Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sois mi vida por CWC

[Reviews - 206]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaa ^^

Capítulo 15 :3 que felicidad jejejej El primer especial del fic es para .... jejjeje HunHan

Se que queriais otras parejas pero no os preocupéis, es casi seguro que haré especiales de todas las couples ^^

Muchas gracias por los reviews, me encantan :3 

Espero que os guste el capítulo <3

Salí de mi profundo sueño al escuchar el intenso e irritante ruido del despertador. Moví mi cabeza buscando alguna posibilidad de que aquel molesto aparato parara y se estampara contra el suelo rompiéndose en pedazos. Abrí mis ojos al comprobar que, como todas las mañanas , el despertador seguía igual. Abracé, con más fuerza, el peluche que días atrás Sehun me había regalado en la sorpresa que nos tenían preparada.
 
-¿Ya estás despierto? - retiró su mano, que descansaba tranquilamente en mi cintura, incorporándose para mirarme con una encantadora sonrisa.
 
-Sí- me giré juntando nuestros labios en un precioso beso de buenos días.
 
Todas las mañanas eran así: Sehun dejaba que el despertador sonara hasta que yo me despertaba, con la intención de evitar que pagara mi mal despertar con él; me preguntaba si estaba despierto, y si la respuesta era afirmativa, o simplemente había una respuesta, me besaba y apagaba el molesto aparato.
 
-Voy a ducharme- nos levantamos de la cama dándonos un último beso, que vino acompañado de un tierno y gustoso abrazo, nos separamos adentrándonos Sehun en la cocina y yo en el cuarto de baño.
 
Cerré la puerta del baño deshaciéndome del pijama de pareja que nos habíamos regalado en nuestro aniversario. Lo dejé perfectamente doblado encima del lavabo. Me metí en la bañera dejando que el agua caliente descendiera por mi cuerpo.
 
Estaba a punto de cerrar el grifo cuando Sehun entró en el baño indicándome, con un rápido beso, que el desayuno ya estaba listo. Me tendió una toalla, nada más cortar la salida del agua, me cubrió con ella aprovechando para darme un fuerte abrazo.
 
-Te espero en la cocina- se alejó después de apoyar su cabeza en mi cuello, mojándose con algunas gotas salvajes de agua.
 
-No tardo- me sequé en milésimas de segundo dirigiéndome a nuestro pequeño vestidor.
 
Como siempre, me vestí con la ropa que Sehun me había preparado. Teníamos la extraña manía de elegir la ropa del otro. Ese día saqué del armario un sudadera negra junto con unos pantalones de deporte del mismo color. Era martes, por lo que Kai, Sehun y posiblemente Chanyeol bajarían al sótano, que Kai había arreglado para practicar un poco de baile, en el mismo edificio de su oficina. Los tres se pasaban la hora y media que tenían de descanso en esa sala repleta de cristales y un perfecto equipo de sonido.
 
-Que bien te queda ese jersey blanco- comentó con una sonrisa orgullo del conjunto que había elegido.
 
-Sí, pega muy bien con mi piel-me senté en la mesa de la cocina dándole rápidos sorbos al café con leche- está genial- se levantó de su silla quitándome la espuma que se me había quedado en mi labio superior- gracias- le agradecí sonriente sintiendo sus brazos por mi cuello.
 
-Te quiero Luhannie- susurró en mi oído consiguiendo que me levantara para abrazarle.
 
-Yo también, Sehun- le besé apasionadamente saboreando sus gustosos labios.
 
-Voy a comprar una película de miedo de camino al trabajo, nos la vemos esta noche si quieres -asentí sin separarme de su agarre- y ya que estoy puesto, si te apetece, compro unas cositas para esta después - sonreí deseando que el día terminara lo antes posible, estaba deseando tener un momento romántico con él.
 
-Vale, sorprendeme con algún sabor que llevemos tiempo sin probar.
 
-Entendido- sus suaves manos recorrieron mi cintura- si no te das prisa vas a llegar tarde al trabajo -informó nada más fijarse en la hora que marcaba el reloj de pared colgado en la cocina.
 
-Me voy ya- cogí las cuatro cosas que necesitaba , me puse el abrigo con ayuda de Sehun y salí de casa.
 
-Hoy voy a pasar a recogerte, quiero llevarte a un restaurante que me ha recomendado Tao- gritó apoyado en el marco de la puerta en tanto que el ascensor venía.
 
