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Sois mi vida por CWC

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Notas del capitulo:

Holaaaa ^^

Muchísimas gracias por los reviews, me han animado un montón :D me han puesto muy feliz. Muchas gracias :3

Espero que os guste el capítulo <3

Aquella madrugada me desvelé por culpa de las fuertes patadas que Haeyoung me estaba dando. Habían pasado dos semanas y las patadas se habían hecho cada vez más continuas y potentes, hasta llegar al punto en el que Chanyeol se preocupó tanto que acabó por llevarme al médico. Aunque al principio el doctor que nos atendió pareció alarmarse, tras un par de pruebas, descubrió que Haeyoung estaba bien, que solo estaba un poco inquieta.

 

Me giré encontrándome con el completamente dormido cuerpo de Chanyeol. No pude evitar que una notable sonrisa se adueñara de mi rostro, tenía la boca ligeramente abierta y los ojos cerrados sin ningún tipo de presión. Unas tremendas ganas de abrazarle se apoderaron de mi, parecía un adorable niño pequeño de apenas seis años.

 

Aunque me hubiera encantado quedarme un rato más mirándole con detenimiento, o convenciéndome mentalmente de quitar todo el deseo que tenía de tocarle, no pude aguantar más las ganas de ir al baño.

 

Una vez que terminé salí del cuarto de baño fijándome en como Chanyeol seguía dormido, afortunadamente no le había despertado. Me dirigí al salón tras asegurarme de dejar la puerta casi cerrada. Me tumbé en el sofá acariciándome la barriga con movimientos circulares, intentando que Haeyoung se tranquilizara y dejara de dar patadas.

 

Pasada una media hora dejé de sentirla. Todavía era bastante temprano, por lo que se me ocurrió volver a la cama, sin embargo, ya me había desvelado y las ganas de dormir habían desaparecido. Encendí una pequeña lámpara que escasamente iluminaba la zona en la que me encontraba. No quería poner la televisión para así evitar que el ruido molestara a Chanyeol, por lo que cogí uno de los libros que estaban en la mesita de al lado del sillón y empecé a retomar la historia en el mismo lugar por el que la había dejado un par de días atrás.

 

En uno de los capítulos, mi mente salió momentáneamente de todo lo que estaba pasando, recordé el día en el que compramos el libro. Nos encontrábamos volviendo a casa por una calle paralela a la de siempre, ya que estaban arreglando las aceras y pasar por allí era casi imposible. Íbamos caminando a un paso bastante lento cuando nos topamos con una librería. Después de un rato pensándonos si entrar o no, nos acabamos adentrando en la gigantesca tienda. No recuerdo en que momento de los cuarenta y cinco minutos que estuvimos allí, nos dio por ojear por encima los libros, y mucho menos por comprarnos unos tres libros cada uno, toda una locura.

 

Me volví a centrar en aquellas seiscientas ochenta y tres páginas notando como inconscientemente me iba metiendo en la interesante y curiosa historia de amor, que no dejaba de llenarse de problemas.

 

Despegué mis ojos de la lectura con la intención de descansar unos instantes. Vi mi móvil cerca, así que inmediatamente me fijé en la hora, las nueve y cincuenta y tres minutos de aquel viernes. Me daba cosa tener que despertar a Chanyeol pero habíamos quedado a las once con Luhan y Sehun, y me apetecía desayunar con lentitud disfrutando del tiempo.

 

Regresé al dormitorio concentrándome en como los brillantes rayos del sol iluminaban la habitación. Por culpa de las oscuras cortinas que teníamos puestas en el salón, no pude percatarme del amanecer de aquella mañana.

 

Me centré de nuevo en Chanyeol al escucharle soltar un leve ,y apenas audible, ronquido. Lejos de molestarme, me pareció un gesto tan adorable que no pude ocultar una sonrisa. Me senté en uno de los escasos huecos libres del colchón, se había movido tanto desde mi salida que se había estirado ocupando toda la cama. No quería despertarle, ni interrumpir su tranquilo sueño, sin embargo, tras observar el despertador de su mesita, me decidí a no esperar mucho más. Cogí su manos izquierda, que estaba escondida debajo de las sábanas, la junté con la mía notando como la suya estaba un poco más caliente y, con mucha delicadeza, la dejé sobre mi barriga.

