembro usando sus dedos, pasando su lengua por él para después metérselo entero en su boca. 
 
-Channie, channie, ¡Chanyeol! -grité su nombre con intensidad pidiéndole que parara, no tardaría mucho en correrme si seguíamos así.
 
-Me encanta cuando dices mi nombre, me vuelves loco- dijo al separarse de mi miembro volviendo a mis labios.
 
-Ahora me toca a mi- cogí el lubricante, sin salir de la cama, del último cajón, extendiéndolo por su miembro con suaves movimientos. 
 
Imité lo que él me acababa de hacer, jugué con su miembro en mi boca, moviéndome, simulando que eran mis manos. El sabor del lubricante se quedó en mis labios, una vez que me pidió que parara, ese sabor a cereza era genial. Chanyeol puso sus dedos delante mía para que los recubriera de aquel líquido viscoso transparente.
 
-Te amo- subí mis piernas dándole más visibilidad.
 
-Yo también te amo- volvió a mis labios en tanto que con una mano acariciaba uno de mis pezones y con la otra introducía uno de sus dedos en mi entrada.
 
Con mucha suavidad, delicadeza y lentitud, siempre era así, iba aumentando el ritmo hasta que me acostumbraba y metía otro. Siempre me calmaba cuando sentía un poco de dolor dejando besos por todo mi cuerpo.
 
-¿Ya?- preguntó con tres de sus dedos en el interior de mi entrada.
 
-Sí- sacó sus dedos y con mucho cuidado fue aproximando su miembro a mi entrada.
 
Una vez dentro esperó a que me acostumbrara saboreando mis labios, mordiéndome la oreja y acariciando mis pezones. Antes de que le pudiera decir que ya podía moverse mi cadera comenzó lentamente a producir sus movimientos. Chanyeol entendió lo que significaba, moviéndose rápido y con movimientos constantes que me hacían gemir su nombre una y otra vez.
 
Eran las cinco de la mañana y estábamos gritando como locos, estábamos cansados y los vecinos estarían hasta las narices de nosotros, así que decidimos no probar cosas nuevas y terminar tumbados en nuestra cama. Chanyeol se corrió en mi interior y yo lo hice en su mano. Agotados, sudados y con mucho sueño, nos abrazamos. 
 
-Te amo- confesé apoyado en su pecho.
 
-Yo también, a los dos- nos besamos de nuevo aprovechando para apagar la luz- Buenas noches.
 
-Buenas noches- dejé que el cansancio y lo tarde que era hicieran efecto en mi cuerpo.
 
Me dormí pensando en la sorpresa, sintiendo como el collar que me había regalado se apoyaba en mi cuello buscando el sueño.
 
Notas finales:

¿Qué tal? ¿Qué les ha parecido? 

Por fin aparece la tan esperada sorpresa y el lemon después de tanto tiempo jejejejje El Baekyeol <3 

Dejen reviews con sus comentarios, por fiiii <3

Espero que les haya gustado :3

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Muchas gracias por leer ^^

Os quieroooo <3

 

 


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