-Genial, entonces te espero. Nos vemos luego, cariño- volví a su lado despidiéndome con un beso aprovechando mientras que el ascensor se abría- te quiero.
 
-Yo también.
 
Caminé por la calle escuchando las canciones que los chicos me habían recomendado, tenía una mezcla de canciones en chino, en coreano y en inglés. También tenía una combinación de canciones lentas y románticas que, sin duda, eran de Baekhyun y de Chen, mientras que las más moviditas eran de Kai, Tao y Sehun.
 
Entré en el edificio encontrándome con unos felices Suho y Lay, que me acompañaron durante el corto trayecto del ascensor, aunque tuvieron que bajarse unas plantas antes que yo.
 
-Hola Kyungsoo – le saludé, como todas las mañanas, con un suave golpe en el hombro.
 
-Buenos días Luhan- levantó la vista del ordenador fijándose en como colocaba el abrigo en la silla.
 
-¿Qué tal estás?- tomé asiento sacando tema de conversación.
 
-De maravilla, tenía unas ganas tremendas de quedarme tumbado en la cama con Kai a mi lado- confesó con aegyo.
 
-Por eso siempre llegas el primero- le molesté sacándole la lengua.
 
-Sabes que soy muy puntual, no me gusta llegar tarde.
 
-Kyungsoo llegar tarde es Baekhyun, ser puntual soy yo, pero lo tuyo es llegar diez minutos antes de que empiece tu turno- puso una cara de enfado.
 
Me encantaba molestarle. Aunque sabía, porque Sehun me lo había contado, que como ellos dos venían en moto Jongin tenía que traerle diez minutos antes para poder llegar a tiempo a su trabajo, ya que los dos entraban a la misma hora.
 
-¿Y tú? ¿Qué tal estás? -cambió de tema rápidamente.
 
-Muy cansado, quiero que sea domingo.
 
-¿Y eso? ¿Qué has estado haciendo con Sehun?- bromeó sonriente, iba a contestarle, sin embargo, antes de que dijera nada continuó horrorizado- no me lo digas, prefiero no saberlo.
 
-¿Qué prefieres no saber? -se cuestionó Baekhyun que acababa de llegar con una enorme sonrisa.
 
-Kyungsoo que le digo que estoy cansado y se monta cosas pervertidas en su cabeza- expliqué brevemente -ropa nueva ¿Verdad?.
 
-Sí -se salió el aegyo de siempre- ayer, después del trabajo, comimos fuera y nos compramos ropa nueva. Es muy anchita para que la barriga crezca mucho- estiró enseñándonos, que efectivamente, esa sudadera era dos, tres o incluso cuatro tallas más grande que la suya.
 
-Nuestra sobrina va a ser muy guapa ¿A qué si? -asentí ante el seguro comentario de Kyunngsoo.
 
-Vamos a ganar esa apuesta y tus tres titos van a tener que tintarse el pelo- solté con alegría.
 
-Que seguros estáis – se rió acariciándose la barriga.
 
-Por supuesto -comentamos los dos.
 
-Eso mismo dicen Xiu Min, Kai y Kris-nos molestó sentándose entre los dos.
 
Comenzamos nuestro trabajo completando cada uno de los informes en el ordenador. Me encontraba tan cansado que no pude evitar soltar, cada dos por tres, unos suspiros que se acabaron convirtiendo en bostezos.
 
-No aguanto más, voy a por un café ¿Queréis algo?- me levanté de la incómoda silla poniéndome el abrigo.
 
-Yo quiero una infusión, por fi.
 
-Yo un café con azúcar, por favor- pidió Kyungsoo molestándose conmigo por adelantarme y hacer lo que semanas antes hacía él.
 
Bajé por las escaleras con la intención de evitar la aglomeración de gente que a esas horas salía a tomar un café. Pensé en como, exceptuando ese día que me encontraba muy cansado, siempre me apresuraba solo para hacer enfadar un poco a Kyungsoo. 
 
Entré en la cafetería del final de la calle, pidiéndole a la chica joven del mostrador lo que los chicos habían pedido junto con un vaso gigante de café bien cargado. Esperé unos minutos a que todo estuviese listo, pagué las tres cosas y paseé tranquilamente alargando mis pasos hasta la oficina. Le fui dando pequeños sorbos a mi café en tanto que el ascensor subía.
 