 

Al principio pareció no percatarse de nada pero, al sentir una patada algo fuerte, la expresión de su rostro cambió desconcertada. Le aparté la mano de la zona para dejarla en el colchón, prácticamente en el mismo lugar en el que estaba antes. Me acaricié la barriga con la intención de que el golpe no se repitiese, mientras que Chanyeol se movía lentamente para terminar acurrucándose a un lado de la cama.

 

-Cariño a levantarse- se escondió aun más entre las sábanas- venga, que ya te he dejado dormir bastante, guapetón- me tumbé a su lado abrazándole tiernamente.

 

-Dejame un poquito más, sólo cinco minutos- intentó convencerme arropándome, haciendo que mi piel notara la suavidad y el calor que trasmitían las sábanas.

 

-Channie hemos quedado a las once, no seas así. Gracias a Luhan nos hemos cogido el día libre.

 

-De eso nada. Por su culpa voy a tener que trabajar el lunes por la tarde- se pegó a mi ocultando su rostro en mi cuello.

 

-Sabes que cuando se le mete algo en la cabeza no hay quien le cambie de idea. Tampoco pasa nada por un día de descanso, yo también tengo que trabajar el lunes, todo el día, tú con Sehun y yo con Luhan.

 

-Ya, pero jo... -le besé en la mejilla para que dejara de quejarse.

 

-No te pongas así. Mira el lado positivo, no nos hemos tenido que despertar a las siete- junté nuestros labios dándole los buenos días.

 

-Vale, tienes razón- le dediqué una cariñosa sonrisa.

 

-Anda, vamos a desayunar- asintió saliendo él primero de la cama para ayudarme a levantarme.

 

Nos alejamos de nuestro cuarto adentrándonos en el salón para ir a la cocina. Chanyeol iba un par de paso por delante de mi, por lo que al pararse de golpe no pude evitar chocarme con su espalda.

 

-Lo siento cariño- se disculpó de inmediato comprobando que estaba bien- ¿Cómo que está la lámpara encendida?- preguntó con un tono de duda, seguramente manejando la posibilidad de habérnosla dejado así toda la noche.

 

No solíamos tener la costumbre de dejar esa lámpara iluminando el salón, sin embargo, coincidió que Chanyeol la había puesto por la noche para leer unos papeles que había traído de su trabajo y que necesitaba revisar.

 

-Es que me he levantado temprano y me he puesto a leer un rato.

 

-¿Por qué no me has avisado?- estaba preocupado, no era la primera vez que me pasaba esto, ni la primera que me decía lo mismo- Baek no vuelvas a hacerlo, por favor- suspiró con tristeza- ¿Te dolía mucho? ¿Estás mejor?.

 

-Sí, me encuentro genial- le besé inesperadamente buscando alegrar el ambiente- si no nos damos prisa estoy seguro que Luhan nos sacará de la casa aunque estemos con el pijama- sonreí contagiándole el gesto- ¿Te apetecen tostadas?.

 

-No queda pan, creo que nos vamos a tener que conformar con las galletas- sacó el bote de café junto con el sobre de manzanilla- aunque si te apetece me visto en dos segundos y bajo a comprarlo.

 

-No pasa nada, con las galletas tenemos. ¿Quieres las de chocolate o prefieres las de canela?.

 

-Las que tú quieras, a mi me da igual.

 

-Las de chocolate entonces- dejé el paquete sobre la mesa, acompañado de la taza de café caliente que acababa de salir del microondas.

 

Desayunamos con tranquilidad, aunque sin dejar de prestarle atención a la hora. Al principio nos entretuvimos hablando de los chicos. Chanyeol me contó que Kai les dijo, a Sehun y a él, que su vecina de al lado fue por la mañana a pedirles que no gritaran tanto a esas horas de la noche, que tenían un niño pequeño y que no querían que escuchara esas cosas. No pude evitar reírme e interrumpir momentáneamente el desayuno, a esos dos les pasaban unas cosas. Conforme el tiempo pasó cambiamos de tema, hablando sobre lo que nos faltaba para tener listo el cuarto de Haeyoung. Ya habíamos encargado la cuna, las cortinas que nos gastaron y un cambiador con dibujos de ositos que todavía no sabíamos donde poner.