-Aquí tenéis- dejé sobre la mesa de cada uno su bebida.
 
-Muchas gracias- respondieron a la vez.
 
Reanudamos nuestro trabajo dejando que las horas pasaran poco a poco. Me distraje, retirando toda mi atención del ordenador, en el momento en el que mi móvil comenzó a sonar. Saqué el aparato del bolsillo del abrigo sintiendo las miradas de D.O y Baekhyun centradas en mi. Al contrario que ellos Sehun y yo no nos solíamos enviar mensajes mientras que estábamos en el trabajo, y mucho menos nos llamábamos hasta que no fuera la hora de la salida. Antes de responder la llamaba me fijé en el destinatario, sorprendiéndome al ver el nombre de Kai.
 
-¿Jongin? -pregunté consiguiendo que los otros dos me prestaran aun más atención.
 
-Luhan- pronunció mi nombre con preocupación, me estaba asustando- Sehun se ha caído mientras bailábamos. Estamos en el hospital- le corté un tanto desesperado.
 
-¿Qué Sehun, qué? ¿Está bien? - no me podía creer nada, una lágrima se escapó descendiendo por mi mejilla.
 
-Sí, le están haciendo unas radiografías. Él está bien, no te preocupes- informó intentando tranquilizarme.
 
-Ahora mismo voy- colgué cogiendo el abrigo en tanto que les explicaba a los dos espectadores lo poco que sabía.
 
Salí corriendo de la oficina dejando a Baekhyun y a Kyungsoo a cargo de que le explicaran a la jefa porque me había ido en horario de trabajo. Me subí en uno de los taxis que a esa hora esperaban impacientes por algún cliente. Le pedí al conductor que, por favor se diera prisa, que tardara lo menos posible en llegar al hospital.
 
Entré por la enorme puerta al blanco y triste hospital. Llamé a Kai preguntándole dónde estaban, a lo que respondió ''En la planta baja, en la sala de curas número cinco.
 
Seguí los carteles hasta que me encontré con Kai y con Chanyeol, ambos estaban sentados en los incómodos asientos a la espera de que Sehun saliese del cuarto.
 
-¿Cómo está? -intenté regular mi respiración.
 
-Le están escayolando la pierna. Íbamos a entrar con él, pero ya sabes como se pone, nos ha echado a gritos- comentó Kai mucho más tranquilo en comparación con la primera llamada.
 
-Voy a entrar-  me adentré en la habitación viéndole tumbado, con la pierna siendo tratada por la enfermera- Sehun- me acerqué a él a una velocidad máxima- ¿Cómo estás? -me fulminó con la mirada.
 
Pensé que se pondría a gritar desesperadamente para que me fuera, para que le dejara en paz y no le molestara. Sin embargo, a la milésima de segundo de fijar sus ojos con los míos, su labio inferior tembló ocasionando unas potentes lágrimas. Abracé su rostro con mis manos, le pegué a mi pecho y dejé que llenara mi chaquetón de sus gotas saladas. Intenté que, poco a poco, fueran disminuyendo con dulces palabras reconfortantes.  
 
Sabía de sobra lo que significaba, tanto para Jongin como para él, el baile. Les volvía locos pasar horas y horas encerrados en el sótano inventando coreografías para canciones de diferentes estilos. Por lo grande que era la escayola, recubría desde su pie hasta la rodilla, intuí que era algo bastante grave que desgraciadamente le iba a tener un tiempo alejado de su mayor afición.
 
-Esto ya está listo- la enfermera se encaminó a la puerta- voy a avisar al doctor- le sonreí son soltar a Sehun.
 
-Cariño- le llamé- Sehunnie- levanté su rostro completamente cubierto de lágrimas -no llores más, por favor- le sequé las mejillas con un pañuelo de papel que llevaba en el bolsillo.
 
-Oh Se Hun ¿Verdad? - se cuestionó el doctor nada más entrar.
 
-Sí -respondí en su lugar separándole de mi, cogiéndole de la mano.
 
-Como te dije antes no ha habido que hacer ninguna cirugía. Vas a estar dos meses con la escayola guardando reposo, y después tres meses en rehabilitación, los lunes, miércoles y jueves -informó el doctor acercándome unos papeles -sé que es bastante tiempo, pero te aseguro que después podrás volver a bailar -sonrió dándome más papeles- le hemos administrado unos calmantes suaves por el dolor, se los he recetado porque los primeros días es posible que le duela- me explicó directamente a mi. Le eché un vistazo rápido a los papeles, averiguando que se había fracturado la tibia del pie derecho.
 
-Bueno Sehun ya te puedes ir a casa. Sería conveniente que vinieras para una revisión cada tres semanas.
 
-No faltaremos -le doctor acercó una silla de ruedas situada en la esquina del cuarto donde, entre los dos, sentamos a Sehun.
 
-Fuera os están esperando mucha gente. Nos vemos en la próxima cita. Y no hagas esfuerzos- se despidió saliendo antes que nosotros por la puerta, dejándola ligeramente abierta, así que los chicos no tardaron en aprovechar asomándose descaradamente.
 
-Hola- salimos de la habitación. Saludé mucho más tranquilo tanto a Kai y a Chanyeol, como a todos los demás que acababan de llegar.
 
Estaban todos menos Tao, que seguía en la universidad y, con el móvil en silencio no se había enterado de las llamadas de Kris. Sehun agachó la cabeza medio avergonzado, medio orgulloso de que todos se preocuparan por él: Jongdae había salido de la oficina corriendo, arrastrando a Minseok que estudiaba tranquilamente en la biblioteca; Kris se excusó de una aburrida reunión con unos clientes chinos; Suho y Lay, por sus pelos desordenados, intuimos que estaban teniendo alguno de sus momentos pervertidos en algún lugar de la oficina; y D.O y Baekhyun vinieron en taxi nada más terminar de explicarle a la jefa lo que había pasado.
 
-¡Hey! ¿Qué tal estás? -comenzó Kris intentando animarle. Al ver que no respondía decidí intervenir.
 
-Bien- me agaché juntando mi cabeza con la suya- no se ha hecho nada que no se pueda solucionar con una dosis potente de cariño -Sehun se sonrojó y los chicos sonrieron mirándonos tiernamente.
 
-A ver si con ese cariño consigues quitarle esa inexpresividad de la cara- bromeó Baekhyun consiguiendo que todos riéramos o, al menos, sacáramos una sonrisa.
 
Nos quedamos unos minutos entre risas sin poder dejar de prestarle atención a las miradas que se echaban Sehun y Baek.
 
Nos despedimos de los chicos una vez fuera del hospital. Íbamos a pedir un taxi cuando Kris nos ofreció amablemente llevarnos a casa. Entre los dos, y con ayuda de los demás, metimos a Sehun en el asiento trasero de su Hyundai todoterreno. Llevé, al interior del edificio, la silla de ruedas que nos había dejado el médico.
 
Me monté al lado de Sehun después de despedirme de los demás. Le agradecí a Kris por tener ese detalle con nosotros, en tanto que unas canciones chinas sonaban por todo el automóvil.
 
Tuvimos suerte de encontrar aparcamiento enfrente del portal. Kris y yo salimos del coche apoyando los brazos de Sehun en nuestro hombros. Andando con solo una pierna, ya que tenía prohibido apoyar la otra, y con pasitos cortos nos adentramos en el edificio.
 
Subimos por el ascensor apoyándonos en los cristales que recubrían aquel pequeño espacio. Entramos en el piso dejando a Sehun tumbado en la cama. En un principio pensamos en dejarle en el sofá, pero Kris sugirió que para que no tuviera que moverle yo solo lo mejor era en la cama.
 
-Gracias, Kris- agradecí sinceramente.
 
-Ya verás, no me cuesta trabajo. Si quieres para llevarle al trabajo puedo venir a recogerle- comentó en el pasillo- una vez que cojo el coche para llevar a Tao a la universidad no me importa, además así puedo librarme de mi padre las primeras horas.
 
-Muchas gracias, ya te aviso si eso- nos adentramos en la cocina- ¿Quieres algo de beber? -le ofrecí sacando dos refrescos del frigorífico.
 
-No pero gracias, tengo que ir a recoger a Tao -miró su reloj con prisa- me voy, avisarnos si necesitáis algo- asentí viéndole tomar el ascensor.
 
-Sehun, cariño- entré en el dormitorio cogiendo el mando de encima de uno de los muebles que adornaban la habitación- voy a preparar la comida ¿Te apetece algo en especial? -coloqué uno de los cojines debajo de su pierna escayolada.
 