 

Una vez que terminamos nos dirigimos al cuarto de baño. Tardamos aproximadamente una media hora en ducharnos juntos, y aunque hubieron besos y roces irresistibles, al final conseguimos controlar la tentación.

 

-Baek ¿Quieres que prepare la ropa?- se ofreció con alegría en tanto que me secaba la espalda con la toalla.

 

-Como quieras, a mi me da igual- sentí sus gustosos labios en mi cuello.

 

-A ver si elijo bien- su respiración chocaba contra mi hombro, poco a poco fue pasando su nariz por toda la zona.

 

-Channie … - me mordí el labio inferior con fuerza- sabes como entretenerme- me giré mirándole fijamente a los ojos- voy a lavarme los dientes.

 

-Vale- al alejarme escuché como me mandaba un sonoro beso desde donde estaba.

 

Dediqué toda mi atención en el espejo, que por culpa del agua caliente que habíamos utilizado, estaba completamente tapado por el vapor. Conforme los segundos pasaban se iban quedando pequeños huecos de visión. Para cuando terminé de lavarme los dientes, el espejo ya estaba como siempre.

 

Salí del baño fijando mi mirada en lo que Chanyeol había dejado preparado en la cama. Él estaba sentado en mi lado del colchón, en una de las esquinas pegado a mi mesita de noche. Tenía los ojos pegados en su móvil, leyendo algún mensaje que después pareció contestar.

 

Aunque me daba curiosidad lo que estaba haciendo intuí que sería algo del trabajo o posiblemente de Luhan para avisarnos de que venían en camino, así que cogí el bóxer a rayas que había dejado preparado.

 

-Me has asustado- dejó el teléfono en mi mesita apartando ligeramente la ropa, dejándome espacio para sentarme a su lado.

 

-Lo siento- me disculpé tomando asiento, vistiéndonos casi a la vez.

 

Me encontraba de vuelta en el baño en el momento en el que Luhan tocó el timbre. Dejé el delineador en el lavabo tras un último vistazo en el espejo.

 

-Baekhyun nos están esperando abajo- gritó avisándome desde la entrada del piso.

 

-Voy- fui hasta él, me ayudó a ponerme el abrigo, cogimos el dinero junto con nuestros móviles y salimos de casa.

 

En la puerta del portal nos encontramos a Luhan. Se le veía sonriente mientras sujetaba la puerta del portal, dejando pasar, muy educadamente, a todos los vecinos.

 

-¡Por fin!- soltó la puerta con entusiasmo- ya están aquí los tardones- le seguimos sin decir nada, acercándonos a un coche todoterreno aparcado en doble fila.

 

Nos montamos en los asientos de atrás viendo como Luhan se sentaba frente al volante, en tanto que Sehun nos saludaba con un simple ''Hola'' desde el asiento del copiloto.

 

Normalmente era Sehun quien conducía, por lo que, durante el trayecto, no pude resistirme a centrar mi vista en el concentrado conductor. Aunque Luhan tenía el carnet desde hace muchos años, al empezar su relación con Sehun dejó de lado el automóvil. Él siempre decía que era mucho más interesante ver a Sehun concentrado en la carretera que estar pendiente de la velocidad, de las cuervas y de los otros vehículos. Cosa que comprobé, a los pocos días, con Chanyeol.

 

-Ya estamos llegando- nos avisó al detener el coche en un paso de peatones.

 

-Genial- le contesté animado con una sonrisa en mi rostro.

 

-¿A dónde queréis ir primero?- preguntó conforme el coche iba bajando por una rampa al segundo aparcamiento subterráneo.

 

-No sé …

 

-Donde queráis, a mi no me importa- confesó Chanyeol quitándose el cinturón.

 

-Lo mismo digo- Sehun fue el primero en bajar del vehículo.