-No, lo que tu quieras está bien.
 
-Entonces haré ramen- sonreí encendiendo la televisión- no tardo- le besé en la frente.
 
Preparé la comida en escasos diez minutos.
 
No tardamos más de media hora en dejar los platos vacíos encima de nuestras mesitas de noche. Me llevé todo con mucho cuidado dejando las cosas en el fregadero. En mitad del trayecto escuché su móvil sonar desde su bolsillo, lo cogió con rapidez, informando al asustado Tao de que estaba bien.
 
Me tumbé en la cama abrazándole mientras veíamos un programa que enseñaba lugares preciosos que visitar en Corea.
 
-Cuando nazca el bebé de Baekhyun y Chanyeol podríamos ir a ese sitio- era una preciosidad de lugar, con unas vistas y unas cascadas impresionantes.
 
-Pues sí.
 
Dejamos que el tiempo pasara hasta que la oscuridad cubrió la habitación y tuve que levantarme a encender las luces.
 
-¿Qué quieres cenar?- pregunté pensando en lo que teníamos en casa.
 
-Nada, no tengo mucha hambre- una expresión de dolor se apoderó de su rostro.
 
-¿Qué te pasa? -volví a preocuparme.
 
-Me duele un poco.
 
-Mierda. Se me ha olvidado comprar el medicamento en la farmacia.
 
-No te preocupes, ya mañana vamos- se incorporó al verme salir precipitado del cuarto.
 
-De eso nada- fui a la entrada poniéndome el chaquetón- intentaré no tardar- antes de salir decidí coger un yogur, junto con una servilleta y una cucharilla -tómatelo mientras vengo- se lo dejé a unos centímetros de su lado de la cama.
 
-Vale- le besé en la frente antes de salir.
 
Con el frío calándome los huesos me encaminé, con prisa, en busca de una farmacia abierta. La que había dos calles atrás acababa de cerrar, la de la esquina del parque estaba cerrada y la otra que recordaba por la zona estaba igual.
 
Si me hubiese llevado el móvil podría haber buscado otra cercana, desgraciadamente olvidé el aparato en mi mesita de noche. Les pregunté a un par de personas que a esas horas sacaban a sus mascotas.
 
Al final, gracias a las indicaciones de un hombre mayor y una mujer joven, conseguí dar con una farmacia abierta las veinticuatro horas. Compré la caja de pastillas recetada por el médico junto con unas muletas. Iba a pasar cinco meses así, por lo que seguramente con eso estaría más cómodo.
 
-Ya he llegado-avisé nada más sacar las llaves de la cerradura.
 
-Me tenías preocupado -dijo alzando la voz desde el cuarto.
 
-He traído esto-le enseñé ambas cosas- cuando te pongas bien si quieres las tiramos- me referí a las muletas por si se molestaba por haberlas comprado.
 
-No, mejor las guardamos en la parte alta del armario, en el fondo- asentí sonriente.
 
-Voy a por agua- cogí una botella pequeña de la cocina dándosela a Sehun acompañada de la pastilla.
 
-¿Estás mejor?- pregunté pasada una media hora.
 
-Regular, parece que tarda un poco en hacer efecto-informó pasando sus brazos por mi cintura.
 
-Espero que se pase -me acercó a su lado haciéndome sentir el calor de su delgado cuerpo. Apoyé mi cabeza en su pecho, un estornudo me hizo separarme de él  unos centímetros.
 
-Cariño te vas a resfriar por mi culpa -me besó en la cabeza tiernamente.
 
-Estoy bien. No me gusta verte con esa expresión de dolor -confesé mirándole a los ojos.
 
-Pero con el frío que hace, tú solo, eres demasiado guapo para ir así por la calle.
 
-Eso me recuerda a cuando alguien -le señalé con el dedo- salió corriendo a comprar unos condones-reí al recordar su cara en el momento en el que le paré con todo el calentón encima.
 
-Después de pasar un buen rato buscándolo llegué a casa y alguien- me señaló -se había quedado dormido.
 
-Lo siento- me disculpé con aegyo -vamos a ponerte el pijama- salí de la cama soltándome de su agarre.
 
Abrí el segundo cajón de su mesita sacando su pijama, que al igual que el mío, era guardado cada mañana por Sehun una vez que yo salía para ir al trabajo.
 