 

-Pues entonces elegimos nosotros, como queramos- Luhan me cogió del brazo con felicidad- plaza 22F, que no se os olvide chicos- juntos nos acercamos a los ascensores, dejando a Chanyeol a cargo de un Sehun, que podía ir apoyando el pie pero ayudándose de una muleta y a un paso bastante lento.

 

En un intervalo de dos horas y cuarenta minutos recorrimos cinco tiendas de ropa, una de decoración para el hogar y dos de accesorios. Acabamos con todas las manos llenas de bolsas, por lo que pensamos en llevarlas al coche y así poder seguir después comprando más tranquilos. No obstante, al ver todos los restaurantes completamente llenos y una única mesa libre en una de ellos, rápidamente descartamos la idea, dejando las bolsas pegadas a nuestra mesa y encima de una silla libre que habíamos encontrado.

 

Chanyeol y Luhan se encargaron de pedir nuestra comida, tardaron más de diez minutos en pedir por culpa de una larga cola que llegaba hasta la entrada del restaurante. Una vez que llegaron dejaron las bandejas encima de la mesa, estaban llenas de hamburguesas de diferentes tipos, patatas fritas, bebidas …

 

-No puedo esperar a que sea mañana para estrenar el abrigo- dijo Luhan en tanto que abría unos sobres de ketchup.

 

-Yo estoy igual, estoy deseando que haga un poco más de calor para ver a Chanyeol con la camisa- Luhan sonrió apoyándose en el hombro de Sehun.

 

-¿Podéis pasarme la nueva funda que me he comprado?- asentimos tendiéndole una pequeña bolsa de color amarillo.

 

-Tienes una pequeña obsesión con eso- comentó Chanyeol vaciando su refresco con varios sorbos- ¿ Cuántas fundas tienes ya?.

 

-De este móvil – se puso pensativo- con esta doce, pero es que son tan monas- nos la enseñó perfectamente colocada sustituyendo a la que tenía antes.

 

-No digo nada, cada uno con sus manías- Luhan le sacó la lengua ante el comentario.

 

-¿Queréis algo de postre?- los tres negaron, nos habíamos llenado con los menús grandes.

 

-Deberíamos llevar las cosas al coche, así vamos más tranquilos.

 

-Tienes razón cariño -le salió un bostezo- deberíamos tomarnos un café.

 

-Por mi vale, pero ya que vamos aprovecho para pedirme un trozo de tarta- los tres me miraron asombrados solo por pensar en comerme eso con lo llenos que estábamos- no seáis así, es que a Haeyoung le apetece- dije con aegyo consiguiendo que Chanyeol me besara al instante.

 

-Sois tan adorables- soltó Luhan apoyándose en Sehun.

 

Nos quedamos durante cinco minutos más allí sentados hablando. Chanyeol se encargó de recoger la mesa y Luhan de coger todas las bolsas mientras que Sehun se levantaba con ayuda de una de las muletas.

 

-Baek voy a bajar con Luhan, que va cargadísimo.

 

-Os esperamos por aquí entonces- busqué con la mirada algún banco libre en donde pudiéramos sentarnos.

 

-Podéis ir subiendo por el ascensor, así os vais sentando y pilláis mesa- me quedé un tanto inquieto ante la propuesta de Luhan, no me apetecía nada tener que estar solo con Sehun.

 

-Claro … sin problema- les dediqué una sonrisa viéndoles alejarse- ¿Sabes por dónde están los ascensores? - le cuestioné con incomodidad una vez que ambos se perdieron por las escaleras.

 

-Me parece que estaban en la entrada, a la derecha- asentí recorriendo el camino por el que antes habíamos pasado. Íbamos con lentitud, manteniendo la distancia entre nosotros.

 

Una vez que llegamos pulsé el botón, que rápidamente se puso de color rojo. Esperamos un par de segundos a que las puertas se abrieran. Sehun se apoyó en la pared, se le veía algo cansado. Pulsé la tecla con el número uno una vez que los dos estábamos dentro.