Le quité, con mucho cuidado de no hacerle daño, los pantalones holgados de gimnasia, descubriendo que su miembro estaba bastante animado.
 
-¿Qué es esto?- no podía dejar de mirar la zona de su bóxer colorado como un tomate.
 
-Sabes que me pones mucho cuando me tocas, no me puedo resistir- sonrió pervertidamente tirando de mis brazos, acabando encima de él.
 
-Estoy pensando en una forma de que se te pase el dolor -me mordí el labio inferior provocándole.
 
-No te estarás aprovechando de mi porque no puedo moverme ¿Verdad?
 
-Ahora que lo dices, aprovecharé- sonreí cogiéndole por el cuello pegando nuestros rostros, fundiéndonos en una apasionado beso lleno de lujuria.
 
Sus brazos recorrieron mi cintura levantándome el jersey, tirándolo al suelo sin preocupación. Me deshice de su sudadera en tanto que él se ocupaba de mis pantalones. Sus caricias podían conmigo: repartió besos por mi cuello y por mi clavícula, acarició mis pezones y masajeó mi miembro por encima del bóxer, que no tardó mucho en caer al suelo.
 
-Luhan ¿Puedes ir a por el lubricante y los condones, por favor? - pidió deseoso de que dejara de saborear su miembro en el interior de mi boca.
 
-Voy -salté del colchón aterrizando en el suelo con una pose triunfal. Corrí al baño, donde saqué, del primer cajón del mueble de las toallas limpias, el lubricante. Busqué la caja de condones con velocidad, recordando que unos días atrás los gastamos -Sehun ¿Has comprado esta mañana lo que me has dicho que ibas a comprar?
 
-Sí, pero lo he dejado en la oficina -cerré el cajón volviendo a la cama dando saltitos de felicidad.
 
-Toma- le entregué el bote de aquel líquido viscoso transparente efecto frío.
 
-¿Y lo otro? -se sorprendió.
 
-Lo gastamos -informé restándole importancia- no voy a volver a ir a la farmacia.
 
-Vale, vale-sonrió animado, si no fuera por el embarazo de Baek nunca nos habríamos planteado usar protección. Volví a sus labios deseoso de probarlos de nuevo. 
 
Me di la vuelta acercando mi entrada para que tuviera una mejor accesibilidad. Adentró uno de sus dedos, perfectamente lubricado, con mucha delicadeza produciéndome una sensación de frío que me encantaba. Metió un segundo dedo simulando embestidas, mi cuerpo se movía al compás de sus dedos.
 
-¿Qué postura quieres hacer? Estoy un poco limitado -se cuestionó sin dejar de prepararme.
 
-Yo me encargo- sacó sus dedos de mi interior.
 
Le pedí que se acomodara descansando la espalda contra el colchón. Con rapidez, sin ni siquiera pensármelo dos veces, bajé mi cuerpo consiguiendo que su miembro se adentrara en mi. Una lágrima de dolor descendió sin control, tendría que haber ido más despacio.
 
-¡Luhan, no seas bestia! -inclinó su espalda sobresaltado- te estás haciendo daño, cariño -limpió mi lágrima con su pulgar- prometeme que tendrás cuidado- asentí dejando que los segundos pasaran.
 
Una vez que me acostumbré empecé a montarle. Primero despacio, saliendo y entrando lentamente, aumentando el ritmo hasta que los dos gemíamos gritando el nombre del otro.
 
Era la primera vez que empezábamos y acabábamos con esa postura. Íbamos a pasar cinco meses así, por lo que sin duda pensé en buscar nuevas posturas para hacer.
 
Sehun se corrió en mi interior mientras que yo lo hice manchando su abdomen.
 
-Has estado genial, Luhannie- nos acurrucamos todo sudados intentando normalizar nuestra acelerada respiración.
 
-Tú también- apagué la luz del cuarto y puse el despertador a la misma hora de siempre.
 
No tardé ni un minuto en dormirme, fue escuchar la preciosa dedicatoria de Sehun con su cariñoso ''Te amo'' y mis ojos no tardaron en cerrarse con una amplía sonrisa en mi rostro.
 

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Qué os ha parecido?

No tenía pensado poner lemon pero al final salio solo jejejje ^^

Dejen comentarios con sus opiniones, por fiiii 

Espero que os haya gustado <3

Muchas gracias por leer ^^

Un súper abrazooo

Os quierooooo <3

   


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).