 

Todo parecía ir bien, el ascensor subía con lentitud pero, al menos, parecía seguro. Sin embargo, cuando pensábamos que apenas quedaba nada para que las puertas se abrieran, el movimiento se detuvo y las luces se apagaron por un instante. Me acerqué a los botones asegurándome de darle al de emergencias en tanto que Sehun se acercaba. ''No puede ser, no me puedo quedar aquí encerrado, y menos con el novio inexpresivo de Luhan'' pensé antes de sentir una fuerte patada que me hizo sentarme en el suelo, relativamente alejado de donde estaba antes.

 

-¿Si? ¿Me escuchan? ¿Ha pasado algo?- la voz ronca de un hombre cubrió todo el pequeño espacio cuadrado.

 

-Nos hemos quedado encerrados- explicó con nerviosismo fijando su mirada en mi.

 

-Voy a mirar a ver que pasa, no se preocupen- la voz desapareció y Sehun se acercó a mi lado apoyándose en las paredes que recubrían el ascensor.

 

-¿Estás bien? -asentí ligeramente.

 

-Haeyoung se ha puesto nerviosa, no para de darme patadas.

 

-¿No iras a tener aquí a la niña?- su tono de sorpresa y a la vez miedo me provocó una extraña sensación de risa y enfado.

 

-No seas tonto, si quedan más de dos meses- al momento suspiró aliviado.

 

-Menos mal- se bajó con lentitud sentándose a mi lado.

 

Nos quedamos un rato en silencio, Haeyoung no se tranquilizaba, por lo que no pude evitar que algunas muecas de dolor se adueñaran de mi rostro.

 

-¿Estás mejor?- me preguntó con preocupación.

 

-Bueno, … parece que va a ser buena en el fútbol- sonreí intentando relajar el ambiente.

 

-Tiene pinta de que si, aunque por el bien de los dos creo que es mejor que Luhan no se entere, porque si no seguro que tú te quedas sin hija y yo sin novio- bromeó con alegría, no me lo podía creer, Sehun tenía un lado social.

 

-¿Quieres tocarla?- le notaba indeciso, dudoso entre si preguntármelo o no.

 

-¿Puedo?- moví la cabeza afirmativamente mientras que me levantaba la ropa, dejando mi barriga al descubierto -Es que teniendo en cuenta lo mal que nos llevamos no sé yo si a Haeyoung le hará mucha gracia. Lo de odiarme seguro que es genético- le golpeé suavemente en el hombro.

 

-Anda, no digas tonterías. Yo no te odio pero espero que mi pequeña si, no era una buena influencia- le saqué la lengua con la intención de molestarle.

 

Cogí su mano derecha, apoyándola con suavidad en la zona en donde normalmente daba las patadas.

 

-Yo no siento nada- dijo al rato intentando retirar la mano.

 

-Espera, no seas impaciente- dejamos que el tiempo volviera a pasar y que el silencio se apoderara del ascensor.

 

Justo cuando ya creía que las patadas pararían y que no se volverían a repetir hasta bastante más tarde, sentí el relativamente potente golpe en el sitio exacto en el que estaba la mano de Sehun.

 

-Baekhyun- se movió sorprendido interesándose una y otra vez por como estaba.

 

Empecé a contarle cada una de las cosas que estaba sintiendo con el embarazo, las ganas que tenía de que naciera y lo contento que me ponían esas patadas, que eran molestas durante un instante pero que me aseguraba que nuestra pequeña estaba allí, que no era ningún sueño. Me olvidé que era Sehun el inexpresivo, simplemente me abracé a él en tanto que hablábamos como si fuéramos amigos de toda la vida.

 

-¿Entonces crees que mi sobrina nacerá antes o después de que a mi me quiten las muletas y pueda andar como una persona normal?.

 

-Ni idea- me encogí de hombros dudoso- seguro que si los chicos estuvieran aquí apostarían para tintarse el pelo- ambos nos echamos a reír.

 

-Son únicos, se les ocurren unas cosas- inundamos el ascensor de sonoras carcajadas- aunque, por suerte, no les queda nada mal esos colores. Si es que hasta dentro de lo malo tienen suerte.

 

-Pues si- desvié mi mirada- espero que nos saquen de aquí pronto- pedí deseando que aquellas palabras no tardaran en hacerse realidad.

 

-¿Y eso? ¿Tanto te estoy aburriendo?- puso una cara entre enfadada y tierna.

 

-No es eso, es que necesito ir al baño- Sehun sonrió para después echarse a reír en mi cara- ni se te ocurra reírte de mi inexpresivo- grité consiguiendo que sus risas se escucharan con mayor intensidad- ojalá te quedes algún día embarazado, para que veas lo que estoy aguantando y las ganas que tengo.

 

-No creo que eso pase. Yo no sé tú pero para mi que esos dos tramaban algo, esta mañana Luhan se ha tirado un buen rato pendiente del teléfono. A lo mejor nuestros queridísimos novios estaban planeando algo.

 

-Seguramente, aunque para mi que ellos no contaban con que nos quedaríamos aquí metidos.

 

-Eso seguro que ha sido una sorpresa hasta para ellos.

 

Las carcajadas volvieron a inundar el pequeño espacio hasta que el ascensor volvió a perder las luces, quedándonos completamente a oscuras durante unos segundos. Poco después, el ascensor subió el escaso espacio que le separaba de las puertas de la primera entrada. El ascensor se abrió dejándonos a ambos al descubierto, con las intensas miradas de Chanyeol y Luhan pendientes de nosotros.

 

-Menos mal que no os habéis matado- dijo Luhan con alegría.

 

Nuestros respectivos novios nos ayudaron a levantarnos del suelo y a salir de allí antes de volver a correr el riesgo de quedarnos encerrados otra vez. Ambos nos preguntaron si estábamos bien, al igual que algunos trabajadores que se interesaron por nuestro estado. Nos sentamos en una de las mesas libres de la cafetería más cercana que encontramos. Una de las camareras se acercó para anotar lo que queríamos, por lo que una vez que se fue, Luhan no paró de hacer bromas sobre nuestra mala suerte o de lo sorprendido que estaba de que no nos hubiéramos peleado por lo menos.

 

-Channie ¿Me acompañas al baño, por fi?- le pedí antes de que llegara lo que habíamos pedido.

 

-Claro- nos levantamos de las cómodas sillas dirigiéndonos a los servicios.

 

-¿Te pasa algo, te noto muy serio?- le cuestioné a lo lejos, a bastantes metros de distancia de la `pareja.

 

-Estaba muy preocupado. No quería dejaros solos, a ti y a nuestra pequeña princesa- rodeó mi cintura acercando nuestros cuerpos, pidiéndome desesperadamente que le besara.

 

Si hubiéramos llegado a tardar dos minutos más, Luhan se hubiera presentado en la puerta para preguntarnos si todo iba bien. Diez minutos pasamos allí dentro, entre besos, abrazos, caricias, roces cargados de placer y, por supuesto, unos instantes para que yo hiciera mis necesidades.

 

-Chanyeol el café se te ha quedado frío ¿Quieres otro?- le preguntó Sehun nada más llegar a la mesa, viendo a la feliz pareja apoyada dulcemente el uno en el otro.

 

-No, no me apetece nada- se excusó con las mejillas coloradas.

 

Aprovechamos el resto de la tarde para estar en aquella cafetería tomándonos dos trozos de tarta entre los cuatro, una de tres chocolates y la otra de manzana, a la que ninguno logramos sacarle ese sabor a manzana. Además de eso nos pasamos por la tienda de bebés que se encontraba al exterior del centro comercial, cerca de los aparcamientos de fuera. Vimos un conjunto bastante adorable que teníamos pensamiento de comprar, en el instante en el que nos iba a tocar para pagar Luhan y Sehun tendieron su tarjeta explicándonos que les hacía ilusión regalárnoslo.

 

Luhan nos dejó en la misma puerta del portal, aparcó el coche en doble fila, en tanto que yo bajaba del vehículo y Chanyeol y él sacaban nuestras bolsas del maletero. Me despedí de Sehun con un simple ''Hasta luego'' pero con una amplia sonrisa, al contrario que Luhan, que aprovechó que estaba fuera del vehículo, para darnos un fuerte abrazo.

 

-Adiós chicos- dijimos moviendo nuestras manos desde el portal.

 

-Estoy agotado- confesé acurrucándome en su pecho.

 

-Y yo que tenía pensado un plan romántico, lo voy a tener que aplazar- comentó con un claro tono de actuada indignación.

 

-Haré el esfuerzo, sabes que a veces soy un poco exagerado- mordí su irresistible oreja en tanto que él intentaba meter la llave de la casa en la cerradura.

 

-Pues entonces le voy a pedir a mi queridísimo novio que me espere, porque voy a bajar al supermercado a comprar un par de cosas que necesito. Mientras- me pegó a la pared cerrando la puerta con su larga pierna- podrías ir quitándote la ropa, para cuando llegue- asentí saboreando el delicioso sabor de sus labios.

 

Chanyeol salió de nuestro piso con su miembro notablemente contento bajo sus pantalones. Cogió su cartera junto con su abrigo, que la pasión me había hecho quitarle con impaciencia, y bajó por las escaleras corriendo.

 

Dejé las bolsas con todo lo que habíamos comprado en el sofá. Me deshice de toda la ropa que cubría mi cuerpo, dejándola tirada en el suelo del baño. Me miré al espejo comprobando que estaba perfecto y me tumbé en la cama con una pose sexy, tapándome parcialmente con las sábanas.

 

Aunque los minutos se me hicieron eternos, afortunadamente Chanyeol se dio prisa en llegar. Tiró con relativa delicadeza lo que había comprado encima del colchón. Le enseñé mi cuerpo desnudo, mientras que nos besábamos intentó explicarme que había tenido relativamente suerte en dejarse las llaves en el bolsillo, ya que, según él, estaba demasiado irresistible como para que me viera algún vecino.

 

Revisé la bolsa de plástico con la intención de descubrir que se le había ocurrido hacer. Sólo había tres cosas en aquella bolsa: nata , medio kilo de fresas y un lubricante efecto frío. Levanté la mirada con la intención de trasmitirle que me había encantado la idea, no obstante, al verle completamente desnudo mi mente se volvió completamente loca.

 

Lo primero que cogí fue la nata, que tras agitarla con destreza y provocar ligeramente a Chanyeol, me la eché en la boca, tragándomela, animando cada vez más el miembro de Chanyeol. Las fresas fueran las encargas, con ayuda de la nata, de recorrer nuestros cuerpo: pasando por nuestro cuello, nuestros brazos, nuestro rostro, nuestras piernas, nuestra espalda …

 

El lubricante fue el último en aparecer después de muchos besos y caricias. Me tumbé en la cama como siempre, sintiendo como sus dedos entraban y salían de mi interior produciéndome una maravillosa sensación de placer que me hacía soltar gemidos descontrolados.

 

Una vez que noté que estaba preparado le pedí a Chanyeol que se tumbara, que me iba a encargar yo. Cubrí su miembro con el lubricante aprovechando la oportunidad para torturarle un poco. Dejé su miembro en mi entrada, metiendo lentamente, volviéndome loco con la expresión descontrolada de su rostro. Empezamos a movernos cada vez más salvajes y con mayor velocidad. La habitación se llenó de gemidos y gritos. Nos abrazamos, nos besamos, nos mordimos los labios, el cuello, las orejas …

 

-Cariño te imaginas que mañana por la mañana aparece la vecina- se nos escaparon unas risas.

 

-Esperemos que no, en el fondo les estamos preparando. Cuando nazca Haeyoung y se ponga a llorar por las noches seguro que van a poder dormir tranquilamente- le besé agarrándole del cuello.

 

-No quiero que llore- hice aegyo- que nosotros también necesitamos dormir.

 

-Lo sé, ya nos enteraremos dentro de unos meses- me pegué aun más a su pecho descansando- y ahora a dormir, que tenemos que aprovechar- me acarició delicadamente el pelo, calmándome, dejando que el cansancio me hiciera no tardar nada en quedarme dormido.

 

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Qué les ha parecido?

Luhan y Baek de compras jejejejejeje :D y Baek y Sehun encerrados en un ascensor XD menos mal que no se han matado

Dejen comentarios con sus opiniones, por fiii ^^

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Espero que os haya gustado <3

Muchas gracias por leer :)

Un súper abrazooooooooooo :3

Os quieroooooooooo <3


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